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Cuidados de la piel en los niños

Con la llegada de un bebé a casa nos planteamos si necesitaremos cremas y otros productos para el cuidado de la piel. La farmacia está llena de estos productos pero ¿cuántos y cuáles realmente necesitamos? Como algunos lectores ya nos lo habéis pedido hemos escrito un post abordado las dudas más frecuentes, esperamos que os sea útil.

Cuál es el tipo de piel de mi bebé

Es evidente que no todos los niños van a tener las mismas necesidades de cuidado. Hay pieles con tendencia grasa y otras a estar secas, aunque lo más frecuente es que sean  suaves y no requerirán ningún cuidado especial. La piel además podrá variar sus características a lo largo de los meses y el desarrollo del niño. En caso de que notes alguna alteración lo mejor es que consultes con tu pediatra para que evalúe cuál es la mejor solución.

Lesiones más frecuentes

A continuación os contamos los problemas más habituales que pueden aparecer en al piel de los niños para que los tengáis en cuenta.

Eritema tóxico del recién nacido

Se trata de la aparición de ampollas o pequeñas heridas en cualquier parte de la piel del recién nacido (excepto en palmas y plantas). Suelen aparecer entre las 24-48 horas posteriores al nacimiento, ocurriendo entre el 30-70% de los recién nacidos sanos. Aunque se desconoce su causa exacta se postula un origen inmunológico propio de la inmadurez del recién nacido. No precisa tratamiento y suele desaparecer de forma espontánea en torno a la semana de vida. En estas fotos podéis observar las típicas lesiones del eritema de aspecto rojo y un poco sobre elevado.

Sudamina

Ocurre como consecuencia de la obstrucción de las glándulas sudoríparas (donde se produce el sudor) dando lugar aampollas blanquecinas minúsculas en el recién nacido y más rojizas en los bebés más mayores. Igualmente que en el eritema tóxico, se produce por inmadurez para la regulación de la secreción de sudor. Las blancas suelen aparecer en la cara y cuero cabelludo y las rojizas en el tronco. Son más frecuentes en verano pero no exclusivas de este tiempo, se rompen fácilmente y pueden dar lugar a picor. No precisan tratamiento aunque si el niño está incómodo los baños de agua tibia pueden ser útiles. En la primera foto podéis ver ese el aspecto de las lesiones una vez que se han roto las ampollitas y en la segunda las propias ampollitas que contienen el sudor.

Dermatitis atópica

Se trata de la enfermedad crónica de la piel más frecuente en la infancia y por ello el caballo de batalla de muchos pediatras, dermatólogos y por supuesto de los padres. La dermatitis atópica se caracteriza por una piel seca que tiende a la aparición de eccemas (piel costrosa o con aspecto de sequedad, a veces más húmeda y de aspecto rojo y brillante) en diferentes partes del cuerpo. Suelen aparecer en la cara y en las mejillas en niños pequeños pero también en la parte superior del tronco, brazos y muslos en niños mayores. Puede picar intensamente y ser motivo de irritabilidad en los bebés. Con el tiempo, las lesiones se localizan típicamente en las zonas de flexión de brazos y piernas (normalmente a partir de los 2 años de edad). En las siguientes imágenes podéis ver los típicos eccemas de la dermatitis atómica en niños pequeños.

El frío, el clima seco, factores hormonales o en ocasiones alergias alimentarias (sobretodo el niños pequeños: leche, huevo) pueden empeorar las lesiones. No existe un tratamiento curativo para la enfermedad aunque el tratamiento sintomático y de mantenimiento puede mejorar el control de las lesiones:

  • Medidas generales: suelen emplearse para mantener la piel lo mejor hidratada que podamos. Utilizaremos baños con productos específicos e hidratación con productos emolientes a base de avena o aceites vegetales, en general específicos para el cuidado de las pieles atópicas (vuestro pediatra puede recomendaros alguno en concreto). El baño debe ser corto y con agua no demasiado caliente, y la frecuencia debe ajustarse a los síntomas que presente el niño (unos 2-3 baños a la semana, más o menos frecuente según lo tolere el niño). El secado de la piel debe hacerse sin frotar. Cuidado con el exceso de hidratación en la parte que haya eccemas ya que a veces empeora el picor.
  • Tratamiento tópico de los eccemas: El más conocido y utilizado por su eficacia y facilidad de aplicación son los corticoides tópicos en ciclos de pocos días siempre bajo la indicación del pediatra y/o dermatólogo. Las lesiones suelen desaparecer por completo aunque en ocasiones al finalizar el tratamiento pueden reaparecer. Ante la presencia de casos severos o complicaciones puede ser necesario el uso de corticoides orales, antibióticos o inmunoterapia. Pero esto ya será decisión y manejo específico por parte de dermatología.
  • El prurito o picor severo puede tratarse con antihistamínicos orales.

Dermatitis seborreica infantil

Consiste en la aparición de enrojecimiento y descamación de la cara y cuero cabelludo que se inicia en torno a los 15 días-1 mes de vida y que suele desaparecer de forma espontánea alrededor de los 3 meses. La costra láctea sería la forma más benigna de esta enfermedad cuando no aparece en otras localizaciones más que en la cabeza. Para algunos niños puede suponer el inicio de una dermatitis atópica. No es especialmente pruriginosa y por su curso leve y autolimitado tampoco precisa de tratamiento agresivo. Ocasionalmente se podrán utilizar cremas con corticoides de baja potencia si vuestro pediatra así lo considera. Como podéis observar en las fotos el aspecto es como escamoso.

Dermatitis del pañal

Se trata del enrojecimiento brillante de la zona del pañal causada por irritación de la orina y las heces en contacto con la piel. Puede aparece típicamente en torno al mes de vida aunque es más llamativo entre los 3 y 6 meses de edad. Elmejor tratamiento es la prevención usando pañales de alta absorción y cambiándolos de forma muy frecuente. Es preferible el lavado con agua y jabón tibia tras el cambio de pañal con una esponja (no es preciso bañar al bebé) al uso de toallitas limpiadoras, ya que éstas son de por sí irritantes y pueden llegar a empeorar las lesiones. Las cremas tipo barrera a base de zinc o pastas al agua no son imprescindibles para prevenir su aparición por lo que pueden reservarse para cuando empiecen a salir las lesiones. En ocasiones pueden aparecen complicaciones o empeoramiento bien por diarrea, uso de antibióticos o sonbreinfección por hongos, por lo que el pediatra valorará la necesidad de añadir otros tratamientos tópicos. Lo más frecuente es que se localicen en las regiones más expuestas a heces y orina como en la primera fotografía. La segunda corresponde a una dermatitis del pañal sobreinfectada por hongos (candidiasis del pañal).

Entonces, ¿qué productos debo tener preparados en casa?

Como veréis una piel sana no requiere ningún crema en concreto. Como consejo general os recomendamos un jabón neutro sin irritantes para piel sana, una crema o aceite hidratante ( aunque no es imprescindible) y una crema para la zona del pañal tipo pasta al agua para aplicarla pronto en caso de que comience con lesiones en el área del pañal.

¡Atención, el buen tiempo ya está aquí! Protege a tu hijo y ponle crema solar

Y para finalizar recordaros que según las recomendaciones de la Asociaciones Americana de Pediatría (link) y la Asociación Española de Pediatría (link) los niños por debajo de 6 meses no deben recibir la luz del sol de forma directa (ni siquiera a través de una ventana). A partir de esa edad lo harán siempre bajo fotoprotección con cremas y ropa específica para ello (ropa, gafas y gorros). En el caso de que no sea posible evitar la exposición al sol de los niños más pequeños se podrán aplicar cremas con protección solar en las zonas concretas expuestas.


