Entradas etiquetadas como ‘boxeo’

Quién fue… Jack Johnson: el primer campeón de raza negra de los pesos pesados

Jack Johnson (WIKIPEDIA).

Jack Johnson (WIKIPEDIA).

Cerramos la semana con boxeo, y con boxeo de principios del siglo XX. Os traigo la apasionante historia de Jack Johnson.

El 31 de marzo de 1878 nace en Galveston, Texas, John Arthur Johnson. Es el tercero de los nueve hijos que tendrían Henry y Tina Johnson, dos antiguos esclavos que trabajaban de conserje y friegaplatos, respectivamente. Desde muy niño se vio obligado a trabajar para ayudar en casa. Cuando tenía 12 años, un niño le pegó. Su madre le alentó para que se defendiera y le devolvió el golpe al pequeño. Fue un momento clave para su futuro como boxeador.

En su juventud tuvo numerosos empleos. Siendo ayudante de un pintor muy aficionado al boxeo, descubrió los secretos de este deporte, que empezó a atraerle. Con 16 años, se trasladó a Nueva York, donde encontró trabajo de conserje en un gimnasio. Fue ahí donde consiguió ahorrar para comprarse unos guantes y empezar a pelear. De regreso a casa, convertido en todo un hombre, tuvo sus primeras experiencias en combates ilegales. Le fue bien y decidió centrarse en el boxeo.

El 1 de noviembre de 1898 debutó en Galveston, derrotando por KO en el segundo asalto a un tal Charley Brooks. Johnson ya había establecido su estilo: era un boxeador defensivo. Dejaba que el rival se fatigara y cuando veía su oportunidad, atacaba de manera efectiva. En sus primeros años disputó muchas peleas y en febrero de 1903 logró el título de los pesos pesados en categoría de hombres de raza negra al derrotar a Ed Martin. Sí, el boxeo estaba segregado, al menos en combates en los que estaba en juego el título. Johnson quería saltarse esa norma y desafió al campeón James Jeffries, pero este rechazó enfrentarse a un negro.

No sería hasta 1908 cuando Jack Johnson logró disputar el título de los pesos pesados contra un blanco. Fue el 26 de diciembre de aquel año, en Sydney, Australia, ante el canadiense Tommy Burns. Johnson llevaba dos años ‘persiguiendo’ a Burns y provocándole en los medios para enfrentarse a él. Cuando lo logró, no desaprovechó su oportunidad y 20.000 personas presenciaron en directo cómo un negro se convertía, por primera vez, en campeón de los pesados.

Una imagen del mítico combate entre Johnson y Jeffries en Reno en 1910 (WIKIPEDIA).

Una imagen del mítico combate entre Johnson y Jeffries en Reno en 1910 (WIKIPEDIA).

La mentalidad racista de aquella época no aceptó muy buen la victoria de Johnson, al que criticaban por su estilo. El popular escritor americano Jack London llegó a reclamar públicamente que surgiera una ‘Gran Esperanza Blanca’ (he aquí el origen del término) para que un negro no fuera el campeón. Mientras, Jack Johnson se convertía en el afroamericano más famoso del mundo. Se dice que, en su época, era tan famoso como lo sería después Mohamed Alí.

Muchos quisieron ver en James Jeffries en único que podía derrotar a Johnson. Jeffries estaba retirado y vivía como granjero, pero sus fans fueron muy efusivos para convencerlo. Sus fans y, todo hay que decirlo, una bolsa de 120.000 dólares que se llevaría. Así, tras seis años de retiro y un estricto entrenamiento, Jeffries volvía para devolverle a la raza blanca su orgullo. El combate se celebró el 4 de julio de 1910 en Reno, Nevada. La tensión racial era muy alta y las autoridades decidieron prohibir las armas de fuego y el consumo de alcohol durante la pelea. Las apuestas estaban a favor de Jeffries y 20.000 personas se citaron para presenciar el que se llamó ‘Combate del Siglo’. El dominio de Johnson fue tremendo. Jeffries besó la lona dos veces (las primeras en toda su carrera), y su esquina acabó tirando la toalla, para evitar que el veterano boxeador acabara su carrera con un KO. Johnson se embolsó 65.000 dólares.

Para que os hagáis una idea de la importancia de aquella pelea, os contaré lo que pasó después: por todo Estados Unidos, muchos ciudadanos negros salieron a las calles a celebrar la victoria de Johnson. Muchos blancos, escocidos, quisieron atajar esas celebraciones y, en ocasiones con la ayuda de la Policía, se produjeron graves disturbios en más de 50 ciudades americanas. Hubo 20 muertos y cientos de heridos.

La actitud de Johnson tras su victoria no gustaba a muchos racistas. Recibió amenazas del Ku Klux Klan, mientras él disfrutaba de sus dos aficiones, los coches y la ópera. La vida sentimental de Johnson, además, fue bastante turbulenta. En 1911 se casó con Etta Duryea, una neoyorquina blanca a la que conoció en una carrera de coches. Su relación acabó mal, debido entre otras cosas a los malos tratos. En septiembre de 1912, Duryea se suicidió con un revólver.

Medio plano de Johnson (WIKIPEDIA).

Medio plano de Johnson (WIKIPEDIA).

Poco después, Johnson se casó con otra mujer blanca, Lucille Cameron. En algunas iglesias del sur se hizo un llamamiento al linchamiento de Johnson por casarse con una blanca. Fue entonces cuando sus numerosos detractores vieron su gran oportunidad. Fue detenido por violar la llamada Ley Mann, en concreto, por cruzar la frontera de un estado con una mujer «con propósitos inmorales». Un jurado conpuesto exclusivamente por blancos lo condenó a un año de cárcel, pero huyó y pasó cinco años en el exilio, boxeando. Fue por esa época cuando Jack Johnson peleó en España. En concreto, lo hizo tres veces en Madrid y una en Barcelona. Las cuatro se saldaron con victorias.

