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La Casa de David: el equipo de béisbol de una secta en la que no se afeitaban ni cortaban el pelo

Este aspecto tenían los miembros del equipo de béisbol de la House of David (Dominio Público).

Para cerrar la semana voy a hablar no de un personaje individual, sino de un club, y creedme si os digo que se trata de uno de los más peculiares que he visto. Es el equipo de béisbol de la Casa de David.

Empezamos explicando qué es o qué era la House of David o Casa de David. En 1903, en Benton Harbour, Michigan, el matrimonio de Benjamin y Mary Purnell fundaron una sociedad religiosa llamada The Israelite House of David (la Casa Israelita de David), un culto de carácter adventista cuyo objetivo era reunir a las 12 tribus de Israel de cara a un segundo advenimiento de Jesucristo. Benjamin Purnell se consideraba a sí mismo como el séptimo mensajero del Libro de las Revelaciones y en el contexto de la Casa de David, creó una comuna.

Muy pronto, la comuna, aposentada en unos terrenos de unos 1.000 acres, alcanzó el centenar de miembros, que tuvieron que entregar todas sus posesiones a Purnell, que a su vez prohibía entre los correligionarios el sexo, el alcohol, el tabaco, comer carne y cortarse el pelo o afeitarse.

Los miembros de la comuna cultivaban su propio sustento de grano, vegetales y frutas. Tenían de todo, incluso una planta generadora de electricidad. Pese a ser una secta, tenían cosas positivas, como por ejemplo el reconocimiento del sufragio femenino, mucho antes de que en Estados Unidos fuera legal.

De esta guisa jugaban los miembros del equipo del a Casa de David (Dominio Público).

Purnell era un amante del deporte y, para contrarrestar el aburrimiento en la comuna (y el reprimido impulso sexual), decidió formar un equipo de béisbol en 1910, que cuatro años después se formalizaría. Empezaron a jugar contra equipos locales de los estados de Michigan, Indiana e Illinois, y en 1915 formaban parte de una liga local. Como imaginareis, sus partidos cosechaban un gran éxito de público debido a lo inusual de ver a un grupo de jugadores de béisbol con melena y barba. El New York Times les dedicó un artículo y su fama se acrecentó hasta el punto de empezar a hacer giras por todo el país.

A principios de los 20, el equipo de la Casa de David empezó a jugar partidos contra equipos de la Negro League, las competiciones sólo para afroamericanos. Fueron los primeros blancos en enfrentarse a equipos de negros.

Los jugadores, además, eran bastante buenos, y en sus partidos de exhibición optaron por llevar a cabo trucos y mucho sentido del humor. Así, los jugadores escondían pelotas en sus pobladas barbas o saltaban al campo en burro. Eran una especie de Harlem Globetrotters del béisbol.

Su éxito les llevó a jugar hasta tres partidos al día, alcanzando los 200 encuentros por temporada. La comuna tuvo que crear otros dos equipos de béisbol para poder dar respuesta a la demanda. El dinero, claro está, iba a la sede de la secta, mientras que por su parte, además de jugar, los equipos hacían proselitismo, repartiendo literatura religiosa entre el público. Llegaron a tener incluso equipo femenino. Además, fueron uno de los primeros equipos en América en jugar por la noche, con luz artificial.

Pero en 1927, el equipo entró en crisis. Benjamin Purnell fue juzgado por evasión fiscal y por abusos sexuales a chicas de la comuna. Tras ser condenado por el primer delito, falleció poco después. La Casa de David, entonces, acabó rompiéndose en diferentes facciones. Así, Mary Purnell creó la Ciudad de David, por ejemplo.

Esto fue el inicio del fin: la Ciudad de David creó su propio equipo, mientras que además, empezaron a surgir copias del club original (el nombre no estaba registrado) por toda la geografía estadounidense. Todo esto, sumado a la Gran Depresión, terminaron por enterrar a un equipo que desapareció en 1936 (si bien el equipo de la Ciudad de David aguantó hasta 1956). Mary Purnell falleció incluso antes, en 1953, y la comuna quedó reducida a la mínima expresión.

