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Quién fue… Mamie Johnson: una mujer en el béisbol profesional

Portada de la biografía de Mamie Johnson (Puffin Books).

Portada de la biografía de Mamie Johnson (Puffin Books).

Vamos a cerrar la semana con una historia curiosa protagonizada por una mujer y afroamericana, con todo lo que ello supone. Es la historia de Mamie Johnson.

El 27 de septiembre de 1935 nació en Ridgeway, Carolina del Sur, Mamie Johnson. Nuestra protagonista nunca conoció a su padre, que abandonó a la familia antes de que ella naciera, y fue criada por su abuela materna. Mientras, su madre trabajaba en Washington DC, desde donde mandaba dinero a la familia.

Mamie empezó a jugar al béisbol de niña, con otros críos de su barrio, en una pista improvisada en las calles. Fue un tío suyo quien le enseñó los primeros trucos. Con la muerte de su abuela se vio obligada a trasladarse a Long Branch, Nueva Jersey, con otros tíos. Allí, en una escuela segregada, empezó a jugar al sóftbol. Un día, vio cómo jugaban un partido de la Liga de la Policía, y le pidió a uno de los entrenadores que la dejara probar. Pese a las reticencias iniciales, la dejaron y asombró a todos.

Al acabar el instituto se unió a su madre en Washington DC. Fue allí donde conoció la historia de Jackie Robinson, el primer negro que rompió la barrera racial de la liga de béisbol, lo que la motivó a seguir jugando. Encontró trabajo en una heladería y empezó a jugar en un equipo modesto de una liga amateur. Un día, ella y una amiga vieron un anuncio en el periódico sobre unas pruebas en el equipo profesional de la liga femenina. Cuando llegaron, no las dejaron ni siquiera hacer la prueba. El motivo, que eran negras.

Imagen reciente de Mamie Johnson (YouTube).

Imagen reciente de Mamie Johnson (YouTube).

Decepcionada, siguió jugando en su equipo de barrio hasta que la vio un exjugador de la Negro League, Bish Tyson. Fue Tyson quien le anunció que un club de la liga, los Indianapolis Clowns, estaba haciendo pruebas. Mamie, empeñada en conseguir su sueño, se trasladó a esta ciudad, hizo las pruebas y fue contratada, con un salario de 200 dólares. Se convertía así en la primera mujer pitcher de la historia de la Negro League. Fue en esta época en la que se ganó el sobrenombre de ‘Peanut’ (cacahuete) por su escasa estatura (1,60 metros).

Con la paulatina desaparición de la Negro League, Johnson dejó el béisbol. Se diplomó como enfermera, se casó y tuvo un hijo. Tras su jubilación creó una fundación, They Played Baseball Foundation, dedicada a transmitir la historia del béisbol a los más jóvenes, haciendo especial hincapié en la Negro League.

Una periodista freelance llamada Michelle Y. Green conoció a Mamie Johnson y decidió escribir su biografía, que tituló A Strong Right Arm (Un Fuerte Brazo Derecho). El libro fue un éxito y fue el que descubrió para muchos americanos la historia de Mamie Johnson, que aún vive a sus 80 años y que aún cuenta su historia de superación allá donde la llaman.

Aquí, un vídeo de Mamie Johnson hablando sobre sus experiencias (en inglés).

Qué fue de… Derek Jeter: superestrella del béisbol y novio de actrices y modelos

Jeter, en acción en un partido (WIKIPEDIA).

Jeter, en acción en un partido (WIKIPEDIA).

Hoy vamos a hablar de una superstrella del deporte. Quizá no la conozcáis, pero en Estados Unidos su celebridad es enorme. Y es que estamos hablando de una de las grandes leyendas del béisbol reciente. Además, siempre fue un asiduo de las páginas rosa: es Derek Jeter.

¿Quién era?: Un jugador estadounidense de béisbol de mediados de los 90 a mediados de esta década.

¿Por qué se le recuerda?: Pues porque es una de las grandes estrellas del béisbol reciente y uno de los más grandes de la historia de los Yankees, estrella global y asiduo de la prensa del corazón por sus relaciones con supermodelos y actrices.

¿Qué fue de él?: Se retiró en 2014. Jeter es multimillonario, obviamente, pero no se mantiene quieto. Tiene una editora llamada Jeter Publishings, dedicada a obras de ficción y no-ficción. Es el fundador y dueño de The Players’ Tribune, una web que ha cogido bastante fama y que es un medio en el que los que escriben son los deportistas profesionales. Además, tiene inversiones en diferentes empresas y sectores. Por último, también es la imagen de Luvo, una empresa dedicada al sector de la alimentación, entre otros muchos compromisos publicitarios, como Nike, Gatorade, Ford, Visa, Gillette… Por último, tiene una fundación llamada Turn 2 Foundation, destinada a niños y jóvenes y con el fin de alejarles de las drogas y el alcohol.

¿Sabías qué…?: Su padre es afroamericano y su madre de origen irlandés. Ambos se conocieron en Alemania, cuando trabajaban para el Ejército.

– Entre otros muchos récords, es el jugador con más partidos de la historia de los Yankees.

– Era uno de los más queridos jugadores por rivales y compañeros, debido a su profesionalidad y a su seriedad en el trabajo.

– Fue 14 veces elegido para el All Star y cinco veces elegido jugador de los Yankees del año.

Jeter, en un partido en Baltimore, Maryland, en 2007 (WIKIPEDIA).

Jeter, en un partido en Baltimore, Maryland, en 2007 (WIKIPEDIA).

– Ha aparecido en series como ‘Seinfield’ y en películas como ‘Los Otros Dos’ o ‘Ejecutivo Agresivo’.

– Fue tres veces portada del videojuego oficial de la MLB.