En julio de 1920 regresó a Estados Unidos y se entregó en la frontera con México. Ingresó en la prisión de Leavensworth, Kansas, donde curiosamente siguió peleando. Salió de la cárcel el 9 de julio de 1921. Siguió peleando durante toda su vida, como medio de subsistencia, llegando a pelear hasta con 60 años de edad. El 10 de junio de 1946, cuando se encontraba en Raleigh, Carolina del Norte, en un restaurante se negaron a darle de cenar. Jack Johnson montó en cólera, cogió el coche y a los pocos minutos, tuvo un accidente que acabó con su vida. Tenía 68 años y fue enterrado en Chicago.

La figura de Jack Johnson es una de esas fundamentales para entender la historia del colectivo afroamericano. Mohamed Alí declaró que Johnson fue una de sus principales inspiraciones. Recientemente, se han puesto en marcha campañas para limpiar su nombre. Tanto George W. Bush como Barack Obama han recibido solicitudes para que se le conceda un perdón póstumo por su encarcelamiento, pero aún no se ha producido. Detrás de estas peticiones hay figuras como la de Mike Tyson o la de una sobrina nieta del campeón. Antes o después, lo lograrán.

Os dejo con un fantástico vídeo con imágenes de Johnson:

Buen fin de semana.

Atuendos para la historia. Guantes de boxeo: una protección más antigua de lo que parece

Una escena de un combate del mítico Jack Dempsey sobre 1920.

Una escena de un combate del mítico Jack Dempsey sobre 1920 (WIKIPEDIA).

Pues vamos a tratar, en esta sección dedicada a los elementos que usan los deportistas para poner en práctica sus disciplinas, de uno de los más característicos de uno de los deportes más antiguos de la historia. Vamos a hablar un poco de la historia de los guantes de boxeo.

Creo que es importante explicar algo primero. En el boxeo moderno hay un antes y un después del año 1867, que fue cuando se publicaron las Reglas del Marqués de Queensberry. Esta norma es la que sirve de base a las del actual pugilato, y como gran novedad, incluyó la obligatoriedad del uso de guantes protectores. Antes de las del Marqués de Queensberry, primaban las llamadas London Prize Ring Rules, de 1743, y que permitían el boxeo con puños desnudos.

Pero antes de hablar de la aparición de los guantes en 1867, permitidme que hagamos un viaje mayor en el tiempo y nos traslademos hasta los orígenes mismos del deporte en general y del boxeo en particular. Nos vamos a la Antigua Grecia. Como bien sabéis, los griegos antiguos practicaban boxeo. Y lo hacían protegidos. En realidad, más que proteger al oponente, lo que se usaba entonces estaba más pensado para proteger los puños del púgil. Se trataba de unas tiras de cuero liadas en las manos. Un poco más adelante en el tiempo, en la Antigua Roma, también había guantes, pero con unas características mucho más singulares.

Os hablo del ‘cestus’, más parecidos a los guantes actuales, pero con los dedos descubiertos. Lo que pasa es que no protegían, sino que estaban pensados para hacer más daño: llevaban placas metálicas o incluso pequeñas piezas cortantes para lacerar el rostro del contrincante. En algunos casos, estos guantes se parecían más bien a los actuales puños americanos. En el año 393 antes de Cristo, el boxeo fue prohibido en Roma.

Volvemos a avanzar en el tiempo, pero nos vamos a detener en el siglo XVIII, en Inglaterra, para hablar de Jack Broughton. Este londinense fue uno de los más destacados boxeadores de su época, cuando aún se peleaba con los puños desnudos. Además de un fenomenal púgil, Broughton era un estudioso de su deporte y además, un innovador. Sus aportes al boxeo fueron la base de las London Prize Ring Rules. Pero además, Jack Broughton está considerado como el padre de los guantes de boxeo modernos. Broughton los creó sólo para los entrenamientos, para evitar lesiones en las prácticas. Los llamó ‘muffles’. Nunca se usaron en combates hasta la entrada en vigor de las Reglas del Marqués de Queensberry.

Los guantes modernos están pensados para proteger tanto al que los lleva como al contrincante. Pueden ser de seis pesos diferentes: de 1, 8, 10, 12, 14 ó 16 onzas (una onza son 28,3 gramos). Los materiales han ido evolucionando del cuero al vinilo o imitación de cuero, rellenos de espumas sintéticas.

Curiosamente, los guantes tienen sus detractores, ya que aunque reducen en torno a un 70% el impacto de los golpes del portador, son peores para los daños cerebrales. ¿Cómo puede ser? Pues porque en la época de boxeo con puños desnudos se golpeaba muchísimo menos la cabeza, para no herirse los puños, sobre todo los nudillos. La mayoría de los golpes iban al tronco. Con los guantes, al desaparecer el riesgo de dañarse los nudillos, aumentaron los golpes al rostro o cabeza, provocando un aumento de los daños cerebrales en los púgiles.

Os dejo un documental sobre la historia del boxeo:

Hasta mañana.

Quién fue… Mario D'Agata: el único campeón de boxeo sordo de la historia

Mario D'Agata, en 1955 (WIKIPEDIA).

Mario D’Agata, en 1955 (WIKIPEDIA).

Volvemos este viernes con un episodio de superación personal a través del deporte. En esta ocasión nos vamos a ir a la bella Italia de mediados del siglo pasado para conocer la inspiradora historia de Mario D’Agata.

