De la nueva sociedad 3.0 organizada horizontalmente en red que ha enterrado la edad contemporánea. ¡Bienvenidos a la edad digital!

Soñé que era un Dj de calles (ciudades copyleft)

*Este texto fue publicado originalmente en Paisaje Transversal. Las imágenes, con licencia Creative Commons, provienen de las galerías de Flickr de Immaginoteca y Rafeejewel

Hace unos días soñé que era un Dj de calles. La ciudad yacía sobre una mesa de mezclas. Cogía pedazos de plazas, fragmentos de calles, y los mezclaba con desparpajo. Nada como agarrar la piel verde de un parque y colocarla sobre un surco del vinilo (sobre una avenida). La ciudad, vuelta tras vuelta, nunca era la misma. A veces, bastaba con volver atrás (scrath)  para mejorar la remezcla. Otras, mejor avanzar. Buscar una variante diferente.

Confieso que antes del sueño devoré un cóctel explosivo durante varios días: releí El derecho a la ciudad (un ensayo urbanístico Henri Lefebvre  y Software libre para una sociedad libre (un conjunto de escritos y conferencias de Richard Stallman). Lefebvre afirmaba que lo “urbano es obra de ciudadanos” y no “una imposición del sistema”. La ciudad,  decía,  no es “un libro ya terminado”, sino “el lenguaje de los individuos”. Y no es sólo un lenguaje “sino una práctica”.

Richard Stallman, fundador del movimiento del software libre , afirma que “la libertad y no solo la tecnología es importante”. Por eso golpeó a la licencia copyright con sus propias armas. Creó la licencia copyleft que libera la copia y la remezcla de un programa informático exigiendo que quien lo use tenga que utilizar la misma licencia abierta. Stallman abrió una puerta: la de la cooperación entre individuos. Los programadores con software no propietario trabajaban juntos en red, mejorando algo por el bien común. Como los ciudadanos haciendo urbe en la práctica. Como los artistas liberando sus obras. “La visión de un regimiento de hackers manos a la obra – escribía Stallman – constituye una fuente de alivio y alegría y pienso que la ciudad sobrevivirá por el momento”.

Relacionar a Lefebvre y a Stallman no es un capricho. Es una intuición infalible. Algo totalmente lógico. Stallman tiene claro que el software libre no es un producto: es un movimiento social. Lefrebvre sufría viendo la ciudad “convertida en objeto de consumo”. Stallman afirma que “un buen ciudadano es aquel que colabora, no aquel que logra éxito cuando roba a los demás” (mercado propietario). Lefrebvre exalta el “valor de uso” (el goce, la belleza) frente valor de cambio (los mercados y sus exigencias). Y lo más revelador, ambos vislumbraron un mundo gobernado por corporaciones oscuras y objetos privatizados. “Lo más importante es resistir a la tendencia a dar poder a las compañías en detrimento del público”, decía Stallman. “La ciudad es la proyección de la sociedad global sobre el terreno”, aseguraba Lefebvre. Software libre para una sociedad libre. Software libre para una ciudad libre.


Sigamos jugando. Imaginemos a Lefebvre programando. O a Stallman pensando la ciudad. Apliquemos la definición de software libre a una urbe. Con un matiz: sustituyamos la palabra “programa” por “ciudad”. Juguemos:

Libertad 0. Libertad para ejecutar la ciudad sea cual sea nuestros propósito

Libertad 1. Libertad para estudiar el funcionamiento de la ciudad y adaptarlo a tus necesidades – el acceso al código fuente es condición indispensable para eso.

Libertad 2. La libertad para redistribuir copias y ayudar así a tu vecino.

Libertad 3. La libertad para mejorar la ciudad y luego publicarlo para el bien de toda la comunidad.

Podríamos cambiar “programa” por “calle” o “plaza”. “Libertad para ejecutar la plaza sea cual sea nuestro propósito…”. El copyleft sería la licencia legal que garantizaría este “valor de uso” lefebvriano de la ciudad. El copyleft garantizaría una ciudad / software libre. Permitiría “la libre distribución de copias y versiones modificadas de una ciudad, exigiendo que los mismos derechos sean preservados en las versiones modificadas”. El código fuente – la esencia de la urbe, su entramado, su funcionamiento – estaría a la vista. Sería modificable. Mejorable colectivamente. El intercambio entre usuarios P2P (peer-to-peer) se convertiría en un Plaza2Plaza, en un Parque2Parque.

Esta hipótesis retro-futurista no es ciencia ficción. Inspirados en el software libre, Rahul Srivastava y Matías Echenove, del brillante e inclasificable estudio Airoots, escribieron en 2008 sus 12 principios para una arquitectura de la participación. Y  existe incluso una licencia abierta específica para ciudades. El escritor Matthew Fuller y el urbanista / diseñador Usman Haque (creador de Pachube)  se han atrevido a proponer una licencia para la construcción y diseño de ciudades de código abierto: el Urban Versioning System 1.0.1 (UVS). En el escrito los autores despedazan los paradigmas de la arquitectura espectáculo y el urbanismo que trabaja con objetos de fórmula cerrada: “UVS reconoce que el mundo está construido por sus habitantes en cada momento”, “La gente llevará  el diseño, de una forma colaborativa, en direcciones nunca imaginadas”, “Sólo un modelo de construcción que es capaz de perder su trama es adecuado”.

