De la nueva sociedad 3.0 organizada horizontalmente en red que ha enterrado la edad contemporánea. ¡Bienvenidos a la edad digital!

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Diez libros para el ministro de (in)cultura

Muchos ministros españoles bien podrían ser conocidos como desministros. El último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas suspende a todos y cada uno de ellos de manera contundente. Pero José Ignacio Wert, ministro de Cultura, Educación y Deporte, se supera cada día con su (des) gestión. Podría ser el ministro de Casi Cultura. O el ministro de Propaganda Neoliberal. O el Ministro Familia. O el (sub) ministro de la Decadencia de Hoollywood. O simplemente Ministro de Incultura. No es de extrañar que la ciudadanía valore con 2,49 puntos sobre diez su gestión. Has leído bien: 2,49 puntos sobre diez.

Su medieval Ley Sinde-Wert demuestra que no ha entendido absolutamente nada de la era digital. Hasta los empresarios de Internet denunciaron su radical ceguera. Su giro fundamentalista en la asignatura de Educación por la Ciudadanía deja bien clara la huella de su partido (Partido Popular, para despistados): la asignatura dejará de hablar de parejas homosexuales y de sus derechos para hablar de propiedad privada, familia y nacionalismos excluyentes.

Pero la esperanza es lo último que se pierde. Aunque Mr.Wert ha protagonizado hashtags de Twitter tan calamitosos para la marca España como #Wergüenza o #Wertnodoyuna, pienso que unas cuantas lecturas podrían abrir la mollera del susudicho (des)ministro o SubMinistro de la Casi Nada (nada dentro, nada fuera). He preparado una básica listita de libros que el señor (des) ministro de incultura podría leer en lo que queda de verano, si no es mucho pedir. En la mayoría de los casos, tendrá que bajarse cada libro de Internet de forma gratuita. Y totalmente legal, señor Wert. Aunque lo mismo, a su gestión como  Tal Vez Ministro le queda muy poquito y el señor Ministro de sus Amiguetes acabe pronto como consejero de alguna empresa nacional que no tribute en España, como es lógico. Pues eso: diez libros para el ministro de (in) cultura. Basta entrar en cada enlace (justo en esos links que su ley pretende criminalizar) para bajarse el libro.

1) The Wealth of Networks (Yochai Benkler). Un bello repaso a la era de las redes, la cultura colaborarativa (peering), la economía Peer-to-peer (P2P). La riqueza de las naciones de Adam Smith ya no sirve ni para encender una hoguera, señor Wert.

2) Por una cultura libre, (Lawrence Lessig). Algo así como la Biblia para entender los nuevos paradigmas de la creación y de la circulación de la cultura.

3) El código 2.0 (Lawrence Lessig). Fundamental para entender la era de la colaboración y aquella ya vieja idea de lo 2.0 que usted,  Super Ministro del Deporte que Compite, desprecia.

4) T.A.Z, Zona Autónoma Temporal (Hakim Bey). Una obra maestra que anticipó muchas de las cosas que están ocurriendo en este nuevo milenio.

5) Micromegas (Voltaire). Un clasicón de aquella Ilustración que desenbocó en aquella guillotina que le faltó a España (uy, si lo de la guillotina no lo dijo un perroflauta y sí un miembro de la Real Academia de la Lengua).

6) Q (Luther Blisset- Wu Ming). Espectacular western teológico que explica por qué una nueva tecnología (la imprenta) hizo perder muchos privilegios a la iglesia. La historia recreada tiene casi cinco siglos, pero Señor No Doy Una, sin duda que se sentirá identificado (con el lado del mal, lógico)

7) La ética hacker y el espíritu de la información (Peka Himanen, con epílogo de Manuel Castells). Un bonito texto sobre la ética de lo compartido, de lo abierto y lo colaborativo.

8) Ulises (James Joyce). Como sabemos que eres clasicote, aquí una pequeña concesión. Te recomendamos este tocho llamado Ulises que este año dejó de tener copyright y pasó a dominio público.

9) Inteligencia colectiva. Por una antropología del ciberespacio. (Pierre Levy). Leyendo este ya clásico libro entenderás (ójala) por que la Enciclopedia Británica perdió la carrera contra la Wikipedia. O por qué tu visión elitista de la educación está condenada a fracasar en la era del aprendizaje distribuido y abierto.

10) La rebelión de las masas (José y Ortega y Gasset). Oh, sorpresa, Ministro del Medalloro Olímpico: Ortega y Gasset no era tan conservador como el nacional-catolicismo creía. Esa apropiación ideológica conservadora de la obra de Ortega hace aguas. Aquí una joyita: «La polis no es, primordialmente, un conjunto de casas habitables, sino un lugar de ayuntamiento civil, un espacio acotado para funciones públicas. La urbe no está hecha, como la cabaña o el domus, para cobijarse de la intemperie y engendrar, que son menesteres privados y familiares, sino para discutir sobre la cosa pública. Nótese que esto significa nada menos que la invención de una nueva clase de espacio». Coño, otro perroflauta con apego a las plazas.

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140 caracteres para Ulises

 

Este texto es un extracto de mi libro #24H,  que tiene forma de blog y está licenciado con Creative Commons. Ya está disponible a 1,99 euros en formato PDF interactivo, Epub, mobi (para Kindle) y en papel. En Amazon también está a la venta. La copia está liberada. Existe una sala de remezclas. Cualquier puede enriquecer (con links, textos, vídeos) #24H o este fragmento.  