– Durante su carrera, acumuló unas ganancias de 265 millones de dólares, lo que le convierte en el segundo mejor pagado de la historia de la MLB. Alex Rodríguez, también de los Yankees, es el líder.

– Como os decía antes, Jeter es todo un rompecorazones. Ha tenido relaciones con famosas como Vida Guerra, Mariah Carey, Vanessa Minnillo, Jordana Brewster, Jessica Biel, Minka Kelly o Adriana Lima. Además, se rumoreó que tuvo romances con Scarlett Johansson y Jessica Alba. Su actual pareja es la modelo Hannah Davis, antepenúltima portada del especial de bikinis de Sports Illustrated.

– Cuando Derek Jeter debutó con los Yankees, su novia, Hannah Davis, acababa de cumplir 5 años de edad.

Biografía, palmarés, estadísticas: Derek Sanderson Jeter nació el 26 de junio de 1974 en Pequannock Township, Nueva Jersey. Debutó como profesional en mayo de 1995 y se retiró en septiembre de 2014. En su palmarés tiene cinco Series Mundiales, 14 participaciones en el All Star, cinco Golden Glove Awards, cinco Silver Slugger Awards, dos Han Aaron Awards y muchos reconocimientos más.

Os dejo con un vídeo de grandes jugadas de Jeter:

Hasta mañana.

Escudos y logos: ¿Son racistas los equipos que usan a los nativos americanos como imagen?

De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Atlanta Braves (béisbol, ya en desuso); Universidad de Ilinois (ya en desuso); Chicago Blackhawks; Cleveland Indians; Washington Redskins y Florida State University (WIKIPEDIA).

De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Atlanta Braves (béisbol, ya en desuso); Universidad de Illinois (ya en desuso); Chicago Blackhawks (hockey); Cleveland Indians (béisbol); Washington Redskins (fútbol americano) y Florida State University (WIKIPEDIA).

Pues la segunda entrega de esta sección de escudos y logotipos no se va a centrar en uno concreto, sino en varios, de deportes diferentes, pero unidos por una misma polémica: el racismo.

Desde hace décadas, casi desde principios del siglo XX e incluso antes, miles de equipos deportivos estadounidenses (y también canadienses), profesionales o de universidades e institutos, adoptaron nombres que hacían referencia a los nativos americanos. Por ejemplo, los Atlanta Braves nacieron (en Boston) en 1912, mientras que los Cleveland Indians lo hicieron en 1914.

A partir de los años 40, diversas asociaciones de indígenas americanos empezaron a mostrar su disconformidad con el uso de la figura del nativo americano como mascota o símbolo de algunos equipo. Esta disconformidad fue aumentando con los años, sobre todo por medio del Congreso Nacional de Indios Americanos (NCAI, por sus siglas en inglés). Su postura oficial es que estos equipos «sacan provecho de estereotipos dañinos originados en épocas en las que lo común era la superioridad de los blancos y la segregación». En una reciente declaración, la NCAI añade que «calumnian, difaman y envilecen a los pueblos nativos, a las culturas nativas, a las naciones tribales y perpetúan un legado de actitudes y racistas prejuciosas. En concreto, las caricaturas ‘salvajes’ y ‘cómicas’ usadas por los equipos deportivos con mascotas ‘indias’ favorecen la idea de los pueblos nativos como salvajes y refuerzan el mito de que se trata de grupos étnicos congelados en el tiempo. Todo ello contribuye a intoxicar las relaciones de este país con los pueblos nativos y perpetuar la desigualdad racial y política».

Hay otros argumentos, como por ejemplo, los que creen que el uso de mascotas, apodos y logos ‘indios’ pueden generar violencia contra estas etnias por parte de los rivales (hay un ejemplo muy conocido de un fan de Philadelphia que acude a los partidos de los equipos de la ciudad contra otros equipos de apodo ‘indio’ con una cabeza de goma representando a un jefe tribal clavada en un machete). También es muy común la pregunta de qué ocurriría, o que se pensaría, si hubiera equipos que adaptaran sus logos a otras etnias: los ‘Hispanics’, los ‘Asians’ o los ‘Africans’ o incluso los ‘Caucasians’.

Argumentos a favor

Pero también hay argumentos a favor. El principal es que estos equipos adoptaron en su día estos símbolos por las cualidades positivas de los indios americanos: valor, arrojo, nobleza, ferocidad en la batalla o respeto a unos valores. Es decir, que no usan descripciones peyorativas sobre los nativos. Los defensores de estos logotipos afirman asimismo que la nativa americana no es la única etnia que se usa para nombres de equipos deportivos. Hay clubes que se llaman ‘Vikings’ o ‘Irish’ por todo el país y ni los nórdicos de origen ni los irlandeses se ofenden. Además, existen encuestas que dicen que este tema no preocupa a los nativos americanos en general, sino que es un argumento usado por grupos activistas, separados de las preocupaciones reales de la población llana de orígen indígena. Por último, está el argumento mercantilista: los propietarios de los equipos ven inviable el coste de sustuir todo el ‘merchandising’ de los equipos.

Por deportes

En la NBA no hay ya referencias a indios americanos, aunque dos equipos, los Atlanta Hawks y los Golden State Warriors, sí deben sus nombres a antiguas ‘marcas’ que sí se inspiraban en los nativos. En la liga de béisbol hay dos claros ejemplos: los Atlanta Braves y los Cleveland Indians. Los primeros usaban la cabeza de un indio mohawk como logo, aunque finalmente, desapareció. El actual logo del equipo es un tomahawk. En cambio, los Indians siguen usando al Chief Wahoo (que así se llama el personaje representado en el emblema). No obstante, hay que decir que el club empieza a usar alternativas en su merchandising, si bien sigue siendo el logo principal. Es uno de los más criticados por tratarse de una caricatura.

