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Consejos sobre Lactancia Materna: los primeros días

Seguimos con la recién estrenada sección, esta vez hablamos de los primeros días tras el parto y su relación con lactancia materna : un tabú para muchas madres y un mundo muy desconocido para otras. Después de este post esperamos que ya no lo sea tanto. Empecemos por el principio.

Tras el nacimiento: el «piel con piel»

La práctica del «piel con piel» supone la no separación de madre-hijo en el momento inmediato tras el nacimiento, directamente cuerpo con cuerpo, y mantenido durante al menos 60 minutos. Para ello deberán ser retrasadas prácticas tan habituales como la toma del peso, el secado y otras que se realizarán en las siguientes horas de vida del bebé. Se sabe que esto ayuda al recién nacido a estabilizar mejor sus parámetros fisiológicos (respiración, frecuencia cardíaca, temperatura) y además es un factor de buen pronóstico para el inicio y el establecimiento de la lactancia materna. La gran mayoría de los recién nacidos serán capaces de realizar un enganche espontáneo para la realizar su primera toma de calostro (la leche materna de los primeros días).

Siempre que no exista contraindicación e independientemente del tipo de parto debe realizarse según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (Link)

El calostro: No se si será suficiente leche para mi Bebé

A menudo nos encontramos con madres que tienen dudas sobre si el escaso volumen de este líquido amarillo y espeso será suficiente alimento para cumplir las necesidades nutricionales de su bebé. La realidad es que sí: los recién nacidos no precisan de volúmenes mayores de 5-7 ml por toma (correspondiente a una cucharita de postre)en el primer día de vida. Además el calostro tiene una composición nutricional rica en grasas, proteínas y azúcares, y lo más importante en componentes inmunológicos que protegerán el intestino del bebé frente a los agentes infecciosos o las alergias (en ocasiones la llamamos la «primera vacuna»).

Dado que el volumen es pequeño la frecuencia de las tomas debe ser elevada para asegurar una adecuada ingesta. Se recomienda no realizar menos de 8-10 tomas al día. Es normal que tras las primeras horas de vida en las que el recién nacido se encuentra muy activo entre en un periodo de «bello durmiente» en el que será muy complicado despertarlo para comer. Tranquilos que después pedirán sin parar.

La pérdida de peso de los primeros días es necesaria pero debe ser controlada por los profesionales para que no sea excesiva.

Las grietas o enrojecimiento de los pezones así como el dolor durante la toma no son normales y se producen por una inadecuada técnica de enganche. A ser posible cuando existen estos problemas el enganche debería ser evaluado por un profesional con formación en lactancia o consejer@ en lactancia materna, para solventar las dificultades existentes y asegurar una continuación de la lactancia.

No dudes en que este será el mejor alimento del recién nacido en sus primeros días.

La subida de la leche

O bajada como dicen en algunos países. Este es el momento en el que la leche inmadura («calostro») pasa a ser madura, es decir se vuelve de color blanquecino y aumenta considerablemente en volumen para quedarse en esta forma tanto tiempo como dure la lactancia.

Los cambios en el pecho se vuelven evidentes: aumentan en tamaño (todavía más), temperatura y si la técnica de extracción del bebé no es adecuada podrían aparecer problemas como la ingurgitación o la obstrucción mamaria (normalmente veremos zonas del pecho enrojecidas, duras o doloridas).

El momento de la subida de la leche suele ser al 3º-4º día tras el parto en mujeres que han dado a luz por primera vez y en torno al 2º día para aquellas que ya han dado el pecho previamente. Factores como parto por cesárea o separación madre-hijo entre otros pueden retrasar este momento.

Es de suma importancia que la técnica de enganche sea adecuada (como ya hemos recalcado en el párrafo anterior) para que la transición a este momento sea lo más adecuada posible. Si tienes problemas con el enganche no dudes en consultar ya que los recién nacidos que no se «enganchan adecuadamente» además de producir grietas y dolor en la madre, no extraen la cantidad de leche materna que realmente necesitan y por ello serán niños que hacen tomas continuas al pecho, lloran si los separas y no ganarán peso de forma adecuada.

