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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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Buenas noticias para las marcas

Ha pasado una semana desde que publiqué las previsiones de Vigía. Aún no son buenas del todo pero son cada vez mejores. Parece que la inversión publicitaria comienza a reactivarse.

Por esos mismos días se publicó el barómetro TrendScore, que elabora Grupo Consultores para la AEA (Asociación Española de Anunciantes): el 70% de los anunciantes ha frenado la caída de su presupuesto de marketing; incluso un 24% los ha incrementado.

Lo mismo ocurre a nivel europeo y mundial, al menos eso indica el GMI (Índice Global de Marketing) que publica WARC, la más prestigiosa asociación del sector. El índice se sitúa en 56,6, casi tres puntos por encima del valor que se obtenía hace un año y ya plenamente en la zona de optimismo.

Pero quizá la noticia más importante para las marcas es la que nos daba Kantar Worldpanel: se incrementa el consumo; se frena el ascenso de las marcas blancas y Mercadona (que lleva años capitalizando el fenómeno antimarcas de fabricante) pierde terreno.

Está claro que aún estamos muy lejos de lo que ocurría en 2007, pero al menos las cosas están empezando a cambiar.

Yo no suelo pisar un Mercadona, las compras no son lo mío, pero cada verano me tocaba pasar un rato viendo qué era lo que quería venderme el señor Roig (casi siempre diferente de lo que yo quería comprar). No sé si será efecto del cambio que empieza a producirse, pero este año mi mujer decidió que la gran compra de vacaciones se haría en Eroski, donde podemos encontrar nuestras marcas preferidas.

Tío Pepe ya ha vuelto a la Puerta del Sol

Quienes amamos la publicidad, la buena publicidad, estamos de enhorabuena.

Esta tarde, en mi medicinal paseo diario, he pasado por la Puerta del Sol justo cuando empezaba a diluviar. Aún así he podido sacar una foto al anuncio de Tío Pepe.

Aunque no haya podido ser en su ubicación original, la vuelta del Tío Pepe al kilómetro cero de la capital de España es una buena noticia para los publicitarios y para todos los madrileños.

Hay anuncios emblemáticos que forman parte de la historia de España: el toro de Osborne, el negrito de Cola Cao, el luminoso de Schweppes en Callao…pero quizá más que ninguno el luminoso de Tío Pepe en la Puerta del Sol.

Los lugares emblemáticos de la grandes ciudades son también grandes ubicaciones publicitarias: Times Square en Nueva York o Picadilly Circus en Londres no serían lo mismo sin su publicidad, que les da el aire moderno que todos reconocemos.

Madrid empieza a tener en la Plaza de Callao algo parecido, con sus espectaculares pantallas. Pero el anuncio de Tío Pepe en Sol forma parte del paisaje más característico de la capital, aunque ahora esté un poco desplazado.

Sol y Tío Pepe otra vez juntos. Una buena noticia para todos.

Una noche inolvidable

Hoy debería hablar de las previsiones Zenthinela para este fin de año y para 2013; para eso me pasé el fin de semana trabajando en ellas. Pero prefiero dejarlo. Para una vez que puedo hablar de buenas noticias…

El martes se celebró el día de la Eficacia. Por la mañana nos reunimos unos cuantos para escuchar una mesa redonda y cuatro interesantes ponencias sobre el tema de la eficacia publicitaria.

Por la noche, con más de 2000 asistentes, se celebró la entrega de los Premios EFI a la Eficacia de la Publicidad. Y fue la gran noche de (entre otros) Zenith, la empresa en la que trabajo.

Muy pronto supimos que habíamos ganado (con Mercedes y Contrapunto) el Premio de Oro a la Investigación. Se reconocía el trabajo de mi equipo y yo ya me empezaba a llenar de orgullo.

A medida que iba avanzando la noche llegaron tres premios más para Zenith: un Bronce por la campaña de Mercedes y dos oros por la campaña de gama de Campofrío, la de los cómicos (con McCann como agencia creativa), que tantas alegrías nos ha dado y que finalmente ganaría el Gran Premio como la campaña más eficaz del año. Marketing News describe muy bien la campaña; eso ayuda a comprender por qué ha ganado.

Aquí el orgullo se empezaba a mezclar con una fuerte emoción. Llevo muchos años en la empresa, algunos de ellos muy duros, y ver que por fin se reconocía que somos un gran equipo, que hace un gran trabajo, hacía que las lágrimas asomaran a mis ojos.