Otro ejemplo famoso es el de los Chicago Blackhawks de la NHL de hockey hielo. Curiosamente, hace poco fue elegido por la revista The Hockey News como el mejor logo de la Liga. El equipo se llama así porque su fundador sirvió en el Ejército en la U.S. 86th Infantry Division, conocida como la ‘Blackhawk Division’ en honor, a su vez, de un jefe indio de principios del siglo XIX llamado Black Hawk. Recibe críticas pese a que el club colabora con iniciativas que dan a conocer la historia y las costumbres de los nativos americanos y que los directivos dicen que el jefe Black Hawk es un personaje histórico.

En el deporte universitario hay innumerables casos, pero destacamos al Chief Illiniwek de la Universidad de Illinois, que fue eliminado, o a los Seminoles de la Florida State University. Este logotipo sigue usándose, pero tiene causa menos polémica por hacer referencia a una ‘nación’ india (los semínolas, habitantes de Florida) más que a una raza.

En cuanto a la NFL, tenemos a los Kansas City Chiefs, que es un caso parecido al de los Braves de béisbol y que lo único que muestran como logotipo es una punta de flecha, y por supuesto al que quizá sea el club más polémico en este sentido, es decir, los Washington Redskins. Hay dos factores importantes: uno, que Washington es la capital y otro que ‘Redskins’ significa ‘pieles rojas’, lo que sí se considera de manera generalizada como un apelativo racista. Es el club que más quejas recibe y desde hace más tiempo. Sus dirigentes resisten a cambiar el nombre y el logotipo, y se apoyan en lo que os comentaba antes: que es un homaneje, no una burla. Numerosas encuestas realizadas sobre los fans revelan que los hinchas están con la directiva.

Sea como sea, la polémica está servida. Aún hay unos 2.000 equipos deportivos sólo en institutos de secundaria de Estados Unidos con nombres referentes a los nativos americanos. Pero hace no tanto eran 3.000. El propio presidente Obama se ha manifestado en contra. Todo parece indicar que el uso de estos logos y nombres está condenado a desaparecer. Pero ya sabéis, amigos, lo importantes que son para los hinchas los símbolos del club de sus amores.

Espero que os haya gustado. Mañana, más.

Atuendos para la historia. Gorra de béisbol: del deporte al atuendo urbano

Gorra de los Oakland Athletics (WIKIPEDIA).

Gorra de los Oakland Athletics (WIKIPEDIA).

El atuendo que protagoniza el artículo de hoy es uno de esos que trasciende el deporte y se convierte en prenda de vestir generalizada, presente en todo el mundo. Es la gorra de béisbol.

La gorra de béisbol tiene su origen en 1860, cuando un equipo llamado Brooklyn Excelsiors empezó a popularizar unas gorras parecidas a las actuales, pero con una visera más pequeña.

Ese modelo fue evolucionando y la visera creció, con una curva parecida a la que los sombreros para el sol de la época victoriana llevaban. Con el paso de los años, las estructuras de las gorras se fueron haciendo más rígidas, hasta que en 1940 nació lo que podríamos considerar la gorra moderna: hecha en seis piezas, con una pequeña bola en la parte superior y con pequeños agujeros para la ventilación.

La gorra es parte fundamental del uniforme de los equipos de béisbol y adopta los colores del equipo. Sobre la disposición de la visera, os diré que fueron los catchers (los que cogen la pelota lanzada por los pitchers) fueron quienes las popularizaron puestas del revés, medida necesaria para que no estorbe con la máscara.

Un catcher, con la gorra del revés (WIKIPEDIA).

Un catcher, con la gorra del revés (WIKIPEDIA).

Las gorras tienen pequeñas variaciones. Está la ‘trucker cap’ o gorra de camionero, que tiene la misma forma con la particularidad de que están hechas de rejilla y la parte frontal suele estar forrada de gomaespuma. Varían también en función del sistema de ajuste trasero. Recientemente, se han popularizado las gorras sin ajuste trasero y con la visera lisa, sin curva.

Como os decía, las gorras no sólo se usan como un atuendo urbano más, sino que han dado el salto a los cuerpos y fuerzas de seguridad. Son muchas las policías del mundo que usan gorras de béisbol en sus uniformes en lugar de las tradicionales gorras estructuradas, de corte militar.

Mañana seguimos con más deporte.

Quién fue… Pete Browning: la difícil historia de un bateador discapacitado en el siglo XIX

Cromo de béisbol de la temporada 1888-1889 representando a Pete Browning (WIKIPEDIA).

Cromo de béisbol de la temporada 1888-1889 representando a Pete Browning (WIKIPEDIA).

Pues vamos a cerrar la semana con un viaje casi hacia la prehistoria del béisbol, el pasatiempo favorito de América. Es un viaje que nos lleva al siglo XIX para descubrir a un personaje singular. El descubrimiento de su historia, por cierto, fue para mí pura serendipia. Estaba yo buscando cosas del cineasta Todd Browning (por puro gusto, nada que ver con el blog), cuando descubrí que había tenido un tío que fue jugador de béisbol profesional. Leí su historia y decidí inmediantemente contaros la historia de Pete Browning.

Louis Rogers ‘Pete’ Brownig nació el 17 de junio de 1861 en Louisville, Kentucky. Era el octavo hijo de una familia de agricultores. Cuando tenía 13 años, Browning perdió a su padre durante un ciclón. También durante su niñez fue cuando contrajo mastoiditis, una infección del oído que, en aquel entonces, era una enfermedad muy grave.

Esta mastoiditis le provocó la pérdida de audición, y agudísimos dolores de cabeza que le acompañarían toda la vida. Esta sordera le obligó a salir del colegio a temprana edad y lo que es peor: para sobrellevar el insorportable dolor, Browning empezó a beber mucho y desde muy joven.