La historia del equipo de béisbol de la Casa de David ha generado películas documentales, libros y novelas. Y hace unos años, nació un club con la misma filosofía, aunque ni de lejos tiene su fama.

Os dejo parte de un documental en el que se habla de este peculiar equipo:

Hasta el miércoles.

Quién fue… Steve Bartman: el fan más odiado de la historia

El momento fatídico (WIKIPEDIA).

Imagina que eres fan a muerte de un equipo. Imagina que cometes una torpeza que le impide a tu equipo lograr una victoria importantísima, vital. Imagina que toda una ciudad te odia. Esto es lo que le pasó en 2003 a Steve Bartman (y sí, creo que es el primer no deportista que saco en el blog).

14 de octubre de 2003. Sexto partido de la National League Championship Series (NLCS), el partido qué dirime quién disputa las Series Mundiales ante el campeón de la American League Championship Series (ALCS). Se enfrentan en el Wrigley Park de Chicago el equipo local, los Cubs, y los Florida Marlins. Chicago domina la serie por 3-2. Es la octava entrada y los Cubs mandan en el marcador. Están a muy pocas carreras de alcanzar las Series Mundiales por primera vez desde 1945 y así poder ganar un título que se les resiste desde 1908.

Todo iba de cara, en definitiva. Como os decía, era la octava entrada. El bateador dominicano de los Marlins Luis Castillo mandó una pelota hacia una de las esquinas de Wrigley Park. El jugador de los Cubs Moisés Alou fue siguiendo la pelota con la mirada, se acercó al muro, saltó y cuando iba a atraparla con su guante… una mano salió de las gradas, tocó la pelota y ésta acabó entre el público. Alou no daba crédito y lanzó el guante al suelo, mientras increpaba al público… Pidieron al árbitro que anulara la jugada por considerar que el brazo del hincha invadió el terreno de juego, pero el colegiado lo rechazó. Tras esa jugada, los Marlins consiguieron ocho carreras y ganaron el partido.

La cadena Fox repitió una y otra vez las imágenes en televisión, dejando bien claro quién era el espectador que le había robado la pelota a Alou. En aquella época no había pantallas gigantes en el estadio, pero la gente identificó al hincha por la tele y empezó a avisar por teléfono a familiares y amigos que estaban en el campo. Decenas de fans de los Cubs empezaron entonces a insultar al hincha, y a lanzarle basura y cerveza. El club reaccionó rápidamente y personal de seguridad escoltó al aficionado fuera del estadio.

Bartman, instantes después de su ‘hazaña’ (WIKIPEDIA).

Pocas horas después del partido, en el foro oficial de la liga en internet, se publicaba el nombre del aficionado: Steve Bartman. Empezaba un infierno para él. Y lo hizo porque al día siguiente, 15 de octubre, los Marlins ganaron el séptimo partido y se clasificaron para las Series Mundiales, dejando fuera a los Cubs. Posteriormente, ganarían el trofeo.

Debido a los insultos y amenazas, la Policía mandó patrullas a la casa de Bartman para protegerle a él y a su familia. El gobernador de Illinois llegó a proponer que se uniera a un programa de protección de testigos, y Jeb Bush, gobernador de Florida, le invitó a que se mudara a su estado.

Unos días después, Bartman emitió un comunicado mostrando su total arrepentimiento. Dijo que estaba tan pendiente de la pelota que no vio a Alou acercarse a su sitio. Bartman rechazó entrevistas y donó todos los regalos que le enviaron los fans de los Florida Marlins. Durante años rechazó cifras de varios miles de dólares por un autógrafo e incluso un número de seis cifras por salir en un anuncio de la SuperBowl.

La pelota de la discordia acabó en manos de un abogado de Chicago que estaba en el campo y la vendió  a un restaurante por casi 114.000 dólares. Años después fue destruida y parte de ella se usó para elaborar una salsa en ese restaurante (en realidad, se usó un destilado del vapor que surgió de hervir los restos). Lo que queda de ella está en el Museo del Deporte de Chicago.