Tras abandonar Troya, Ulises comenzó su viaje de regreso a Itaca. En el país de los Cíclopes, Polifemo se comió a algunos de sus compañeros. En el país de los Cimerios consiguió hablar con los muertos, con su madre Anticlea o con el mismísimo Aquiles. Antes de llegar a su añorada Itaca, el hogar que había dejado hacía veinte años, Ulises tuvo que sortear el peligroso estrecho entre Escila y Caribdis. Cuando por fin regresa a Itaca, descubre que su palacio está en ruinas, invadido por un grupo de latin lovers que quieren cepillarse a su esposa Penélope mientras desvalijan los víveres y los cuadros. Ulises se da cuenta – después de muerto – que lo mejor de su viaje a Itaca no había sido su destino, sino el mismo viaje, el transcurso, el recorrido.

Ulises, el 16 de junio de 1904, emprende otro viaje. James Joyce barrunta ideas y crea una novela pretenciosa que quiere reflejar una época. El viaje ya no dura veinta años, y sí veinticuatro horas. El trayecto ya no es el mundo, sino Dublín, una sola ciudad. El pequeño burgués Leopold Bloom podría ser el Ulises de Homero, claro. Quizá Ulises cambie de máscaras. Tal vez sea el escritorcillo Stephen Dedalus o el ambicioso Buck Mulligan. Da igual, al final del viaje, de la ciudad, descubre que lo más interesante no era el destino, sino el trayecto. Descubre que la historia es una pesadilla de la que intentamos despertar.

El 16 de mayo de 2011, Ulises pasea por este blog, por este laberinto de citas, máscaras, hashtags y espejos. Alguien, hace unos comentarios, le ataca: «Ulises, pelotudo, estás igual de perdido que hace dos mil años, hijo de las mil putas». Sigue caminando, viajando, cada vez más extraviado. Otro comentario despedaza incluso al propio James Joyce: «Tu maldito monólogo interior, ese bosque-adorno que los críticos han endiosado durante un siglo, es una bazofia, un torpe mecanismo del pasado. El 16 de mayo de 2011, el monólogo interior es exterior. Se llama Twitter. Ulises no entiende que ya no es una versión Alfa, exacta en su forma y límite, sino una eterna versión Beta, en pruebas, manoseada colectivamente, casi-perfecta en su búsqueda.

Quizá por Ulises eso acaba claudicando cuando alguien le encierra en 140 caracteres: «Ulises, según la Frikipedia, es el pseudónimo de Eric Clapton, dios del Pentagrama. Su máxima era: para qué viajar si puedo quedarme en el sofá». James Joyce, que vislumbró la época de la inmediatez, tampoco sobrevive tras los barrotes del hashtag #elautorhamuerto . «El escritor maldito se ha extinguido, #elautorhamuerto, nosotros te escribimos».

Ulises, Joyce, como Dios, están muertos porque no entendieron que un dia tiene 50.900 horas de You Tube. Que una hora es un flujo tranversal, desordenado, rizomático y personal donde caben los veinte años de Ulises y las 24 horas de Leopold Bloom. El universo entero, con la url repeinada, cabe en un tuit. Pero están muertos, sobre todo, porque no entendieron la inteligencia de la multitud. Porque no comprendieron que los relatos colectivos que escuchaba Homero para escribir La Odisea están de vuelta. «Nosotras parimos, nosotras te escribimos», dice alguien en la calle «#elautorhamuerto». Para qué volver a Itaca, dice otro, si en el mundo posideológico, como preconizaba el entrañable techno-pirata Hakim Bey, «algunos viajan en Internet sin salir del cuarto».

Pero no te desesperes, Ulises-James, quizá estés vivo en el libro Yellow Chair que los vecinos de Anab Jain, una india residente en Londres, escribieron gracias a un experimento genial. Cuando Anab supo que alguien usaba su señal Wireless se dio cuenta que no conocía a sus vecinos. No conocía a casi nadie en el Planeta Que Había Substituido las Plazas por Shopping. Por eso colocó un puesto de acceso a Internet gratuito en la puerta de su casa. Un ordenador, una cámara. Barra libre de bits. Su Yellow Chair rompió con el aislamiento crónico de los vecinos. Disparó el sentido comunitario del barrio. Hizo posible la construcción colectiva de una historia. Por eso, no temas, James-Ulises, si un lector de este blog que no soporta el tostón de libro que dejaste a la historia te vuelve a aniquilar. Seguirás, de alguna manera, vivo en el río común de las historias. Cuidado, te atacan.

No pierdas la calma. Relájate. «Querido Joyce, eres un pedante. El autor ha muerto. Ciao, escritor de salón. Las historias son colectivas. Nosotros te escribimos. Hace exactamente tres minutos que he metido las mil páginas de tu librejo en la licuadora. He puesto un poquito de sal, un quilo de tomates, un cd (el plástico) de Metálica, cebollas, un dvd con porno casero, un diente de ajo, una cinta de Los Chunguitos, pimientos, El manifiesto comunista de Marx, un pepino, aceite, vinagre, El manifiesto cyborg de Donna Haraway, pan rallado, una peli (pirata y chunga) de Chuck Norris, un poquito de hielo… Y el libro ha desaparecido!!! Tranquilo Ulises, estás vivo dentro del nuevo super refrescante Gazpacho Cósmico Irregular».

Hacia la ciudad del aprendizaje

Nós.vc – Encontros Inspiradores from Nós.vc on Vimeo.