Con 16 años empezó a jugar al béisbol y en 1882 empezó a formar parte de los Louisville Eclipse de su ciudad natal. Desde muy pronto empezó a destacar como un extraordinario bateador. En 1884, y después de que a Browning se le rompiera un bate, Bud Hillerich, el hijo de un empresario dedicado a la fabricación de bates, le invitó a que visitara a su padre y que encargara un bate a medida. A Browning le pareció buena idea y encargó tres. El día que estrenó el primero consiguió tres ‘hits’, lo cual dio origen a que los bateadores encargaran sus bates a medida. Por supuesto, para Hillerich fue un aldabonazo y se convirtió en una de las grandes firmas de fabricación de bates, patentando un bate llamado ‘Louisville Slugger’.

Pese a que se sometió a varias operaciones por su problema de salud, ninguna de ellas lo solucionó. Por eso, su alcoholismo fue ‘in crescendo’, llegando a presentarse borracho a los partidos. En 1889 fue suspendido durante dos meses por este motivo. Pese a todo ello, era uno de los mejores bateadores de la liga. Pero además, era un tipo de lo más excéntrico. Cuidaba a sus bates como si de personas reales se tratara. Les hablaba, les ponía nombre y además, creía que cada bate tenía un número limitado de golpes. Cuando ese número, que sólo él conocía, llegaba, Browning ‘jubilaba’ el bate, conservándolo en casa de su madre. Miraba fijamente al sol porque creía que así fortalecía sus ojos, ejercicio que combinaba con el de sacar la cabeza por la ventanilla cuando viajaba en tren. Además, era un asiduo usuario de servicios de prostitutas.

Browning mantuvo una carrera de éxito hasta su retirada, en 1893. Tras dejar el bateo, fue vendedor de tabaco y puso un bar, pero no le fue nada bien. Su salud siguió en franco deterioro, hasta que en 1905 fue ingresado en un psiquiátrico debido a su profundo alcoholismo. Un par de meses después, falleció. Era el 10 de septiembre de 1905. Su mastoiditis seguía activa. Tenía cáncer, cirrosis, daño cerebral irreversible a causa del alcohol y parálisis. Está enterrado en el cementerio Cave Hill de Louisville.

Pese a que no pertenece al Salón de la Fama del Béisbol, Pete Browning está considerado como uno de los más grandes bateadores del siglo XIX y el pionero en la moda de encargar bates a medida.

Buen fin de semana.

Santuarios del deporte. Citi Field: la otra casa del béisbol en Nueva York

Imagen aérea del Citi Field (WIKIPEDIA).

Imagen aérea del Citi Field (WIKIPEDIA).

Abrimos la semana viajando a a la ciudad de los rascacielos. En su día ya hablamos del estadio de béisbol por excelencia de Nueva York, el Yankee Stadium. Pues bien, hoy lo vamos a hacer de la otra gran instalación, moderna y confortable, destinada al pasatiempo favorito de América: el Citi Field.

Nombre oficial: Citi Field.

Ubicación: 123-01 de la Roosevelt Avenue, Flushing, Queens, Nueva York.

Capacidad: 41.922 espectadores.

Año de inauguración: Abril de 2009.

Propietario: Queens Ballpark Company, LLC (operado por los New York Mets).

Más cosas: Pues en Nueva York, además de los Yankees, tenemos a los NY Mets, sin tanta fama a nivel internacional, pero con mucha afición en la ciudad. Desde los 60, los Mets jugaban en el Shea Stadium, pero ya desde los 90, el equipo empezó a buscar un sustituto. Si recordáis el post de los Yankees, el nuevo estadio se construyó en el solar anejo al viejo. Pues en el caso del estadio de los Mets, lo mismo. De hecho, la renovación de ambas infraestructuras formaban parte del mismo proyecto, ideado por el mítico alcalde neoyorquino Rudy Giuliani, como dos de los grandes legados del final de su mandato.

Las obras comenzaron en julio de 2006 y, tras una inversión de 900 millones de dólares, fue inaugurado en abril de 2009. El estadio es una maravilla de la modernidad y la comodidad, y además tiene algunos detalles importantes, como la llamada Jackie Robinson Rotunda, una plaza central dedicada a Jackie Robinson, primera estrella de raza negra del béisbol y gran estrella de los Brooklyn Dodgers, el origen de los Mets.

Pero el estadio tuvo una polémica añadida. Los derechos del nombre fueron adquiridos el grupo bancario Citigroup, a razón de 20 millones de dólares al año, por 20 temporadas. El problema es que el Citi fue uno de los bancos más azotados por la crisis que empezó a finales de la pasada década y tuvo que ser rescatado. Para muchos, era un sinsentido que un banco intervenido mantuviera un acuerdo de 400 millones de dólares y, además, estaba el componente sentimental: muchos fans exigían que el estadio se llamara como su antecesor: Shea Stadium.

Además de béisbol, el Citi Field acogió tres conciertos de Paul McCartney en julio de 2009. Los Beatles ya habían actuado en los 60 en el Shea Stadium. Además, se han jugado cuatro partidos de fútbol amistosos: Ecuador-Grecia (1-1, 2011), Juventus-América de México (1-0, 2011), Ecuador-Chile (3-0, 2012) y Israel-Honduras (2-0, 2013).

Os dejo con un vídeo sobre el estadio:

Hasta mañana.

Quién fue… Moe Berg, el jugador de béisbol superdotado que fue espía

Moe Berg, en un partido en Fenway Park (FLICKR / Boston Public Library)

Moe Berg, en un partido en Fenway Park (FLICKR / Boston Public Library).

El personaje de hoy no fue un destacado deportista. Me explico. Fue profesional del béisbol durante muchos años, pero no está, desde luego, entre las leyendas de este deporte. Nunca fue ningún fuera de serie. Pero está considerado como el jugador de béisbol más inteligente de la historia. Tal es así que su nombre pasó a la posteridad por esas condiciones suyas, que le hicieron tener una ocupación muy diferente a la del deporte y que le hicieron famoso. Es Moe Berg.