La lactancia materna durante el primer mes de vida

Pasados los primeros días, si no existen problemas con el enganche, pronto veréis como el recién nacido mojará un mínimo de 6 pañales al día con pis claro y hará deposiciones amarillentas, líquidas y con grumos. Empezará a regular las tomas siendo siempre más frecuentes durante la tarde y la noche con espacios de sueño profundo entre tomas, siendo muy importante realizarlas a demanda.

Será el pediatra durante este mes el que valore la ganancia de peso así como el estado de hidratación y nutrición del recién nacido.


En resumen y como veis el camino inicial es largo pero con la ayuda y el conocimiento suficiente no será complicado llegar. Recalcar que durante el inicio de la lactancia materna el dolor y la grietas NO son normales y que pedir ayuda a tiempo mejorará el éxito de vuestra lactancia.

Consejos sobre Lactancia Materna: extracción y almacenaje

Iniciamos nueva sección dedicada a nuestra gran amiga que hemos titulado: Consejos sobre Lactancia Materna. Como ya habréis leído en muchos post de este blog, la lactancia materna está recomendada por la Organización Mundial de la Salud hasta los 6 meses de forma exclusiva y hasta los 2 años o más de forma complementaria, siempre que el bebé y la mamá quieran.

A través de diferentes capítulos iremos repasando conceptos básicos y muy útiles para todas aquellas madres que hayan decidido dar el pecho a su hijos. Dedicamos este primer post a los métodos de extracción y almacenaje de la leche materna.

¿Es necesario tener un sacaleches desde el inicio de la lactancia materna?

Durante los primeros días de vida del recién nacido será muy importante tanto el adecuado enganche al pecho como la frecuencia de las tomas. En la medida de lo posible debe haber sido supervisado por un profesional antes del alta para asegurar que el inicio de lactancia es óptima.

Para que se establezca una adecuada producción de leche materna es necesario respetar la demanda del niño, es decir ofrecer al bebé tantas tomas como quiera y durante el tiempo que requiera, con un mínimo recomendado de 8-10 tomas al día.

El empleo del sacaleches durante estos primeros días puede dar lugar a una estimulación por encima de las necesidades del niño que, en el caso de no ser estaría puede dar lugar a complicaciones mamarias como la mastitis. Por tanto, no debemos recomendar el uso del sacaleches en los primeros días e incluso hasta el primer mes.

En ocasiones cuando existen problemas en la alimentación bien sea por inadecuada técnica de enganche (con la consiguiente inadecuada producción de leche materna) , bajo peso del recién nacido o excesiva pérdida, separación madre-hijo, etc. , será necesaria la utilización del sacaleches con el objetivo de aumentar la producción o mantener la existente y poder retomar posteriormente la lactancia materna exclusiva.

En el caso de separación madre-hijo en los primeros momentos tras el nacimiento, puede resultar útil la estimulación con extracción del calostro tan pronto como sea posible: se recomienda no demorarla más allá de las primeras 6 horas tras el nacimiento, ya que se ha demostrado que se correlaciona con una buena producción de leche posterior.

Pasado el primer mes e instaurada la lactancia materna la necesidad de un sacaleches y su uso habitual debe ser valorado por la madre teniendo en cuenta el modelo de vida de cada familia.

Diferentes métodos de extracción

La extracción de leche materna puede ser tanto manual (con sacaleches o directamente con las manos) o bien eléctrica con sacaleches de una o dos copas extractoras:

  • La extracción manual sin sacaleches será la más útil para el calostro de los primeros días en el caso de necesitarlo.
  • Cuando el volumen de leche a extraer es mayor o se utiliza de forma rutinaria (por ejemplo durante la jornada laboral una vez la madre está incorporada al trabajo) se puede optar por el sacaleches manual o eléctrico. Éste último será siempre más eficaz y rápido. Se recomienda un tiempo de extracción no menor a 10-15 minutos o bien hasta que la salida de la leche sea de tan solo gotas. Existen extractores de dos copas que ahorrarán mucho tiempo además de ser más eficaz ya que se estimulan los dos pechos a la vez. Es muy importante elegir un tamaño adecuado de copa que evite el roce del pezón con el plástico y utilizar siempre una presión de extracción que sea cómoda para la madre (no debe producir dolor).