Asiento que ocupaba Bartman aquel 14 de octubre de 2003 (WIKIPEDIA)

Desde entonces, el asiento en el que estaba Bartman se ha convertido en una especie de lugar de peregrinación para todo aquel que visita el Wrigley Field. El año pasado, los Cubs rompieron su maldición y alcanzaron de nuevo la NLCS. Varios medios intentaron contactar con Bartman, pero su abogado explicó que su cliente no quería salir en ningún medio. Cuando se clasificaron para las Series Mundiales, hubo una petición de fans para que Bartman hiciera un saque de honor en las finales, pero de nuevo lo rechazó. Cuando los Cubs ganaron el título, otra vez se le ofreció participar en los eventos de celebración, pero lo volvió a rechazar.

Hay que decir que el club y los jugadores defendieron siempre a Bartman. Moisés Alou llegó a decir al poco del incidente que no hubiera alcanzado la pelota, aunque años después explicó que lo dijo para aplacar los ánimos y que estaba convencido de que sí la iba a coger, aunque hizo un llamamiento a olvidar y perdonar.

Se sabe hoy que Steve Bartman sigue viviendo en Chicago y felicitó, a través de su abogado, a los Cubs por el título, aunque el letrado confirmó que no acudió a los actos de celebración… por si acaso.

Y así ocurrió todo:

Hasta el miércoles.

Atuendos para la historia. El guante de béisbol

Imagen de un guante de béisbol con una pelota (GTRES).

Es casi un icono del deporte estadounidense. Gracias al cine y a la televisión sabemos que más o menos, todos los niños de América tienen uno: es el guante de béisbol.

En los inicios del béisbol, no se usaban guantes. Doug Allison, catcher de los Cincinnati Red Stockings, empezó a usarlo en 1870 debido a una lesión en una mano. Los guantes originales eran de piel, sin dedos y con un refuerzo en la palma.

Albert Spalding, fundador de la marca deportiva que lleva su apellido fue uno de los impulsores de su uso. En la última década del siglo XIX, ya se había generalizado su uso.

No fue hasta 1920 cuando, a propuesta de Bill Doak, pitcher de los St. Louis Cardinals, se unió el dedo pulgar con el índice para crear un efecto bolsa y que la pelota no se escapara. Realizó un diseño y lo vendió a la firma Rawlings, la número 1 en material de béisbol.

Con el paso del tiempo, los guantes fueron creciendo de tamaño, hasta alcanzar la actual forma. Se pone en la mano no dominante (los diestros en la izquierda, y viceversa) y lo usan los jugadores que están defendiendo. Como ya vimos, el mejor defensor de la liga se lleva cada año el Gold Glove.

Hay seis tipos diferentes de guantes, dependiendo de la función del jugador. Así, por ejemplo el catcher (el que se pone detrás del bateador rival) usa un ‘mitón’, es decir, una manopla sin dedos.

Así se fabrican los guantes de béisbol:

Hasta mañana.

Quién fue… Jimmie Foxx: murió atragantado… un año después de que a su mujer le pasara lo mismo

Foxx, en el All Star de la MLS en Washington, en 1937 (WIKIPEDIA).

Si habéis entrado alguna vez en la página en Facebook de este blog (y si no lo habéis hecho, os animo a que lo hagáis), habréis visto que la foto que la ilustra es una imagen tomada en Washington DC, el 7 de julio de 1937, en el partido del All Star de la liga de béisbol. En él posan las siete principales estrellas del béisbol mundial en ese momento. Hoy voy  a hablaros de una de ellas. Es Jimmie Foxx.

James Emory Foxx nació el 22 de octubre de 1907 en Sudlersville, Maryland, en el seno de una familia de granjeros. De muy joven, Jimmie destacó en el deporte y perteneció a los equipos de béisbol, fútbol y atletismo de su instituto. Era tan bueno, sobre todo en el primero, que con 17 años de edad recibió ofertas de los Philadelphia Athletics y de los New York Yankees. Fueron los primeros quienes lo contrataron.

En Philadelphia pasó diez temporadas, llegando a igualar en 1932 los registros del mítico Babe Ruth (considerado el mejor de la historia). Se convirtió en uno de los mejores bateadores del momento. De él dijo el jugador de los Yankees de origen español ‘Lefty’ Gomez que tenía «músculos hasta en el pelo».

