Como ya os he explicado en otros post, nuestro organismo es sabio y sabe en cada momento qué es lo que necesita para seguir en condiciones óptimas. Si tenemos frío se contraen y relajan, rápida y repetidamente, algunos de nuestros músculos para producirnos tiritera y así poder mantener nuestros órganos internos a una temperatura óptima. Pues cuando tenemos hambre pasa algo parecido… nuestro cuerpo se pone en marcha para autoalimentarse.
Esto hace que vaya echando mano de las reservas energéticas que tenemos (glucógeno), pudiendo provocar que el nivel de glucosa en nuestra sangre descienda y ello nos provoque el típico enfado y mal humor tan común en muchas personas cuando tienen hambre.
Quienes más lo padecen son los niños, cuyas reservas son menores y necesitan ingerir alimentos en periodos más cortos de tiempo, llegando a ponerse insoportables y/o con un buen berrinche.
Pero hay otro elemento que puede provocar que nos enojemos con más facilidad cuando tenemos hambre y éste es la serotonina. Cuando sus niveles son bajos es uno de los causantes de nuestra irritación. La serotonina es una hormona encargada de controlar nuestros diferentes estados, como la ira, ansiedad, apetito, excitación, sueño, angustia, etc…
También debemos tener en cuenta que el ayuno prolongado y posterior descenso de glucosa en sangre (hipoglucemia) puede venir acompañado de algún mareo y malestar; algo que comúnmente muchas personas describen como “un bajón de azúcar”, el cual suele pasarse tras tomar algún alimento o bebida dulce.
Curiosidad que forma parte del libro “Vuelve el listo que todo lo sabe” de Alfred López.
Compra el libro online y recíbelo cómodamente a través de Amazón: http://amzn.to/2CbI1Cw
Fuentes de consulta: fisterra / nbcnews
Fuente de la imagen: somospacientes
Me ha encantado el post de hoy
http://www.parafashionyo.com
11 diciembre 2012 | 9:30
Siempre aprendiendo contigo, muchas gracias.
http://www.vidalicenciosa.com
11 diciembre 2012 | 9:35
«Pues cuando tenemos hambre pasa algo parecido… nuestro cuerpo se pone en marcha para autoalimentarse.
Esto hace que vaya echando mano de las reservas energéticas que tenemos (glucógeno), pudiendo provocar que el nivel de glucosa en nuestra sangre descienda y ello nos provoque el típico enfado y mal humor tan común en muchas personas cuando tienen hambre.»
Se agradece el esfuerzo, pero esto no aclara nada. Dudo que la glucosa tenga algo que ver con el humor, seguro que hay alguna hormona que se encarga de hacer esa reacción en el cerebro. Y no,
«Pero hay otro elemento que puede provocar que nos enojemos con más facilidad cuando tenemos hambre y éste es la serotonina.»
eso no explica nada, pues da a entender que es OTRA causa más y da por hecho que la primera es la glucosa, que no lo es.
11 diciembre 2012 | 14:21
asd tiene toda la razón.
Escribís este tipo de artículos muy a menudo y se hace patente una falta de rigurosidad científica y también periodística bastante grande.
11 diciembre 2012 | 14:28
Pues me está empezando a entrar una mala lecheeee…….
11 diciembre 2012 | 14:30
Pues me he quedado exactamente igual que después de leerlo. Bueno, quizás me ha bajado un poco el azúcar… lo digo por el cabreo que me he pillado.
11 diciembre 2012 | 14:47
A mí también me pasa, me pongo como un crío pequeño, ¡cómo me cabrea pasar hambre!
11 diciembre 2012 | 15:01
siii, cuando tengo hambre me duele hasta la cabeza, me han dicho que sule ser motivo de la ansiedad… http://melatonina-insomnia.com/dhea.html No quiero tener hambre!!!
19 diciembre 2012 | 17:43