Mi hijo tiene dos años y todavía no habla, ¿es normal?

A lo largo de los dos primeros años de vida, los hitos más esperados del desarrollo neurológico del bebé son cuándo se echa a caminar y posteriormente el momento en el que por fin empieza a hablar. Estos dos procesos forman parte del neurodesarrollo y normalmente no se producen a la vez -andar primero, hablar después-, ya que lo segundo requiere de mayor maduración. De hecho, el lenguaje precisa de varios años (hasta los 5 habitualmente) para terminar de completarse. En el este post hablaremos sobre en qué momento se inicia el lenguaje, cómo evoluciona y cuáles son los problemas que pueden aparecer durante este proceso, además de qué debéis reconocer para consultar con vuestro pediatra.

¿Cuál es la edad en la que se inicia el lenguaje?

Parece que si el niño no pronuncia claramente papá o mamá es que entonces todavía no ha empezado a hablar, pero en realidad la comunicación a través del lenguaje en los niños pequeños empieza mucho antes. A partir de los 2-3 meses de edad los bebés empiezan a emitir sonidos. Más tarde, hacia los 5-6 meses comienzan a balbucear y a emitir bisílabos no intencionales como «ma» o «pa». Para ver como empiezan a dirigirse a sus padres con intención tendremos que esperar hasta el año, momento en el que si dicen “pa-pa” es que quieren llamar a su papá o si dicen «ma-ma” es que llaman a su mamá. A partir de ese momento empezarán poco a poco a incorporar palabras en su vocabulario. Al principio tan pocas como 3-5 palabras, por ejemplo “agua” y “no”, que son de las primeras palabras que suelen aparecer. Como sucede en todo el desarrollo neurológico, algunos lo harán antes y otros tardarán más. Además, a lo largo de este tiempo veremos que aunque el niño todavía emite un número escaso de palabras, es capaz de entender órdenes sencillas como «ven aquí», «coge la pelota». Esto significa que es capaz de comprender el lenguaje, lo que resulta fundamental para poder comunicarse.

¿Qué es lo que puedo hacer para estimular el desarrollo del lenguaje de mi hijo?

Antes o después todos los niños van a acabar desarrollando el lenguaje, pero está en nuestras manos estimularlo del mismo que hacemos con otras áreas del desarrollo, como el movimiento libre o aprender a masticar. Para ello, es importante hablar con los niños desde que son pequeños con un lenguaje sencillo y comprensible, pero que utilice las palabras completas y no diminutivos, por ejemplo es preferible decir «chupete» a «tete», que aunque simpáticas no dejan de ser palabras que en realidad no utilizamos en el lenguaje «normal». Además, debemos recordar que la alimentación con lactancia materna, la introducción temprana de sólidos para ejercitar la masticación (hacia los 10 meses) y la retirada precoz del chupete van a estimular el desarrollo de la musculatura orofacial tan necesaria para la adquisición del lenguaje. Aquí quería hacer un inciso para hablar sobre un nuevo método de comunicación con bebés que está muy en boga y que yo misma he conocido hace poco: el babysigning. Con este método, los padres pueden comunicarse a través de lenguaje de signos con los bebés “preverbales” (aquellos que todavía no hablan), el cual puede ser útil hasta los 18-24 meses. Aunque no he sido capaz de encontrar mucha evidencia científica que avale su utilidad, algún estudio sí que señala que aunque el uso de este tipo de comunicación no acelera el lenguaje expresivo verbal, es decir el momento en el que el niño empieza a usar el lenguaje verbal para comunicarse, sí que mejora la comunicación cuidador-niño y desciende el nivel de ansiedad del cuidador a la hora de entender las necesidades del bebé, en comparación con las familias que no lo utilizan.

¿A partir de qué edad me debo preocupar si mi hijo todavía no habla?

