Mi hijo se hace pis en la cama

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Que los niños mojen la cama a partir de cierta edad es una cosa que preocupa mucho a los padres y madres ya que dan por hecho que cuando sus hijos se hacen mayores y, por fin, han dejado de utilizar el pañal durante el día, deberían ser capaces también de aguantar toda la noche sin que se les escape el pis.

Sin embargo, el control de esfínteres nocturno no tiene por que adquirirse al mismo tiempo que el control de esfínteres diurno, por lo que en aquellos niños que se siguen orinando por la noche tendremos que valorar qué edad tienen y si realmente les afecta como para plantear una intervención que trate de solucionar el problema.

En este post te contamos en qué consiste la enuresis y qué opciones hay para intentar corregirla.

¿Qué es el control de esfínteres?

Todos estamos acostumbrados a ver a los bebés llevar pañal. Damos por hecho, y no sin razón, que no son capaces de controlar sus necesidades, o mejor dicho, que no son capaces de hacerlas de forma voluntaria.

Pero todos sabemos que los adultos no llevamos pañal, por lo que llega un momento en la vida de todas las personas en las que existe un control voluntario de esfínteres, los músculos que están al final del intestino y de la vía urinaria y que actúan a modo de puerta, para que tanto el pis como la caca salgan al exterior cuando nosotros decidimos y no cuando ellos quieren.

El arco neurológico que controla tanto la micción como la defecación voluntaria funciona de la siguiente forma: cuando el recto (la parte final del intestino) o la vejiga están llenos mandan una señal al cerebro que nos hace saber que tenemos ganas de ir al baño. Y allí que vamos y hacemos lo que tengamos que hacer… Sencillo, ¿no?

Pues aunque parezca muy sencillo, el control de esfínteres es un hito madurativo neurológico que no se adquiere siempre a la misma edad, ya que hay niños que son capaces de hacer sus necesidades de forma voluntaria en el orinal o el water desde edades muy tempranas (hacia los dos años de edad) y otros que requieren más tiempo y siguen usando pañal hasta los cuatro o cinco años, pero bueno, esto de dejar el pañal durante el día es un mundo del que no hemos venido hoy a hablar aquí.

El control nocturno de esfínteres es más complejo, ya que una de dos, o esa señal que mandan nuestros intestinos o la vejiga se espera hasta el día siguiente para hacer pis y caca por la mañana o la señal es capaz de despertarnos para que vayamos al baño a mitad de noche. De no ser así, es decir, si la vejiga se llena y no aguanta más, pero no nos despertarnos, lo normal es que el esfínter se relaje de forma involuntaria y el niño se haga pis, ya sea en el pañal o en la cama si es que ya no lo lleva.

¿Qué es la enuresis?

Se denomina enuresis (hace años nocturna, ahora enuresis a secas) al escape de orina solo durante el sueño, por tanto de forma involuntaria, a una edad y con una frecuencia a la que se presupone que ya debería haber un control de esfínteres nocturno.

Aunque es un poco arbitrario, en nuestra sociedad se espera que el control de esfínteres nocturno se haya alcanzado antes de los cinco años de edad, por lo que si un niño de más de cinco años sigue mojando la cama por la noche diremos que tiene enuresis. Por tanto, si el niño tiene menos de cinco años y todavía se hace pis por la noche (ya sea en el pañal porque los padres todavía no se lo han quitado) o en la cama (porque hay muchas noches que aguanta, pero otras que si que se lo hace encima), consideraremos que es normal dentro del espectro de tiempo que tarda en adquirirse el control de esfínteres nocturno.

Cuando abordamos a un niño que se hace pis por la noche, es muy importante la historia clínica y conocer si presenta escapes también durante el día, ya que no es lo mismo un niño que no es capaz de controlar la micción a todas horas, y por tanto presentan una incontinencia urinaria diurna junto con enuresis, que aquel niño que llevaba varios meses controlando el pis tanto por el día como por la noche y, de repente, empieza a mojar la cama por la noche, lo que se conoce como enuresis secundaria.