Morris Berg nació el 2 de marzo de 1902 en Harlem, Nueva York. Era el tercer hijo de una pareja de judíos formada por Bernard Berg y Rose Tashker. Cuando Morris, Moe para los amigos, era aún un niño, su familia se trasladó a Newark, en Nueva Jersey, donde su padre empezó a regentar una farmacia. El pequeño Moe empezó a jugar en el equipo de béisbol de la iglesia metodista del vecindario, usando un pseudónimo (Runt Wolfe) para ocultar sus raíces judías.

Berg se matriculó en la Universidad de Nueva York pero en 1919 decidió cambiar y marcharse a la prestigiosa Princeton, donde se graduó cum laude en Lenguas Modernas. Fue en la Universidad donde estudió latín, griego clásico, francés, español, alemán, italiano y sánscrito. Sería el origen de una de las grandes virtudes de Moe Berg, que llegaría a hablar perfectamente doce lenguas diferentes. De hecho, usaba sus aptitudes en el equipo de béisbol de la universidad: él y otro compañero que también estudiaba lenguas clásicas se comunicaban en latín durante los partidos para no revelar sus planes a los contrarios.

Durante un partido entre Yale y Princeton en el Yankee Stadium, Moe Berg realizó un buen partido, que llamó la atención de los ojeadores de los New York Giants (el equipo que ahora es San Francisco Giants) y de los Brooklyn Robins (que luego serían los Brooklyn Dodgers y más tarde, Los Angeles Dodgers). Ambos equipos andaban buscando, además, jugadores judíos, con el fin de atraer a más público de este origen a sus partidos. Aunque los Giants eran mejor equipo, Berg se fue a los Robins, donde tendría más ocasiones de jugar. El 27 de junio de de 1923, Moe Berg firmó su primer contrato profesional, como bateador, con un salario de 5.000 dólares.

Ya tras acabar su primera temporada, Moe Berg dio muestras de ser un tipo especial. Viajó a París cuando acabó la temporada y allí se buscó un piso en el Barrio Latino, cerca de la Sorbona. Empezó a leer periódicos compulsivamente, varios al día, algo que no dejaría de hacer el resto de su vida. Y en vez de irse a hacer la pretemporada, recorrió Italia y Suiza.

Estos hechos hicieron que su equipo lo fuera traspasando a otros clubes menores, como Minneapolis Millers o los Toledo Mud Hens. Llegó incluso a plantearse dejar el béisbol. Pero una buena temporada en otro equipo, los Reading Keystones, le valieron el regreso a las Grandes Ligas, en concreto a los Chicago White Sox. Era 1926. En Chicago llegó su gran cambio, ya que debido a una serie de lesiones de los catchers titulares del equipo (el catcher es el que se pone detrás del bateador rival, el que coge la pelota lanzada por el pitcher), Moe Berg accedió a este puesto, el que marcaría su carrera deportiva. Su debut fue nada menos contra los Yankees de Lou Gehrig y Babe Ruth.

Durante su carrera en Chicago alternó con sus estudios de Derecho en la Universidad de Columbia. Tenía permiso del club para ausentarse de entrenos y para empezar más tarde las temporadas. Su carrera deportiva empezó a perder protagonismo, ya que encontró un empleo en una firma de abogados de Wall Street en invierno (la temporada de béisbol era en verano) y cambió de equipo. Se fue a los Cleveland Indians, donde jugó bastante poco, y luego a los Washington Senators.

Moe Berg, a la derecha, con un rival de los Washington Senators (FLICKR / Boston Public Library).

Moe Berg, a la derecha, con un rival de los Washington Senators (FLICKR / Boston Public Library).

En invierno de 1932, Berg fue seleccionado, junto a otros jugadores, para realizar un viaje a Japón y allí jugar una serie de partidos de exhibición contra equipos locales. Berg llegó a un acuerdo con una productora neoyorquina y además de jugar, rodó una película-documental sobre el viaje. Él era el cámara, el guionista, el director… Un día consiguió separarse del grupo y poniendo como excusa una visita al hijo del embajador americano a un hospital tokiota, llegó al centro sanitario, subió a la azotea (era uno de los edificios más altos de Tokio) y grabó tomas de toda la ciudad. Cuando sus compañeros regresaron a América, Moe Berg decidió quedarse en Asia y viajó por Filipinas, Corea y Rusia.

En 1935 regresó a Estados Unidos y se enroló en los Boston Red Sox, donde se retiraría cinco años después. Berg jugó muy poco, siendo un jugador muy secundario. Fue en esta época en la que empezó a aparecer en el programa radiofónico Information, please!, un espacio de preguntas y respuestas en las que Moe Berg sorprendió a la audiencia con sus vastísimos conocimientos sobre lengua, historia y actualidad.

En 1940, tomó el puesto de entrenador de los Red Sox, pero en diciembre de 1941, Japón atacó Pearl Harbour y Estados Unidos se metió de lleno en la II Guerra Mundial. Moe Berg recibió una oferta de la Oficina del Coordinador de Asuntos Interamericanos, una agencia estatal que le dio pie a la siguiente faceta de su vida: la de espía. En verano de 1942, la película panorámica de Tokio que Moe Berg rodó años antes fue proyectada ante la cúpula militar estadounidense. Esta grabación sería fundamental para la Incursión Dolittle, la primera gran respuesta americana al ataque de Pearl Harbour y que supuso un fuerte golpe propagandístico en la guerra, al ser capaz Estados Unidos de atacar Japón en su terreno.

Fue destinado a Sudamérica y al Caribe para entrenar a las tropas estadouindenses destinadas allí, pero la escasa actividad de la zona le llevó a dejar el puesto y aceptar uno de la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS, de sus siglas en inglés), que no es otra cosa que la actual CIA.

