En los 90, una estrella brilló más que todas en el mundo del boxeo: Mike Tyson. Pero el que parecía invencible, una vez perdió. El culpable de esa derrota es el protagonista de hoy: James ‘Buster’ Douglas.
¿Quién era?: Un boxeador estadounidense de los 80 y los 90.
¿Por qué se le recuerda?: Por derrotar contra todo pronóstico, el 11 de febrero de 1990, a Mike Tyson, por aquel entonces el indiscutible número uno del boxeo mundial.
¿Qué fue de él?: Se retiró en 1999. Desde entonces, reside en un rancho en su ciudad natal, Columbus (Ohio), y se dedica a entrenar a jóvenes boxeadores.
¿Sabías qué…?: Como os decía, ‘Buster’ Douglas llegó a aquel combate, que se celebró en Tokio, casi como un comparsa. Tyson no había perdido jamás una pelea y el combate era una especie de aperitivo para uno que había planeado entre el terror del Bronx y Evander Holyfield. La victoria de Douglas se pagaba 42 a 1. En el décimo asalto, un ‘uppercut’ seguido de cuatro golpes a la cabeza de Tyson mandaron al neyorquino a la lona. El campeón intentó levantarse, pero estaba noqueado. ‘Buster’ Douglas se convirtió en campeón de los pesos pesados.
– La madre de Douglas había fallecido 23 días antes del combate.
– El comentarista Jim Lampley calificó el combate como «la mayor sorpresa de la historia de los pesados».
– Las primeras palabras de Douglas tras el combate, entre lágrimas, fueron de recuerdo a su madre.
– El título le duró poco a Douglas: el 25 de octubre de 1990, en su primera defensa, perdió por KO ante Holyfield.
– Tras ese combate, pasó seis años sin pelear.
– Se embolsó casi 25 millones de dólares y se dejó, empezó a engordar y casi alcanza los 180 kilos de peso. Por este sobrepeso sufrió un coma diabético y estuvo a punto de morir.
– Volvió a combatir como parte de su recuperación.
– Tuvo su propio videojuego, creado por Sega
– Mide 1,92 metros.
Biografía, palmarés, estadísticas: James Douglas nació el 7 de abril de 1960 en Columbus, Ohio. Profesional desde 1981 hasta 1999, disputó 46 combates, con 38 victorias (25 por KO), 6 derrotas, un nulo y un ‘no contest’.
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Hasta mañana.