Entradas etiquetadas como ‘tiempo meteorológico’

Media docena de términos que quizás no conocías

El español es uno de los idiomas más ricos y que más posibilidades nos ofrece para denominar a diferentes cosas o actos con términos distintos, siendo numerosísimas las palabras polisémicas que encontramos en el diccionario. En esta entrada os voy a traer media docena que, quizás, no conocías y que sirven para hacer referencia a cosas muy comunes.

Media docena de términos que quizás no conocías

Rapavelas: Forma en la que era conocido un monaguillo, sacristán u otras personas que solían ayudar en una iglesia. Dicho término surgió de la unión ‘rapar’ (en el sentido de sustraer) y ‘vela’ (cirio que se coloca en los templos religiosos), debido a que era frecuente que algunos de estos sisasen la cera o las propias velas para vender o utilizar en sus casas.

Cabañuelas: Antiquísimos métodos que se realizaban para pronosticar el tiempo meteorológico de un año. Se realizaba durante los primeros veinticuatro días de enero (del 1 al 12 y del 13 al 24) teniendo una relación directa cada día con un mes, el primer grupo de forma ascendente (de enero a diciembre) y el segundo de forma descendente (de diciembre a enero), dependiendo de todos esos cálculos, se solía determinar cómo sería  todo el año meteorológicamente hablando.

Noto: Término con el que se hacía referencia al hijo ilegítimo o nacido fuera del matrimonio, también conocido como ‘bastardo’. El vocablo proviene del latín ‘nothus’ y este del griego ‘nóthos’, ambos de idéntico significado. Algunas fuentes apuntan que, probablemente, sea el origen de llamar ‘notas’ a la persona que le gusta hacerse notar (‘ser un notas’, ‘ese es un notas’).

Amanuense: Persona que era contratada para escribir a mano lo que le iban dictando (documentos, cartas, libros…). Este oficio ha sido más común denominarlo como ‘escribiente’ o ‘escribano‘.

Regazar: Hace referencia al acto de levantarse las faldas (delantal, enaguas, guardapolvos o cualquier cosa que cubre las piernas…) hacia arriba, o sea, hacia el regazo (entre la cintura y las rodillas), por ejemplo para pasar un río y no mojarlas.

Aparar: Acto con el que se acude a un lugar a coger algo utilizando la falda, manos, capa o sombrero (entre otros muchos elementos) para colocarlo ahí.

 

 

Te puede interesar leer también los post recogiendo varias docenas de cosas que quizás no sabías cómo se llamaban

 

 

Fuentes de las imágenes: piqsels / pixabay / picryl / pixabay

¿Por qué al espacio de información meteorológica se le conoce como ‘el tiempo’?

A través de mi cuenta @curiosisimo en la red social TikTok, un usuario me pregunta por qué se conoce como ‘el tiempo’ al espacio que, en los medios de comunicación, habla sobre información meteorológica, ya que, a su entender, el tiempo es el periodo que transcurre entre un momento a otro y lo que informa sobre si llueve, hace sol o frío en un estado atmosférico y quizá sería mejor ser llamado ese espacio como ‘el clima’.

¿Por qué al espacio de información meteorológica se le conoce como ‘el tiempo’?

El espacio o programa dedicado a los pronósticos meteorológicos en los medios de comunicación (que nos indicará las condiciones atmosféricas que tenemos en ese momento, hemos tenido recientemente o nos encontraremos en los próximos días) es conocido como ‘el tiempo’ y suele ser uno de los más seguidos (tanto en radio, tv, prensa escrita e incluso a través de aplicaciones móviles).

Debemos tener en cuenta que el término ‘tiempo’ abarca un gran número de conceptos; tantos que el propio diccionario de la RAE llega a darle hasta 18 acepciones diferentes, siendo la primera la de ‘Duración de las cosas sujetas a mudanza’ y encontrándonos en la posición 12 la que indica que también hace referencia al ‘estado atmosférico’, siendo precisamente éste del que hablaré hoy en esta entrada.