En 1936, Foxx fichó por los Boston Red Sox por una cifra récord entonces (150.000 dólares de la época). Jugó seis temporadas con los de Massachussetts y logró su tercer MVP (en Philadelphia había logrado dos). En 1939, además, logró 50 home-runs en la misma temporada, un récord que no fue batido hasta 2006.

Foxx ocupó la portada de la revista ‘Time’ en la temporada de su debut como profesional, en 1929 (WIKIPEDIA).

A partir de la década de los 40, el rendimiento de Foxx empezó a decaer, en parte debido al consumo de alcohol. En 1942 se fue a los Chicago Cubs, aunque ya como reserva. En 1945 regresó a Philadelphia para jugar en los Phillies, y en este equipo se retiró ese mismo año. Acabó su carrera con 534 home-runs, convirtiéndose en el segundo de la historia con mejor dato (sólo por detrás de Babe Ruth) y el mejor diestro. En 1966, perdió ese segundo puesto.

Tras retirarse entrenó a conjunto femenino y estuvo dos temporadas como técnico de la Universidad de Miami. Algunas inversiones fallidas lo dejaron en la ruina y acabó viviendo en Lakewood, Ohio, donde encontró un trabajo en el ayuntamiento.

Y ahora viene la parte curiosa de la historia. En 1966, su segunda esposa, Dorothy, murió asfixiada al atragantarse mientras comía. Lo increíble es que un año después, el 21 de julio de 1967, cuando cenaba con su hermano en Miami, Jimmie Foxx falleció asfixiado tras atragantarse con un trozo de comida. Tenía 59 años. Está enterrado en el Flagler Memorial Park de Miami.

Hasta aquí la historia de hoy. Regresamos el miércoles.

Escudos y logos. Albuquerque Isotopes: el equipo que nació en 'Los Simpsons' y el favorito de Walter White

Logo de los Isotopes (WIKIPEDIA).

El de hoy es uno de esos logos que más por su diseño, me interesan por el equipo al que representan. Es una historia realmente sorprendente: la de los Albuquerque Isotopes.

El 4 de marzo de 2001 se emitió el episodio Hungry, Hungry Homer, el decimoquinto episodio de la decimosegunda temporada de Los Simpsons. En este capítulo, Homer Simpson se declara en huelga de hombre como medida de protesta por el traslado del equipo de béisbol local, los Springfield Isotopes, a la ciudad de Albuquerque, en Nuevo Mexico. Finalmente, logran que el traslado no se efectúe.

Volvamos a la vida real. En 2002, los Calgary Cannons decidieron reubicarse en Nuevo Mexico, en concreto a Albuquerque. El club necesitaba un nuevo nombre, así que el Albuquerque Tribune, un diario local, realizó una encuesta para elegir la nomenclatura. Estaba cantado: de 120.000 votos, el 67% optó por Albuquerque Isotopes, el nombre que, un año antes, Los Simpsons habían creado. De cualquier modo, el nombre no desentona porque en la zona de Albuquerque hay varias industrias relacionadas con la energía nuclear.

La idea fue buena, porque en los tres primeros meses de vida del club, vendieron más merchandising que el anterior equipo de la ciudad en todo un año y se convirtieron en el equipo de las ligas menores que más material vendía. Pese a no tener ninguna vinculación oficial con Los Simpsons, Matt Groening (su creador) o la cadena Fox, en el estadio del equipo hay estatuas de los personajes de la serie.

Pero si los Isotopes eran ya famosos, recibieron otro empujón con una de las series más alabadas de los últimos años: Breaking Bad. Situada en la ciudad de Albuquerque, su protagonista, Walter White (interpretado por el actor Bryan Cranston) se deja ver en un capítulo de la segunda temporada con una gorra de los Isotopes. A cambio, en la tienda ‘on-line’ del equipo se pueden ver productos relacionados con Breaking Bad.

Os dejo un vídeo de los Isotopes:

Qué fue de… Barry Bonds: posiblemente, el mejor bateador del béisbol moderno

Barry Bonds, con los Giants (Archivo 20minutos).

Vamos a hablar hoy de béisbol y lo vamos a hacer con el que es uno de los mejores bateadores de la historia moderna: Barry Bonds.