Cómo guardar la leche extraída

Una vez extraída la leche materna puede utilizarse para el consumo inmediato o almacenarse para ser utilizada en los siguientes días o incluso meses. Dependiendo del tiempo que vaya a ser guardada la leche deberemos emplear unos medios de conservación u otros.

Según el Comité de Lactancia Materna de la Asociación Española de Pediatría, los tiempos de conservación y congelación de la leche materna son los siguientes dependerán si la leche es calostro o madura. En el caso el calostro puede converse a temperatura ambiente (27-32ºC) unas 12 horas. En la siguiente tabla tiene los tiempos para la leche madura.

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La leche almacenada debe estar guardada en recipientes específicos para el consumo de alimentos infantiles (libres de bisfenol) y rotulada con el día de extracción. La leche extraída en un mismo día puede guardarse en un mismo recipiente pero siempre mezclada cuando esté a la misma temperatura (por ejemplo guardaremos en la nevera las extracciones de un mismo día y cuando estén todas frías podrán juntarse en un mismo recipiente para ser congelado). Es preferible almacenar en varios botes que en uno muy grande, ya que esto permitirá luego descongelar el volumen de leche que necesites.

Utilización de la leche materna extraída: métodos de alimentación con leche materna sin ofrecer el pecho

La leche materna puede calentarse o bien ofrecerse a temperatura ambiente: se recomienda no sobrecalentar por el riesgo de quemaduras, por lo que la temperatura debe comprobarse SIEMPRE antes de ofrecer la leche al bebé. Si ésta se había congelado o enfriado en la nevera lo más útil será calentarla con agua corriente caliente bajo el grifo, al baño maría o bien en el microondas. El uso de este último siempre es controvertido y en general no debe utilizarse rutinariamente. Tenéis que tener en cuenta que el proceso de sobrecalentamiento es más alto que con los otros métodos lo que puede provocar que la leche materna pierda propiedades. En cualquier caso, debe agitarse bien antes de ofrecerla para repartir bien el calor.

Muchos niños rechazan el consumo de leche materna en biberones con tetina (sobretodo por encima de los 3-4 meses de edad) pero aceptarán bien el uso de cuchara o vasito por lo que siempre será posible mantener la lactancia exclusiva aunque la madre inicie el trabajo. Solo habrá que averiguar cuál es la forma favorita de tomar leche para vuestro bebé.

Como hemos dicho antes, es preferible que la leche sea congelada en botes pequeños que en uno muy grande. Esto garantiza que no vas a desperdiciar leche en el caso de que tu hijo, en una toma concreta no la quiera.


Por último, es importante  conocer que la leche materna va a perder cualidades tanto inmunológicas como biológicas tras el proceso de extracción-enfriamiento-congelación-calentamiento pero siempre será mejor la leche materna extraída que ofrecer una fórmula infantil artificial.

Consejos sobre Lactancia Materna: ¿Cómo reconozco si mi bebé quiere comer?

Antiguamente la lactancia materna se realizaba equivocadamente con unos horarios impuestos, es decir, cada cierto tiempo con un intervalo fijo. Sin embargo, se sabe ya desde hace años que los lactantes deben comer «a demanda», marcando ellos el ritmo de cuánto comer y con qué frecuencia.

Al igual que los niños mayores o los adultos, los bebés no tienen el mismo hambre en cada momento del día por lo que no debemos forzarles a comer llegada una hora concreta ni dejarles pasar hambre en caso de que nos reclamen una toma antes de lo que esperábamos.

Una duda frecuente de las mamás es cómo reconocer cuándo deben dar el pecho a sus hijos. En el post de hoy, dentro de nuestras sección Consejos sorbe Lactancia Materna, te explicamos cuales son las conductas habituales de un niño que ponen de manifiesto la proximidad de una toma.