Arezzo, Toscana, Italia, 29 de mayo de 1929. Nace Mario D’Agata en el seno de una familia de siete hijos de la que tres, incluido el protagonista de hoy, sufren sordera. Con la esperanza de que algún médico pudiera tratarlos, la familia D’Agata emigra desde la ciudad de los ‘sbandieratori’ a Roma.

Debido a su sordera,Mario D’Agata tiene una infancia difícil, que le lleva a ser un niño constantemente enzarzado en peleas callejeras. Esa agresividad quedó bien enfocada cuando, atraído por un póster de boxeo puesto en la puerta de un gimnasio que le hizo entrar en el local, vio a los boxeadores en acción y decidió dedicarse al pugilato.

En 1946, D’Agata debutó como amateur y cuatro años después, como profesional. Fue, en concreto, el 14 de octubre de 1950 ante Giuseppe Saladari. Sus diez primeros combates los saldó con victoria, y en agosto de 1951, Romolo Re le derrotó por KO en Roma. Con un récord de 19-3-2, optó al título italiano de los pesos gallo, que logró tras derrotar a Gianni Zuddas. Tras esta victoria inició una gira que llevó a países como Túnez y Australia. En este último país estuvo a punto de perder la vida por un incidente con su socio, que acabó en disputa con arma de fuego. D’Agata sufrió un disparo en el pecho del que sobrevivió, pero que interrumpió su carrera pugilística.

Regresó al ring en mayo de 1955. Tras seis victorias consecutivas tras su baja, logró el título de campeón de Europa tras batir a André Valignat en octubre de ese mismo año. Esta victoria le permitió optar al título de campeón del mundo de su categoría. Su rival sería el franco-argelino Robert Cohen, con quien ya se había enfrentado antes, con derrota. La cita tuvo lugar el 29 de junio de 1956 en el Estadio Olímpico de Roma, ante 38.000 enfervorizados fans.

En el sexto asalto, Mario D’Agata mandó a la lona a Cohen y se desató la euforia. Los partidarios del boxeador toscano subieron al ring y lo llevaron a hombros. Mario D’Agata se convertía, a los 27 años de edad, en el primer púgil sordo en convertirse campeón del mundo de boxeo.

Por desgracia, el título no le duró mucho. D’Agata viajó a París para defender su cinturón por primera vez ante otro franco-argelino de origen judío, Alphonse Halimi. El combate se celebró el 1 de abril de 1957. Como novedad, en el ring se instaló un sistema de luces que se encendía cada vez que sonaba la campana para que D’Agata pudiera saber con mejor precisión cuándo acababa cada asalto. Pero ese no era el día del púgil italiano, ya que uno de los focos falló y estalló, con tan mala suerte que a D’Agata le cayeron chispas y sufrió quemaduras en el cuello. Este incidente no le impidió continuar el combate, pero salió derrotado a los puntos.

Tras esta derrota, Mario D’Agata siguió peleando hasta 1962, cuando decidió colgar los guantes. Tenía un récord de 54 (22 KO)-10-3. Tras su retirada vivió en Florencia, donde falleció el 4 de abril de 2009, unas semanas antes de cumplir los 80 años de edad.

Os dejo con un precioso vídeo que narra la victoria de D’Agata ante Cohen en 1956:

Que paséis un buen fin de semana.

Qué fue de… Laila Ali: del tal palo, tal astilla

Laila Ali, tras un entrenamiento en Alemania en 2005 (Archivo 20minutos).

Laila Ali, tras un entrenamiento en Alemania en 2005 (Archivo 20minutos).

Pues hoy toca de nuevo una deportista, y en este caso de un deporte singular en cuanto a su versión femenina. Es, además, la hija de la que probablemente sea la principal leyenda de este deporte: Mohamed Ali. Vamos con Laila Ali.

¿Quién era?: Una boxeadora estadounidense de la pasada década.

¿Por qué se la recueda?: Pues sobre todo, por ser hija del mítico Mohamed Ali, pero también por su brillante carrera como boxeadora, que desarrolló sin conocer la derrota.

¿Qué fue de ella?: Disputó su último combate en febrero de 2007. Ya desde ante de su retirada hizo sus pinitos en la televisión. En la actualidad, presenta un show en la cadena CBS.

¿Sabías qué…?: Es hija de Mohamed Ali y de la tercera mujer del boxeador, Veronica Porsche.

– Es la octava de los nueve hijos del campeón.

– Decidió hacerse boxeadora con 18 años, tras ver su primer combate femenino.

Laila Ali, en un acto promocional en Nueva York en el año 2000 (Archivo 20minutos).

Laila Ali, en un acto promocional en Nueva York en el año 2000 (Archivo 20minutos).

– Su padre se mostró en contra de los deseos de Laila, pese a lo cual la joven lo convenció.

– Mide 1,81 metros y en su época de profesional estaba sobre los 72,5 kilos.

– En junio de 2001 se enfrentó a Jackie Frazier-Lyde, hija del también legendario Joe Frazier. Fue el primer combate femenino emitido en pago por visión. Ganó Ali por puntos.

– Pese a su extraordinario récord, siempre se le criticó que evitara enfrentarse a las rivales más duras, algo que también le ocurrió a otro campeón invicto, Rocky Marciano.

– Fue presentadora del programa American Gladiator junto a la estrella del pressing catch Hulk Hogan. Ambos comparten una buena amistad y según contaría Laila Ali, en una ocasión disuadió a Hogan en un intento de suicidio del bigotudo luchador.

– Antes de ser boxeadora trabajó como esteticista.

– Siendo una adolescente, fue detenida por robo.

Biografía, palmarés, estadísticas: Laila Amaria Ali nació el 30 de diciembre de 1977 en Miami Beach, Florida. En su carrera disputó 24 combates, de los que ganó 24, 21 de ellos por KO. Fue campeona del mundo de los pesos medios.

