Bulos y leyendas urbanas ha habido siempre. Hoy en día a través de las redes sociales y hasta hace unas décadas mediante medios de comunicación, cartas y por transmisión oral de una persona a otra y generación a generación.
Hoy en día es muy fácil recibir cualquier tipo de información y sin pensar sobre si su contenido es verídico se comparte en cuestión de segundos a todos nuestros contactos. En menos de 24 horas un mensaje incluyendo un bulo puede haber sido replicado docenas de veces y leído por cientos de miles de personas.
Antiguamente la difusión de bulos o leyendas urbanas estaba supeditada a nuestro entorno más cercano. Los oyentes más mayores seguro que recordarán alguna ocasión en la que alguien les dejó un papel en el buzón en el que explicaba una rocambolesca historia y pedía que se hicieran determinadas copias de la misma y se enviaran a familiares y conocidos. Incluso había una en la que se adjuntaba una moneda de una peseta que iba pegada con un trozo de cinta de celo. Pero el fin de esas cadenas era un divertimiento puro y llano.
En la actualidad está todo estudiado y calculado y tras cualquier cadena de bulos existe una serie de claros objetivos. Estos pueden ser:
- INJURIAR / DESACREDITAR A UNA PERSONA, COLECTIVO, MARCA, EMPRESA, PARTIDO O PRODUCTO (desde una empresa de la competencia, un ex-trabajador, partido oponente, grupo o colectivo –por ejemplo animalistas contra taurinos-)
- FOMENTAR EL ODIO HACIA OTRAS RELIGIONES, RAZAS, CULTURAS, REGIONES DEL PAÍS…
- CREAR ALARMA SOCIAL SOBRE ROBOS, SECUESTROS, ATENTADOS… (estos dos desde grupos xenófobos u organizaciones políticas extremistas)
- ALERTAR SOBRE SALUD, ALIMENTOS, ENVENENAMIENTOS, CHEMTRAILS (normalmente desde grupos y/o sectores pseudocientíficos)
- PARA COMETER UN FRAUDE POR PARTE DEL EMISOR (se manda un enlace para que se acceda a él mediante la promesa de conseguir un vale descuento o un premio y realmente es un numero de tarificación especial o una web donde se dejan datos personales que luego son usados para realizar SPAM o advirtiendo que un servicio, como por ejemplo Whatsapp va a ser de pago, con intención de que los usuarios cambien a otra app)
- POR DIVERTIMENTO (realizados desde webs o aplicaciones de noticias falsas y que se han puesto muy de moda en la red. Este tipo de bulos se conocen como FakeNews o los Creepypastas, historias normalmente de terror o suspense inventadas por usuarios de internet y compartidas por varias redes y foros a modo de divertimento social, algunas pueden acabar convirtiéndose en virales y sacadas de contexto crear alarma. Por ejemplo el caso de hace un par de años en los que corrió el bulo sobre que los personajes de los Minions estaban inspirados en la experimentación nazi con niños judíos y adjuntaban una foto que resultó ser de una escafandra submarina del ejército británico en la IGM. Fui uno de los primeros en alertar sobre el bulo en España y llegué a ser citado y enlazado en el Washington Post )
Siempre, siempre, siempre existe un interés oculto por parte de alguien.
Los bulos pueden ser compartidos en blogs, foros, emails o redes sociales como Facebook, Twitter, Instagram… aunque quien se lleva la palma en estos últimos años es Whatsapp, donde cada usuario (por media) puede recibir entre tres y seis bulos semanales (evidentemente hay quien no recibe ninguno y quien recibe doce)
¿CÓMO DETECTAR UN BULO?
Lo más sencillo de hacer cuando se recibe algún tipo de información sospechosa de ser un bulo es realizar una pequeña comprobación, que no nos llevará mucho más tiempo del que hemos invertido en leerlo y usaríamos para compartir con nuestros contactos.
Sobre todo hay que apoyarse en la comunidad. Estamos estrechamente intercomunicados con cientos de personas… preguntemos en Twitter, Faccebook u otras RRSS si alguien más lo ha recibido o si saben algo sobre la veracidad.
Una simple búsqueda en Google con parte del texto recibido nos servirá. Tenemos que comprobar las fechas de los resultaros y veremos cómo esa misma info ya se estaba compartiendo años atrás. Además, añadiendo la coletilla ‘bulo’, ‘Fake’ o ‘Hoax’ en el texto de la búsqueda nos dará como resultado aquellas páginas que han publicado algo al respecto explicando el origen de dicho bulo viral.