Niño tranquilo, mamá tranquila

Si tu hijo esta plácidamente dormido no es necesario despertarle para darle el pecho.

Los instintos naturales de la raza humana ponen en alerta a las personas que necesitan comer y los lactantes no son diferentes. Por ello, puedes quedarte tranquila y aprovechar para descansar ya que si tu bebé sigue dormido es un signo inequívoco de que no tiene hambre. A medida que el niño se va haciendo más mayor, en ocasiones, no se dormirá entre toma y toma, sin embargo, las señales que a continuación te explicamos no varían mucho de un lactante pequeño a uno mayor.

Tengo hambre, el bebé se empieza a despertar

Cuando un bebé tiene hambre inicia unas conductas que se conocen como señales tempranas que nos tienen que poner en alerta. En general el niño se despierta y mueve las extremidades, abre la boca y girará la cabeza hacia los lados (reflejo de búsqueda). Si detectamos estos signos debemos ofrecerle pecho.

Tengo mucha hambre, señales intermedias

En caso de que el tiempo pase y no demos de comer al bebé, las señales aumentaran en intensidad. El niño se estirará, presentará movimientos de todo el cuerpo y se llevará las manos a la boca. Todavía estamos a tiempo de ofrecerle el pecho y hacer una toma.

Que alguien me haga caso!!, señales tardías

Finalmente, el bebé llora, se agita con intensidad y se pone colorado o congestionado. Debemos evitar llegar a este punto ya que estaremos llegando tarde. En caso de que esto ocurra tranquilizaremos al niño (cogerle en brazos, hablarle…) y después de ello ofreceremos la toma.

Y si mi hijo toma biberón, ¿tengo que hacer lo mismo?

Aunque esta sección esta destinada a Consejos sobre Lactancia Materna, es importante resaltar no hay diferencia entre la lactancia artificial y la materna. Los niños tienen el mismo hambre aunque coman biberón y las señales serán las mismas, por lo que el biberón también lo deberemos dar a demanda (tanto la cantidad como la frecuencia).

En la siguiente foto podéis ver una representación gráfica de las señales que os acabamos de contar.


En nuestro blog os hemos hablado en más de una ocasión de otro blog de una amiga pediatra que se llama Ademanda.org. Si estáis interesados en temas como el que hemos tratado hoy no dudéis en consultarlo: consejos prácticos de alimentación infantil y pediatría con mucho sentido común.

Consejos sobre Lactancia Materna: ¿Qué medicinas puedo tomar si estoy dando el pecho?

Una pregunta frecuente que nos hacen las madres es si pueden tomar esta o aquella medicina mientras le dan el pecho a su hijo.

En general solemos ser los pediatras los que resolvemos las dudas de estas mamás sobre si es seguro o no tomar determinado fármaco. Esto se debe a que solemos ser nosotros los que estamos en contacto con estas madres y nos encargarnos de resolver las dudas que tienen sobre la lactancia materna.

En internet existen herramientas útiles que nos simplifican el tener que buscar en libros o manuales. En España los pediatras usamos frecuentemente la web www.e-lactancia.org.

Esta página empezó a funcionar en 2002 y desde entonces han indexado más de 23.000 fármacos. Actualmente se mantiene gracias a la fundación APILAM (Asociación para la promoción e investigación científica y cultural de la lactancia materna), que se fundó para aunar a los profesionales que fundaron la página. Las indicaciones están realizadas por pediatras y farmacéuticos acreditados. Es de libre consulta tanto para profesionales sanitarios como para pacientes o madres y complementa la información que pueda darte tu pediatra.

En ella podemos buscar tanto medicinas como otros productos farmacéuticos y se nos indicará con un código de colores si estamos ante riesgo muy bajo, bajo probable, alto probable o muy alto.

Todas las medicinas catalogadas como “Riesgo muy bajo” son compatibles y  seguras durante la lactancia y para el lactante.

Las medicinas con otros riesgos no deberían tomarse sin supervisión médica ya que pueden afectar tanto a la lactancia como al bebé.

Os animamos a consultarla y a acudir a vuestro pediatra en caso de duda.