¿Quién era?: Un bateador californiano de los 80, los 90 y los 2000.

¿Por qué se le recuerda?: Pues por ser, comoos decía, uno de los mejores de la historia y ostentar el récord de ‘home runs’ (también jonrrones) de la historia de la MLB. Un ‘home run’ es cuando el bateador golpea la bola tan lejos que completa las cuatro bases y anotar una carrera en la misma jugada. La forma más habitual es sacar la bola del terreno de juego (o del estadio, como bien sabe Bonds).

¿Qué fue de él?: Se retiró en 2007 en las filas de los San Francisco Giants. Tiene una fundación con su nombre dedicada a ayudar a niños afroamericanos de San Francisco y su entorno. Además, cada verano organiza un campus para niños.

¿Sabías qué…?: Su padre, Bobby Bonds, también fue jugador profesional y formó en los Yankees y en los San Francisco Giants, entre otros equipos.

– De niño también jugó al baloncesto y al fútbol.

– Además del récord de ‘home runs’ en una carrera (762), tiene el récord de ‘home runs’ en una temporada (73).

– Su lista de récord es larga: más ‘home runs’ ante diferentes rivales, más ‘home runs’ con más de 40 años, temporadas consecutivas con 30 o más ‘home runs’…

– Eran famosos sus ‘splash hits’, es decir, golpes que sacaban la bola del AT&T Park de San Francisco y caían al mar. Lo logró 35 veces (otro récord). Siempre hay gente en embarcaciones pendiente de coger las bolas que caigan en esas circunstancias.

– Fue investigado por dopaje, pero el caso fue cerrado. También se le investigó por perjurio y obstrucción a la justicia.

– Es un apasionado del ciclismo.

– Mide 1,88 metros.

– Es licenciado en Criminología.

– En 2016 fue entrenador de bateo de los Marlins de Miami.

Biografía, palmarés, estadísticas: Barry Lamar Bonds nació el 24 de julio de 1964 en Riverside, California. Entre 1986 y 1992 jugó en los Pittsburgh Pirates, mientras que entre 1993 y 2007 lo hizo en los San Francisco Giants. En su palmarés tiene 14 presencias en el All Star, 7 títulos de MVP de la National League, 8 Golden Gloves y 12 Silver Sluggers, entre otros logros individuales.

Así se las gastaba Barry:

Hasta mañana.

Quién fue… Jackie Mitchell: la chica que humilló a los mejores bateadores del mundo

Jackie saluda a Babe Ruth ante la mirada de Lou Gehrig (Dominio público).

Jackie saluda a Babe Ruth ante la mirada de Lou Gehrig (Dominio público).

La historia de hoy es de las que me gustan a mí. Va de romper barreras, que como sabéis siempre da mucho juego. Hay machismo, hay prejuicios y hay un ejemplo. Es la historia de Jackie Mitchell.

Virne Beatrice Mitchell Gilbert nació el 29 de agosto de 1913 en Chattanooga, Tennessee. Hija de un médico, éste inició a su pequeña en el mundo del béisbol cuando aún casi no sabía andar. Un vecino suyo, Dazzy Vance, que era jugador profesional, le enseñó desde muy niña los secretos del lanzamiento.

A los 16 años, Jackie (así la llamaban) entró a jugar en un equipo femenino. En un campus en Georgia llamó la atención Joe Engel, el dueño de los Chattanooga Lookouts, el equipo profesional masculino de su localidad. Éste pensó que fichar a una chica sería una buena estrategia de marketing para captar socios y decidió ficharla en 1931. El día que debutó, Jackie Mitchell se convirtió en la segunda mujer en jugar un partido de béisbol profesional. Pero es que el debut no pudo ser mejor.

El 2 de abril, los New York Yankees, los todopoderosos Yankees, llegaron a Chattannooga para jugar un partido de exhibición. Quiso la fortuna que a Jackie le tocara lanzar justo a Babe Ruth, que como sabéis, es una de las principales leyendas de la historia del béisbol. Ante la sorpresa de todos, la joven, que tenía 17 años, eliminó a Ruth, que se lo tomó bastante mal y tuvo que ser retirado por sus compañeros mientras insultaba al árbitro.