Os dejo con un vídeo de grandes momentos de Laila Ali:

Hasta mañana.

Quién fue… Primo Carnera, el gigante de los Alpes

Primo Carnera, posando para una imagen promocional (WIKIPEDIA)

Primo Carnera, posando para una imagen promocional (WIKIPEDIA)

Volvemos al boxeo y lo hacemos de la mano de uno de los más grandes, en todos lo sentidos, de Europa. Fue muy famoso en su época y creo que su historia merece la pena ser contada. Os hablo de Primo Carnera.

Nos vamos a un pueblo del norte de Italia, muy cerca de los Alpes, llamado Sequals. El 25 de octubre de 1906 nace en el seno de una familia muy pobre Primo. Para sustentar a los suyos, el padre de Primo Carnera tuvo que emigrar a Alemania para trabajar y enviarles dinero. Cuando en 1915 el padre de familia fue llamado a filas, con motivo de la I Guerra Mundial, la madre de Primo Carnera se vio obligada a trabajar y sus hijos, a ejercer la mendicidad.

Acuciados por la necesidad, los Carnera emigraron a Francia, cerca de Le Mans, donde vivían unos tíos del protagonista de hoy. Allí Primo siguió creciendo. A los 12 años de edad tenía ya la talla de un adulto y a su madre le costaba encontrar ropa y calzado para él.

Sus tíos le encontraron un trabajo de carpintero y además, le iniciaron en un deporte: el boxeo. Conforme fue cumpliendo años, Primo Carnera se convirtió en un gigante de 2,06 metros de altura, 2,16 de envergadura, 125 kilos de peso y una talla 50 de pie. Tened en cuenta que la talla media de un italiano de la época era de 1,65 metros.

En una ocasiónm un circo pasó cerca de su casa y allí se presentó, con su impresionante físico, el joven Primo. Los responsables del espectáculo quedaron asombrados y lo contrataron. Su papel consistía en ir con el circo desafiando a los forzudos de la ciudad en la que éste se estableciera. Había una recompensa para aquel que lo derrotara en combate, pero nunca lo logró. Era el número más exitoso del circo y estuvo durante tres años dedicado a este espectáculo.

Un día en el que el circo pasó por la localidad de Arcachon, donde lo vio un excampeón francés llamado Paul Journée, que intentó convencerlo de que su futuro estaba en el boxeo. Pese a las reservas de Carnera, finalmente lo convenció y Carnera se puso a las órdenes del manager Léon See.

See lo entrenó hasta que entendió que Primo Carnera estaba preparado para debutar como profesional. Fue en París, el 12 de septiembre de 1928. Su rival, Leon Sebilo. Carnera ganó por KO en el segundo asalto. Carnera fue desarrollando su carrera contra ‘sparrings’, si bien su primera derrota llegó en Alemania contra Franz Diener, por descalificación.

Estatua de Primo Carnera en la localidad de Forlì (WIKIPEDIA).

Estatua de Primo Carnera en la localidad de Forlì (WIKIPEDIA).

En 1930, Primo Carnera decidió cruzar el océano para probar fortuna en Estados Unidos, donde el boxeo gozaba de una enorme popularidad y donde ya residían cientos de miles de italianos. Carnera viajó por todo el país logrando una importante bolsa de victorias, si bien bajo la sombra de la sospecha: el boxeo estaba controlado por la mafia y se cree que la mayoría de sus combates estaban amañados. No había variado mucho su vida respecto a la del circo. Fue entonces cuando se ganó el apelativo de The Ambling Alp (algo así como ‘El Alpe Andante’). El gigante alpino fue peleando hasta que el 29 de junio de 1933, le llegó su gran oportunidad, pues se iba a enfrentar en el Madison Square Garden al campeón del mundo de los pesos pesados, Jack Sharkey. En el sexto asalto, Carnera acabó con Sharkey y se convirtió en campeón del mundo, el primer italiano en lograrlo.

Antes de ese combate vivió uno de los episodios más oscuros de su carrera. En un combate celebrado en febrero, noqueó al estadounidense Ernie Schaaf, que tres días después fallecería a causa de los golpes propiciados por el italiano, que al parecer, estuvo acompañado de este hecho durante su vida.

Su primera defensa fue contra un español, en octubre de ese año, en Roma. El rival era guipuzcoano Paulino Uzcudun, que llegaba como favorito pese a ser el aspirante. A pesar de ello, Primo Carnera se llevó el triunfo por los puntos. Ese combate fue presidido por Benito Mussolini, que advirtió que Carnera podría serle muy útil en sus intereses. No tardó el dictador fascistas en fotografiarse con un Carnera al que apresuraron a poner una camisa negra y convertir en ejemplo de italiano perfecto.

En 1934 superó con éxito otra defensa, pero perdió su título ante Max Baer en junio de ese año. Su carrera entró en declive (perdió un cmbate, entre otros, contra el mítico Joe Louis) y en 1938 se vio obligado a retirarse tras ser sometido a una operación de riñón. Establecido en Italia, participó en una decena de películas. Caído el régimen fascista, fue acusado por los partisanos de ser colaborador de Mussolini, pero pudo esquivar estas acusaciones.

En 1946, tras un intento frustrado de volver al ring, Carnera volvió a Estados Unidos y se pasó a la lucha libre, donde se convirtió en uno de los más famosos luchadores. Se estableció en Los Ángeles y llegó a abrir una tienda de licores, además de participar en más películas. Su carrera como luchador duró hasta 1962. Tras muchos años como bebedor, Primo Carnera desarrolló una cirrosis hepática y, viendo que no le quedaba mucho tiempo de vida, regresó a su pueblo natal, a Sequals, donde falleció el 29 de junio de 1967, justo el mismo día en el que, 34 años antes, había conseguido el título de campeón del mundo.