El copyright de las imágenes del eritema tóxico, la sudamina, la tercera y cuarta imagen de la dermatitis atópica y la segunda imagen del eritema del pañal así como la segunda imagen de la dermatitis seborreica pertenece a DermNet bajo un licencia CC BY-NC-ND 3.0. El copyright de las dos primeras imágenes de dermatitis atópica pertenece a  Wikimedia Commons bajo una licencia CC BY-SA 3.0El copyright de la imagen de costra láctea pertenece a EnFamilia bajo una licencia CC BY-NC-SA 3.0 ES.

Sospechosos habituales: la gripe

Todos los años, entre finales de diciembre y primeros de enero, comienza la temida epidemia de gripe estacional en el hemisferio norte. Durante unas 6 semanas, muchas personas, tanto niños como adultos, sufren esta enfermedad vírica que pone en jaque el aguante de padres, pediatras y médicos de adultos, convirtiéndose en uno de esos Sospechosos Habituales de las consultas en esta época del año.

Pese a que no es una enfermedad exclusiva de niños, la gripe es muy frecuente en la edad pediátrica, siendo ellos los que inicialmente padecen la enfermedad y luego se la trasmiten a los adultos, motivo por el que es importante repasar las claves de esta infección.

¿Quién provoca la gripe?

Esta infección está provocada por el virus Influenzae. Existen varios tipos de este virus, pero solo los del grupo A y B son capaces de provocar epidemias en humanos.

¿Quién padece la gripe?

Esta infección puede ser contraída por cualquier persona susceptible, tanto niños como adultos, aunque en general los individuos que más se contagian son más pequeños de la clase. Sin embargo, los niños menores de un año y los ancianos tiene más riesgo de hospitalización y complicaciones. Al final de una epidemia suele haberse contagiado en torno al 20% de la población.

Además, los virus que la provocan mutan ligeramente de año en año lo que no dejen una inmunidad permanente contra la infección, pudiéndose padecer todos los años.

¿Cómo se contrae la gripe?

El virus de la gripe se trasmite por vía aérea a través de partículas de aerosol que se producen al hablar, toser o estornudar, aunque también a través del contacto directo con secreciones respiratorias. Este es el motivo por el que esta infección sea tan contagiosa ya que no requiere de contacto físico entre personas para que el virus «salte» de una a otra. El periodo de incubación de la gripe es de 3-4 días y en general la epidemia comienza en los niños (guarderías y colegios) para luego trasmitirse a los adultos.

Para prevenirla, nada mejor que el lavado de manos, taparnos la boca al toser/estornudar con el codo y usar pañuelos de uno solo uso.

¿Qué síntomas produce?

A diferencia de lo que mucha gente piensa, la gripe no es un catarro u resfriado (donde predominan los síntomas respiratorios). La gripe se caracteriza por fiebre de aparición súbita junto con malestar general y debilidad, además suele acompañarse en menor grado de otros síntomas tos, mucosidad, dolor de cabeza o de garganta. Ocasionalmente pueden aparecer otros síntomas como vómitos, diarrea o dolor abdominal.

¿Cuanto dura la gripe?

El curso clínico es autolimitado resolviéndose la fiebre en torno a los 4-5 días. El malestar general y la tos puede prolongarse durante algunas semanas.

¿Como se diagnostica la gripe?

El diagnóstico suele ser clínico basándose en la historia clínica y la exploración física. En ocasiones se puede emplear un test que detecta el virus en las secreciones para tener la certeza de que el paciente tiene gripe, sin embargo suele estar solo en ambiente hospitalario. Así que no os sorprendáis si vuestro pediatra os dice esa frase que odias tanto: «esto lo que parece es un virus», sin haceros ninguna prueba.

¿La gripe tiene tratamiento?