Crea un evento en la red. Puede ser una conferencia. O un debate. O una clase. Ahora, escoge un lugar. Una ciudad, un barrio, una sala. Pide un número mínimo de participantes. Puedes elegir si es un evento gratuito o si requiere un pago. Después, muévelo en las redes. Y espera. Así de sencilla es la filosofía de la plataforma brasileña Nos.vc.

Nos.vc, algo así como «nós e vocè» (nosotros y tú), quiere incentivar el intercambio de conocimientos en cualquier espacio. Quiere romper los muros de las universidades. Y transformar la urbe en la ciudad del aprendizaje de la que habla el urbanista y pensador Doménico di Siena. Cualquier rincón puede ser una clase. Cualquier parque, cualquier plaza, un espacio de enseñanza e intercambio. Todas las personas pueden aprender de todas. La jerarquía profesor-alumno ya no es tan rígida. La enseñanza es más bidireccional.  Y Nos.vc lo tiene muy claro: «el aprendizaje no debe restringirse a las fases de la vida, instituciones o algunos maestros. Cualquier momento es bueno, todo el mundo puede enseñar y aprender».

¿Y en qué consiste exactamente el concepto de ciudad del aprendizaje’ Para empezar tiene un claro antagonismo frente a las ciudades creativas preconizadas por el neoliberal Richard Florida, basadas en un modelo de consumo cultural. La ciudad del aprendizaje, según Doménico di Siena, consiste en «pasar de modelos basados en la creación de productos y servicios eficientes que nos obligan a un movimiento constante (y al consumo), a modelos basados en la gestión de la información y producción del conocimiento (autorganización)». La iniciativa de Doménico Think Commons, que une virtualmente a diferentes personas que luego se encuentran en la ciudad, es buen ejemplo de ello.

La Universidad Indignada del movimiento español 15M, que quiere convertir las plazas y parques en una universidad abierta, camina en esta dirección. Salvando las distancias, el proyecto Break Out de Barcelona, también. Su eslogan, «Escápate de la oficina», invita a usar el espacio público como oficina. Una ciudad llena de oficinas itinerantes, de personas trabajando en la proximidad, sería una ciudad del aprendizaje. El plug in Meet Up Everywhere, que permite el encuentro en el entorno urbano de comunidades virtuales alrededor de contenidos temáticos, es otra cara de la ciudad del aprendizaje.

¿Tiene sentido limitar una clase en un espacio físico cerrado en la era de las redes?  La Universidad de Harvard tiene claro que no: a partir de ahora colgará en Internet la mayoría de sus cursos. El mismísimo Massachusetts Institute of Technology (MIT) ha decidido colgar sus cursos completos en la red para que cualquier persona pueda seguirlos. El Hacking Academy Studio, puesto en marcha por algunos miembros del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España, va en esta dirección. Aunque quizá el ejemplo más radical de enseñanza autogestionada sea el de la P2P University.

Mientras gobiernos suben las tasas universitarias hacia un modelo de formación elitista, la sociedad reinventa la educación desde la horizontalidad y lo compartido.

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Ráfagas de software libre

De izquierda a derecha: Jeferson Assunção (Secretaria de Cultura de Rio Grande do Sul),  Fabrício Solagna ( Gabinete Digital), Bernardo Gutiérrez (yo) y Ney Hugo (colectivo  Fora do Eixo). Imagen:  CC BY-SA) Fora do Eixo.

El sábado acabó el 13º Foro Internacional del Software Libre de Porto Alegre (Fisl). Mi participación ha sido tan intensa que hasta hoy no he podido escribir nada. Resumiré estos días tan ricos en encuentros, ideas, charlas, debates y soluciones tecnológicas para un nuevo mundo con una ráfaga orgánica, caótica y no cronológica.

Literatura remix. Mi participación empezó el pasado miércoles, con un debate nocturno sobre Literatura como código fuente en el Espaço Cultural 512 con la excusa de mi reciente libro #24H. Charlé con Marcelo Branco (hacktivista) y Giselle Beiguelman (de la revista Select) sobre arte, licencias abiertas y el derecho al remix libre de cualquier obra.

Realidad aumentada. Vj Pixel, como siempre, usando el «aquí te pillo y aquí te mato». Me colocó un adhesivo de realidad aumentada en el cuerpo, legible con el aplicativo para Android de Jandig. Este tweet resume el momento.

 

Cobertura colaborativa de Fora do Eixo. Como siempre, la cobertura fotográfica del colectivo Fora do Eixo, fue ágil y fresca. Un detalle: ellos colocan en todas las fotos la licencia Creative Commons. Curiosamente, los fotógrafos oficiales del evento comenzaron cubriendo con licencia copyright y por presión tuvieron que cambiar de licencia.

De máquinas tragaperras a ordenadores. Soprendente el proyecto que transforma máquinas tragaperras en ordenadores gracias a soluciones de software libre.

Banco Colaborativo ADA. Fantástica iniciativa la de este banco colaborativo basado en el bien común y no en el lucro de los banqueros, amiguetes y politicos arribistas de turno.

Ciudades de código abierto, ciudades copyleft. Preparé una pequeña charla sobre ciudades de código abierto basado en este texto mío. Ameno y transversal debate posterior con Vj Pixel (Meme Lab), Aron Krause (Estúdio Nomade) y Giselle Beiguelman (de la revista Select).