Cada una de estas situaciones requiere un abordaje distinto, ya que la causa y la solución no suelen ser la misma. Cuando en este post hablamos de niños que mojan la cama nos referimos a la enuresis primaria monosintomática, es decir, a esos niños mayores de cinco años que se hacen pis por la noche desde siempre (nunca ha tenido un periodo seco) y que no presentan síntomas urinarios o de incontinencia durante el día.

Aunque es muy probable que la enuresis esté infradiagnsoticada por el tabú social que supone decir que tienes un hijo mayor que se hace pis por la noche, se calcula que hacia los cinco años de edad hasta un 20% de niños todavía moja la cama. Esta frecuencia disminuye con el paso de los años, ya que la enuresis tiende a solucionarse por sí sola con el tiempo, y hacia la adolescencia se sitúa en torno al 1%. La prevalencia es mayor en varones con una proporción de 2:1 y hay agrupación familiar, es decir, es habitual que a alguno de los padres le pasara de pequeño.

¿Debemos tratar la enuresis o es mejor esperar?

Para dar respuesta a esta pregunta hay que tener dos cosas en cuenta. La primera es que la enuresis no afecta social y psicológicamente por igual a todos los niños y sus familias y la segunda es que existen tratamientos para solucionar la enuresis.

Teniendo esto en cuenta, lo que debe hacer el pediatra es valorar cada caso concreto de enuresis para decidir junto con la familia si se pone tratamiento para la misma o es preferible esperar. Por ejemplo, no es lo mismo un niño de 6 años al que no le importa llevar pañal por la noche ni le afecta a la autoestima que un niño de 9 años que dice que ya no se quiere ir de acampada con sus compañeros scout porque le da vergüenza que le vean usar pañal.

Aunque muchos pediatras consideran la enuresis un trastorno benigno que con el tiempo se pasará, esto no es del todo cierto, ya que aunque es verdad que tiende a solucionarse por sí solo a medida que el niño crece, durante esos años suele afectar a la autoestima, además de tener más problemas emocionales, sobre todo si se mantiene por encima de los 6 años que es cuando el niño suele ser más consciente de lo que pasa.

Además, cuando el niño llega a los 9 años y moja la cama casi todas las noches es muy probable que la enuresis no se resuelva por sí sola, por lo que estaría indicado iniciar el tratamiento. Por otro lado, debemos valorarlo en todos los niños mayores de cinco años en los que creamos que la enuresis afecta de forma negativa tanto al niño como a la familia.

En cualquier caso, la decisión debe ser consensuada con la familia, ya que el éxito del tratamiento depende mucho de la motivación que exista. Y sobre todo, recordad que si el niño moja la cama es de forma involuntaria, por lo que no se le debe regañar nunca por ello.

¿Qué opciones de tratamiento existen?

Además de los dos tratamientos que ahora veremos, el refuerzo positivo con calendarios de noches secas/mojadas junto con la restricción de líquidos en las horas previas a acostarse parece ser mejor que no hacer nada, por lo que aunque no suelen solucionar el problema por sí solos, siempre serán de ayuda combinados con los tratamientos que sí que han demostrado eficacia para la enuresis.

Sé que al decir tratamiento para la enuresis es como si dijéramos que un niño que se hace pis por la noche es que está enfermo y que hay que solucionarlo, pero más que verlo así, lo que habría que pensar es que estos tratamientos lo que buscan es mejorar la calidad de vida de esos niños a los que se les escapa el pis y ya tienen una edad a la que les está empezando a afectar.

Antes de centrarnos en los tratamientos que sí funcionan, hay muchos padres que recurren a ponerse un despertador a una hora determinada da la noche para que el niño se despierte, vaya al baño y con ello se consiga que no moje la cama. Esto requiere un esfuerzo muy grande de toda la familia ya que supone levantarse a mitad de noche una o dos veces. Pero lo más importante es que el despertador a media noche no ha demostrado que solucione la enuresis, por lo que cuando deja de utilizarse, el niño vuelve a mojar la cama. Por tanto, no está recomendado en el caso de la enuresis despertar al niño a media noche para que vaya al baño.