En general los pediatras consideramos que existe algún retraso en el lenguaje si a los dos años de edad el niño no tiene un vocabulario de al menos 20-50 palabras y no es capaz de hacer frases sencillas de dos palabras del tipo «mamá ven» o «yo aquí». Pero evidentemente esto no es un axioma que deba tomarse al pie de la letra, ya que debemos valorar otros aspectos de la comunicación como son la capacidad de comprender lo que les decimos, si son capaces de oír bien los sonidos o de comunicarse con otras personas utilizando sonidos, onomatopeyas o señalando para pedir lo que quieren. Como os podéis imaginar nos va a preocupar más un niño que no hace nada de lo anterior que aquel que sí lo hace pero todavía no dice muchas palabras. Llegado este momento es importante recordar que la causa más frecuente del retraso del lenguaje en los niños es la hipoacusia, es decir, un problema en la audición. Por ello, ante un niño que presenta un retraso en el lenguaje lo primero que hay que valorar es el oído, incluso aunque el estudio de la audición al nacimiento fuera normal. En resumen, debéis consultar con el pediatra si a los 2 años vuestro hijo:
  • Dice menos de 10 palabras.
  • Si tenéis dudas de si oye bien.
  • Si no comprende de forma adecuada órdenes sencillas.
  • Si ha dejado de decir palabras que antes decía con normalidad.
  • Si no se comunica de forma clara con su entorno (esto último incluso antes, si no lo hace en torno a los 15-18 meses de edad).
Como hemos dicho, en la mayoría de los casos esto puede deberse a un problema de audición, pero en otros podría tratarse de un retraso simple del lenguaje, un trastorno específico del lenguaje o incluso de un trastorno del espectro autista.

¿Y qué pasa si mi hijo ya habla pero todavía no pronuncia bien?

En otras ocasiones el niño ha desarrollado el lenguaje y la comunicación sin problemas, pero nos llama la atención que pronuncia mal o que nos cuesta entender lo que dice. Esto sucede en ocasiones porque los niños de entre los 2 y 4 años, ya que es el periodo en el que la musculatura y los movimientos de la boca y la cara todavía no son lo suficientemente maduros para elaborar con precisión el sonido de algunas palabras. En otras, la conciencia fonológica y los prerrequisitos de discriminación auditiva no están plenamente desarrollados. Es por ello que los niños de esta edad cometen gran cantidad de errores de pronunciación, situación que se conoce como “dislalias funcionales”, siendo las más habituales las palabras que contienen los fonemas /k/, /r/, /l/, /ch/ o /z/. Lo normal es que con el tiempo mejore sin realizar ninguna intervención, pero si pasados los 4 años, y sobre todo si persiste esa dificultad para la pronunciación de algunos sonidos cerca de los 5 años, os recomendamos acudir a un logopeda con experiencia en el tratamiento de niños para que evalúe qué está pasando. De forma similar, entre los 2 y 5 años los niños tartamudean con bastante frecuencia. Se conoce como «disfluencia funcional o evolutiva» y suele mejorar con el paso del tiempo, siempre y cuando no cumpla unas características que nos pueden poner en alarma de que ese tartamudeo ya no es tan «normal». En ocasiones empeora en épocas en las que el niño está sufriendo estrés (por ejemplo, el nacimiento de una hermanito, la muerte de un familiar o la separación los padres o estar ante desconocidos), pero que en general se resuelven a medida que el niño crece y madura. Lo importante es no forzarles ni corregirles de forma frecuente, no meterles prisa en terminar de hablar, darles tranquilidad y tiempo para hablar. Sin embargo, si persiste en el tiempo, no mejora, aparece a partir de los 6 años o presenta desde el inicio los pagos típicos de una «disfluencia atípica o tartamudez infantil» no dudéis en consultar con el especialista, ya que el tratamiento precoz en estos casos mejora el pronóstico.

Cada niño es diferente y lleva su ritmo

Para finalizar me gustaría dejar claro que las edades que figuran en este post son meramente orientativas (aporto siempre los datos más frecuentes), ya que puede existir gran variabilidad entre un niño y otro. De todas formas, ante la duda de si pudiera existir algún problema en la adquisición del lenguaje (o de la audición o de la comprensión…) podéis contactar siempre con vuestro pediatra o con un logopeda que será el que podrá investigar si realmente existe algún problema concreto en este área del desarrollo.
Este post se complementa con el que escribimos hace unos meses sobre el inicio de la marcha y que podéis consular en este LINK.
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3 comentarios · Escribe aquí tu comentario

  1. Dice ser Rocio

    Buenos días,
    Mi hijo de tres años recién cumplidos presenta un retraso moderado del lenguaje. En unos días le harán una audiometría, aunque yo creo que oye bien, la logopeda lo ve conveniente. Mi duda es cómo se le hace una audiometría a esta edad.
    Él es muy nervioso, no para quieto. Me preocupa que no se la puedan realizar.

    18 enero 2021 | 11:59 am

  2. En la mayoría de los centros en donde hacen audiometrías a niños tienen suficiente experiencia para que la prueba se pueda realizar. Estamos seguros que lo conseguirán!! Animo!!

    18 enero 2021 | 12:20 pm

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