El tratamiento es sintomático empleándose antipiréticos-analgésicos para la fiebre y los dolores. También debe aumentarse la ingesta de líquidos para evitar la deshidratación. Los médicos más clásicos suelen decir que «la gripe dura lo mismo con tratamiento que sin tratamiento», lo que hace referencia a que no existe una tratamiento curativo que sea totalmente efectivo.

En casos seleccionados se emplea algún antivírico. En concreto para la gripe existen 4 fármacos activos control el virus Influenzae: Oseltamivir,  Zanamavir, Amantidine y Rimantadina. En general se reservan para casos graves o para pacientes con factores de riesgo de desarrollar complicaciones. Deben iniciarse siempre en las primeras 48 horas del inicio de los síntomas.

¿Cueles son las complicaciones más habituales de la gripe?

La complicación más frecuente en el contexto de una gripe es una otitis media. Por ello ante la persistencia de la fiebre o el dolor de oído en un paciente con gripe deben ser revisado en consulta para descartar esta complicación.

Además la gripe predispone a exacerbaciones de cuadros respiratorios crónicos como asmaticos o fibrosis quísitica o agudos como neumonías o bronquitis. El resto de complicaciones extrapulmonares son más raras.

¿Existe una vacuna para la gripe?

Ya hemos explicado que la gripe se trata de una infección muy contagiosa, sin embargo existe una vacuna que puede prevenirla.

Entre epidemia y epidemia el virus de la gripe muta lo que provoca que la vacuna tenga que ser rediseñada cada año para que pueda prevenir la infección. Este es el motivo de que la campaña de vacunación se repita cada otoño dirigida a las personas en las que la vacunación contra la gripe está recomendada.

En los mayores de 8 años o aquellos que ya han recibido la vacuna en años anteriores basta con una solo dosis; por el contrario, en niños menores de 8 años o en aquellos que no se hayan vacunado nunca, deben administrase dos dosis separadas un mes. La inmunidad se consigue en torno a los 15 días de la vacunación. La vacuna no esta autorizada en menores de 6 meses.

¿Quién debe vacunarse de gripe?

La vacuna de la gripe debe administrarse según las recomendaciones del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, en resumen: 1) Pacientes mayores de 6 meses con enfermedades crónicas y 2) Convivientes de pacientes con enfermedades crónicas. En la siguiente tabla se exponen las enfermedades en las que esta recomendada la vacunación. Puedes encontrar información más detallada sobre los grupos de riesgo en esta otra entrada sobre la vacunación de la gripe.

En caso de que tengas dudas sobre si deberían recibir tus hijos la vacuna de la gripe consulta con tu pediatra.

NOTA: la vacuna de la gripe también está recomendada en embarazadas, independiente de en qué mes de gestación se encuentren.

Cómo transportar a tu bebé de forma segura

Carrito, capazo, silla de paseo, mochila, pareo, Maxi-Cosi… ¿Cuántas formas más se os ocurren para llevar a vuestros pequeños de un lado a otro?.

En el post de hoy os explicamos las ventajas e inconvenientes de los sistemas más frecuentes de transporte en los niños pequeños.

Cochecito de Paseo

Como habréis podido comprobar vosotros mismos, existen cientos de modelos de carritos para elegir tanto por estética como por precio.

Independientemente del modelo que elijáis, los niños más pequeños (los que todavía no son capaces de sujetar la cabeza o sentarse con apoyo) precisan un carrito que mantenga su espalda recta y permita que estén colocados en decúbito supino (es decir, boca arriba), ya que esta postura previene el síndrome de muerte súbita del lactante. El modelo más conocido que cumple estas características es el capazo; sin embargo, este tipo de carrito no suele tener un arnés por lo que el niño está suelto sin sujeción.

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Bebé en un capazo. Este tipo de carritos no suele llevar sujeciones.

Existen otros tipos de carritos similares al capazo que permiten sujetar al lactante pequeño que todavía no se sienta a través de un arnés, además de mantener la espalda recta y al niño boca arriba. Este tipo de modelos son más seguros que el clásico capazo ya que al disponer de algún tipo de sujeción resulta muy complicado que se caiga en un traspiés o si el carrito chocará con algo.

