En el post anterior abordaba cómo gestionar el shock inicial frente a la pérdida de un ser querido. En el de hoy, exploro por qué es importante transitar el camino hasta el fondo de tu pérdida.
Si has vivido la pérdida de alguien cercano, tal vez te digas que ya has sufrido bastante y que lo único que quieres sea pasar página. Sin embargo, saltarse el duelo, es decir, no darse el tiempo y el espacio para recibir los estados emocionales que van aflorando puede ser problemático por varias razones:
1- El duelo no vivido puede convertirse en crónico en forma de depresión, resentimiento u otros estados emocionales
Cuando Juan empezó su programa de coaching, pronto descubrimos que no había sentido plenamente toda la rabia por perder a su madre en plena adolescencia. Esta rabia se había instalado en él, generándole una permanente disconformidad con todo y todos, incluso con los que amaba. De explorar esa dolorosa cicatriz juntos y las emociones que contenía, surgió un nuevo Juan, más abierto a la vida.
2- El dolor del duelo no experimentado reduce tu capacidad de sentir
Zoe había realizado dos abortos voluntarios de acuerdo con su pareja. Aunque a nivel mental su discurso era coherente, su expresión de lo ocurrido era fría y distante. No se había permitido sentir el dolor por la pérdida de dos vidas.
Reprimir el dolor emocional nunca funciona. Si lo haces dejas de sentir el dolor, pero también todas las emociones, incluida la capacidad de alegrarte o ilusionarte.
3- El duelo no vivido te cierra el corazón dificultándote conectar con los demás
Jorge había cerrado su corazón después de la infidelidad de su mujer que les llevó al divorcio. Mientras se aseguraba que nada parecido le volviera a ocurrir, también se privaba de conectar con los demás de forma auténtica y vulnerable.
Muchas cosas nos pueden cerrar el corazón y perder a alguien querido es una de ellas. El antídoto consiste en saber que tu corazón está hecho para lastimarse, sentir tremendo dolor y después volver a sentir, volver a abrirse.
4- El duelo no vivido se muestra en expresiones emocionales inoportunas
Al terminar una relación amorosa de varios años, Eva no se había permitido vivir plenamente el duelo. Cada vez que empezaba una nueva relación, le embargaba el miedo a ser abandonada llenando de gravedad las primeras veces, condenándolas así al fracaso.
Las naturaleza de las emociones es agresiva. Si no les damos el cauce necesario para que puedan expresarse e irse, estas nos visitarán en los peores momentos.
Si has leído hasta aquí, espero haberte convencido de la importancia de vivir plenamente el duelo. Descubre las pautas básicas para este viaje imprescindible en mi próximo post.
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12 noviembre 2021 | 12:10 pm