Esta soñada ciudad copyleft acabaría con aquellos “consumidores de productos y espacios” de Lefebvre. La adhocracia multidisciplinar de “amateurs” acabaría con la burocracia urbanística. La ciudad post it liquidaría la ciudad definitiva convertida en objeto de consumo. La urbe dejaría de ser un producto de fórmula cerrada para ser una Zona Autónoma Temporal con una trama colectiva en construcción. Y nada mejor para aterrizar el concepto de ciudad copyleft que repasar prácticas ya existentes, líneas de código que ya están siendo escritas.

Una ciudad copyleft es una plaza abierta, participativa, cuyo código fuente está escrito colectivamente (proyecto Wikiplaza). La ciudad copyleft es un espacio urbano gestionado  y mejorado en red (proyecto Esto es una plaza). La ciudad copyleft es un conjunto compartido de datos abiertos sobre los presupuestos de cada barrio (proyecto Mon Quartier). O una visualización de qué camino realiza la basura desde que sale de casa (proyecto Trash Track).

La ciudad copyleft será – ya está comenzando a serlo – una co-creación colectiva en eterno estado beta (en fase de desarrollo). Una imprevisible sesión de un Dj mash up que une pedazos de melodías y ritmos ya existentes con total libertad creadora.

*Este artículo pertenece al proyecto #guerranarrativa que pretende crear imaginarios, teoría y nuevos imaginarios contra las metanarrativas del sistema. Todos los textos se distribuirán con la etiqueta de Twitter #Guerranarrativa. Cualquier persona puede participar.   

5 comentarios

  1. Dice ser Raul Gomez

    La ultima el grafeno. Hacia falta unos mil millones de dolares para investigar el desarrollo de este material, nadie los ponia, ha sido Sansung y Sony los que han puesto el dinero y ya estan las pantallas listas para el publico, la tecnologia ha sido patentada … ahora queda poner unos 2 mil millones de dolares para investigar si el grafeno sirve para hacer procesadores ¿ pero quien se tomara la molestia de poner el dinero y la investigacion ? podrian ser los del copyleft poner la pasta y al no estar patentado que luego lo pueda fabricar todo el mundo sin pagar

    14 abril 2012 | 10:51

  2. Bernardo:

    Enhorabuena por el artículo y muchas gracias por la mención al artículo original, que lo podéis encontrar aquí

    http://www.paisajetransversal.org/2012/04/delg-sone-que-era-un-dj-de-calles.html

    Este artículo se enmarca dentro del debate en línea sobre smartcities que estamos desarrollando en nuestro blog. Podéis encontrar más información sobre esta iniciativa aquí:

    http://www.paisajetransversal.org/2012/03/debata-sobre-smart-cities.html

    http://www.paisajetransversal.org/search/label/Smart%20cities

    14 abril 2012 | 12:59

  3. Dice ser pobres elefantes

    Por favor, 20 minutos, ¿podrían quitar de portada esa foto terrorífica de un noble elefante muerto?

    14 abril 2012 | 14:10

  4. Dice ser jose

    Raul Gomez

    Teniendo en cuenta que las facturas en cualquier cosa las componen en una cantidad bastante abundante el pago a patentes y derechos de autor (si, hasta tener un triste ordenador que para funcionar necesite software ya te incluye gastos de licencias si no funcionas con software totalmente libre… eso sin contar que no tendras ni idea de que codigo fuente estas corriendo ni posibilidad de contratar a quien quieras para que adapte ese codigo a lo que requiera tu trabajo). Y que los monopolios tienden a aglutinar el dinero de todo el mundo y a excluir el que la gente pueda trabajar e investigar fuera de ese monopolio… pues te puedes hacer una idea de porque su coste se mide en miles de millones y de porque para no violar licencias y patentes generalmente no se puede poner manos a la obra nadie mas (¿Porque te crees que el sector tecnologico depende en tal medida de fuera de nuestro pais y de multinacionales?, simplemente porque nos esta vedado entrar y prosperar en el).

    Todo ese tema de derechos de autor y patentes lleva a que la ciencia, la investigacion y el avance queden bajo llave en un cuarto oscuro donde no hagan compentencia al monopolio de turno (que puede llegar a tener el solito mas de 200.000 patentes y a esas juntales las del resto de monopolios a nivel mundial, y ahora tu si tienes agallas, conocimientos legales, millones a despilfarrar y tiempo eterno, intenta leertelas todas y ponerte a desarrollar algo que no tenga ninguna para que no te frian a demandas).

    Por otro lado el copyleft no es nada del otro mundo, simplemente es que cada cosa que vendes o distribuyes lo haces de forma completa (incluyendo el codigo fuente en el caso del software por si quieres ver que te hace en tu maquina, o compilarlo, adaptartelo a tus necesidades o contratar a quien quieras para que te lo adapte) y que se pueda usar, difundir y mejorar sin trabas mientras permanezca siempre asi. Que es basicamente como deberian ser las cosas en realidad a nivel legal, en lugar de una excepcion.

    14 abril 2012 | 17:50

  5. Dice ser Raul Gomez

    Pues ya dije adelante a investigar el grafeno y otras estructuras de transistores que nadie la esta patentando ni investigando, Sony y Sansung solo lo tratan para pantalla para microprocesador no les interesa el grafeno, tan solo hace falta poner los 2 mil millones dolares iniciales encima la mesa y mas aun para microprocesadores de transistores cruzados …. esperemos que sea el gobierno español por ejemplo pues es un avance y luego que cualquiera pueda fabricar el producto con copyleft, esperemos

    14 abril 2012 | 18:03

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