De la nueva sociedad 3.0 organizada horizontalmente en red que ha enterrado la edad contemporánea. ¡Bienvenidos a la edad digital!

Entradas etiquetadas como ‘Dj’

Busco Djs de palabras para despedazar mi libro

 

Busco Djs de palabras. Busco remezcladores de metáforas. Busco lectores proactivos que quieran despedazar mi libro #24H. Todo vale: cortar, pegar, reescribir, completar, modificar, clonar. O remezclar con otras obras. ¿Por qué no? Un pedacito de Rayuela, de Julio Cortázar, tras la batidora remix, puede solaparse a #24H de forma natural. O un cuento de J.G. Ballard. O las instrucciones de uso de un medicamento contra la taquicardia. El resultado puede ser sorprendente. Mejor que el original, incluso. Mi sueño es ser un autor diluido: pasar a la historia como el que escribió la primera línea del código de un software libre y compartido al que algunos siguen llamando libro. Que el autor sean los otros, ellos, vosotras. Que se olviden de mí. #24H fue apenas el inicio de algo mayor. De algo que no controlo. Por eso la sala de remezclas está lista, esperándote, en la plataforma herramienta Booki.cc, que permite incluso dialogar con otras personas que estén remezclando el texto. Yo mismo ya he  hecho dos remezclas, extrayendo partes ya existentes y creando los nuevos capítulos, ‘Mientras ellos bloguean’ y ‘Mientras duermen’. Aplicando la terminología del software libre ambos capítulos sería ‘forks’ (bifurcaciones).

#24H nació con vocación experimental. Tiene formato blog. Recrea 24 horas en un planeta llamado Internet. Y su trama se desdibuja en el subconjunto de microhistorias, comentarios y diálogos incompletos del día 16 de mayo de 2011. Reconocerás el paisaje: la España que está a punto de ver la Puerta del Sol llena de ‘indignados’. Pero #24H no nació con voluntad descriptiva. Sus líneas son más arqueología que foto fija. Más restos fósiles de una época que testimonios certeros. Por eso, sea cual sea tu mirada hacia este nuevo milenio convulso, encontrarás en #24H algo que te golpeé. Anonymous. Crowd funding. La sociedad en red capeando la crisis. Democracia Real Ya. La lucha contra el copyright. El dinosaurio SGAE. El desamor. Europa que se desmorona.

Pero #24H nació sabiéndose un relato incompleto. Sus párrafos, siempre, serán insuficientes. Forman parte de algo mayor. De un relato colectivo que irá creciendo, fragmentándose, recomponiéndose, perdiéndose. Tal vez alguien, de aquí a un siglo, transforme un pedazo de #24H en una reverenciada obra de arte. Como hacía Marcel Duchamp convirtiendo un paraguas inservible en un aclamado ready made. O como hacía Andy Warhol, refritando iconos publicitarios y mitificándolos. Un párrafo inservible de #24H, de aquí a dos años, podría ser aclamado como una insuperable creación artística. O como el hilo lírico de una posópera electrónica compuesta en red.

Pero para ello #24H te necesita. En #24H faltas tú. No tengas miedo. La licencia Creative Commons escogida libera la copia y la obra derivada. #24H es una obra copyleft. Cualquier modificación será considerada creación, no robo. Cualquier cambio será mirado con respeto. La copia, para la editorial DPR-Barcelona y para mí, no tiene ningún significado negativo. Copia era la diosa romana de la abundancia. La copia es el mecanismo base de las neuronas espejo del ser humano. La copia nos hace humanos. Genera empatía, solidaridad, comunidad. La copia es la base de la inspiración. La copia es una prueba de amor, de admiración. Sin copia/inspiración, sin series de Flash Gordon y películas de Akiro Kurosawa, no existiría la saga de La Guerra de las Galaxias. Sin el blues de Howlin´Wolf Led Zeppelin no sería nadie. Sin copia no hay creación.

#24H te necesita. Entre otras cosas, para dejar en ridículo a una industria editorial obsoleta y al sistema de copyright talibán que hizo retirar un remake de El Hacedor de Jorge Luis Borges cocinado con amor/admiración por Agustín Fernández Mallo. La sala de remezclas de #24H pretende transportar a la demasiado solemne literatura al rincón remix al que ya han llegado la música o incluso la pintura después de los colages. Pero no me conformaría con una remezcla-maquillaje. Quiero Djs mash up – salvajes, irreverentes, desequilibrados – que mezclen sin complejos. Porque la escritura del futuro, como vaticina Kennet Goldsmith “tendrá más que ver con cambiar cosas de sitio que con crear nuevos contenidos”.

El libro #24H está disponible en formato PDF interactivo, Epub, mobi (para Kindle) y en papel en DPR-Barcelona. También disponible en Bubok (comprando el papel se consigue automáticamente la obra en formato PDF) y Lulu

 

#24H, mi nuevo libro remix


#24H, mi última creación, ya está para todos aquellos que quieran usar el  sistema Pay with a tweet. Basta tuitear desde este link para conseguir la primera parte de #24H en formato PDF interactivo. Mañana, pondremos todo el libro entero a golpe de tweet.  Paulatinamente iremos ocupando formatos, plataformas digitales, papel. Hemos llamado a la estrategia ‘occupy plataformas’.

