Casi enteros Casi enteros

Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

Entradas etiquetadas como ‘carat’

Fuertes recortes de empleo a pesar de aumentar beneficios

Leo en la revista Anuncios del pasado viernes

Aegis eliminará 780 puestos de trabajo

El grupo Aegis ha anunciado que eliminará 780 puestos de trabajo en 40 países, lo que supone el 5% de su plantilla actual. La medida se ha explicado por la necesidad de reducir costes debido a las condiciones del mercado. Al mismo tiempo, Aegis ha informado de que en 2008 sus beneficios antes de impuestos fueron de 166,8 millones de libras, lo que supone un incremento del 25,7%. Los ingresos se situaron en 1.342 millones, tras un crecmiento del 21,3%.

Aegis es uno de los grupos publicitarios más importantes del mundo. Está especializado en medios y en investigación.

Carat, entre las agencias de medios y Synovate entre las empresas de investigación ocupan lugares punteros en sus clasificaciones.

También en España.

Ahora están viviendo un momento complicado, que posiblemente acabará en algún tipo de acuerdo con el grupo Havas, otro de los grandes, con el que comparten el mayor accionista, Vincent Bolloré.

Si se produjera una fusión, en España serían un líder muy destacado.

Media Planning y Carat han ocupado durante mucho tiempo los dos primeros lugares y aunque ya no sea así, Carat ha sido superada por Optimedia, la suma de las dos es mucha suma.

Pero no es de eso de lo que quería hablar.

Ya sé que no es un escándalo tan grande como el de los bonus a los directivos de AIG, pero ¿no es también un signo del dominio de la ambición y del fracaso de un cierto capìtalismo?

¿Cómo se entiende que con un crecimiento espectacular de los ingresos y de los beneficios una empresa vaya a prescindir de 780 de los empleados gracias a los cuales ha conseguido esos beneficios?

Sin duda las cuentas quedarán más nítidas, pero ¿merece la pena el coste?

En este caso es Aegis, pero antes fue Microsoft, o Google, o…

Y mañana puede ser cualquier otra…tu empresa, la mía…mientras la cotización en Bolsa mande sobre cualquier otra consideración. Y mientras la Bolsa premie los despidos con subidas.

Tiempo de contradicciones

Ayer ya no se publicó el diario Metro. Más de ochenta personas, sólo en la redacción, se quedaron sin trabajo. Las víctimas indirectas son muchas más.

Eso sin irnos al tópico de ese trocito de libertad de expresión que todos perdemos cuando cierra un medio de comunicación.

Hoy veo que el Gobierno reduce este año la publicidad un 19%. Un palo más para los medios y para las agencias, que no vivimos precisamente los mejores momentos.

Todo eso en la misma semana en la que se nos incita a consumir más para reanimar la economía, o incluso a consumir más productos españoles. Algo que suena a proteccionismo y autarquía si no se añaden condiciones.

Los bancos, al menos los grandes bancos españoles han publicado esta semana sus resultados de 2008, el año en que estalló la crisis. Son unas cifras que pueden calificarse como obscenas. Pero eso no impide que se estén produciendo grandes restricciones en los créditos.

El nuevo Presidente de Estados Unidos ha denunciado que ejcutivos de alguno de los bancos que han hundido el sistema estén cobrando ahora bonus millonarios, que podrían alimentarse con las ayudas estatales.

Aquí en Europa un directivo del Banco Popular denunciaba ayer que algún banco extranjero que ha recibido ayudas en su país para mantenerse a flote, esté realizando en España ofertas fuera de mercado.

La semana pasada dos de las empresas punteras en el mundo digital (Google y Microsoft) anunciaron despidos masivos, pese a seguir siendo muy rentables, ante una ligera caída en los beneficios esperados.

Ayer se publicó también la cifra de inflación, la más baja en cuarenta años. Esto que, en cualquier otro momento, habría sido una magnífica noticia, enciende ahora todas las señales de alarma. ¿Vendrá la deflación?

Vuelvo al principio: reducir la publicidad institucional (no la publicidad de autobombo de los gobernantes) es otra más de las medidas demagógicas y contradictorias que vamos a seguir escuchando en estos tiempos de máxima confusión.

Ya cerró Metro, pero todos los grandes grupos de medios (Vocento, Prisa, Zeta…) están atravesando dificultades. Lo mismo ocurre entre las agencias de medios: Carat, Iceberg, Media Planning… han despedido empleados en las últimas semanas.

Si queremos salir de esta no hay que reducir impuestos, no hay que reducir gasto público. Lo que hay que hacer es emplearlo bien, en actividades que generen o mantengan puestos de trabajo.

El sector de la comunicación tiene un gran valor añadido y merece la pena invertir en él.

La tele de Sarkozy

Lo confieso: soy partidario de la televisión pública. De una buena televisión pública, con programación de calidad. De una televisión pública con una audiencia importante.

Nada de eso tiene que ver con la forma de financiación que, en nuestro país, ha estado siempre en el centro de la polémica.

Cuando a finales de los años ochenta se dio entrada a la televisión privada parece que nadie pensó en cómo se iba a financiar la televisión pública. O cada uno pensó lo que más le convenía en aquel momento: el legislador, que el mercado publicitario crecería lo suficiente para mantener a todos; los aspirantes a los nuevos canales, que una vez conseguida la concesión, ya se encargarían de protestar.

Y eso es lo que han hecho siempre desde UTECA, la Asociación que las agrupa: protestar con el discurso de la doble financiación. Como si cuando accedieron al mercado no se hubieran enterado de que la televisión pública se financiaba con publicidad. Como si los primeros años de su presencia en el mercado no se hubieran dedicado a tirar los precios y reducir el tamaño del mercado, para correr más y llegar antes a sus objetivos.

Pero eso es tiempo pasado. Y como decía al principio la forma de financiación no tiene mucho que ver con la calidad del producto público. Siempre se ha puesto como ejemplo de calidad de una televisión a la británica BBC, pública y financiada sin publicidad. Claro que introducir el canon a estas alturas en España no parece muy realista.

Francia es distinta. Allí cuando quisieron poner en marcha la televisión privada privatizaron TF1, la cadena pública de mayor audiencia.

TF1 es ahora una cadena del grupo Bouygues, un amigo del nuevo presidente Sarkozy.

Sarkozy

Un presidente muy relacionado con el mercado de medios: sus cruceros, sus viajes de placer, los hace con el apoyo de Vincent Bolloré que tiene una presencia accionarial importante en dos grupos publicitarios tan potentes como Aegis (que en España tiene Carat, entre otras agencias de medios) y Havas (dueña de Media Planning, la principal agencia de medios española). Dos actores clave de nuestro mercado.

Bueno, pues Sarkozy ha propuesto una televisión pública sin publicidad, financiada por impuestos que pagarían las operadoras de telecomunicaciones (¿por qué?) y “una parte de los ingresos adicionales” que consiguieran las televisiones privadas.

La idea suena bien, pero tiene un componente peligroso. Si el mercado no crece con la medida tendrían que ser todos los ingresos adicionales los que financiaran la televisión pública (o tendría que ser una televisión pública mucho menor). Pero aún más ¿no caerían las cadenas privadas en la tentación de vender un poquito peor? Si total los ingresos adicionales se van a ir a la competencia.

En cualquier caso hay que reconocer la habilidad de Sarkozy para introducir elementos nuevos e interesantes en el discurso político.