Por último, existen adaptadores que permiten que las sillas del Grupo 0 (ejemplo Maxi- Cosi)  que se utilizan en el coche sean colocadas en los carritos de paseo. Pese a lo cómodo que resulta sacar de nuestro vehículo a nuestro hijo y colocarlo en el carrito directamente, su uso no está recomendado para el paseo ya que la posición en flexión del tronco (que da lugar a que el cuerpo del bebé forme una C) no se ajusta a las recomendaciones de descanso de los niños pequeños (recordad con espalda recta y boca arriba siempre).

A medida que los niños crecen suelen preferir una posición que les permita interaccionar con el mundo. En el momento en que sean capaces de sujetar la cabeza y mantenerse sentados con apoyo es adecuado cambiar del carrito a una silla de paseo (en la cual irán sentados y con al espalda recta). Es importante que desde pequeños el arnés este bien atado incluyendo las tiras de los hombros ya que ésta es la forma segura de ponerlo.

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Madres con carritos estilo silla. Los niños que se trasporten con este sistema deben ser capaces de sujetar la cabeza y mantenerse sentados con apoyo.

Porteo: mochilas y pareos porta-bebés

Otra forma de trasportar a los niños es «llevarlos  encima». Este sistema es tan antiguo como la humanidad y se practica en todo el mundo, pero en el siglo en el que vivimos se han desarrollado diferentes sistemas que permiten que este porteo se haga de una forma cómoda y ergonómica. Pero además, en los últimos años se han reconocido diferentes beneficios de estos sistemas.

Con el porteo, los recién nacidos se sienten muy cerca de su madre, se tranquilizan con su voz, su olor o el sonido de su corazón. Todo ello favorece el apego y el vínculo entre el bebé y su porteador, ya sea su mamá o su papá. Además hay quienes postulan que los niños con cólicos (los que presentan llanto sin causa clara) reducen el número de horas que lloran si son porteados. Además, los bebés con reflujo gastroesofágico precisan que se mantenga la postura erguida tras la toma, lo cual se conseguiría tanto con mochilas como con pareos de porteo.

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Mamá porteando a su hijo en mochila. Estos sistemas se pueden emplear desde recién nacidos hasta niños más mayores.

Transporte en coche

Las sillitas o alzadores de los niños para el coche son uno de los retos a los que se enfrenta un padre. Surgen mil dudas de si esta o aquella silla es la adecuada.

Las recomendaciones actuales según el peso y edad las podéis encontrar en la guía elaborada por la Dirección General de Tráfico en este Link. Nosotros os recomendamos que además, a la hora de elegir la silla, comprobéis si esta es compatible con vuestro vehículos (sistemas Isofix, Top Tether…) y la probéis con vuestros hijos antes de comprarla. Otra cosa que no se debe olvidar es chequear si las sillas están homologadas y cumplen las normas actuales de seguridad.

Actualmente, la legislación española obliga a que las sillas de los menores de 15 meses y/o 86 centímetros viajen a CONTRA MARCHA (mirando para atrás). Pero además, el beneficio de esta posición se mantiene pasada esta edad y hasta los 4 años por lo que es muy recomendable que se mantengan en esta posición el máximo tiempo posible.

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Bebé en sillita de coche. Por su edad debe viajar siempre ene el sentido contrario de la marcha.

El test de APGAR: las notas del bebé en el parto

Muchas madres nos preguntan tras el parto que cuáles han sido las notas del niño al nacer. En ocasiones, cuando los pediatras vamos a ver los recién nacidos por primera vez a la planta, la pregunta suele ser que cuándo se le va a hacer el test de APGAR al niño. Muchos padres desconocen realmente para qué sirve y cuándo se realiza, aunque suelen conocer que refleja qué tal ha tolerado el bebé el parto.