Carta a Dilma. Los participantes en el Foro escribieron una carta de presión al Gobierno brasileño. El apoyo del ex presidente Lula al software libre fue absoluto. Parece que Dilma Rousseff está cediendo un poco ante la presión del lobby internacional. Aquí la Carta de la comunidad del Software libre a Dilma Rousseff.

 Ágora Virtual. Curioso: mientras algunos gobiernos (como el español) caminan en una deriva autoritaria, usan la represión y criminalizan el uso del espacio público, otross avanzan en direcciones radicalmente opuestas. El Ágora Virtual del municipio de Canoas (una plataforma de diálogo entre gobierno y vecinos) y el Gabinete Digital (la plataforma participativa digital del Gobierno de Rio Grande do Sul demuestran que algunas de las peticiones del movimiento 15M están al alcance de la mano. Para llegar a la democracia en red apenas falta actitud.

Marco Civil de Internet. Fundamental el debate sobre el Marco Civil de Internet que la sociedad ha redactado colaborativamente para garantizar la cultura digital, la neutralidad de Internet y la libertad de expresión en la misma. Marcelo Branco arrancó con un tweet explosivo

 

 

Organizaciones sociales y software libre. Tremenda la mesa de debate sobre organizaciones que ayudan a implantar el software libre en instituciones compuesta por Ricardo Fritsch (ASL – Brasil), Verónica Xhardez (SoLAr – Argentina), Deborah Bryant (OSI – EUA), y Ramón Ramón Sanchez (Iniciativa Focus – España).  Un placer conocer en persona a Ramón Ramón. ¡Muy loable el esfuerzo de la Iniciativa Focus para expandir el conocimiento libre!

Aquí el tweet de despedida de Ramón Ramón

Cultura libre, cultura digital.  Participé en el debate Cultura Digital y Cultura Libre, junto a Jeferson Assunção (Secretaria de Cultura de Rio Grande do Sul), Ney Hugo (colectivo  Fora do Eixo) y Fabrício Solagna ( Gabinete Digital). Un placer hablar de cultura libre, participación y democraciar en red.

Y el detalle freak: la figutira de Yoda impresa por la Metamáquina, la impresora 3D comprada gracias a un proceso de crowd funding.

 

¡Hasta la próxima!

 

Glosario abierto para un nuevo milenio

 

 

 

He editado el wiki del Vivero de Iniciativas Ciudadanas. Se trata de un glosario colaborativo que recoge «los nuevos términos que definen los procesos de innovación social y sus transferencias al espacio público». De ‘bottom up design’ a ‘ciudad transmedia’, pasando por ‘comunidad’, ‘conectividad’, ‘espacio público’ o ‘heterotopia’. En mi caso, he añadido ‘adhocracia’. Mis lecturas e investigaciones sobre este término tomaron forma en mi artículo Adhócratas al poder. Ahora incorporo la definición del concepto. Comienza así: «sitema no jerárquico, horizontal, participativo y flexible donde todos los miembros tienen capacidad de tomar decisiones que afecten al conjunto».

El glosario abierto es un proyecto colaborativo entre Vic. Vivero de Iniciativas CiudadanasAMASTÉDiego Soroa de CuanticsLab, con la participación de @platoniq,@jfreire@radarqnetbetahouse@ehtel_baraona, @dpr_barcelona@elvirilay@culturpunk,@rubenmartinez@pacogonzalez@alafuente, Juan Carlos Pacheco, @andreswalliser,@jararocha ,@____thenomad,  @elsatch, @bernardosampa@srosillo@hackity,@placebodelbo 

Reproduzco aquí algunos de los términos que aparecen en el glosario.

Adhocracia, AdhocracySistema no jerárquico, horizontal, participativo y flexible donde todos los miembros tienen capacidad de tomar decisiones que afecten al conjunto. Es una palabra híbrida entre ad-hoc (aquí y ahora) y el sufijo cracia (poder) y suele entenderse como algo antagónico a burocracia. El término se usa en la teoría de gestión de organizaciones. La adhocracia, usada para describir la forma de gobierno de la novela de ciencia ficción Tocando fondo: en el reino mágico (Cory Doctorow), está inspirando nuevas formas de gestión ciudadana y política. Las organizaciones adhocráticas coordinan tareas a través de la adaptación mutua de sus integrantes, la rotatividad de los mismos, de la resiliencia y la colaboración. La multidisciplinariedad e interdisciplinariedad son la esencia de los equipos adhocráticos.

Ciudad Transmedia: La ciudad es un todo generado como un espa­cio-red. Los cambios en las metodologías de intervención cultural ciudadana promueven un espíritu transversal, flexible y abierto derivado de la evolución en la sociedad y la cultura con­temporánea en entornos urbanos transdiscipli­nares. @culturpunk

Emancipación social, social emancipation: Acción que permite a un grupo de personas acceder a un estado deautonomía por cese de la sujeción a alguna autoridad o potestad.

Empoderamiento urbano, urban empowerment: Proceso por el cual las personas aumentan su capacidad en la toma de decisión es de los planteamientos urbanos y el diseño de las ciudades para impulsar cambios positivos de los lugares que habitan.

FLOS(S): siglas para Free Libre Open Source (Software). Movimiento coincidente con aquel de la cultura libre, que incorpora el planteamiento prodecimental arrancado en las comunidades de desarrolladorxs de software libre y practicado en comunidades culturales de cualquier otro tipo que compartan la filosofía de aquellas: compartir el código de funcionamiento del artefacto, así como los resultados de su producción cultural. @jararocha

Masa Crítica, critical mass: Se refiere a cualquier grupo de personas capaz de lograr un cambio social. Las masas críticas carecen de entidades organizadoras, son independientes frente a intereses políticos o económicos.

