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Teabagging, la variante de sexo oral que se centra en los testículos

Dentro del sexo oral y sus muchas formas de hacerlo hay una variante que es realizada a los hombres y que consiste en centrar toda la atención en los testículos.

El término con el que se conoce esta práctica es ‘teabagging’ y vendría a traducirse como ‘embolsado de té’, debido a que la bolsa escrotal es introducida por completo dentro de la boca, como si de una bolsita de infusión se tratara, con movimientos ascendentes y descendentes.

Teabagging, la variante de sexo oral que se centra en los testículos

Mientras entra y sale de la cavidad bucal, con la lengua se va lamiendo y masajeando, incluso succionando, algo que para algunos hombres no es del todo placentero debido a que, dependiendo de la fuerza de succión, puede llegar a ser doloroso (por la gran cantidad de terminaciones nerviosas –nociceptores– que hay en la zona escrotal).

Pero el hecho de que haya tantísimas terminaciones nerviosas también convierte esa estimulación oral en muy placentera, incluso en algunos casos mucho mayor que realizando la felación directamente en el pene.

 

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Ernst Gräfenberg, el descubridor del controvertido ‘Punto G’

Fue en la década de 1940 cuando el médico de origen alemán Ernst Gräfenberg presentó los resultados de unas investigaciones que llevaba varios años realizando y con las que quería demostrar la existencia de una nueva zona erógena que se encontraba en el interior de la vagina y que, hasta aquel momento, había sido totalmente desconocida para los expertos en sexología y anatomía femenina.

Ernst Gräfenberg, el descubridor del controvertido ‘Punto G’

Gräfenberg acababa de llegar a Nueva York huyendo del nazismo, debido a su condición de judío, y fue en la ciudad de los rascacielos donde desarrolló el resto de su vida profesional. En su Alemania natal había inventado un tipo de anillo anticonceptivo (conocido como anillo de Gräfenberg) muy similar al DIU y que había sido prohibido por el Tercer Reich.

El hallazgo de ese nuevo punto erógeno en la mujer, por parte del ginecólogo alemán, estuvo acompañado de cierta polémica debido a que muchos fueron sus colegas que aseguraban que dicha zona de placer no existía y que de ser cierto no estaría presente en el interior de la vagina de todas las mujeres.

No fue hasta cuatro décadas más tarde, en octubre de 1980, cuando se acuñó el término ‘Punto G’ para hacer referencia a esa zona descrita por Gräfenberg (de ahí la G del término) a raíz de un estudio publicado sobre la eyaculación femenina, el cual avalaba la hipótesis del ginecólogo alemán, indicando que la estimulación de dicha zona (que era situada entre tres y cinco centímetros de la pared frontal del interior de la vagina) proporcionaba un mayor placer a la mujer, provocando un orgasmo que venía acompañado de eyaculación.

Pero, a día de hoy, una gran cantidad de expertos en sexología siguen asegurando que dicho Punto G no existe adjuntando conclusiones de diferentes estudios e incluso los resultados de numerosas autopsias practicadas en las que no aparecía presencia alguna de tejido orgánico que pudiese demostrar su existencia.

Cabe destacar que a pesar de la falta de evidencias sobre la presencia real o no del Punto G en el interior de la vagina, el término es ampliamente utilizado en numerosas publicaciones, sobre todo que tratan de dar consejos sobre cómo encontrarlo o estimularlo, incluyendo un nuevo concepto en los últimos años que ha sido bautizado como ‘Punto G masculino’ (también llamado ‘Punto P’), el cual hay quien asegura que se encuentra en el interior del ano en dirección al perineo.

 

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Destripando mitos: ¿Realmente Cleopatra inventó el primer vibrador de la Historia utilizando abejas?

En los últimos años, cada vez que se habla sobre el origen del vibrador (como artilugio de estimulación sexual) suele aparecer referenciada Cleopatra y la coletilla de que fue la inventora del ‘primer vibrador de la Historia’ al haber realizado  una especie de tubo con papiro y en el que introducía varias abejas (a las que se había alterado previamente) y cuyo revoloteo producía una vibración que era utilizada por la reina egipcia para autoproporcionarse placer.

Destripando mitos: ¿Realmente Cleopatra inventó el primer vibrador de la Historia utilizando abejas?

Si realizamos cualquier búsqueda por internet podremos comprobar que la inmensa mayoría de publicaciones que dan la mencionada información no son más que simples ‘copia y pega’ del mismo texto y que ha ido pasando de una web a otra (blogs, foros, redes sociales…) sin preocuparse (casi) nadie de comprobar si lo explicado era verdad o se trata de una leyenda urbana más de las miles que existen.

Sex Story de Philippe BrenotLa mayoría de publicaciones son un simple C&P (copia y pega) tan común, lamentablemente, en internet y muy pocos indican la fuente de dónde han sacado dicha info. Los escasos que sí se dignan a indicarlo señalan como fuente de consulta a un cómic publicado a finales de 2015 por el archiconocido autor francés Philippe Brenot (experto en antropología, psicología y sexualidad) titulado ‘Sex Story’.

El hecho de que un experto como Philippe Brenot introdujese ese dato en su libro hace que la información tenga cierta credibilidad y no se le dude de su veracidad. Pero a veces no todo lo que dice una eminencia en un tema es cierto o correcto (por ejemplo, los médicos que prescriben homeopatía).