Cromo de Moe Berg de su época de jugador (WIKIPEDIA).

Cromo de Moe Berg de su época de jugador (WIKIPEDIA).

Su primer destino fue Yugoslavia, donde llegó en paracaídas. Su trabajo era ponerse en contacto con las facciones que formaban la resistencia contra los nazis, conocerlos a fondo y reportar informes a sus superiores acerca de quiénes eran los miembros de la resistencia más fiable. En esa misión, Berg se entrevistó, entre otros, con Josip Broz, más conocido como Tito. A finales de 1943, a Berg se le encomendó una tarea más importante: el Proyecto Larson, que consistía en secuestrar a físicos italianos que estuvieran trabajando en el desarrollo de armas nucleares y llevarlos a Estados Unidos, a la vez que investigar sobre los trabajos de la Alemania nazi en esta materia. Se pasó gran parte del año 1944 viendo a científicos europeos para convencerlos de que se trasladaran a América. Uno de sus principales objetivos era el famoso físico alemán Werner Heisenberg (premio Nobel en 1932), del que los americanos sospechaban que estaba detrás del programa nuclear nazi. Moe Berg lo siguió hasta Suiza. Tenía órdenes claras: si, en su opinión, los nazis estaban cerca de la bomba atómica, debía matar a Heisenberg. El veredicto de Berg fue que no, que aún estaban lejos de lograrlo, algo que le salvó la vida al físico, que luego desempeñaría un papel muy importante en materia de ciencia en la Alemania de la posguerra.

Regresó a América en 1945, y se le ofreció la Medalla de la Libertad, galardón que rechazó. Aunque se le ofrecieron puestos en el mundo del béisbol, Moe Berg no tuvo ningún empleo fijo. Acabada la guerra, la CIA lo reclutó para que, gracias a su gran agenda de contactos recabada durante la guerra, colaborara en el programa de espionaje contra la Unión Soviética en material nuclear. Estuvo a sueldo de la CIA hasta 1954, cuando la agencia decidió prescindir de sus servicios, pese a los deseos de Berg.

Moe Berg no tuvo empleo conocido durante el resto de su vida. Cuando alguien le preguntaba, Moe Berg respondía poniéndose un dedo sobre los labios, pese a que en realidad ya no se dedicaba al espionaje. Moe Berg vivió con su hermano Samuel y luego con su hermana Ethel en Nueva Jersey, en una vida muy centrada en sus libros y en sus estudios. Nunca quiso escribir sus memorias, y el 29 de mayo de 1972, tras sufrir una caída en casa, murió en el hospital de Belleville, en Nueva Jersey. Sus últimas palabras fueron «¿Cómo han quedado los Mets hoy?».

Tras su muerte, el Gobierno le ofreció de nuevo y de manera póstuma, la Medalla de la Libertad, que esta vez, sí, fue aceptada por su hermana Ethel. Hoy, de él y su recuerdo, además de unos cuantos libros sobre su vida, queda un cromo de su época de jugador expuesto en la sede central de la CIA.

Que paséis un buen fin de semana.

Quién es… Dave Stevens: si quieres, puedes

Dave Stevens, al bateo (WIKIPEDIA)

Dave Stevens, al bateo (WIKIPEDIA)

El otro día hablábamos de George Eyser, el gimnasta que ganó tres oros con una pata de palo. Una historia de superación, sin duda. Pero creo que la de hoy le supera. El protagonista del artículo de este viernes puede que no sea famoso (de hecho, yo hace poco no sabía quién era). Ni es millonario ni ocupa portadas ni tiene fans que usen su foto como póster. Pero de verdad os digo que gente así es la que de verdad hace grande el deporte. Es Dave Stevens.

Dave Stevens nació en Arizona el 12 de enero de 1966. Nació sin piernas, un efecto de la talidomida que tomó su madre cuando estaba embarazada de él para prevenir las náuseas matutinas.

Dave era un deportista nato. En el instituto, y pese a su discapacidad, practicó lucha, béisbol y fútbol americano. No sólo los practicó, sino que además destacó en todos ellos: durante su época de bachiller, consiguió el récord estatal de derribos en lucha y de boletos (o bases por bolas)  en béisbol, tanto en una temporada como durante su estancia en el instituto.

Dave Stevens, en una imagen reciente (YOUTUBE)

Dave Stevens, en una imagen reciente (YOUTUBE)

Su época universitaria la pasó en el Augsburg College, en Minnesota, donde cursó estudios de periodismo. En la universidad siguó practicando deportes y por si fuera poco, logró entrar en los equipos de béisbol y fútbol de la institución. Se convirtió en la primera y única persona sin piernas en jugar al fútbol y al béisbol a nivel universitario.

Con una altura de poco más de 96 centímetros, Dave Stevens se convirtió en toda una celebridad. Viajó por todo el mundo representando a Estados Unidos en partidos de fútbol. Llegó a entrenar con los Dallas Cowobys (NFL) y con los Cincinnati Reds y los Minnesota Twins de béisbol, además de participar en los stages de verano de otros equipos profesionales. De hecho, en 1996 fue contratado por los Saint Paul Saints, un equipo profesional de béisbol de Minnesota. Y todo, moviéndose con la fuerza de sus brazos.

En 1995 empezó a trabajar en la cadena ESPN y allí sigue. Ha cubierto algunos de los más importantes eventos deportivos de Estados Unidos y cada año, organiza en Florida un torneo de golf para personas sin algún miembro.

Pero además de su trabajo periodístico, Dave Stevens, que tiene tres hijos y vive en Connecticut, también se desempeña como motivador, visitando colegios a lo largo de todo Estados Unidos para enseñarle a los más jóvenes que, como él, si se quiere, se puede.