En la actualidad existen dos líneas de tratamiento de primera elección para la enuresis que sí que han demostrado ser eficaces: el tratamiento conductual con alarma y el farmacológico con desmospresina. Como es normal, el objetivo de estos tratamientos es la curación de la enuresis, es decir, conseguir que el niño deje de mojar la cama no solo mientras el tratamiento se está empleando, sino tiempo después de haberlo suspendido. Ya que la alarma y la desmopresina son tratamientos que actúan de forma distinta y que tienen resultados diferentes a la hora de tratar la enuresis, es preferible analizarlos por separado.

• Tratamiento con alarma: sin duda alguna, este es el tratamiento más eficaz a largo plazo para curar la enuresis, aunque los resultados pueden tardar en obtenerse entre 3 o 4 meses. Es fundamental la colaboración y motivación de la familia y el niño, ya que de ello depende en gran medida el éxito de este tratamiento, además de requerir un seguimiento estrecho por parte del pediatra. El tratamiento con alarma consiste en que el niño se coloca un sensor que cuando nota humedad hace que suene una alarma que le despierta para que deje de orinarse encima; tras ello el niño debe ir a terminar de hacer pis al baño, cambiarse de ropa y las sabanas de la cama (si es que se han mojado), volver a conectar la alarma y seguir durmiendo. Durante el tiempo que dure el tratamiento, el niño no debe usar pañal. Este tipo de tratamiento lo que consigue es enseñar al cerebro a darse cuenta de que debe retener la orina o despertar al niño para que vaya al baño, lo que vendría a ser conseguir un control voluntario de esfínteres. En la actualidad hay dispositivos que se pueden colocar dentro de la braguita/calzoncillo del niño/niña que son discretos, portátiles y baratos.
• Tratamiento con desmopresina: la desmopresina es una hormona que diminuye la cantidad de orina que llega a la vejiga. De esta forma, al haber menos residuo miccional se consigue que el niño se haga menos veces pis por la noche. El problema que tiene la desmopresina es que no consigue que el niño aprenda a controlar esfínteres por la noche, por lo que al suspenderla la enuresis suele reaparecer. Sin embargo, es muy útil si se quieren conseguir objetivos a corto plazo (recordad que la alarma tarda varios meses), ya que actúa de forma rápida consiguiendo un alto número de noches secas en pocas semanas.

Una cosa importante a la hora de decidirse por uno de estos tratamientos es tener claro qué estás buscando para cada niño concreto. Si lo que se busca en la solución de la enuresis de forma completa y la familia está motivada, sin duda alguna la alarma será de elección. Por el contrario, si hay mucho estrés familiar, poca motivación y lo que se buscan son resultado a corto plazo, la demospresina puede jugar un papel importante. En cualquier caso, no se recomienda utilizar ambos tratamientos de forma combinada salvo en casos muy concretos, ya que su combinación no ha demostrado ser mejor que usarlos por separado.

Por otro lado, pero esto ya es cosa del pediatra, hay algún parámetro que se asocia con una mejor respuesta a la demopresina frente a la alarma: el porcentaje de volumen miccional máximo diurno respecto al esperado, es decir, qué volumen de pis hace el niño en cada micción respecto a la media de niños de su edad. En el caso de que este volumen sea alto (>75%) predice una buena respuesta a la desmopresina, mientras que si se encuentra entre 45-75% no suelen responder a desmopresina por lo que indicaríamos alarma. En cualquier caso, antes de decidir si se coloca la alarma o la desmopresina se debe hacer un calendario miccional como parte de la historia clínica (recoger durante tres días las veces que el niño hace pis y con qué volumen) para poder calcular estos parámetros y que el pediatra evalúe qué tratamiento es mejor en cada niño enurético, además de descartar otras situaciones que puedan interfirir como el TDAH, las apneas del sueño o el estreñimiento.

En resumen, la enuresis es un trastorno en el que el niño mayor de cinco años se hace pis de forma involuntaria por las noches, edad a la que se presupone que ya debería haber conseguido un control de esfínteres. Es un trastorno que tiende a mejorar con la edad, pero que puede afectar tanto a la autoestima y sociabilización del niño como a la dinámica familiar. En dichos casos, siempre asesorados por el pediatra, se podría plantear alguna de las opciones de tratamiento que han demostrado ser eficaces: la alarma o la desmopresina.

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Tags: enuresis, niños, pañal | Almacenado en: Consejos, Enfermedades