En el post de hoy te contamos todo lo que tienes que saber sobre el test de APGAR para que no te pillen a contra pie en el parto de tus hijos.

¿Quién inventó el test de APGAR?

Pues nada más ni nada menos que la Dra. Virginia Apgar. Sí, sí, una doctora y además corrían los años 50 del siglo pasado.

Sin embargo, la Dra. Apgar no era ni pediatra ni neonatóloga. Era anestesista y estaba muy interesada en poder comparar la tolerancia de los bebés al parto entre diferentes hosptiales. Por eso desarrolló esta escala la cual perdura tras más de 60 años, lo que pone de manifiesto su importancia y validez tras tantos años.

¿Para qué sirve el test de APGAR?

Este test se emplea para la valoración del estado clínico del recién nacido tras el parto y su adaptación a la nueva vida.

Las puntuaciones al minuto de vida reflejan la tolerancia del bebé al hecho de nacer (el parto en si mismo), mientras que el mismo test aplicado a los cinco minutos da información sobre como se ha adaptado el niño al medio ambiente nuevo (diferente al liquido amniótico dentro del útero).

¿Cómo se calcula?

El test de APGAR es un test clínico que se realiza mediante la observación del niño y consta de cinco variables: frecuencia cardiaca, esfuerzo respiratorio/llanto, coloración, tono muscular y reflejos. Dependiendo del estado de cada una de ellas se obtiene una puntuación. En la siguiente tabla te exponemos cómo se calcula.

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Ocasionalmente el test se repite cada 5 minutos en caso de que esté alterado hasta los 20 minutos de vida.

¿Quién lo calcula?

Pese a la creencia popular no tiene por qué realizarlo el pediatra. Basta cualquier personal sanitario que esté lo suficientemente entrenado para realizar una valoración de un recién nacido y que esté presente en el momento del nacimiento. La mayoría de las veces la puntuación del test la dará la/el matron@, ya que ell@s son los que asisten partos normales.

¿Cuándo está alterado?

La puntuaión máxima es 10 puntos, sin embargo se considera normal entre 7 y 10. Puntuaciones entre 4 y 6 reflejan que la adpatación del niño no esta siendo óptima por lo que suelen requerir cuidados por parte del pediatra. Por último, puntaciones inferiores a 3 ponen de manifiesto una situación de emergencia en las que se deben emplear maniobras de reanimación avanzada.

Otro dato que tiene importancia es la evolución del test entre el primer minuto y el quinto minuto, ya que si éste último muestra mejoria respecto al del primero es un buen indicador pronóstico.

¿Qué importancia tiene este test?

Como habrás podido deducir las puntuaciones bajas en el test reflejan que el bebé recién nacido no ha tolerado bien el parto y algo pasa. En estos casos el pediatra debe actuar, en primer lugar realizando una reanimación al niño con la intensidad que requiera la situación y en segundo lugar buscar la causa de qué es lo que ha ocurrido.

Sin embargo, el valor del test nos es un buen indicador a largo plazo de mortalidad ni de evolución posterior. Solo se ha relacionado la posibilidad de daño neurológico grave en niños con puntuaciones entre 0 y 3 a los cinco minutos de vida o en aquellos en los que ha precisado reanimación mas allá de los 10 minutos.


En resumen y como podéis ver no se trata de la nota qué ha sacado el bebé ni mucho menos de su primer examen en la vida. Es una traducción clínica y útil, para todo aquel que sepa interpretarlo, de cómo estaba ese bebé en el momento en que nació.

Los famosos cólicos del lactante

Antes de meternos en faena decir que mucho se habla pero en realidad poco se sabe sobre los cólicos del lactante. En este post repasaremos su supuesto origen y los pocos «remedios» que actualmente han demostrado cierta eficacia para combatirlos.

¿Qué son los cólicos del lactante?

