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Cuando bostezar puede provocarte tener un orgasmo espontáneo

No solo practicando sexo en pareja, masturbándose e incluso haciendo ejercicio se puede alcanzar un orgasmo. A veces, y de manera involuntaria, podemos encontrarnos que algo que nada tiene que ver con la sexualidad pueda provocarnos un placentero estado, por ejemplo un bostezo. Para ello existe el término ‘yawngasm’ acuñado por los anglosajones y que hace referencia al placentero y orgásmico momento de bostezar.

Cuando bostezar puede provocarte tener un orgasmo espontáneo

Y es que son muchos los expertos que apuntan que bostezar es uno de los mayores placeres fisiológicos que existen y que cualquier persona puede llegar a experimentar.

El problema (o no) viene cuando a raíz de un bostezo se activa alguna zona de nuestro cerebro vinculada al placer y acaba provocándonos un orgasmo espontáneo. Es algo difícil y poco frecuente que ocurra, aunque se han dado casos aislados (no suelen ser repetitivos en un mismo individuo).

Curiosamente algunas personas lo llegaron a experimentar, hace unos años, mientras estaban medicándose contra la depresión…

A mediados del siglo XX varios fueron los fármacos antidepresivos que salieron al mercado, siendo uno de los más populares la ‘clomipramina’, la cual se detectó que, en la década de 1980, un cinco por ciento de los pacientes en tratamiento y a los que se les había recetado dicho medicamento, admitieron haber experimentado un orgasmo espontaneo en el momento exacto de haber bostezado.

Pero también cabe destacar que ese mismo fármaco causaba a un número mayor de pacientes varones (alrededor del 20 %) unos efectos secundarios nada deseables: disfunción eréctil. Todo parece indicar que, ante tales resultados, los responsables de los laboratorios Geigy, que producían la clomipramina, decidieron cambiar parte de la composición. Lo que no se conoce es si a partir de aquel momento algún paciente volvió a tener un orgasmo mientras bostezaba.

 

 

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Fuente de la imagen: chillmimi (Flickr)

¿Sabías que practicar ciertos deportes puede provocar un orgasmo?

Se conoce como ‘abdorgasmo’ y hace referencia a la capacidad que tienen algunas personas (sobre todo mujeres) de llegar al orgasmo a través del deporte, sin necesidad de ningún tipo de estimulación o rozamiento de la parte genital.

¿Sabías que practicar ciertos deportes puede provocar un orgasmo?

Numerosas son las personas que han asegurado haber conseguido llegar al clímax durante una sesión de ejercicio, siendo el momento de las abdominales uno en el que mayor placer han alcanzado y que da nombre a este curioso fenómeno.

Aunque el término abdorgasmo es un neologismo acuñado no hace demasiado tiempo, en realidad sus efectos son conocidos desde hace siete décadas, cuando el célebre sexólogo estadounidense, Alfred C. Kinsey, estudió el tema y publicó sus conclusiones sobre el ‘coregasm’ (modo en el que es conocido este fenómeno fisiológico en inglés) en 1953.

Unas conclusiones que pasaron prácticamente desapercibidas y a las que no se les hizo demasiado caso en aquel momento hasta que, ya entrados en el siglo XXI y con el reciente furor deportivo de muchísimas personas, se fue filtrando y conociendo casos de individuos, mayoritariamente mujeres, que durante sus sesiones de ejercicio conseguían llegar el orgasmo espontáneamente y sin haberlo buscado.

Además de las mencionadas abdominales, otro ejercicio que, según un estudio de la Universidad de Indiana, es propicio para alcanzar el clímax es el spinning.

 

 

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Fuentes de consulta: sciencecodex / Indiana University / science20 / ‘Sexual Behavior in the Human Female’ Alfred C. Kinsey (Google Books)
Fuente de la imagen: Wikimedia commons

Periodo refractario: el tiempo de recuperación entre una y otra relación sexual

Cuando realizas el acto sexual y llegas al orgasmo si quieres volver a ponerte en ello nuevamente, por regla general, debes esperar un tiempo que puede ir de unos minutos a incluso horas (dependiendo de la edad y condición física). Esto es prácticamente indispensable para casi todas las personas, pero sobre todo para los hombres (salvo algunas excepciones, evidentemente).

Periodo refractario: tiempo de recuperación entre una y otra relación sexual

Los franceses tienen un curioso término para aludir a ese tiempo de recuperación: ‘petite mort’ (pequeña muerte) y hace referencia a aquel estado en el que se quedan algunas personas tras haber llegado al orgasmo a las que les viene un bajón que hace que queden semiinconscientes o algo aturdidas. De ahí que haya quien se quede, involuntariamente, dormido tras el coito.

Algunas seudociencias, absurdamente, intentan justificar ese pequeño desvanecimiento o pérdida de fuerzas debido al ‘gasto espiritual’ sufrido por nuestro organismo.

Una vez transcurrido el periodo refractario, en mayor o menor medida, todos podemos volver a ponernos al asunto de intentar una nueva relación sexual.

 

 

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Fuente de la imagen: pixabay