Prosocialidad: concepto que describe comportamientos que sin motivación de recompensa material, busca favorecer metas sociales objetivamente positivas, partiendo desde el individuo hasta la sociedad en conjunto. La prosocialidad refuerza el fortalecimiento de una identidad creativa y la iniciativa de los individuos que conviven en un mismo lugar.

Red entre iguales, peer to peer (P2P). Relación entre personas provenientes de la red de computadoras en la que todos o algunos aspectos funcionan sin clientes ni servidores fijos, sino una serie de nodos que se comportan como iguales entre sí. Las redes P2P permiten el intercambio directo de información, en cualquier formato, entre los ordenadores interconectados.

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La revolución cabe en una #15Mpedia

Cuando supe que nacía 15M.cc, un proyecto transmedia y colaborativo para documentar lo que el movimiento 15M supone para España y el mundo, no lo dude un minuto: escribí a sus promotores para sumarme al proyecto. Tomé un café con Stéphane Grueso y Patricia Horrillo muy cerquita de la Puerta del Sol, en octubre de 2011. Todo lo que me explicaron entonces me entusiasmó: un proyecto colaborativo y distribuido de documental y libro, donde todo el material iba a tener licencia #copyleft y donde las aportaciones de cada persona se iban a remezclar después. Inteligencia colectiva remix, vaya. Creo que ni ellos sospechaban entonces que el proyecto 15M.cc iba a evolucionar tanto y a tener tantos forks (bifurcaciones en jerga de programadores de software libre).

El 15M.cc se ha convertido en un paraguas. Por un lado, se ha dividido en  proyectos hiperlocales, Madrid15M.cc, Málaga15M.cc y Sevilla15M.cc . Por otro, ha nacido Audio15M.cc, como un proyecto que recopilará podcast de las entrevistas del documental y otros paisajes sonoros. La estrategia elegida tiene mucho de diseño bottom up: ir completando partes que encajen en un sistema mayor. Y eso puzzle completo que incluye todas las partes no es otro que la 15Mpedia y el Wikilibro. La 15Mpedia, que ha sido desarrollado por Emilio J. Rodríguez-Posada (@emijrp) y Miguel Ángel Ramírez (@maggiko),  es un fantástico wiki en el que cualquier persona puede aportar su memoria, conocimiento e ideas sobre todo el entorno 15M. De momento, el enjambre ciudadano ya ha editado 629 artículos. De las plataformas que propiciaron la manifestación del 15 de mayo de 2011 a las acampadas, pasando por teoría política, hacktivismo, conceptos o medios de comunicación, todo cabe en la 15MPedia.

El Wikilibro es una mutación natural del libro colaborativo inicial que iba a ser escrito en red y remezclado por Patricia Horrillo. Pretende distanciarse un poco de la realidad de Madrid (epicentro de la revuelta-movimiento) para aportar un contexto y paisaje mayores. Arranca en el apartado Pasado con Historia y contexto de las revoluciones y movimientos sociales y llega hasta el Futuro con Desarrollo político. Yo estoy dentro del grupo de correo del Wikilibro y haré mis aportaciones en cuanto pueda. Cualquiera puede editar las plantillas y participar aquí.

El documental 15M.cc coordinado por Stéphane Grueso quizá sea el brazo del proyecto que más fiel se ha mantenido a su idea inicial.  Las entrevistas audiovisuales realizadas las van subiendo al apartado Conversaciones y a You Tube. Cualquier persona puede usarlas cómo y para lo que quiera, si se ajusta a la licencia Creative Commons del proyecto. Me parece interesante el concepto de proceso: habrá gente que esté viendo las conversaciones pero que nunca vea el resultado final. También me gusta el hecho de que Stéphane esté dialogando en la red para editar el documental. Y también que 15M.cc haya buscado a la clase política para entrevistar a algunas personas. Entre otras cosas porque las condiciones son claras: tú te sientas, nosotros preguntamos. Nada de preguntas pactadas, nada de control. El político que no acepte la invitación queda, además, perfectamente retratado como alguien que no se relaciona con los ciudadanos.

Por todo ello, 15M.cc merece nuestro aplauso y nuestra participación en esta recta final.

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El pasado 2.0 de la América prehispánica

 

La sharing economy (economía de lo compartido) cotiza al alza. El crowd sourcing (externalizar un proceso hacia una multitud que trabaja en red) está en la boca de los gurús. El crowd funding (financiación colectiva) llega pisando fuerte a ámbitos como la cultura. La sociedad P2P (peer-to-peer) de la que hablan los gurús Yochai Benkler o Michel Bauwens más horizontal, participativa y al margen de las retribuciones meramente económicas, ilumina el túnel del tremebundo capitalismo. El commons – el bien común, los bienes colectivos- está en boga. El co-working ya no es tendencia: es realidad. Sin embargo, algunos apenas creen en estas nuevas prácticas / realidades si llegan de la boca de un gurú del Silicon Valley. Y sólo si vienen de la mano de un término en inglés.