Los cólicos del lactante se definen como llanto intenso al menos 3 horas al día, 3 días a la semana durante al menos 3 semanas en un bebé sano y bien alimentado. Eso quiere decir que el llanto no puede estar justificado por otra situación como la existencia de fiebre, infecciones, dolor, hambre, etc.

Aparecen habitualmente en horario vespertino (por la tarde) en niños con edades comprendidas entre 3 semanas y 3 meses afectando aproximadamente a 1 de cada 4 bebés de esta edad. La causa de los cólicos es desconocida y aunque es un poco menos frecuente en los niños alimentados al pecho, en estos puede ocurrir igualmente.

Y aquí es donde está el problema: al no conocerse de forma clara qué los causa, resulta imposible plantear un tratamiento que funcione en todos los casos. Sin embargo, conocer las diferentes teorías sobre los cólicos ayuda a plantear qué deben hacer los padres ante un hijo con cólicos. Pero ojo, son solo teorías.

Posibles causa de los cólicos

Todas los factores que se mencionan a continuación han sido descritos como posibles causas de los cólicos. Se postula que posiblemente el origen sea la suma de varios de ellos.

  • Gastrointestinal: alteración en la forma de comer (excesiva, uso de tetina, abundantes gases, regurgitaciones), intolerancia a las proteínas de leche de vaca o la lactosa, inmadurez gastrointestinal, hipermotilidad intestinal o alteraciones de la microflora intestinal.
  • Biológico: inmadurez de la función motora, aumento de serotonina, exposición al tabaco o una forma precoz de migraña.
  • Psicosocial: expresión del temperamento del niño, hipersensibilidad al entorno, variables de los progenitores (estrés familiar, ansiedad materna, paridad, hermano con cólicos).

¿Qué tratamientos existen para los cólicos?

A pesar de que parezca que a tu hijo le pasa algo, los cólicos son una condición benigna que no dejará secuelas en el bebé, así que ante todo, tranquilidad. Se precisará una valoración minuciosa por parte del pediatra que diagnostique esta situación y que descarte la ausencia de otra enfermedad que pueda ser la causante del llanto.

La mayor parte de las terapias van dirigidas a tratar el origen gastrointestinal y es por ello que no es siempre la solución de los cólicos en todos los niños.

Algunos estudios han reportado utilidad del probiótico Lactobacillus reuteri en niños, tanto alimentados al pecho como con fórmula, en reducir las horas de llanto al día.

Otros productos como la simeticona no han mostrado evidencia en la mejoría del llanto.

Así mismo el uso de productos naturales hechos a base de hierbas no han mostrado efectos secundarios importantes pero no hay estudios suficientes que avalen su efectividad. Algunos pediatras, ante la desesperación de los padres, los mandan al no presentar efectos secundarios importantes. En el caso de que te los hayan recomendado, si pasadas una o dos semanas no has notado mejoría es mejor que lo dejéis porque no están siendo eficaces.

Recientemente han aparecido las llamadas técnicas manipulativas para el tratamiento de los cólicos del lactante («masajes anticólicos»). Existen estudios en los que, al preguntar a los padres tras el masaje si notaban mejoría, se observó que los cólicos desaparecían. Sin embargo, pese a esa mejoría que parece que presentan, todavía se necesitan más estudios para aclarar si este  tratamiento resulta útil o no.

Por último, rescatando un remedio de la sabiduría popular que suele resultar eficaz, sacar a pasear al bebe en un vehículo con ruedas (carrito, coche…) suele ser útil. Muchos padres refieren que el episodio de cólico suele desaparecer durante esta actividad.

En resumen, la causa de los cólicos es tan variada que resulta poco probable acertar en el tratamiento adecuado a cada paciente. Es necesario saber que si tu bebé padece cólicos mejorará con el tiempo y sin secuelas. Por otro lado, ante un episodio de llanto siempre hay que intentar calmarlo ya que pasadas unas horas el bebé volverá a su estado previo. En caso de que el episodio no ceda, debéis acudir al pediatra a que valore al niño.