Presento #24H el día 16 de mayo en Madrid (Matadero,Paseo de la Chopera, 14, en la Offficina, 19.30 horas) con una conversación entre Virginia Pérez Alonso (directora de 20 Minutos.es), Pepe Cervera (periodista), Stéphane Grueso (cineasta, activista), el colectivo Zuloark y yo. En Barcelona, lo presento el día 23 de mayo (ZZZINC, Sant Vicenç 33, 19.00 horas) en una conversación entre José Luis de Vicente (investigador cultural, net-thinker) y yo. A todo esto, creo que #24H no es un libro. Como no sé exactamente lo que es, insinúo algunas posibilidades (así es la nota de prensa que he enviado a los medios).

#24H es un blog off line. El (casi) autor comenzó a garabatear lo que hoy llamamos #24H en el año 2007 en un documento de texto.  El formato emulaba un blog: una entrada, comentarios ordenados linealmente. El (casi) autor, entonces, estaba interesado en la realidad virtual, en Second Life, en las narraciones distribuidas de la red, en la ciberpolítica. Durante la Primavera Árabe retomó la escritura frenéticamente. Algunos de los garabatos de 2007 estaban sucediendo. Tras la explosión del 15M español, el (casi) autor continuó escribiendo el blog off line hasta completar 24 horas de linealidad. El blog-libro-relato recrea 24 horas, entre el 16 y 17 de mayo de 2011, en un planeta llamado Internet, justo antes de que la Puerta del Sol de Madrid se llenase de “Indignados”.

#24H es una trampa. Recrear linealmente un día en el siglo XXI es una osadía (una trampa). El tiempo es una sustancia fragmentada, deterrioralizada, cóncava, convexa. Un día en You tube tiene 50.400 horas de vídeo. 2.100 días caben en un día. 70 meses, en 24 horas. #24H tiene links, ecos del pasado, tweets que circulan, salidas, túneles, lectores que se refugian en chats paralelos. El flujo del blog es una trampa.

#24H es un edificio deconstruible. Cualquier lector puede deconstruir #24H. Puede leerlo de principio a fin. Pero también de forma oblicua. Puede eliminar una parte. Puede imprimir partes del libro gracias a un sistema de etiquetas. Existen tantos libros como lectores.

#24H es un relato coral. Las musas no han escrito #24H. La inspiración no es exclusivamente el alimento creativo de su (tal vez) autor. La escritura se basa en otros relatos, en otras inspiraciones. #24H forma parte del torrente de la historia.  Aunque buena parte es un libro de ficción, en sus líneas hay referencias, citas, realidades, tweets reales, pedazos de blogs. #24H es más un collage que un cuadro. Además, el autor colgó pedazos de #24H en su blog Alfacentauro.info e incorporó comentarios de sus usuarios en el río / relato.

#24H es un palco. Cualquier puede subirse a #24H, gritar, llorar o reir. También, cualquiera puede subir y limitarse a escuchar al público sin pronunciar una palabra.

#24H es remezclable. Cualquier lector puede descuartizar #24H, podarlo, rescribirlo. La licencia Creative Commons lo permite. El autor y la editorial creen en la creación colectiva. El remix es deseable. #24H es un código fuente. Cualquier puede mejorarlo igual que hacen los programadores de software libre o los Djs. Por eso existirá (en breve) una sala de remezclas para los DJ de palabras.

#24H es una caja de herramientas. Cada palabra puede ser un tornillo o una tuerca que encaje en otros lugares. Cada párrafo puede ser un alicate que transforme otra pieza en algo diferente. Cada página  puede ser un clavo que sostenga una estructura mayor.

#24H es un laboratorio de mercado. #24H es una cobaya voluntaria del mundo editorial. Pretende iluminar un camino. Vendiendo #24H a 1,99 euros en formato digital, el autor y editorial desean probar que hay otras fórmulas editoriales al margen de las fábricas de best seller. También quieren probar que liberar la copia sin fines lucrativos incide positivamente en el autor, editorial y obra.  Y que Internet es el mejor aliado (no enemigo) de la cultura.

#24H es un cajón de sastre. Los lectores de #24H (el blog) meditan sobre la crisis, las hipotecas, el capitalismo que “proyecta logos sobre la luna”, las ciudades patrocinadas, la corrupción, Internet y una clase política desprestigiada. En #24H conviven el movimiento hacktivista Anonymous con el subcomandante Marcos; Italo Calvino con la Bruja Avería; pensadores como Félix Guattari, Manuel Castells o Hakim Bey con Mortadelo y Filemón; Democracia Real Ya con Pancho Villa; Naomi Klein con Leo Bassi; el Manifiesto Cyborg de Donna Haraway con Karl Marx; Einstein y los sonidos bastardos de las favelas de Río de Janeiro. Desamor, frustración, copyleft, utopías, cibermovimientos, contrapublicidad, Djs mash up, sueños, especulación, cartografías subjetivas, Twitter, neo-realismo mágico, wikiplazas, ciberpunk, volcanes en erupción. Y una Europa que se desmorona.

#24H es el inicio de una era. Más que un día en la tierra, con Madrid y la incipiente Spanishrevolution al otro lado de la ventana/frame, #24H es un espejo tuerto, empañado y crítico en el que se refleja el mundo, toda una época. #24H es apenas la primera línea de una nueva era que se precipita hacia un futuro misterioso, vibrante e imprevisible.