Casi al final de la Gala nuestra emoción (la gente de Zenith ocupábamos casi una fila del Palacio Municipal de Congresos) llegó al límite: ¡Zenith ganó el Premio a la Agencia de Medios del Año!

Seguro que más de uno pensará que con clientes como esos (Campofrío y Mercedes son sólo dos de las grandes marcas para las que trabajamos) cualquiera gana el premio, pero quienes hemos sido jurados de los Premios EFI (yo lo fui hace dos años) sabemos lo complicado que resulta ganar cada premio. Mucho más aún los premios a agencias del año, que suponen ser el que más premios ha ganado.

Por cierto, gracias a los miembros del jurado. Sólo cuando se ha estado ahí se sabe el volumen de trabajo que eso supone. Y lo que se aprende a cambio…

Para mí, y para muchos de mis compañeros, la noche del 30 de noviembre será una noche inolvidable.

Lecciones desde la estratosfera

El salto de Felix Baumgartner el domingo pasado ha sido una de las noticias amables de la semana.

El aventurero austriaco batió al menos tres récords:

El de velocidad vertical sin usar paracaídas de guía, al alcanzar los 1324,8 kilómetros por hora.

El de altura de salto, con 39.045 metros.

El de caída libre más larga en distancia, con 36.529 metros.

Además, como destacaba Panorama Audiovisual, la novedosa tecnología utilizada también batió varios récords de trabajo en condiciones extremas, de temperatura, velocidad y variación acelerada de situaciones.

Acostumbrado a las cifras millonarias de la televisión, a mí me impresiona poco que ocho millones de personas (en todo el mundo) vieran en directo la hazaña a través de YouTube. Incluso si eso supone multiplicar por 16 la mayor audiencia simultánea obtenida, en los JJOO de Londres, hasta ahora por el portal de vídeo de Google. Muestra el potencial del nuevo medio, pero también su todavía relativamente pequeño tamaño: poco más de una de cada mil personas del mundo.

Porque la televisión siguió mostrando todo su poderío. En España una cadena especializada minoritaria, como Teledeporte, superó los 4.300.000 espectadores en su minuto de oro: casi uno de cada diez espectadores posibles.

Y no podemos olvidarnos de las redes sociales. A lo largo de la tarde del domingo y buena parte del lunes el salto de Baumgartner fue el claro protagonista de los contenidos, con varios trending topics mundiales y muchos más en los diversos países. Yo, que venía conduciendo de regreso tras el puente del Pilar, viví la retransmisión en directo minuto a minuto a través de Twitter que me iba leyendo mi hija desde el asiento de atrás.

He llegado hasta aquí sin hablar de Red Bull y sin embargo es la marca de bebidas, también austriaca, quien nos ha dado más lecciones con esta acción.

Llevamos años hablando de branded content, de contenido generado por las marcas, como alternativa, o al menos complemento, de la publicidad convencional. Se ha abusado tanto de la publicidad en alguno de sus formatos que nos dicen que es intrusiva, interrumpe los contenidos que queremos ver, nos obliga a ver lo que no queremos.

Este caso nos muestra justo lo contrario: la gente huía de otras programaciones para buscar el salto estratosférico.

Red Bull lleva muchos años apoyando deportes extremos, generando contenidos que ofrece a los medios y estos a su vez ofrecen gustosos a una audiencia que los ve porque los considera interesantes. El salto de Felix no sólo fue el anuncio más largo de la historia (prácticamente en todo momento durante la transmisión se veía perfectamente el logotipo y el nombre de la marca) y figuró como tal, Red Bull Stratos, en las parrillas de los canales que lo emitieron; también consiguió su tiempo en los noticiarios a lo largo de toda la semana; las emisoras de radio retransmitieron el evento en directo y muchos periódicos llevaron las fotografías a su portada.

Puede que los retrasos se debieran al viento, pero el resultado final fue que el salto se emitiera en directo durante el prime time de la mayor parte de los países de Europa justo en uno de los pocos domingos del año en que las cadenas no están absortas con las ligas de fútbol. Un domingo que ya había empezado con el triunfo de los prototipos de Red Bull en la prueba de Fórmula 1.

Red Bull lleva años dándonos lecciones de marketing: es una bebida cara, un lujo asequible, asociada al aguante nocturno, un riesgo controlable; con este tipo de eventos no hacen publicidad (¿no?) apoyan valores y proezas. El posicionamiento de la marca es claro.