Paradoja: algunas palabras del castellano, como procomún (commons), existen desde el primer diccionario de Antonio Nebrija (1494) y la primera referencia escrita data de 1477.  Sorpresa: si estudiamos las prácticas de la América precolombina encontramos que los indígenas ya practicaban el crowd funding, el crowd sourcing o las dinámicas participativas de la era 2.0. La llegada de los pueblos africanos, de una fuerte raíz colectiva, también convirtió a América (principalmente la latina) en un espectacular territorio del procomún (commons territory para quien lo prefiera). La América pre capitalista era chic, cool y 2.0, ¿vale? Y lo sigue siendo. Los indígenas se anticiparon varios siglos a la tan hablada sharing economy. La mega crisis mundial está empujando al capitalismo a una irreversible mutación. Y el poscapitalismo es sorprendentemente parecido a aquel precapitalismo de la América indígena.

Aviso para incrédulos: he preparado un ligero repaso a algunos términos y prácticas colaborativas de los pueblos indígenas de América Latina. Que cada uno lo remezcle como quiera. Que cada uno complete la lista como quiera, porque sin dudas es apenas una aproximación.

Tequio.  El tequio es una forma de trabajo en beneficio del colectivo muy arraigada en la cultura zapoteca. Los integrantes de una comunidad aportan materiales o su fuerza de trabajo para realizar una obra comunitaria. Puede ser una escuela, un pozo, un camino. El individuo no puede ser nunca el beneficiario exclusivo del tequio. Tiene un toque de crowd sourcing, algo de crowd funding y mucho de commons. El tequio todavía funciona en algunos Estados mexicanos. En el Estado de Oaxaca el tequio está protegido por una ley estatal. Existen otros términos para prácticas similares como gozona o el trabajo a ‘mano vuelta’.

Potlatch. Las tribus indigenas del Pacífico de Estados Unidos y Canadá practicaban un ritual de intercambio que, en esencia, es igual al intercambios de archivos peer-to-peer (P2P) de la era digital. El potlatch, usado por los pueblos los HaidaTlingitTsimshianSalishNuu-chah-nulth, y Kwakiutl, es P2P en estado puro. El potlatch no era trueque. Los pueblos distribuían alimentos (sobre todo carne de foca y salmón) y riqueza a otras tribus que no habían tenido un buen año. Un detalle importante: algunos colonizadores europeos se enriquecieron notablemente gracias al potlatch. Igual que los cantantes super estrella que, según estudios, se benefician del intercambio de archivos entre usuarios que algunos se empeñan en llamar piratería.

Guelaquetza. La tradición de guelaguetza del Estado mexicano de Oaxaca sería una mezcla del tequio y de potlach. El vocablo  significa «intercambio recíproco de regalos y servicios». Su práctica se teje alrededor de las relaciones recíprocas que unen a la gente. Es la base de una red de cooperación entre familias y hasta entre pueblos y municipios. La guelaguetza derivo también en una celebración sincrética que tiene lugar en la ciudad de Oaxaca.

Minga. La minga es un término quechua que define un mecanismo ancestral de trabajo colectivo muy común en el norte de Perú y Ecuador. El objetivo común está por encima de cualquier beneficio individual. La colaboración por encima de la competición. Commons economy 100%+crowd sourcing, vaya. No es casualidad que Cultura Senda, que trabaja con la cultura de red, realizase recientemente un seminario en Quito llamado Open Minga. La minga, según el texto de Cultura Senda, «implica el desafío de superar egoísmos, protagonismos, desconfianzas, prejuicios y envidias; males que regularmente acechan al trabajo colectivo y a la movilización social». Además «implica aprender a escuchar y obedecer proponiendo».

Ayni.  El ayni es un término con un significado muy próximo a la minga que define un sistema de trabajo de reciprocidad familiar entre los miembros del ayllu (una comunidad que trabaja con propiedad colectiva). Lo más común es intercambiar trabajos en labores agrícolas, pastoreo, cocina o en la construcción de casas. Esta tradición continúa viva no solo en muchas comunidades campesinas sino también en la población mestiza de Ecuador, Bolivia, Perú y Chile. Cualquier banco de tiempo de intercambio de servicios del movimiento 15M español, por ejemplo, sería en esencia ayni.

Mutirão. Es un término de origen tupí que se usa en Brasil para definir una movilización colectiva basada en una ayuda mutua no remunerada. La definición de mutirão de Wikimedia es bastante redonda: «Es una expresion usada originalmente para el trabajo en el campo en la construcción civil de casas populares en la que todos son beneficiarios y se prestan ayuda con un sistema rotativo y sin jerarquía». Se usa mucho para acciones colectivas no remuneradas como limpieza de parques, calles, escuelas… Para esta práctica de acción comunal existen muchos sinónimos: muxirão, muxirã, muxirom, muquirão, putirão, putirom, putirum, pixurum, ponxirão, punxirão o puxirum.

Córima.  El pueblo mexicano rarámuri, que vive en las montañas de Chihuahua, usan el término ‘córima’ para definir un acto de solidaridad con alguien que lo está pasando mal. No ofrecer córima a alguien que necesita ayuda se considera un incumplimiento a una obligación y una ofensa a la vez. La definición también desfila por «la práctica del bien común». No tiene mucho que ver con caridad, pues los rarámuri están lejos de la moral católica. La maxima autoridad de las decisiones de este pueblo es la comunidad en asamblea, tal como lo es en el movimiento 15M, en Occupy Wall Street y en el mexicano #YoSoy32.