La historia sobre Cleopatra como la pionera en la invención de los vibradores resulta curiosa y llamativa para publicarla como titular con grandes letras y como un efectivo ‘clickbait’ (titulares llamativos para atraer lectres a un sitio web) pero el problema viene cuando comienzas a tirar del hilo, con el fin de obtener más información sobre el tema y te encuentras que no existe ni una sola evidencia histórica (o al menos quien escribe este post no ha sabido encontrarla).

The Encyclopedia of Unusual Sex Practices de Brenda LoveGracias a los numerosísimos estudios arqueológicos que se han realizado en el último siglo, hoy en día conocemos infinidad de datos sobre cómo eran y vivían en el Antiguo Egipto, tenemos jeroglíficos descifrados, monumentales pirámides, antiquísimos tesoros e incluso momias de faraones, pero sobre el supuesto vibrador de Cleopatra no hay ni un solo documento antiguo y toda la info anterior que existe al respecto (dejando aparte del mencionado cómic de Philippe Brenot que, posiblemente, se informó de ahí), nos lleva como muy atrás en el tiempo hasta 1992, año en el que se publicó un libro sobre prácticas sexuales inusuales titulado ‘The Encyclopedia of Unusual Sex Practices’ con el que se dio a conocer la escritora, sexóloga y conferenciante de origen checo, Brenda Love.

En la página 316 del mencionado libro de la Dra. Love podemos encontrar la siguiente referencia a la reina egipcia y su famoso vibrador:

[…]Cleopatra is said to have had a small box that could be filled with bees and placed against her genital for a simulation similar to that of vibrators[…]
(Se dice que Cleopatra tenía una pequeña caja que podría llenarse de abejas y colocarse contra su genitales para una simulación similar a la de los vibradores).

Es curiosos comprobar cómo la única referencia en todo el libro simplemente es un ‘Se dice que Cleopatra’, por lo que Brenda Love basó su info para indicar esta curiosidad en una suposición o comentario que llegó a ella, muy posiblemente, a través de una de esas leyendas urbanas que se van compartiendo de boca a boca. En el resto del libro no hay ni una sola referencia más sobre el tema.

También hay que destacar que entre la publicación del libro ‘The Encyclopedia of Unusual Sex Practices’, en el que no se indicaba de qué material estaba hecho el mencionado vibrador y la aparición del cómic ‘Sex  Story’ de Philippe Brenot  (que indica que el artilugio era de papiro) hay algunas publicaciones en internet (algunas nada fiables) que señalan que el vibrador estaba hecho con una pequeña y alargada calabaza hueca a la que le habían metido dentro unas cuantas abejas.

Todo lo demás son simples C&P sin aportar ni un solo dato sobre hallazgo arqueológico alguno que hiciese referencia al supuesto estimulador sexual de Cleopatra y no existe información contrastada y fiable que vaya más atrás de la publicación del libro de Brenda Love en 1992.

También es sorprendente comprobar que disponemos de hallazgos y evidencias arqueológicas que nos muestran cómo nuestros antepasados, hace miles de años durante la prehistoria, utilizaron piedras con formas fálicas (algunos historiadores indican que para estimularse sexualmente y otros que eran ‘bastones de mando’) y con el vibrador de la reina de Egipto (que fue hace poco más de dos mil años y tenemos numerosa info de la época) las únicas referencias que existen son un cómic de hace poco más de tres años y un libro de hace dos décadas.

Cabe destacar que la figura de Cleopatra, a lo largo de la Historia, ha estado continuamente criticada, siendo señalada como depravada sexual y ninfómana en multitud de documentos y libros. Los primeros en criticarla y escribir sobre el carácter libidinoso de la egipcia fueron, entre otros, los autores romanos Virgilio y Horacio, muy afines a Augusto (el gran enemigo de Cleopatra). Por tal motivo no les importó exagerar sobre la personalidad de ésta.

También son numerosos los escritos que se realizaron durante la Edad Media en los que, sin evidencia alguna, se hablaba de la personalidad libertina de Cleopatra, sobre cómo mantenía relaciones sexuales en un mismo día con un centenar de soldados o de los esclavos sexuales que tenía a su disposición…

Para finalizar, debo añadir que para la realización de este post he invertido varias semanas de búsqueda, lectura de infinidad de libros y artículos y que, además, he tratado de contactar (por varios medios) con Brenda Love y Philippe Brenot, con el fin de que me aportasen algo de luz sobre la cuestión (además de enlaces a fuentes fiables donde consultar la información que facilitaban en sus respectivos libros), pero no he recibido (a día de hoy) respuesta alguna por parte de ambos.

Y vosotros qué creéis ¿realmente Cleopatra inventó el primer vibrador de la Historia utilizando abejas o se trata de una leyenda urbana?

 

 

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Fuentes de consulta: Sex Story de Philippe Brenot / The Encyclopedia of Unusual Sex Practices de Brenda Love / notionsdhistoire / racontemoilhistoire / mistakinghistories / reddit / hystera
Fuente de las imágenes: pixabay / Sex Story de Philippe Brenot / The Encyclopedia of Unusual Sex Practices de Brenda Love