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Reflexiones de una librera
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con el prójimo a librazos,
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¿Y si Mark Twain fuera guía turístico?

Cuando una lo que moja en el primer café mañanero es la edición en español de las crónicas que hace siglo y medio envió Mark Twain a un periódico de San Francisco para el que cubría el primer crucero turístico de norteamericanos al ‘Viejo Mundo’ y ‘Tierra Santa’ puede decir que literalmente se ha desayunado la mejor noticia imaginable para una bibliófila marktweiniana.

Así que aquí lo tenéis: mi flamante Guía para viajeros inocentes (Ediciones del viento,624 páginas) ha eclipsado a la todopoderosa y sacrosanta magdalena de arándanos regina que horas después languidece intacta en su plato. En cambio, mi ejemplar de la que fue en vida de Mark Twain su obra más vendida (70.000 ejemplares solo en el primer año de su lanzamiento, allá por 1869) ha dado más vueltas que la rueda de una barcaza del Mississipi en tiempos de Twain.

Y es que yo, que hasta ahora me veía obligada a recomendarla en su inglés original –The Innocents Abroad, or The New Pilgrims’ Progress-, por fin podré hacer circular entre quienes solo leen en castellano una de las grandes desconocidas de un titán de las letras estadounidenses, porque a día de hoy sigue siendo una de las guías de viaje más utilizadas por quienes se vienen de turismo a Europa y que, ya puestos, se dejan caer por Jerusalén y El Cairo.

 

 

¿Por qué? Sencillo: al don natural de Twain para convertir en Literatura todo lo que escribía, se unen una agudísima capacidad de observación y análisis, la lucidez de quien sabe mirar desde la perspectiva adecuada incluso a sus contemporáneos y, como no, un sentido del humor a prueba de huracanes, tormentas y tornados que garantiza la carcajada a cada salto de página.

 

 

Inmensamente curioso, culto, pícaro, socarrón y programado para sacarle punta al mismísmo mástil, imaginaros a un tal Samuel Langhorne Clemens, alias Mark Twain, que en 1867 embarca junto a un grupo de turistas y peregrinos al que será el primer crucero turístico que venga del otro lado del charco y que hará escalas en los escenarios clásicos del mediterráneo (España, Italia, Grecia, Egipto, etc), por lo que será testigo de excepción del choque cultural entre los engreídos y enriquecidos pobladores del Nuevo Mundo y sus remotas raíces aquí, en la Vieja Europa, con sus rudos y acartonados pobladores.

Nada ni nadie escapa en Guía para viajeros inocentes de la caricaturización en estado puro, ni si quiera el propio Twain, que es el primero en reírse de sí mismo, pero tampoco los lugares de referencia cultural europeos ni alguna de las siete maravillas del mundo. Y ese es precisamente el secreto de su éxito, de su brillantez y de su atemporalidad. Quizá por eso si no publico este post reviento: que quien no se lo lea lo haga porque no quiere, no porque no sepa de él. Regina Dixit.

Y vosotros, reginaexlibrislandianos de pro, ¿leísteis Guía para viajeros inocentes? ¿Conocíais el libro? ¿Qué os parece? ¿Y Mark Twain?

Horrorizada por los libros con ‘ruido ambiente’

Yo no gano para sustos. O me atiborro de tranquilizantes o la psicokiller que llevo dentro me va a ganar el pulso y la vamos a liar.

Normalmente la mantengo a raya, aplastada bajo el peso las otras reginas, pero determinadas alusiones a los libros despiertan a la bestia. Entonces emerge a la superficie cuchillo jamomero en mano y yo pierdo la consciencia. Horas después, cuando la recupero, reíros vosotros de la Carrie de la película basada en la novela homónima de Stephen King, toda embadurnada de sangre, con los globos oculares del tamaño de una bola discotequera y las retinas igual de cristalizadas.

Pues bien, queridos, hoy casi tenemos verbena en la apacible reginaexlibrislandia…

¿El detonante? Hurgando en papeles y archivos me topé con una noticia del mes pasado que, obviamente, alguien olvidó impresa por ahí sin atenerse a las consecuencias, o puede que para tentar al destino, qué más da. El caso es que decía que la empresa Novasoft trabajaba en el T-Book, un libro en papel que reproducirá sonidos en función de la trama:

«La idea ya ha sido patentada por la compañía, que pretende «darle un recurso más» a los textos. El presidente ejecutivo de Novasoft, Francisco José Barrionuevo, especifica que no se trata de un audio-libro como los que existen en el mercado en los que se narra la trama.En el T-Book, a la vez que se lee la novela o cuento aparecen los ruidos acordes con el lugar y la situación, para crear el ambiente idóneo. Los libros estarán destinados sobre todo al público infantil y juvenil, y trabajan con obras como Tom Sawyer o El Soldadito de plomo.»

La Carrie ya tenía un pie fuera de mi cuando respiré hondo y corrí a leer unas páginas de Benedetti para apaciguar a la bestia. Lo logré, pero el tema no se me va de la cabeza, y ella no para de vociferarme:

¿CÓMO QUE DARLE ‘UN RECURSOS MÁS A LOS TEXTOS’?Pero, ¿se puede ser más cretino? ¿Por qué demonios se empeñan en sacar estúpidos sucedáneos de los libros? ¿Es que un libro no es atractivo per se? Quien no disfrute del placer de la lectura, ¿lo va a hacer más sólo por un ruido de fondo? Déjame salir, Regina, ¡DÉJAMEEEEE!

Igual que con las ‘ediciones de regalo’ de las que hablábamos antaño… Es difuminar el verdadero valor de un buen libro, encerrarlo tras una vitrina de cristal cromado que, para colmo, te lo encarece entre 10 y 20 euros. ¿Realmente es una buena opción?

Señoras y señores ideólogos de semejantes esperpentos: en los libros se levantan universos con palabras y, si son buenos, sudas, hueles, saboreas, lloras, conquistas ciudades, enfermas, escuchas, sufres, haces el amor y la guerra, pasas frío, calor, miserias, angustias… sin aditivos. En eso consiste la magia de la lectura, es un placer íntimo al que te entregas en un silencio cargado de voces, de vida.

Y aunque sea para niños y jóvenes sigo sin verle la gracia. Y ojo, no hablo de los libros para no-lectores, porque los reclamos sensoriales para bebés son estupendos, pero solo hasta que aprenden a leer.

¿De veras os hubiera gustado tener ambientación acústica para acompañar a Tom Sawyer en sus aventuras junto al Missisipi cuando las leísteis por primera vez?…

Decidme, ¿me he vuelto loca? ¿soy demasiado extrema? ¿qué opináis de libros con B.S.O. de serie, os compraríais alguno?