Maloka. La maloca (o maloka en portugués) es una casa comunitaria utilizada por las tribus indígenas de la region amazónica de Colombia y Brasil. En ellas conviven diferentes familias. Comparten lugar de trabajo, como lo hacen los espacios de co-working. La propiedad es colectiva, como en las okupaciones (squatter communities) de Europa. El commons rige el día a día. Por las noche la maloca es un centro de conocimiento. Se cuentan historias, mitos, leyendas. Las tiendas de campaña de la plaza Tahir de El Cairo, de la Puerta del Sol de Madrid o de Zuccotti Park en Nueva York durante Occupy Wall Street podrían ser la versión tecno-malokas digitales de estas casas colectivas de la Amazonia.

Este artículo fue publicado previamente en Yorokobu.es.

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WI-FI abierto, plataformas sociales e innovación en el territorio

TidePools: Social WiFi de jrbaldwin on Vimeo.

La frase «Ushahidi meets The Sims» puede no significar nada para muchos. O ser directamente pretenciosa para los que no son geeks. Pero con una pequeña explicación nos transporta a otra dimensión. Ushahidi es una plataforma cartográfica de código abierto que sirve para ordenar información recopilada colectivamente procedente de SMSs, Twitter o la Web en mapas colaborativos. The Sims es tal vez la serie de videojuegos de simulación social más popular de la historia. Juntar estos dos conceptos/plataformas no es un capricho: es el eslogan escogido para intentar definir el proyecto neoyorquino Tide Pools.

Podríamos definir Tide Pools como una interfaz de encuentro de necesidades, lugares y personas. Cualquier persona puede darse de alta en esta plataforma y colocar en el mapa los problemas de Red Hook, uno de los rincones más abandonados del Brooklyn. También se pueden crear grupos de relaciones. O dar de alta eventos. Con una estética lúdico-festiva, Tide pools traslada la dinámica de un video juego al territorio, genera comunidades e incentiva la resolución de problemas de forma colectiva. La plataforma tiene una aplicación para teléfonos móviles. Y lo más interesante de todo: el Wi-Fi gratuito que el proyecto ha diseminado por Red Hook  gracias a una red mesh (red mallada inalámbrica). Traduciendo para no geeks: una red mesh es una red distribuida y casi independiente que permite el uso inalámbrico de Internet sin depender de un nodo centralizado. Internet low cost y libre vaya, que no depende de las operadoras.

Por eso, los propios fundadores de Tide Pools colocan la ‘red mallada’ en el epicentro del proyecto. Y lo destacan así: «Las redes malladas inalámbricas proporcionan un acceso de bajo coste y compartido a Internet a las comunidades. Los usuarios socialmente conectados en estas redes son también más resilientes contra las amenazas de las infraestructuras centralizadas, como la censura o los desastres naturales. Censura=terremoro, vaya. Y personas conectadas con tecnología libre=ciudadanía en red.

 

Busco Djs de palabras para despedazar mi libro

 

Busco Djs de palabras. Busco remezcladores de metáforas. Busco lectores proactivos que quieran despedazar mi libro #24H. Todo vale: cortar, pegar, reescribir, completar, modificar, clonar. O remezclar con otras obras. ¿Por qué no? Un pedacito de Rayuela, de Julio Cortázar, tras la batidora remix, puede solaparse a #24H de forma natural. O un cuento de J.G. Ballard. O las instrucciones de uso de un medicamento contra la taquicardia. El resultado puede ser sorprendente. Mejor que el original, incluso. Mi sueño es ser un autor diluido: pasar a la historia como el que escribió la primera línea del código de un software libre y compartido al que algunos siguen llamando libro. Que el autor sean los otros, ellos, vosotras. Que se olviden de mí. #24H fue apenas el inicio de algo mayor. De algo que no controlo. Por eso la sala de remezclas está lista, esperándote, en la plataforma herramienta Booki.cc, que permite incluso dialogar con otras personas que estén remezclando el texto. Yo mismo ya he  hecho dos remezclas, extrayendo partes ya existentes y creando los nuevos capítulos, ‘Mientras ellos bloguean’ y ‘Mientras duermen’. Aplicando la terminología del software libre ambos capítulos sería ‘forks’ (bifurcaciones).

#24H nació con vocación experimental. Tiene formato blog. Recrea 24 horas en un planeta llamado Internet. Y su trama se desdibuja en el subconjunto de microhistorias, comentarios y diálogos incompletos del día 16 de mayo de 2011. Reconocerás el paisaje: la España que está a punto de ver la Puerta del Sol llena de ‘indignados’. Pero #24H no nació con voluntad descriptiva. Sus líneas son más arqueología que foto fija. Más restos fósiles de una época que testimonios certeros. Por eso, sea cual sea tu mirada hacia este nuevo milenio convulso, encontrarás en #24H algo que te golpeé. Anonymous. Crowd funding. La sociedad en red capeando la crisis. Democracia Real Ya. La lucha contra el copyright. El dinosaurio SGAE. El desamor. Europa que se desmorona.

Pero #24H nació sabiéndose un relato incompleto. Sus párrafos, siempre, serán insuficientes. Forman parte de algo mayor. De un relato colectivo que irá creciendo, fragmentándose, recomponiéndose, perdiéndose. Tal vez alguien, de aquí a un siglo, transforme un pedazo de #24H en una reverenciada obra de arte. Como hacía Marcel Duchamp convirtiendo un paraguas inservible en un aclamado ready made. O como hacía Andy Warhol, refritando iconos publicitarios y mitificándolos. Un párrafo inservible de #24H, de aquí a dos años, podría ser aclamado como una insuperable creación artística. O como el hilo lírico de una posópera electrónica compuesta en red.