Hay que tener en cuenta que antes del partido, la prensa local había recogido unas palabras de Ruth sobre las mujeres y el béisbol nada afortunadas: «(Las mujeres) nunca jugarán bien. Son demasiado delicadas. Jugar todos los días acabaría con ellas».

Pero la hazaña de Jackie no acabó aquí, porque tras Ruth le tocaba batear a otra leyenda del béisbol universal: Lou Gehrig. Y en efecto, tras tres lanzamientos, Jackie Mitchell también eliminó al neoyorquino. El campo de los Lookouts se caía. La ovación fue atronadora. Finalmente, con deportividad, tanto Ruth como Gehrig saludaron amistosamente a la joven bateadora.

La historia, claro, corrió como la pólvora por todo el país. Pero para acabar con toda discusión, el comisionado de la MLB, Kenesaw Mountain Landis, obligó a los Lookouts a rescindir el contrato de Jackie, alegando que las mujeres no podían jugar al béisbol. Pese a ello, se enroló en un equipo ambulante, la House of David, famoso porque sus jugadores llevaban pelo y barba largas. La propia Mitchell llegó a llevar una barba postiza por motivos publicitarios. La joven jugó hasta los 23 años, decepcionada porque su presencia en los terrenos de juego se veía como un puro espectáculo, y no se la veía como a una jugadora más.

Jackie Mitchell se mudó a Georgia y allí siguió su vida, alejada del béisbol. En 1982, no obstante, los Chattanooga Lookouts le rindieron homenaje, invitándola a que hiciera el saque inaugural de la temporada. Cinco años después, el 7 de enero de 1987, Jackie Mitchell fallecía en Fort Oglethorpe, Georgia, siendo enterrada días después en su localidad natal.

Os dejo con un reportaje sobre Jackie Mitchell:

Hasta el miércoles.

Trofeos, copas y medallas. El Gold Glove y el Silver Slugger

Combo de imágenes con ambos trofeos (WIKIPEDIA).

Combo de imágenes con ambos trofeos (WIKIPEDIA).

Empezamos la semana repasando de nuevo trofeos individuales del deporte estadounidense y nos vamos a centrar en dos de la MLB, la liga de béisbol: el Gold Glove (el guante de oro) y el Silver Slugger (el bate de plata).

El Gold Glove (patrocinado por Rawlings), se entrega al mejor jugador defensivo del año. Lo entregan los entrenadores de la Liga y en realidad, se entrega uno por cada posición defensiva (lanzador, receptor, primera base, segunda base, tercera base, campocorto y tres a ‘oufielders’) tanto en la National League como en la American League (las dos divisiones en las que se divide la Liga). Por lo tanto, en total se entregan 18 guantes. Se entrega desde 1958, y nació de la mano de la prestigiosa marca Rawlings, especializada en fabricar guantes. Greg Maddux, que jugó entre 1986 y 2008 en los Chicago Cubs, los Atlanta Braves, Los Angeles Dodgers y los San Diego Padres, es el jugador que más veces lo ha recibido, un total de 18.

El Silver Slugger, por su parte, se entrega a los jugadores ofensivos. También son 18 (9 por división) y también los eligen los entrenadores. Se entrega desde 1980, mide 91 cm, es de plata y los fabrica la firma Hillerich & Bradsby. El récord de bates de plata lo tiene Barry Bonds, con 12 trofeos.

Espero que os haya gustado esta nueva aproximación al béisbol.

Trofeos, copas y medallas. Commissioner's Trophy: la joya del béisbol

El trofeo de las Series Mundiales (WIKIPEDIA).

El trofeo de las Series Mundiales (WIKIPEDIA).

Vamos a empezar la semana con un trofeo, uno de los más deseados del deporte estadounidense. Es el que se lleva el equipo ganador de las Series Mundiales de béisbol. Es el Commissioner’s Trophy.

Pese a la antigüedad de la Liga, este trofeo no se entregó hasta 1967. Los primeros en recibirlo fueron los St. Louis Cardinals. El trofeo representa por cada banderita a cada uno de los 30 equipos que optan a ganarlo.