También existen varias webs, blogs, foros y perfiles en las redes sociales que se dedican a desenmascarar todo este tipo de contenido y advertir a los usuarios sobre las mentiras que circulan por la red. Por ejemplo: labuloteca, malditobulo (dos plataformas que han acabado aunando fuerzas), Rompecadenas, Snopes (en inglés) la web de la OSI (Oficina de Seguridad del Internauta) o las cuentas en TW y FB de Policía, Guardia Civil (o diferentes policías autonómicas) en las que tienen personal especialista para contestar. Un simple tuit pegando aquello que hemos recibido (suele ser imágenes con texto en el interior) y consultar a las fuerzas del orden junto a la etiqueta #StopBulos puede ser de gran ayuda.
Las redes sociales no solo tienen que servir para recibir todo tipo de basura viral sino también para resolver nuestras dudas.
¿CÓMO DETECTAMOS SI ES UN BULO EN UN SIMPLE VISTAZO?
Como he comentado al inicio, hay diversos tipos de bulos y propósitos.
Los suelen llevar mensajes con alto contenido alarmista indican algo que saben que nos puede afectar directamente (algo que afecta a nuestra salud o de nuestros hijos, por ejemplo que según el color que aparece en la base de las pasta de dientes este tiene un componente mayor o menor de productos químicos, que según el número que aparece en el envase de leche está ha sido reciclada unas cuantas veces, o alertar sobre una partida de caramelos con droga inyectada que se reparten en los colegios o alimentos infectados por enfermedades o virus –las famosas naranjas con sangre infectada de SIDA- o alimentos que producen cáncer) también nos alertan sobre nuestra seguridad (nos avisan de un inminente atentado en un centro comercial y lo hace alguien que dice que se lo ha dicho alguien que trabaja en la policía; o el peligro de cruzarse con un coche que lleva de noche las luces apagadas y al avisarles con las largar perseguirnos para matarnos porque es un juego de iniciación en una banda callejera llamada ‘Banda Sangre’) Si todo esto fuese verdad, no creéis que en la televisión o radio ya lo habrían comunicado a toda la población ¿Qué interés tiene la policía en divulgar un posible atentado de forma secreta y a través del anonimato de Whatsapp?
Otra característica que nos dan los bulos que recibimos de forma viral es la gran cantidad de faltas de ortografía o errores de sintaxis, ello es debido a que muchos de esos bulos son simples traducciones de otro idioma y que se ha hecho de forma chapucera a través del traductor automático de Google.
Algunos mensajes fakes traen el nombre y cargo institucional de un remitente (que es quien se supone que está advirtiendo). Una simple llamada telefónica al número indicado nos sacará de dudas, debido a que suele pertenecer a un particular que nada tiene que ver y que además está hasta las narices de que lo llamen preguntándole sobre ese tema.
Los mensajes bulo suelen apremiarnos para que lo compartamos inmediatamente. Esto se hace para que el usuario que lo ha recibido no tenga demasiado acto de reacción y reflexione sobre el contenido que ha recibido. Normalmente se recibe, se manda inmediatamente a todos los contactos y uno se olvida del tema, hasta que recibe el siguiente bulo viral.
¿POR QUÉ NO DEBES COMPARTIR ESE TIPO DE CONTENIDO?
Ante todo porque contribuyes a que la mentira se haga más grande (el conocido como ‘efecto bola de nieve’). A ti te lo comparte una persona, tú lo compartes a diez, esos diez a otros diez y a su vez estos a otros diez cada uno… en cuestión de minutos son cientos de miles las veces que se ha leído y compartido.
Estamos saturando las redes de información basura y llegamos a un momento en el que con tanta info falsa no podemos discernir entre lo verídico y la mentira, pero sobre todo, porque lo que se acumula ahora en las redes queda en la posteridad para nuestros descendientes y hoy en día sería más o menos fácil hacer una indagación y descubrir que algo es falso, pero dentro de unos años quizás reaparezca algo que sea sumamente difícil señalar como bulo, porque llevará tanto tiempo circulando que lo daremos por cierto (de la cantidad de veces que lo habremos escuchado) y ya estará lamentablemente enquistado en la sociedad.
INVENTARSE BULOS (SI ES PARA CREAR ALARMA SOCIAL) ESTÁ PENADO POR LA LEY
Lo indica el Artículo 561 del Código Penal
“Quien afirme falsamente o simule una situación de peligro para la comunidad o la producción de un siniestro a consecuencia del cual es necesario prestar auxilio a otro, y con ello provoque la movilización de los servicios de policía, asistencia o salvamento, será castigado con la pena de prisión de tres meses y un día a un año o multa de tres a dieciocho meses”
ALGUNOS BULOS FAMOSOS DE TODOS LOS TIEMPOS Y QUE AÚN SIGUEN CIRCULANDO
Desde la aparición de internet uno de los bulos más compartidos ha sido el que advertía que un servicio que estábamos utilizando iba a convertirse de pago inminente.