Os dejo con un reportaje sobre Dave. Os sorprenderá:

Que paséis un buen fin de semana. Volvemos el día de Reyes.

Camisetas para la historia. New York Yankees: el origen policíaco del logo deportivo más famoso del mundo

NY-Yankees-JerseyMás que de una camiseta, el artículo de hoy habla de un logotipo. Digo en el titular que es el logo deportivo más famoso del mundo y creo que no exagero. La N y la Y entrelazadas de los New York Yankees se pueden ver a diario en todo el mundo, en camisetas, gorras, pantalones, sudaderas… Trasciende incluso el mundo del béisbol y del deporte. Y tiene un origen bastante curioso. Vamos a ello.

Los Yankees no nacieron con ese nombre, ni siquiera en Nueva York. Lo hicieron en Baltimore en 1901, con el nombre de Orioles. Este proyecto sólo duró dos años, ya que en 1903, el equipo se movió a Nueva York. Allí adoptaron el nombre de New York Highlanders, debido a que se instalaron en una de las zonas más altas de la ciudad.

Ya desde la llegada a la ciudad de los rascacielos, el equipo adoptó las siglas de la ciudad (NY) en las camisetas, con cada letra a cada uno de los lados del pecho. En 1905, las dos letras se unieron, pero no se entrelazaron.

El logo actual llegó en 1909. El club no lo creó de nuevas, sino que lo tomó prestado de una medalla… policial.

El logo de la N y la Y entrelazadas fue un diseño creado en 1877 por el joyero Louis Tiffany (sí, el de Tiffany’s, la joyería más famosa del mundo). Lo diseñó para una medalla al valor que encargó el Departamento de Policía de Nueva York para entregársela a John McDowell, el primer policía neoyorquino herido por arma de fuego en cumplimiento del deber, cuando frustró un atraco en enero de 1877. La podéis ver en la foto (la NY, justo debajo de la palabra ‘VALOR’).nyyankeeslogo

Se cree que el club eligió este logo porque Bill Devery, uno de los dueños del equipo, había sido oficial del NYPD.

El famoso logo apareció por primera vez en las gorras y en las mangas izquierdas de los uniformes. En 1912, el uniforme, originalmente blanco, se adornó con las finas líneas azul marino que componen, desde entonces el uniforme de casa de los Yankees. Al año siguiente, se hizo oficial el cambio de nombre. Como os decía, a su llegada a Nueva York, el club adoptó el nombre de Highlanders, pero según reza la página web del propio club, debido a la longitud del nombre los periodistas empezaron a llamar al equipo los Yankees (que es más corto y cabe mejor en los titulares… os lo digo por experiencia. A ver de dónde os creéis que han salido Mou, Iker, CR7 y un largo etcétera). Este nombre se hizo oficial en 1913. En 1917, la NY entrelazada desapareció del uniforme de casa (se quedó sólo en las listas azules. Fuera de casa, en la camiseta se lee ‘New York’), hasta que en 1936 volvió para quedarse.

Pese a que el deporte americano es muy innovador, los Yankees son un equipo muy tradicional. Entre otras curiosidades, os diré que los Yankees no llevan el nombre del jugador sobre el dorsal (al contrario que el resto de equipos) y que por ejemplo, está prohibido que los jugadores lleven el pelo largo o vello facial por debajo del labio superior.

Os dejo con un brevísimo resumen del documental oficial de la historia de los Yankees:

Y esto es todo, amigos. Mañana volvemos con una historia que creo que os va a gustar.

Quién fue… Jackie Robinson: rompió una barrera y se hizo inmortal

El tema del racismo, que por desgracia aún sigue vigente, de vez en cuando, ha sido el triste protagonista de muchas historias deportivas. Hoy os voy a hablar de uno de los héroes que consiguió romper una barrera en ese país que se supone que es el paradigma de las libertades pero en el que sólo hace 50 años los negros no se podían sentar en la parte delantera de un autobús. Os presento a Jackie Robinson.

El 31 de enero de 1919 nació en Cairo, Georgia (uno de los estados tradicionalmente confederados) Jack Roosevelt Robinson (su segundo nombre se lo pusieron en honor del presidente estadounidense, que falleció 25 días antes de nacer Jack). Su abuelo, ojo, su abuelo, no era un hombre como todos los demás. Casi no tenía ese estatus, el de ser humano. El abuelo de Jack era esclavo. El caso es que de muy jovencito llegó a California, un lugar avanzado que no obstante no escapaba del racismo imperante en los Estados Unidos. Además, la pobreza en la que vivía su familia le llevó a meterse en una banda callejera, que por suerte para él abandonó. No obstante, sí que dio muestras desde joven de su combatividad antirracista. Fue detenido por insultar a un policía que detuvo a un amigo suyo, también negro.

Consiguió ir a la Universidad de California Los Angeles (UCLA) y allí destacó en atletismo, baloncesto, tenis, fútbol americano y béisbol, si bien el que peor se le daba fue el que precisamente eligiría años después: el béisbol. Y hubiera sido jugador de fútbol americano si no llega a ser por la II Guerra Mundial. Estaba a punto de fichar por un equipo profesional cuando los japoneses bombardearon Pearl Harbour y Jackie se incorporó al Ejército.

Estando destinado en Texas, Robinson protagonizó una escena que se haría muy famosa. Era 1944 y Jackie se disponía a subir a un autobús del Ejército. El conductor le conminó a que se fuera a la última fila, pero el valiente georgiano se negó. Tras el aviso del conductor, la Policía Militar lo detuvo y se inició un proceso contra él, en el que llegaron a acusarle de ir borracho, cosa totalmente falsa. Aunque fue absuelto, el proceso le privó de la posibilidad de entrar en combate.jackie-robinson-2

Tras un breve periodo como entrenador de baloncesto de chicos, Jackie recibió una oferta de un equipo de béisbol de la Negro League, los Kansas City Monarchs (estando en el Ejército, Robinson les había escrito una carta ofreciéndose para jugar con ellos). Para los que no lo sepáis, la Negro League era una competición exclusiva para negros. Los blancos tenían otra.

