No, no van a leer en estas líneas ningún discurso como el que William Wallace, en Braveheart, le dedica a los escoceses antes de la batalla de Stirling. El Atlético no va a pasar a la final de la Champions, en Cardiff. Es lo que creo.
Ni el Atleti es el Barça ni el Real Madrid es el PSG. Al Atleti le costó Dios y ayuda meterle un gol al Albacete y al Real Madrid casi se le caen los goles de los bolsillos. Será difícil hasta ganar el partido.
Pero nada de esto debe significar que esta noche, el Atlético de Madrid y su (bendita) afición celebren una fiesta. Aunque pueda parecer que no hay motivos. Es el último partido de Champions en el Vicente Calderón y habrá que despedirlo como merece.
Hay que olvidar incluso quién es el rival. Saltar al campo (los jugadores) y, simplemente, competir, como dice el Cholo. Y en las gradas, cantar, animar, reír… pase lo que pase.
El premio, amigos, es ser del Atleti.