Os dejo un vídeo con imágenes de Primo Carnera:

Que paséis buen fin de semana.

Quién fue… John L. Sullivan, el último campeón de boxeo con los puños desnudos

15 de octubre de 1858. Roxbury, Boston, Massachussetts. Dos inmigrantes irlandeses, Michael Sullivan y Catherine Kelly, tienen un hijo al que bautizan con el nombre de John Lawrence. Ya desde joven, John es arrestado en numerosas ocasiones por pelearse. En esta época, el boxeo tal y como lo conocemos no existía. Las peleas estaban prohibidas en la mayor parte de los Estados Unidos y se hacían de modo clandestino.

El joven Sullivan es un hombre fuerte y atlético, hasta el punto de que los Boston Red Sox de béisbol le ofrecen 1.500 dólares anuales por jugar con ellos. Pero a este irlandés lo que le gusta es dar tortazos. Y con los puños desnudos.

En 1880 disputa su primer combate de exhibición, ante Joe Goss. Nacía así una leyenda. Un tal Billy Madden se convierte en su consejero y lo primero que hace es llevárselo a Nueva York, donde podría demostrar sus condiciones como boxeador.

Es en 1882 cuando nuestro héroe puede disputar por fin un combate con mayúsculas, bajo las reglas del London Prize Ring Ruling, el sistema bajo el que se boxeaba con los puños desnudos. Fue en Gulfport, Mississippi, el 7 de febrero del citado año. Su rival fue Paddy Ryan, que por cierto, también era irlandés (éste de nacimiento). Sullivan ganó el combate y se convirtió Campeón de América, o al menos así lo catalogaron. El combate fue todo un acontecimiento y se dice que entre el público estaba el legendario pistolero Jesse James. Con colores alusivos en ambos casos a su Irlanda original, ambos contrincantes dieron un buen espectáculo. Como curiosidad, os diré que los árbitros de ese combate (eran dos) fueron elegidos minutos antes del comienzo del choque. El motivo es que si se les elegía con demasiada anticipación, eran presa fácil de las extorsiones de apostadores y mafiosos. De cualquier manera, la victoria de Sullivan fue incontestable, puesto que en el noveno asalto, Paddy Ryan no pudo levantarse del suelo.

Sullivan, el campeón americano, se recorrió su joven país de cabo a rabo para defender su título. Iba noqueando rivales a lo largo y ancho de Estados Unidos y dicen que también a todos aquellos que osaban ofrecerle amaños de combates. Con el paso de los años, John L. Sullivan se convirtió en uno de los personajes más famosos del país. No obstante, en 1883 estuvo a punto de sufrir una derrota, cuando el inglés Charley Mitchell lo tiró a la lona en el primer asalto. La llegada de la policía para clausurar el espectáculo lo libró, casi seguro, de su primera derrota.

En 1883 y 1884 siguió con su gira, en la que disputó 195 combates en sólo 238 días, pasando por 136 ciudades diferentes. Por cada victoria, se embolsaba 250 dólares. Además, desafiaba a cualquiera a enfrentarse a él. Si le aguantaban cuatro asaltos, el valiente se llevaba un premio que, según las fuentes, oscilaba entre los 50 y los 1.000 dólares. Sólo un hombre consiguió batir el reto.

Por lo demás, Sullivan también ganó fama fuera de los rings por su forma de celebrar las victorias: con alcohol y prostitutas. Una vida disoluta que luego le pasaría factura.sullivan

En 1888 le llegaría la revancha con Mitchell. El combate tuvo lugar en un castillo en Chantilly, Francia. El boxeo era ilegal en el país galo en aquella época pero a pesar de ello, fue épico. Ambos contendientes estuvieron dos horas golpeándose. Dicen los que estuvieron allí que era imposible reconocer sus rasgos faciales al final del combate y que sangraron como cerdos. El combate fue declarado empate y acto seguido, la policía francesa acudió a detener a ambos titanes. Mitchell pasó varios días en la cárcel, pero Sullivan logró evitarla, gracias a la intercesión, dicen, del barón Rotschild. Tras ese combate, Mitchell se convirtió en el ayudante de esquina de Sullivan.

El 8 de julio de 1889, Sullivan disputó el combate más importante de su vida. Se disputó en Richburg, Mississippi, y fue el último combate de la historia disputado bajo las reglas del London Prize Ring Ruling, esto es, a puño descubierto. En juego estaba el campeonato del mundo y su rival era Jake Kilrain, también originario de Massachussets. El combate fue toda una aventura, ya que en un principio se iba a celebrar en Nueva Orleans, pero el gobernador de Louisiana lo prohibió. Así que se eligió la citada localidad de Mississippi de forma casi secreta, pese a lo cual más de 3.000 personas la presenciaron. Este combate, además de ser el último de puños desnudos, fue el primer acontecimiento deportivo de la historia de Estados Unidos en recibir cobertura informativa a nivel nacional.

La lucha fue terrorífica. Comenzó a las 10.30 de la mañana y duró más de dos horas. Parecía indicar que Sullivan iba a perder el combate, ya que en el asalto 44 (habéis leído bien) empezó a vomitar. Al parecer, la causa fue que había bebido whisky congelado. Pero ese no fue obstáculo para que Sullivan siguiera combatiendo hasta el asalto número ¡75!, en el que Kilrain tiró la toalla. John Lawrence Sullivan, The Boston Strongboy, como le conocían, se convertía así en el último campeón del mundo de boxeo con los puños desnudos.sullivan2

Pero, ¿y con guantes? Como sabréis, el boxeo actual se rige por las reglas del Marqués de Queensberry. Una de ellas es que los púgiles han de llevar guantes protectores en el combate. Aquí hay algo de lío. Al parecer, se considera que John Sullivan fue el primer campeón del mundo de boxeo bajo las reglas del Marqués de Queensberry, ya que en 1885, derrotó en Cincinnatti a un tal Dominic McCaffrey con guantes, en un combate que se organizó para dirimir al campeón del mundo de boxeo bajo la nueva modalidad. No obstante, otras fuentes no consideran a Sullivan como primer campeón del mundo bajo las reglas del Marqués de Queensberry. Ese honor se lo otorgan a Jim Gentleman Corbett.

