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Un puñado de curiosos datos sobre la radio en el Día Mundial de la Radio

Un puñado de curiosos datos sobre la radio en el Día Mundial de la Radio

Aunque su inventor oficial es Nikola Tesla, durante mucho tiempo se consideró a Guglielmo Marconi como el inventor de la radio, debido a que presentó una patente en 1904. Sin embargo, también debemos considerar a James Clerk Maxwell como uno de los precursores más importantes de la radio, quien formuló en el siglo XIX las ecuaciones electromagnéticas que describen la propagación de las ondas electromagnéticas. Y no podemos olvidarnos del científico español José Cabanillas, quien también realizó importantes investigaciones sobre la propagación de las ondas de radio.

Las ondas de radio se dividen en tres categorías principales: onda media (AM), onda corta (SW) y frecuencia modulada (FM). La onda media es la forma más antigua de transmisión de radio y utiliza una frecuencia comprendida entre 535 y 1705 kHz. La señal se transmite mediante la modulación de la amplitud de la onda, lo que la hace más propensa a la interferencia y a la pérdida de calidad de sonido en comparación con la FM. La onda corta, también conocida como onda corta internacional, se transmite en frecuencias comprendidas entre 3 y 30 MHz y se utiliza comúnmente para la transmisión de noticias y programas de radio internacionales. Es utilizada por estaciones de radio, servicios militares, organizaciones internacionales de emergencia, y para la comunicación de larga distancia entre países. También es utilizada por radioaficionados y para la transmisión de información métrica y meteorológica. La onda corta es adecuada para la transmisión de señales de larga distancia debido a su capacidad para viajar grandes distancias a través de la ionosfera y dar la vuelta a la Tierra.

La frecuencia modulada fue inventada en 1933 por Edwin Armstrong, y permitió una mayor calidad de sonido y menos interferencia en las transmisiones de radio.  Se transmite en frecuencias comprendidas entre 88 y 108 MHz y utiliza la modulación de frecuencia para transmitir la señal de audio. La FM ofrece una calidad de sonido superior y es menos propensa a la interferencia.

La primera transmisión comercial de radio fue realizada en 1920 por la emisora KDKA en Pittsburgh, Pensilvania, Estados Unidos. La primera retransmisión radiofónica en España, considerada como oficial, desde una emisora de radio tuvo lugar a las seis y media de la tarde del 14 de noviembre de 1924, desde Radio Barcelona a quien se le adjudicó la licencia de emisión radiofónica EAJ1. Cabe destacar que unos meses antes, Radio Ibérica estuvo retransmitiendo desde Madrid, aunque se consideran como emisiones no oficiales y de prueba, debido a que no disponía de licencia gubernamental.

La radio por Internet ha revolucionado la industria de la radiodifusión, permitiendo a los oyentes escuchar emisoras de radio y programas desde cualquier lugar del mundo a través de una conexión a la red y les permite personalizar su experiencia, eligiendo las emisoras y programas que desean escuchar en cualquier momento, dando también lugar a una mayor variedad de contenido y formatos.

Los podcasts son una forma popular de consumir contenido en línea y se pueden descargar y escuchar en cualquier momento y lugar, lo que los diferencia de la radio tradicional que generalmente se transmite en vivo y en tiempo real. Sin embargo, la radio convencional sigue ofreciendo interacción en tiempo real con los oyentes a través de llamadas telefónicas y sus redes sociales.

 

 

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Fuente de la imagen: pxhere

¿Se realizó realmente el ‘Experimento Filadelfia’?

Pocas personas en Grecia sospecharían que el Leon D-54, un buque destructor fuera de servicio y  desguazado en 1999,  habría sido medio siglo atrás el protagonista de uno de los  experimentos  científicos más polémicos de la historia realizados en Norteamérica.

El Leon D-54 había estado al servicio de la Armada griega a lo largo de 41 años (1951-1992)  cedido por el gobierno de los EEUU en un acuerdo de cooperación entre ambos países tras la Segunda Guerra Mundial.

Su nombre había sido cambiado y en realidad se trataba del USS Eldridge (DE-173), el buque destructor escolta construido a principios de 1943 y que está señalado como el lugar donde se llevó a cabo el “Experimento Filadelfia”, un proyecto científico que en ningún momento ha sido  confirmado  ni descatalogado por parte del gobierno de los EEUU, pero que, a lo largo de muchísimos años, ha llenado miles de páginas  en libros, revistas y diarios.

La edición griega de la revista Playboy, en su número de octubre de 1996, llevaba en portada (junto a la foto de la playmate del mes) el titular de un artículo sobre el “Experimento Filadelfia”, también conocido como “Proyecto Rainbow”, un hecho  ocurrido 53 años antes en Estados Unidos y que vinculaba el buque griego Leon D-54 con dicho caso.

La única prueba sobre la que se han basado todos aquellos que han querido demostrar que realmente sí que se realizado dicho experimento se basan en el testimonio de Carlos Allende, la única persona que a lo largo de la historia se autoreconoció como único testigo visual de lo que “supuestamente” le sucedió el 28 de octubre de 1943 al USS Eldridge (DE-173).

El siguiente texto está basado en las informaciones que facilitó Carlos Allende

Tras la entrada de EEUU en la SGM y ante el masivo hundimiento de más de un millar de embarcaciones aliadas por parte de los submarinos U-Boot del ejército alemán, se realizaron numerosos estudios para conseguir la “invisibilidad” de sus buques en los radares enemigos. Para ello se trabajo en base a la teoría de la relatividad de Albert Einstein y a la teoría dinámica de la gravedad desarrollada por Nikola Tesla.