El ‘estado atmosférico’ al que se refiere el término ‘tiempo’ son aquellas situaciones meteorológicas que se presentan en un determinado momento. Se puede hacer referencia hablando de la temperatura, presión, viento o nubes que ha hecho, hace o hará en un futuro inmediato (pronóstico).

Para ser más exactos dicho espacio debería denominarse como ‘tiempo atmosférico’ o ‘tiempo meteorológico’, pero desde hace muchos años se acortó simplemente a tiempo. De hecho, en el Diccionario de Autoridades de 1739 ya aparece recogido el término, dándole por aquel entonces un total de 15 acepciones y encontrándonos que en séptimo lugar se le define como ‘Vale assimismo constitución, ò temperamento del áire’.

Otro detalle importante a tener en cuenta es que también debemos diferenciar entre ‘tiempo’ y ‘clima’, vocablos que normalmente suelen utilizarse como sinónimos el uno del otro, cuando en realidad hacen referencia a situaciones diferentes.

El tiempo (atmosférico), tal y como indico unos párrafos más arriba, hace referencia a aquellas situaciones meteorológicas que se presentan en un determinado momento (temperatura, presión, viento, nubes, lluvia, tormentas, olas de calor…).

Por su parte el clima se refiere al conjunto de condiciones atmosféricas propias de una zona geográfica y por las cuales ese lugar se caracteriza. Estas agrupan los resultados de la medición de la presión, temperatura y otros valores atmosféricos, analizados y recogidos durante un periodo largo de tiempo (años) y que dan como resultado el saber qué tipo de temperatura y condiciones nos encontraremos en un determinado sitio (por ejemplo, el ‘clima mediterráneo’ se caracteriza por ser caluroso y seco en verano y templado y lluvioso en invierno).

Así como nos podemos encontrar que en un determinado lugar (por ejemplo la isla de Mallorca) vamos a tener un clima típicamente mediterráneo en el que en el mes de agosto sabemos que tendremos días soleados y calurosos, después existen algunas variantes excepcionales que pueden provocar que en una determinada jornada se presenten lluvias y bajada de temperaturas, y es a esto último a lo que precisamente llamaremos ‘tiempo’.

 

 

Te puede interesar leer:

 

 

 

Fuente de la imagen: pixabay

¿Sabías que originalmente el término ‘tormenta’ nada tenía que ver con cuestiones meteorológicas?

Según se describe en la primera acepción que da el diccionario de la RAE al término tormenta, esta es una perturbación atmosférica violenta acompañada de aparato eléctrico y viento fuerte, lluvia, nieve o granizo.

¿Sabías que originalmente el término ‘tormenta’ nada tenía que ver con cuestiones meteorológicas?

Frecuente es escuchar o utilizar expresiones como ‘Se aproxima una tormenta’ o ‘Ha caído una tormenta de granizo’ y siempre lo hacemos para referirnos a cuestiones meteorológicas (sobre todo relacionadas con la lluvia).

Pero originalmente el término tormenta no era utilizado para hacer referencia alguna a cuestiones meteorológicas sino a una eficaz arma de guerra llamado ‘tormentum’, el cual era un artilugio muy similar a una catapulta y que era utilizado para lanzar piedras, objetos incendiarios, metralla, etcétera, sobre un objetivo.

¿Sabías que originalmente el término ‘tormenta’ nada tenía que ver con cuestiones meteorológicas? tormentum

Aquellos que eran atacados veían como caía sobre ellos una lluvia de proyectiles o fuego, motivo por el que empezó a denominarse como tormenta a las inclemencias meteorológicas.

Curiosamente, el término latino ‘tormenta’ es el plural de ‘tormentum’ y éste significaba literalmente ‘suplicio’, ‘sufrimiento’ (que era lo que padecían quienes recibían la lluvia de proyectiles del tormentum).

Este término también origino el vocablo ‘tormento’ y al provenir del verbo en latín ‘torquere’ (torcer) dio a lugar a ‘tortura’.

 

 

Te puede interesar leer también:

 

 

Fuentes de las imágenes: pxfuel / wallpaperbetter