Este Corbett era un californiano que antes de boxear era ex empleado de banca. Para muchos, es el padre del boxeo moderno. Pues bien, el 7 de septiembre de 1892, Corbett y un Sullivan que no había puesto en juego su supremacía en el mundo del boxeo, se enfrentaron con guantes en Nueva Orleans. Las nuevas técnicas de Corbett desarbolaron a Sullivan y en el 21 asalto, cayó, esta vez sí, en lo que significó la primera y única derrota de su vida.

Tras este choque se retiró y siguió disputando algún combate de exhibición. Estuvo metido en política y abrió un bar. Pero como os decía, la mala vida le pasó factura y el 2 de febrero de 1918, John Sullivan murió de un ataque al corazón. Tenía 59 años.

El legado de Sullivan es mayor de lo que parece. Se dice que fue el primer deportista de la historia de Estados Unidos en ganar un millón de dólares. Hoy en día, sus recuerdos o sus autógrafos valen una fortuna. Así que si alguna vez vais a Boston, buscad el cementerio de Old Cavalry, donde podréis rendir homenaje a una de las primeras leyendas del noble arte del pugilato.

Os dejo un vídeo con imágenes de la época:

Saludos y buen fin de semana.

Quién fue… Johann Trollmann, la trágica historia de 'Rukeli'

La de hoy es una impactante historia, de una época siniestra de la que hemos hablado en varias ocasiones. Os traigo el relato de la vida de Johann Trollmann.

Hannover, Alemania, 27 de diciembre de 1907. En el seno de una familia de etnia gitana que había abandonado el nomadismo nace Johann Wilhelm Trollmann. Es un niño escuchimizado y se gana el nombre de ‘Rukeli’, que en la lengua de los gitanos centroeuropeos significa «árbol joven«.

Empezó a boxear de niño en el club Heros de Hannover y poco a poco, gracias a un entrenador judío llamado Erich Seelig, se hizo con un nombre, ganando cuatro campeonatos regionales y participando en los nacionales. Estos éxitos le valieron ser seleccionado para los Juegos Olímpicos del 28 en Estocolmo, pero finalmente, por su raza, le fue prohibido participar. En su lugar fue un tipo de Hamburgo al que ya había noqueado Trollmann. La excusa que le dieron fue bastante surrealista: su estilo no era suficientemente alemán.

Al año siguiente se trasladó a Berlín y se hizo profesional. A pesar de su escasa corpulencia, compitió en los semipesados y gracias a su velocidad en el ring y a su juego de piernas, pudo hacer frente a auténticos matones. Llegados a este punto, en 1933 (el año en el que Hitler accedió al poder), a Trollmann se le presentó la oportunidad de competir por el título alemán. Su oponente era un tiparraco llamado Adolf Witt, un pegador más grande que el propio Trollmann. No era la primera vez que se enfrentaban. En sus tres combates anteriores, cada uno de ellos había ganado un combate y hubo un empate.

Trollmann era ya famoso en la Alemania de su época: su juego de piernas había sido bautizado como «El Baile de Trollmann» y encima las mujeres acudían por decenas a sus combates, atraídas por su racial aspecto.

El combate se celebró el 9 de junio de 1933 en la Bockbrauerei de Berlín. Rodeado de dirigentes nazis y con Witt como favorito, Trollmann puso en práctica sus técnicas: rapidez, juego de piernas y velocidad ante el torpe Witt. Encima, nuestro héroe se atrevía a hacer burlas a Witt e incluso a comentar el combate con los espectadores de las primeras filas. Mientras, Trollmann iba impactando golpes sobre Witt y al final del combate, el pequeño gitano estaba tan fresco como al principio y Witt ensangrentado. Llegó el momento de dar el resultado del combate, que todo el público creía que iba a ser para Trollmann, y tras una clara manipulación nazi, se declaró empate nulo. El escándalo fue mayúsculo y tras las vehementes críticas del público, los jueces se vieron obligados a nombrar campeón de Alemania a Trollmann, que no pudo evitar llorar de emoción.

Precisamente por eso, a la semana del combate, le llegó una carta de la Federación Alemana anunciándole que le quitaban el título por «comportamiento vergonzoso» (por llorar, vamos). La prensa especializada apoyó tan injusta decisión, ya que consideraban que los campeones de boxeo «no corren».Rukelie01

Para acabar con la fama de Trollmann, las autoridades decidieron meses después organizar un combate con Gustav Eder, un boxeador pronazi famoso por la potencia de sus golpes. Para que el resultado fuera satisfactorio, la Federación exigió a Trollmann que ¡no se moviera en el ring!, ya que si lo hacía sería revocada su licencia. La idea era que Eder pudiera golpear tranquilamente al joven gitano para que la raza aria prevaleciera. Pero no tenían ni idea lo que Trollmann tenía preparado.

Llegó el día del combate y cuando entró nuestro héroe al ring, todo el mundo quedó en silencio. Trollmann se había decolorado el pelo y tenía el cuerpo cubierto de polvos de talco. El mensaje era claro: «¿Así os parece que soy más alemán?». Trollmann, por otro lado, obedeció las consignas de la Federación: Se quedó quieto en el centro del ring y aguantó los puñetazos de Eder hasta que en el quinto asalto cayó derrotado.