Pero para ello #24H te necesita. En #24H faltas tú. No tengas miedo. La licencia Creative Commons escogida libera la copia y la obra derivada. #24H es una obra copyleft. Cualquier modificación será considerada creación, no robo. Cualquier cambio será mirado con respeto. La copia, para la editorial DPR-Barcelona y para mí, no tiene ningún significado negativo. Copia era la diosa romana de la abundancia. La copia es el mecanismo base de las neuronas espejo del ser humano. La copia nos hace humanos. Genera empatía, solidaridad, comunidad. La copia es la base de la inspiración. La copia es una prueba de amor, de admiración. Sin copia/inspiración, sin series de Flash Gordon y películas de Akiro Kurosawa, no existiría la saga de La Guerra de las Galaxias. Sin el blues de Howlin´Wolf Led Zeppelin no sería nadie. Sin copia no hay creación.

#24H te necesita. Entre otras cosas, para dejar en ridículo a una industria editorial obsoleta y al sistema de copyright talibán que hizo retirar un remake de El Hacedor de Jorge Luis Borges cocinado con amor/admiración por Agustín Fernández Mallo. La sala de remezclas de #24H pretende transportar a la demasiado solemne literatura al rincón remix al que ya han llegado la música o incluso la pintura después de los colages. Pero no me conformaría con una remezcla-maquillaje. Quiero Djs mash up – salvajes, irreverentes, desequilibrados – que mezclen sin complejos. Porque la escritura del futuro, como vaticina Kennet Goldsmith “tendrá más que ver con cambiar cosas de sitio que con crear nuevos contenidos”.

El libro #24H está disponible en formato PDF interactivo, Epub, mobi (para Kindle) y en papel en DPR-Barcelona. También disponible en Bubok (comprando el papel se consigue automáticamente la obra en formato PDF) y Lulu

 

Hacia un turismo P2P

Venga, ponte nostálgic@. Recuerda cómo viajabas, digamos en 1998. Un ritual infalible: visitar tu agencia de viajes, comprar un billete, reservar hoteles, tal vez un paquete cerrado. Vale: eras más aventurero. Comprabas un billete y te lanzabas a la aventura en cualquier país. No reservabas hoteles pero te fiabas de tu guía, por ejemplo de la Lonely Planet. Si eres un poquito más joven estás a punto de dejar de leer este post: siempre compraste tus billetes en Internet y te documentabas en Wikipedia y webs de viajes sobre los lugares que ibas a visitar. Pero quiero llegar más lejos.

Llegamos a la pregunta clave. ¿Tiene sentido el viejo modelo 1.0 de la industria del turismo, del viaje? Para responder un sonoro no, seamos radicales. Queremos viajar a Islandia. El mito creció y queremos conocer el rincón que metió a los banqueros y políticos responsables de la crisis en la cárcel. A parte de comprar el billete en la modalidad Soy Flexible de Edreams (escoges el día en el que el precio es más bajo), decidimos darle un corte de mangas a las guías de viajes. Nos fiamos infinitamente más de MiNube.com, una web en la que los usuarios recomiendas lugares de una manera colaborativa. Descargamos la guía en PDF sobre Islandia de dicho site. Detalle: es una guía totalmente personalizada, donde mezclamos variables diferentes. Y siempre basada en comentarios de usuarios. Podemos incluso bajarnos la aplicación móvil para nuestro teléfono. Como vamos buscando cosas concretas, decidimos comprar las guías personalizadas que los propios usuarios realizan y venden a precios más que razonables (a partir de un euro).

La aventura del turismo Peer-to-peer (P2P) no acaba aquí. Ya hemos acabado con las agencias de viajes, las guías y  los periodistas-gurús-viajeros-que-recomienda-comer-donde-les-invitan-a-ellos. Ahora, tiembla sector hotelero. Decidimos que no tiene sentido hospedarse en un hotel. Preferimos que el dinero llegue directamente a las familias islandesas a las que los bancos también intentaron engañar. Por eso apostamos por buscar una casa familiar en Airbnb, una plataforma que pone en contacto a personas que alquilan habitaciones (o sofás) con viajeros. Pero al final nos decantamos por una opción más horizontal todavía: Couch Surfing, la mayor red de viajeros del planeta. La filosofía es sencilla: hospedas a viajeros en tu casa, ellos te hospedan a ti. En cualquier país. En cualquier ciudad. Tu hospitalidad o comportamiento queda puntuado. La inteligencia colectiva resuelva problemas como inseguridad o desconfianza. Quien no tiene ni un sofá pero se ofrece para ser cicerone de viajeros en su ciudad, puede viajar por el mundo de casa en casa.

Al final, nuestra aventura islandesa valió la pena. Nuestro couch surfer encuentra la forma de que nos tomemos una cerveza con Hordur Torfason, uno de los fundadores de la revolución islandesa. Mientras tanto, Europa se aferra al analógico y ultraradical tratado Schengen. Europa – en la era del turismo P2P – exige reserva de hotel pagada para todos los días del viaje (o una carta de invitación). Además, una cantidad desorbitada de dinero para consumir por día (60 euros). Europa intenta aplicar leyes del pasado. Y la sociedad las elude en red.

Mi web: bernardogutierrez.es Fundador de la red futuramedia.net En Twitter soy @bernardosampa