Al ser cara consigue unos márgenes altos que puede invertir en patrocinios (hasta un 25% de sus ingresos según Marketingdirecto.com ) que generan contenidos interesantes deseables por los consumidores. Con ello la notoriedad de la marca crece. Y se añade una nueva vuelta a la espiral.

La hazaña de Red Bull todavía es difícil de cuantificar ya que la repercusión del evento no ha terminado. Algunos de los primeros análisis que se han hecho están muy centrados en Estados Unidos. Un primer análisis de urgencia para España elaborado por Kantar Media cifra en más de siete millones de euros (a precio de tarifa publicitaria) la repercusión en radio y televisión, a la que habría que sumarle el valor aportado por la prensa, en muchos casos con sus portadas a las que ni siquiera se podría atribuir una tarifa.

Sin duda Felix Baungartner ha ayudado a Red Bull a completar una lección magistral en el campo del marketing.

Y eso abre un nuevo tema para los medios ¿hasta qué punto podrán seguir apoyando sin cobrar (o incluso pagando) las acciones/noticias que generen las marcas, que retiran así las inversiones en publicidad de las que se mantenían hasta ahora?

De nuevo hay materia para una profunda reflexión.

Mi experiencia Mercadona

Este verano Mercadona ha vuelto a estar de actualidad y esta vez por motivos diferentes a los habituales.

Primero fue la flashmob de Sánchez Gordillo/Robin Hood en establecimientos de la cadena en la provincia de Sevilla. Unas acciones que pretendían llamar la atención sobre las injusticias de la actual situación de crisis que, en mi opinión, no fueron muy eficaces. En cualquier caso la imagen de Mercadona no salió perjudicada (ni muy beneficiada, probablemente).

Luego, ya a mediados de agosto, fue la retirada del mercado de once productos de la marca propia de cosméticos Deli Plus por parte de la agencia del medicamento. Los productos mezclaban dos sustancias que, combinadas, pueden ser perjudiciales para la salud. Aunque la noticia ha tenido menos repercusión de la que yo esperaba, está claro que es un golpe al estereotipo: los productos de marca propia de Mercadona (Hacendado, Deli Plus, Bosque Verde, Entrepinares,…) son tan buenos como los de las marcas de fabricante pero más baratos.

Veremos cómo sale la empresa de don Juan Roig de este asunto.

Yo no voy mucho de compras. El hecho de que mi mujer esté jubilada y yo no me libera de esa tarea que, además, no me gusta. La excepción se produce en vacaciones: ese es el momento en que se produce mi contacto periódico con Mercadona, en concreto con el establecimiento de San Javier, en la provincia de Murcia.

Mis sensaciones son siempre contradictorias. El local está limpio y ordenado, los empleados, casi siempre mujeres, son amables y educados, algunos precios son más baratos, pero no puedo evitar la sensación de que me están manejando y eso me molesta.

Un ejemplo tonto: en la playa desayuno tostadas con mermelada. Me gustan las mermeladas de la marca Hero. En Mercadona puedo comprarlas, eso sí, siempre que las quiera de melocotón o de fresa. Todo el amplio surtido de Hero (pongamos que a mí me gustan las de albaricoque y de frutas del bosque) pasó seguramente a mejor vida cuando Mercadona decidió eliminar referencias hace un par de años. Eso sí, si me decanto por la marca Hacendado la variedad es mucho mayor.

Lo mismo ocurre con la mayor parte de los productos.

Al final, si la selección de variedades que hizo don Juan con su equipo no coincide con mis gustos me obliga a repetir la compra en otro local. En el caso de la mermelada, incluso en un pequeño supermercado de la zona puedo encontrar cerca de veinte variedades.

Este verano he descubierto en la zona un Eroski enorme  en el que, a primera vista, la variedad de productos y marcas en mucho mayor.

En las próximas vacaciones habrá que probar.

Sí; soy marquista. Llevo toda la vida ayudando a crear marcas y creo en ellas como garantía de calidad. En el caso de Mercadona sé que suele llegar a acuerdos con fabricantes (a los que llama interproveedores) con una cierta garantía de calidad. Pero puede cambiarlos si no respetan las condiciones que impone. Y ¿será igual la leche elaborada por una cooperativa de la sierra de Córdoba que la que le proporcione una empresa de un pueblo de Cantabria? No entro en cual será mejor, pero seguro que ha habido un cambio en el producto al cambiar el fabricante ¿no creen?