Con ello se pretendía crear un campo electromagnético capaz de disimular cualquier objeto y hacerlo indetectable. El efecto de este campo sería el de curvar la luz alrededor de un objeto concreto y hacer que éste se convirtiera en invisible.

Se realizaron múltiples comprobaciones y se decidió poner en marcha el experimento. Para ello se utilizaría el buque, recién estrenado, USS Eldridge (DE-173). En la bahía  de Filadelfia todo estaba preparado y el barco había sido equipado con generadores de gran potencia que produciría un campo electromagnético que permitiría su invisibilidad.

La primera prueba se realizó el 22 de julio de 1943 con un pequeño grupo de marinos a bordo del buque. Tras poner en marcha todos los generadores, los científicos y militares que observaban todo el proceso desde otro lugar y que se encontraban resguardados del radio de acción de la radiación, observaron como una nebrina verde envolvia por completo al USS Eldridge (DE-173) haciéndolo indetectable en los radares instalados para su detección durante la prueba. Pero eso no fue lo único que sucedió, según el testimonio de Allende, el barco semidesapareció ante los ojos de todos los presentes durante unos segundos. Se había conseguido algo con lo que no se contaba: la invisibilidad total del objeto. Ante esta nueva evidencia, se decidió parar el experimento y seguir investigando sobre el tema. El objetivo primordial era convertir invisible para los radares a sus barcos pero no físicamente. Algunos miembros de la tripulación sufrieron algunos malestares como nauseas y fuertes cefaleas tras permanecer en el barco durante las pruebas.

Tras unos meses de nuevas investigaciones se decidió volver a realizar un nuevo experimento con el mismo buque y en el mismo lugar. El 28 de octubre de 1943 se dispuso todo para intentar camuflarlo. Nuevamente se puso en marcha todo el dispositivo, se encendieron los generadores y una radiación electromagnética cubrió la embarcación. Esta vez no solo despareció en los radares y ante la vista de los presentes, sino que las crónicas cuentan que el USS Eldridge (DE-173) llegó a teletransportarse, apareciendo en Virginia a 200 millas de Filadelfia.

Minutos después volvía a estar en el punto inicial. La supuesta teletransportación llevó consigo graves consecuencias para la salud de los tripulantes del buque. Tras el experimento muchos de ellos sufrieron importantes problemas mentales y físicos, pero la peor parte se la llevaron unos cuantos hombres que aparecieron incrustados en el acero del buque, debido a la desintegración molecular de este y vuelta a reconstruirse.

El gobierno de los Estados Unidos jamás reconoció haber realizado este experimento e incluso presentó suficiente documentación que demostraba que en la fecha de los acontecimientos, el USS Eldridge (DE-173), se encontraba  primero en las Bermudas y posteriormente en el puerto de Nueva York. Otra de las argumentaciones por parte de las autoridades de los EEUU sostiene que, de haberse realizado dicho experimento, jamás se hubiese cedido el buque al ejercito griego, siendo éste desguazado para ocultar posibles pruebas.

Sea cual fuere la verdad, la realidad es que el caso del “Experimento Filadelfia” ha llenado la literatura de novelas e hipótesis sobre lo sucedido, documentales televisivos y más de un largometraje, pero, para la gran mayoría del colectivo científico y militar, la historia se enmarca dentro de las leyendas urbanas..

 

Lee y descubre más historias como esta en el apartado ‘Destripando Mitos, Leyendas Urbanas y Supersticiones’ de este blog

 

Fuentes de consulta y más información:  softwareartist / parascope /anotherhistory / viewzone2 / hellenicnavy / starfiretor/ windmill-slayer

Nikola Tesla, el maestro de los rayos

Nikola Tesla (1856-1943), conocido como el maestro de los rayos, nació en Smiljan, un pueblo situado en el Imperio austriaco (hoy Croacia) y en 1884 se trasladó a Nueva York. Fue un científico e inventor extraordinario.
Fabricó el teleautómata, primer aparato de control remoto y fue el primero en transferir electricidad de un sitio a otro sin cables.

Nikola Tesla en su laboratorio en Colorado Springs en 1900

Entre Thomas Edison y él surgió una gran rivalidad, por culpa de la guerra de corrientes: Edison era partidario de la corriente continua y Tesla, de la alterna. El tiempo dio la razón a Tesla, aunque sin ningún reconocimiento.
Fue el primero en realizar estudios sobre las ondas electromagnéticas o las ondas del radar y en detectar ondas de radio en el espacio… y el inventor de la radio, aunque hasta la década de los 60 del pasado siglo no se le reconoció.
En la meteorología su ayuda ha sido imprescindible para estudiar el impacto de los rayos en edificios.
Fue un genio incomprendido, incluso tachado de científico loco, quizá porque algunos de sus inventos podían desbaratar los intereses de poderosas empresas americanas.
En la etapa final de su vida se volvió huraño, introvertido y planteó ideas realmente esperpénticas: propuso alterar la ionosfera mediante la transmisión de potentes ondas electromagnéticas y así cambiar el clima de la tierra e incluso iluminar el desierto del Sáhara para demostrar a los extraterrestres que la tierra estaba habitada por seres inteligentes.

 

 

 

(Visto en la sección Meteoclick de El Periódico de Catalunya – 14 de julio de 2009)