Ese fue, en sentido estricto, el final de Trollmann como púgil profesional. Siguió peleando, pero ya no era él. La Federación le prohibió usar su estilo y estaba obligado a pelear quieto. Y por si fuera poco, cuando iba ganando los combates, en las pausas un funcionario del partido se acercaba a su esquina y le advertía: «¡Gitano, túmbate! ¡Túmbate o iremos a por tu familia!». Esta insostenible situación le obligó a pelear en ferias y circos. Cuando esto llegó a oídos de la Federación Alemana, su licencia fue revocada. Era 1935. Al año siguiente, Trollmann, que estaba casado con hijos, se divorció para que sus hijos pudieran cambiar de nombre y tener una esperanza en la vida. Las cosas se fueron torciendo y en 1938, una ley equiparó a los gitanos con los judíos y Trollmann, como muchos otros de su raza, fue esterilizado.

Al año siguiente, Johann Trollmann fue obligado a alistarse en el Ejército y fue enviado al terrible frente del Este, a vérselas con los soviéticos en unas condiciones penosísimas. Sobrevivió, no obstante, a la guerra, y en 1942 pudo disfrutar de un permiso y regresar a Alemania. Pero las cosas irían peor.

Al poco de llegar a casa, la Gestapo lo detuvo y lo envío al campo de concentración de Neuengamme, cerca de Hamburgo. Se convirtió en el preso 721/1943. Para su desgracia, los guardias del campo de concentración se enteraron de que era boxeador y concibieron una forma de tortura que para ellos era divertida. Tenían malnutrido a Trollmann y sólo le daban más de comer si perdía por KO en los combates que se organizaban en el campo. Y aquí, en principio, se acaba la historia de Trollmann, porque trascendió que en 1943 falleció. La versión oficial que dieron los nazis es que murió de forma natural. Otra decía que le habían disparado. La verdadera causa fue mucho peor.

Hace poco, un periodista llamado Roger Repplinger reveló las verdaderas circunstancias de su muerte, que tuvo lugar en 1944. Al parecer, le organizaron un combate contra otro recluso llamado Emil Cornelius. La particularidad es que este Cornelius era un kapo, que en el argot es el nombre que recibían los presos que colaboraban con los nazis y hacían de espías internos. Trollmann cometió el error de noquear a Cornelius delante de los guardas. Éste, enrabietado por la humillación, agarró un madero y apaleó hasta la muerte a Trollmann, ante la mirada impasible e incluso las burlas de los guardas, que ni se inmutaron al ver el cadáver ensangrentado de el ex campeón de Alemania de boxeo tirado en el barro.trollmann

Tuvieron que pasar casi 60 años para que la figura de Johann Trollmann fuera reconocida. La Federación Alemana de Boxeo reconoció su título en 2003 y a sus descendientes les fue entregado el cinturón de campeón. Además, en la ciudad de Hannover hay una calle con su nombre y en Hamburgo, frente a lo que fue el gimnasio donde ganó algunas de sus más memorables peleas, hay una placa que lo recuerda. En Berlín, por último, en concreto en el parque Viktoria, en el distrito de Kreuzberg, hay otro monumento dedicado a la memoria de Trollmann (en la foto). Se trata de un ring semihundido que recuerda la figura de uno de los deportistas más vilipendiados de la Alemania nazi, con una placa en su honor.

Y en su honor, amigos, escribo este artículo: va por ti, Rukeli.

Os dejo un reportaje de la televisión alemana sobre Trollmann. En él entrevistan a su hija y hay algunas escenas dramatizadas de su vida. Está en alemán, pero sólo por las imágenes merece la pena:

Que paséis un buen fin de semana.

PD: Os recuerdo que podéis seguir este blog en Facebook.

Qué fue de… Javier Castillejo, 'El Lince de Parla'

JavierCastillejoEl boxeo siempre ha gozado en España de gran aceptación y hemos tenido una gran tradición de púgiles. Uno de los más populares y exitosos es el protagonista de hoy: Javier Castillejo, más conocido como ‘El Lince de Parla’.

¿Quién era?: Un boxeador madrileño de los pesos superwélter y medio de finales de los 80 a finales de la pasada década.

¿Por qué se le recuerda?: Por ser uno de los mejores boxeadores de la historia de España, campeón del mundo de las dos categorías en las que compitió.

¿Qué fue de él?: Disputó su último combate en abril de 2009. En la actualidad, Javi Castillejo dirige una escuela  de boxeo con su nombre en su Parla natal.

¿Sabías qué…?: Es el boxeador español con más títulos mundiales de la historia y además, es el único que los ha ganado en dos categorías diferentes.

– Sus padres emigraron a Alemania cuando Castillejo era un bebé y retornaron en su adolescencia.

– Fue entrenado por Ricardo Sánchez Atocha, que fue técnico de Poli Díaz y del más reciente campeón del mundo español: Gabriel Campillo.

– Ha sido uno de los mayores defensores de la difusión del boxeo en España y se ha quejado siempre del ostracismo al que se somete desde los medios a este deporte, sobre todo la televisión. En una entrevista llegó a afirmar que «nací en el país equivocado para ser boxeador».

– Uno de los argumentos que empleaba y emplea Castillejo es que sí hay afición en España: «Yo me he metido 15.000 personas en la Cubierta de Leganés».

– En el año 2005 participó en el reality show Aventura en África, en el que resultó finalista. Durante el concurso perdió 14 kilos.

– Es hincha del Atlético de Madrid.