El actual trofeo es un rediseño de 1999, manufacturado por la prestigiosa casa Tiffany’s de Nueva York. Es de plata, pesa 14 kilos y mide 61 cm, mientras que tiene un diámetro de 28 cm. En la base está el lema ‘Presentado por el Comisionado del Béisbol’. Es, curiosamente, el único de los cuatro grandes trofeos de los cuatro grandes trofeos de Estados Unidos (NFL, MLB, NHL y NBA) que no lleva el nombre de ninguna persona.

El equipo que más veces lo ha ganado es los New York Yankees, con siete triunfos (fueron los primeros en lograrlo tras el rediseño), seguidos de los Oakland Athletics y St. Louis Cardinals, con cuatro victorias.

Como curiosidad, contaros que hasta 1997, el trofeo se entregaba en los vestuarios al equipo ganador de las Series Mundiales.

Espero que os haya gustado. Mañana, más.

Quién fue… Mamie Johnson: una mujer en el béisbol profesional

Portada de la biografía de Mamie Johnson (Puffin Books).

Portada de la biografía de Mamie Johnson (Puffin Books).

Vamos a cerrar la semana con una historia curiosa protagonizada por una mujer y afroamericana, con todo lo que ello supone. Es la historia de Mamie Johnson.

El 27 de septiembre de 1935 nació en Ridgeway, Carolina del Sur, Mamie Johnson. Nuestra protagonista nunca conoció a su padre, que abandonó a la familia antes de que ella naciera, y fue criada por su abuela materna. Mientras, su madre trabajaba en Washington DC, desde donde mandaba dinero a la familia.

Mamie empezó a jugar al béisbol de niña, con otros críos de su barrio, en una pista improvisada en las calles. Fue un tío suyo quien le enseñó los primeros trucos. Con la muerte de su abuela se vio obligada a trasladarse a Long Branch, Nueva Jersey, con otros tíos. Allí, en una escuela segregada, empezó a jugar al sóftbol. Un día, vio cómo jugaban un partido de la Liga de la Policía, y le pidió a uno de los entrenadores que la dejara probar. Pese a las reticencias iniciales, la dejaron y asombró a todos.

Al acabar el instituto se unió a su madre en Washington DC. Fue allí donde conoció la historia de Jackie Robinson, el primer negro que rompió la barrera racial de la liga de béisbol, lo que la motivó a seguir jugando. Encontró trabajo en una heladería y empezó a jugar en un equipo modesto de una liga amateur. Un día, ella y una amiga vieron un anuncio en el periódico sobre unas pruebas en el equipo profesional de la liga femenina. Cuando llegaron, no las dejaron ni siquiera hacer la prueba. El motivo, que eran negras.

Imagen reciente de Mamie Johnson (YouTube).

Imagen reciente de Mamie Johnson (YouTube).

Decepcionada, siguió jugando en su equipo de barrio hasta que la vio un exjugador de la Negro League, Bish Tyson. Fue Tyson quien le anunció que un club de la liga, los Indianapolis Clowns, estaba haciendo pruebas. Mamie, empeñada en conseguir su sueño, se trasladó a esta ciudad, hizo las pruebas y fue contratada, con un salario de 200 dólares. Se convertía así en la primera mujer pitcher de la historia de la Negro League. Fue en esta época en la que se ganó el sobrenombre de ‘Peanut’ (cacahuete) por su escasa estatura (1,60 metros).

Con la paulatina desaparición de la Negro League, Johnson dejó el béisbol. Se diplomó como enfermera, se casó y tuvo un hijo. Tras su jubilación creó una fundación, They Played Baseball Foundation, dedicada a transmitir la historia del béisbol a los más jóvenes, haciendo especial hincapié en la Negro League.

Una periodista freelance llamada Michelle Y. Green conoció a Mamie Johnson y decidió escribir su biografía, que tituló A Strong Right Arm (Un Fuerte Brazo Derecho). El libro fue un éxito y fue el que descubrió para muchos americanos la historia de Mamie Johnson, que aún vive a sus 80 años y que aún cuenta su historia de superación allá donde la llaman.

Aquí, un vídeo de Mamie Johnson hablando sobre sus experiencias (en inglés).