En 1945, los Boston Red Sox de la Liga blanca le hicieron una prueba a Jackie y a otros jugadores de color. La prueba fue un infierno porque no pararon de recibir insultos racistas. Robinson salió de allí humillado. Años más tarde, los Red Sox serían el último equipo americano en recibir negros en sus filas. Poco más tarde, Branch Rickey, el presidente de los Brooklyn Dodgers, otro equipo de la liga convencional, le hizo una oferta a Robinson, pero le preguntó si sería capaz de aguantar los insultos racistas sin entrar en las provocaciones. «¿Busca usted un jugador negro que tenga miedo de responder?», preguntó Jackie. «No, busco un jugador negro que tenga agallas para no responder«, replicó Rickey, que convenció a Robinson para que fichara por su equipo, con un compromiso por parte del jugador de color de aguantar los insultos con estoicismo.

Robinson fue cedido a los Montreal Royals, pertenecientes a la Liga internacional (una competición menor), convirtiéndose en el primer negro en hacerlo. En un viaje del equipo a Florida, se dio la circunstancia de que Jackie tuvo que dormir en la casa de un político negro local, porque la ley de ese estado no permitía que Robinson compartiera hotel con sus compañeros de equipo. Los pueblos negaban al equipo de Robinson permiso para entrenar en sus campos e incluso se suspendían partidos por parte de las autoridades con tal de no permitir que un negro jugara. Los Royals tuvieron que cancelar incluso una gira por los estados del sur por tener a un afroamericano en sus filas.

Jackie se ganó el cariño de los aficionados de Montreal e ir a verlo se convirtió en una atracción. Hasta que en 1947, el equipo matriz de Robinson, los Brooklyn Dodgers, requirieron sus servicios para jugar en la Liga profesional, en la grande. El 15 de abril de ese año, Jackie Robinson se convirtió en el primer jugador de la época moderna del béisbol en romper la barrera racial de este deporte. No pasaba algo así desde 1880.

Pero en su propio equipo tuvo problemas. Algunos jugadores de los Dodgers se negaron a sentarse junto a él y por supuesto, a jugar con él. El entrenador, Leo Durocher, atajó la rebelión: «No me importa si este tío es amarillo o negro o si tiene rayas como una puta cebra. Soy el entrenador de este equipo y digo que él juega. Es más, os digo que nos va a hacer a todos ricos. Y si alguno de vosotros no sabe usar el dinero, veré como serán traspasados».

Hubo problemas por la presencia de Jackie en la Liga. Los Saint Louis Cardinals amenazaron con una huelga por la presencia de Robinson, aunque no la llevaron a cabo por que la Liga los amenazó con suspenderlos. Aún así, Robinson recibió algún golpe que otro durante el partido. Ante los Philadelphia Phillies, Robinson tuvo que aguantar cómo desde el banquillo contrario le insultaban y le decían que se fuera a recoger algodón. En otro encuentro en Cincinnati, mientras el público insultaba a Jackie, su compañero Pee Wee Reese se puso a su lado y rodeó con su brazo al afroamericano. Este Reese dijo en una ocasión: «Puedes odiar a un hombre por varias razones, pero el color de su piel no es una de ellas«. Robinson recibía humillaciones a donde fuera. Contrincantes que escupían a sus zapatillas, lanzadores que tiraban a darle en la cara, aficionados que lanzaban gatos negros al campo… Pero no todo eran malas experiencias. El veterano jugador judío Hank Greenberg, que llevaba toda su vida recibiendo insultos, se acercó a él en un partido entre los Dodgers y los Pittsburgh Pirates (el equipo de Greenberg) y, al oído, le dio palabras de ánimo: «La mejor manera de combatir los insultos de los rivales es batirles en el campo«.jackie-robinson-3

Su fama fue creciendo y lo que es mejor, consiguió que cada vez más negros dieran el salto a la Liga profesional. Le dedicaron canciones y portadas de cómics, mientras él seguía recibiendo insultos y amenazas de muerte. Sin abandonar los Dodgers, se retiró del béisbol en 1956.

Cuando se retiró se le diagnosticó diabetes. No obstante, Robinson siguió con su lucha contra el racismo. Creó un banco para ayudar a negros y una constructora para edificar casas para gente desfavorecida. Hasta Martin Luther King lo alabó. Por los problemas de droga de uno de sus hijos también se embarcó en la lucha contra la drogadicción. Pero casi no le dio tiempo, porque apenas un año después del fallecimiento de su hijo, el 24 de octubre de 1972, Jackie Robinson murió en Connecticut víctima de un ataque al corazón provocado por una diabetes que ya le había dejado ciego. Tenía 53 años. 2.500 personas acudieron a su funeral, presidido por el reverendo Jesse Jackson.

Tras su muerte, su viuda creó la Jackie Robinson Foundation, dedicada a ayudar a jóvenes desfavorecidos a tener unos estudios.

En 1997, año en el que se cumplió el 50 aniversario de su debut en la Liga profesional, fue retirado el dorsal que siempre llevó Robinson, el 42, de todos los equipos americanos. Sólo el panameño de los Yankees Mariano Rivera lo lleva aún, porque ya era suyo cuando se retiró el dorsal. Cuando Rivera deje el béisbol, nadie más llevará nunca el número de un hombre que tuvo las agallas de enfrentarse a todo una nación para que no le discriminasen por su color de piel y que, a buen seguro, hubiera llorado de emoción al ver a otro afroamericano como presidente de ese país.

Os dejo con un breve documental (en inglés) sobre su carrera:

Buen fin de semana.