Por Francisco Javier Lorenzo Presol
Una familia, con un bebé y un portátil. (GTRES)
Conciliación: avenencia, armonía, concordancia… son algunos de sus sinónimos. Para mí, desde luego, son términos que parecen de ciencia ficción. No los he conocido y creo que todo aquel a quien conozco se encuentra en la misma situación. En España, si alguien ha conseguido la conciliación laboral-familiar muy probablemente haya sido porque le ha tocado sufrir la crisis y engrosar las listas del paro. Sé que hay países que se toman muy en serio este aspecto, pero a nosotros nos queda mucho todavía. El otro día vi un video, “El experimento sobre horarios laborales que te va a sorprender”. Y tanto que me sorprendió (si lo pienso fríamente, debería de sorprenderme por haberme sorprendido). Me conmovió y me hizo pararme a pensar (para lo que no tenemos mucho tiempo) en qué nos estamos convirtiendo. Las familias coincidimos en pequeños espacios de tiempo, ya no compartimos. Me gustaría que mi hijo recordara una infancia con sus padres, no una continua e interminable contrarreloj.
Coincido con usted: Hoy ya no nos estraña nada y si algo nos sorprende, nos sorprende tal sorpresaPor eso y pecando de ingenuo , tal vez tratando de sorprender a alguien aprovecho este gran blog para decir…¡ADVERTENCIA!
Leed mis novelas, o no publíco El último Evangelio, dictada en sueños por la divina providencia antoniolarrosa.com
Clica sobre mi nombre Plisss.
05 noviembre 2015 | 12:02
Lo mejor para conciliar es no tener familia.
05 noviembre 2015 | 13:06
En una sociedad como la nuestra, es mejor no tener hijos, porque no se les puede criar bien. El Homo Sapiens, como mamífero, como primate que es, es una criatura que necesita en su desarrollo de un contacto íntimo, cálido y prolongado con sus padres (y los padres con sus hijos). Nuestra sociedad, organizada en torno a la idea de que todo es mercancía (las personas por supuesto que también), no permite ese contacto fundamental. Y por eso todos acabamos siendo adultos tarados. Mal regalo traer al mundo a alguien a quien no vas a poder ofrecer lo fundamental.
05 noviembre 2015 | 13:25
En una sociedad como la nuestra, es mejor no tener hijos, porque no se les puede criar bien. El Homo Sapiens, como mamífero, como primate que es, es una criatura que necesita en su desarrollo de un contacto íntimo, cálido y prolongado con sus padres (y los padres con sus hijos). Nuestra sociedad, organizada en torno a la idea de que todo es mercancía (las personas por supuesto que también), no permite ese contacto fundamental. Y por eso todos acabamos siendo adultos tarados. Mal regalo traer al mundo a alguien a quien no vas a poder ofrecer lo fundamental.
05 noviembre 2015 | 14:59
En mi experiencia si se puede trabajar y criar un hijo.
A lo que sí he renunciado es a las demás actividades de tiempo libre: salir, cine, leer, viajes no familiares…
A querer hacer las tres cosas sí me parece una pretensión imposible.
Así que cada cual decida de qué puede y quiere prescindir.
06 noviembre 2015 | 0:11
Lo mejor es directamente no tener hijos. El mundo está sobrepoblado, cada vez peor en todos los sentidos y es una aberración traerlos al mundo, concretamente a España. Si habláramos de Suecia, aún se podría plantear,..
06 noviembre 2015 | 4:24
SOLUCIÓN: VOTAR UN VERDADERO CAMBIO EN ESPAÑA
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…Tiene usted toda la razón, amigo Francisco Javier. En España tenemos dos problemas de conciliación. El que se pasa de conciliado y el que no llega nunca, debido a la mala calidad del empleo.
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1º) El trabajador microempleado: es el que está más tiempo en casa, pero su familia pasa necesidades de todo tipo (mala alimentación, pobreza energética, imposibilidad de adquirir vivienda o pagar la hipoteca…). Trabaja con contratos de horas, mal remunerados y eventuales.
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2º) El trabajador pluriempleado, falso autónomo o empleado con contrato de menos horas: es el que ve poco a la familia, pero puede llegar a fin de mes. Está sobreexplotado, no cotiza lo suficiente y su situación es irregular.
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… Y ahora me dirá usted: ‘evidentemente, diagnóstico acertado, pero ¿a quién votamos para remediarlo?’ A lo que yo le respondo sin miedo a equivocarme: ‘pues yo qué sé, pero desde luego a los mismos no.’ Así de sencillo.
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…Los PSOE-PP, PP-PSOE nos han llevado a todos a esta dramática situación. Y no desde hace algunas legislaturas, que vá, sino desde la segunda mitad de los 90. Desde el Gobierno de Aznar nuestro país se ha ido convirtiendo en un turnismo decimonónico y, al albur de esa dictadura aburguesada, nuestra democracia se ha ido degenerando y sólo ha enriquecido a unos pocos. A los políticos, grandes empresarios, banqueros, gracias a los favores bajo manga, las financiaciones ilegales de los partidos, las puertas giratorias.
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…El remate a esto fue nuestra entrada fatídica en el Euro que acabó por empobrecer más a las clases medias. Ya sabe que el euro es el franco alemán disfrazado de lagarterana. Y con el caramelito de que ya éramos europeos a todos los efectos, nos la metieron doblada. Acuérdese del redondeo, la subida brutal del IPC, la congelación de los salarios, las medidas reguladoras de fuera y, para colmo, las ayudas de fuera mal gestionadas aquí dentro. ¿Para qué han servido los fondos FEDER en Andalucía si sigue siendo la región con más paro de España? Pues para enriquecer a unos pocos y comprar votos.
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…Para más inri, hemos tenido muy malos gobernantes. Aznar, Zapatero, Rajoy ¿Quién de ellos ha apostado por un nuevo modelo productivo? Ninguno. Todavía seguimos dependiendo del Turismo y el ladrillo, lo que genera trabajo eventual y mal pagado, excesivamente dependiente de la especulación y la llegada puntual de alemanes, británicos y chinos a nuestras costas en verano. Y con esa monotonía productiva es imposible dar empleo a los miles de universitarios que cada año se gradúan en España. El campo, la hostelería, la construcción, la exportación de algunos bienes de equipo, no es suficiente.
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…Sólo los funcionarios viven bien: trabajo vitalicio, 2 pagas extra al año, buen sueldo revisado periódicamente (sueldo, trienios, retribuciones complementarias), horario delicioso (35 horas semanales; tardes libres), no existen los despidos, vacaciones pagadas, 6 días anuales de asuntos propios, absentismo laboral, fines de semana libres, desayunos prolongados, faltas fácilmente justificables, no se sufre a ningún encargado kavrón, derechos laborales muy muy garantizados (jubilación, cotización en la Seguridad Social, igualdad salarial para hombres y mujeres, flexibilidad en el vestir, etc.)
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…En definitiva, la conciliación laboral es la consecuencia de las malas políticas del bipartidismo. No podemos votar a quienes no supieron atajar la crisis o a quienes ahora engañan las cifras del paro con la ‘flexiprecariedad’ laboral. Con ellos nunca tendremos una verdadera conciliación laboral-familiar, ni vida digna, ni nada de nada. Salvo los funcionarios. Votemos un verdadero cambio ya.
08 noviembre 2015 | 0:45