– Estando en Kenia, rodando Aventura en África, conoció la noticia de que el Consejo Mundial de Boxeo lo consideraba campeón del mundo de superwélter, por la renuncia del estadounidense Winky Wright.

– Ha boxeado contra grandes púgiles como Oscar de la Hoya. El combate tuvo lugar en Las Vegas en junio de 2001 y en él perdió el título de campeón del mundo de los superwélter.

– Otros combates destacados los ha tenido con el alemán Felix Sturm o con el sueco Paolo Roberto, que quizá os suene por ser un personaje de la saga Millenium (tanto en libros como en las películas).

Biografía, palmarés, estadísticas: Francisco Javier Castillejo Rodríguez nació el 22 de marzo de 1968 en Parla, Madrid. Debutó como profesional en 1988 y se retiró 21 años después. En su carrera disputó 72 combates, con 62 victorias (48 por KO), 8 derrotas, un nulo y una no comparecencia.

PD: Para este artículo he contado con la inestimable ayuda de nuestro experto en boxeo igesar75. ¡Gracias!

Mañana volvemos.

Qué fue de… Dariusz Michalczewski

Volvemos al boxeo europeo de la mano de uno de esos campeones blancos que de cuando en cuando aparecen. Nos vamos a Polonia para hablar de Dariusz Michalczewski.

¿Quién era?: Un boxeador polaco-alemán de los 90 y la pasada década.

¿Por qué se le recuerda?: Por ser campeón de los pesados y de los crucero.

¿Qué fue de él?: Disputó su último combate en 2005. Tras su retirada, reside en su localidad natal, Gdansk, donde regenta un gimnasio.

¿Sabías qué…?: En 1988, estando en una competición en Alemania, decidió desertar de su país natal y pedir asilo político.

– Sólo perdió dos combates en su carrera: los dos últimos, ante el mexicano Julio César González y ante el francés Fabrice Tiozzo.

– Ostenta el récord de más defensas victoriosas consecutivas de un título mundial de los semipesados.

– Su apodo era ‘Tigre’.

– Hay una bebida energética polaca llamada Tiger en su honor.

– Se quedó a una victoria del récord de victorias consecutivas de un campeón del mundo, ostentado por el mítico Rocky Marciano.

– También se quedó a una del récord absoluto de defensas exitosas del título mundial.

– Es muy amigo del actor Mark Wahlberg.

– En sus 50 combates como profesional se enfrentó a dos españoles: Roberto Domínguez (1995) y Alejandro Lakatos (2001). A ambos los derrotó por KO.

– Después de su deserción, pasaron 11 años hasta que volvió a pelear en Polonia.

Biografía, palmarés, estadísticas: Dariusz Michalczewski nació el 5 de mayo de 1968 en Gdansk, Polonia. Debutó como profesional en 1991. Disputó 50 combates, con 48 victorias (38 KO) y dos derrotas. Como amateur, tiene un oro en los campeonatos de Europa, en los semipesados.

Mañana, fútbol.

Qué fue de… Riddick Bowe

Boxeo, el noble deporte del pugilato. Hoy os traigo a uno de los grandes, con sus sombras, pero de los buenos: Riddick Bowe.

¿Quién era?: Un boxeador estadounidense de los 90 y la pasada década.

¿Por qué se le recuerda?: Por ser dos veces campeón del mundo de los pesados y por sus míticos combates contra Holyfield y Golota.

¿Qué fue de él?: No está oficialmente retirado, pero su último combate lo disputó en 2008. En la actualidad, es entrenador en un gimnasio de Washington.

¿Sabías qué…?: Es el decimosegundo de 13 hermanos.

– Nació en uno de las zonas más deprimidas de Brooklyn, llamada Brownsville. Un hermano suyo muró de sida y otra hermana murió acuchillada por un toxicómano.

– Participó en los JJ.OO. de Seúl 88 y ganó la plata. El oro se lo llevó el británico Lennox Lewis (que competía, no obstante, por Canadá).

– En noviembre de 1992 derrotó a Holyfield en Las Vegas, ganando el título de la WBC, WBA e IBF.

– Después se negó a competir con Lennox Lewis, que era el principal aspirante.

– Tras dos defensas exitosas, en noviembre del 93 se volvió a enfrentar a Holyfield en el Caesars Palace de Las Vegas. Bowe llegó muy pasado de peso y perdió por los puntos en su primera y única derrota de su carrera.

– En abril de 1994, de nuevo en el Caesars Palace, se enfrentaron por tercera vez Holyfield y Bowe. Ganó Bowe por KO técnico en el octavo asalto. Holyfield luego alegaría que sufría hepatitis.

– Tras ese combate disputó otros dos con el polaco Andrew Golota, dos terribles combates que acabaron de la misma manera: Golota fue descalificado en ambos por dar golpes bajos a Bowe. En el primero de ellos, tras golpear repetidamente a Bowe en los testículos y ser descalificado, la esquina de Bowe se enzarzó en una pelea barriobajera con la de Golota, con la participación al final de la Policía, el público, etcétera.

– En el segundo de los combates con Golota, Bowe llegó a ser derribado dos veces y al parecer, quedó muy perjudicado a nivel cerebral.

– Este año se han oído rumores de un nuevo combate entre Bowe y Golota, ambos bien entrados en los 40.

– Intentó tras estos combates ingresar en los Marines, pero sólo aguantó 11 días en la academia.

– Ha tenido numerosos problemas legales, siendo acusado de maltratar a su mujer, a una hermana, de secuestrar a sus hijos y un buen puñado de problemas más.

Biografía, palmarés, estadísticas: Riddick Lamont Bowe nació el 10 de agosto de 1968 en Brooklyn, Nueva York. Su récord es de 45 combates, 43 victorias, 33 de ellas por KO, una derrota y una no comparecencia.