- ¿Quién no recuerda cuando nos llegaban emails advirtiendo que Hotmail pasaría a ser de pago? e incluso el antiguo Messenger y hoy en día se ha trasladado a Whatsapp.
- Tremendistas mensajes que nos alertaban de la Banda Sangre o de unos nuevos modelos de coches camuflados de la Guardia Civil que llevaban incorporados unos radares y cámaras junto a los faros.
- La mencionada Banda Sangre y su ritual de iniciación.
- Los números en la base del Tetrabrik de la leche la cual indica cuántas veces se ha reciclado el producto. El número que aparece encima de este número secuencial en la base del envase (1, 2, 3, etc.) se imprime en el momento de la producción del mismo y se refiere a la posición en la bobina.
- O los colores en la base de los dentífricos que según el color indica si contiene productos químicos y la peligrosidad de estos. En realidad esos colores que podemos encontrar en un tubo de pasta dentífrica también están en la práctica mayoría de productos manufacturados y son marcas necesarias en el proceso de impresión/fabricación de los envases conocidas como ‘marcas de ojo’, ‘marcas de color’ o ‘guías de registro’.
- Tommy Hilfiger y sus declaraciones racistas en el programa de Oprah Winfrey. Nunca había sido invitado a dicho programa pero corría desde finales de los 90 por los foros, blogs y después redes sociales unas supuestas declaraciones del diseñador que insultaba a los inmigrantes mexicanos. Años después, el bulo –que invitaba a no comprar ropa de su marca- se hizo tan viral que la propia Oprah Winfrey invitó a su programa a Tommy Hilfiger para que desmintiera las supuestas declaraciones.
- Otro bulo que se ha hecho tremendamente viral y que es promovido por grupos antitaurinos es el que aparece un torero en pose de arrepentimiento y un texto que indica que se trata del ex-matador Álvaro Múnera antes de arrepentirse de ser torero. Quien aparece en la foto no es Álvaro Múnera ni el texto es de él. De hecho este ex-torero sufrió una cogida hace años y sí que se dedicó a la labor antitaurina pero el texto no es de él sino de un artículo de Antonio Gala publicado en El País en 1995. Por cierto, el torero de la foto es Sánchez Vara y que se sepa nunca se ha arrepentido de su oficio y la pose que hace es conocida en argot taurino como un ‘desplante’.
- Los bulos con frases supuestamente pronunciadas por personajes famosos también son muy virales. Uno de los más compartidos es la supuesta cita pronunciada por el oncólogo y escritor brasileño Drauzio Varella (de quien se dice que ganó el Premio Nobel y no es verdad) y que según el bulo viral decía «En el mundo actual, se está invirtiendo cinco veces más en medicamentos para la virilidad masculina y silicona para mujeres, que en la cura del Alzheimer. De aquí a algunos años, tendremos viejas de tetas grandes y viejos con pene duro, pero ninguno de ellos se acordará para que sirven». Drauzio Varella lleva una década desmintiendo este bulo.
- Mensajes que te dicen que si pones los últimos números de tu móvil entre corchetes en Facebook te aparece el nombre asignado para tú número de teléfono. Eso es una mamarrachada sin sentido. Cuando hacemos eso lo que nos indica Fb es el nombre de un usuario de esa red social, ya que esta red social no nos registra por un nombre sino por un algoritmo numérico.
- Bulos sobre productos de supermercados que suelen estar creados por la competencia o ex-trabajadores con ganas de venganza.
- Entre los más recientes están los bulos sobre posibles atentado yihadistas en centros comerciales, que te advierten que no acudas.
- El apoyo de según qué países al referéndum catalán o que la Guardia Civil se ha paseado ondeando la bandera nacional por las calles de algunas poblaciones de Cataluña.
- Uno de los más serios (y todos los son) son los que promueven algunos grupos (sobre todo aquellos que apoyan la pseudociencia o terapias alternativas) que indican cosas tan serias y descabelladas como que las vacunas producen autismo. Lo peor de todo es cuando algún medio o personaje popular se hace eco de estos bulos y los respalda, haciendo mucho más grande la bola de nieve.
Así hasta decenas de miles de bulos que existen y que van apareciendo cíclicamente.
Anoche estuve en el programa de radio Gente Despierta de Radio 1, donde hablé del tema con Carles Mesa y expliqué algunos consejos como los expuestos en este post. Podéis escuchar el podcast de mi intervención bajo estas líneas: http://www.rtve.es/alacarta/audios/gente-despierta/bulos-internet-alfred-lopez-asunto-central/4236119/
Lee y descubre más historias como esta en el apartado ‘Destripando Mitos, Leyendas Urbanas y Supersticiones’ de este blog