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Entradas etiquetadas como ‘protesta’

Leche derramada, leche malgastada

Por Jacinta Galindo González

Las demandas de los ganaderos por el precio de la leche pueden estar justificadas, pero no su actitud en la protesta. Miles de litros de leche se han derramado porque no pueden ponerlos en el mercado a precios razonables, pero ellos mismos dicen que lo hacen en protesta por la negativa de la industria a recogerla en varias explotaciones gallegas. De forma simbólica, se tiraron un buen número de litros de leche pero la imagen que deja es amarga, como de leche agria.

Y es que vemos que miles de litros de un alimento básico son tirados a la basura mientras casi uno de cada tres menores españoles están en situación de pobreza. El estado, con tal de no gastar, no hará nada para evitar que el hambre de sus ciudadanos sea paliado con la leche que se tira y, seguramente, los productores, distribuidores y transportistas no tienen toda la culpa en el conflicto pero no han sido capaces de ofrecer su producción para sus compatriotas en vez de arrojarlas a las alcantarillas con tal de lograr un mayor efecto mediático.

Foto de una de las protestas.  (Óscar Corral / EFE )

Foto de una de las protestas en Galicia. (Óscar Corral / EFE )

No es la primera vez que esto pasa en el sector lácteo y hay otros episodios similares con productos agrarios. Sin embargo, no podemos permitirnos que, habiendo producción alimentaria suficiente, se tire sin más mientras hay gente a la vuelta de la esquina que no tiene qué comer.

Identificado por la Policía en la Puerta del Sol en un abuso de poder

Por Emilio Arranz Beltrán

Estoy indignado. Cabreado, dicen en mi pueblo. Esta tarde me ha identificado la policía. Hace mucho tiempo que no me siento de esta manera. La injusticia me arrebata en lo más profundo de mi persona. Y en este caso como consecuencia del abuso de poder y de la autoridad. En la tarde fui a la Puerta del Sol pues había visto en internet una convocatoria para pedir que no se intervenga militarmente en Siria. La verdad es que me aburría un poco lo que vi. Entonces caminé por la parte externa. Estuve a punto de irme. Y rodeando la estatua del caballo que hay en el centro me di cuenta de que más allá había unos grandes papeles sujetos al suelo y gente escribiendo.

Me parecía una actividad participativa y por tanto interesante. Así que me acerqué. Me dijeron que escribían frases pro la paz y contra la guerra. Parece que había mucho escrito. Pero trajeron más papel y ayudé a colocarlo en el suelo. Se acercaba mucha gente y comencé a conversar con las personas a cerca del tema. Me puse a animarles a que escribieran, y yo mismo comencé a distribuir los rotuladores que había allí. Ni escribí mi frase ni leí lo que escribía la gente. Me gustaba hablar del tema con las personas. Me puse a hablar con un muchacho que venía cansado pues había caminado mucho. Comenzó a contarme muchas cosas. Y en ese momento se acercó la policía. Se dirigieron a mí. Les escuché y les contesté. Bueno, en realidad solo recuerdo trato personal con uno y la verdad es que no le vi la cara. No era capaz de mirarle directamente.

Me preguntó que qué hacíamos. Yo le dije que la gente escribía. Me dijo si estábamos protestando. Yo le dije que cada persona escribía y yo no sabía si la gente protestaba o no. Entonces me pidió el Documento Nacional de Identidad. Yo se lo di. Y tomó nota de todos mis datos. Escribió bastante. Quizás añadió otras anotaciones. Ya sabemos que cuando pasa esto me puede caer una multa de 500 euros -como le pasa a mucha gente- o no te pasa nada, como le sucede a otra gente. En cualquier caso es una intimidación y coarta la libertad de expresión y reunión.

Algunas personas cercanas, conscientes de lo que pasaba, se acercaron. Le preguntaron al policía que por qué hacía eso. Él dijo que era para defender nuestros derechos y nuestra seguridad. 60167Alguien le preguntó si hacía falta permiso para estar reunido en la plaza. Entonces se calló. Era muy visible que en la plaza había más grupos de personas sin permiso. Y eran grupos mucho más grandes.

Entonces llegaron más policías y separaron a todas las personas de donde yo estaba. Quien me tomaba los datos me dijo que toma una identificación señalándome responsable de lo que allí estaba sucediendo. Yo le dije que yo no era responsable de esa actividad. Nos dijo a todos que no nos preocupáramos que era una identificación sin más y que no tenía ninguna otra consecuencia.

Me da rabia porque me puede caer una multa de 500 euros sin ser responsable de esa actividad. Yo no la convoqué ni la preparé. Para mayor justicia debieran haber pedido más identificaciones pues la actividad parece que estaba preparada por varias personas. Me da rabia que pongan una multa o que molesten por hacer un acto a favor de la paz y no la ponen por otro tipo de reuniones que había en esa plaza en el momento. Nuestra actividad era muy tranquila y ordenada. Sin ruido. Todo con gran amabilidad, con diálogo y sin interrumpir el paso a ninguna otra persona transeúnte. Sin duda hay grandes delincuentes en este país que no son perseguidos, incluso que están entre las autoridades.

Me da rabia que nuestras autoridades dediquen una gran cantidad de dinero para supervisar nuestra actividad con diez policías superentrenados y cuatro carros grandes que estuvieron a nuestra vera hasta el momento en que me identificaron. Después se fueron. Será que no estábamos cometiendo ningún delito. En ningún momento nos dijeron que nos fuéramos.

Al menos les doy las gracias por haberme facilitado el hecho de sentirme profundamente indignado con esta situación tan injusta y represiva. Ya conozco varias personas a las que les ha pasado algo similar. Ahora me toca sentirlo en mi propia persona. Gracias. Pero es realmente duro. Viernes noche, 30 de agosto de 2013.

 

Esta campaña forestal es un despropósito

Por Assís Torres*

El Gobierno acusa a los bomberos de agresivos. La auténtica violencia extrema son unas políticas que provocan la miseria y ponen en riesgo la población. Protesta bomberos

Nosotros nos manifestamos para denunciar unas medidas que atacan directamente a la sociedad. Esta campaña forestal es un despropósito. Ponen en peligro la gente.

Los políticos dan lecciones de ética y educación mientras cierran hospitales, recortan en seguridad e hipotecan la educación de nuestros hijos para llenar los bolsillos de amigos e indultar corruptos. Ahora bien, la violencia son los petardos, el ruido y quemar dos simbólicos ataúdes ante el Parlament. Os invito a visionar las decenas de vídeos colgados en la red sobre la manifestación.

No pedimos dinero. Si hace falta para médicos, maestros u otros servicios básicos, pueden recortarme más el sueldo (ya llevan un 28%). Pero no para satisfacer la avaricia de bancos y políticos corruptos.

*Bombero del parque de Tortosa (Tarragona).

Los fanáticos de hoy

Por José Morales Martín Protesta primero de mayo

Es comprensible que el malestar ciudadano ante los efectos de la crisis se traslade a la calle, como ha sucedido en diversas ciudades. Pero cosa bien distinta es que la protesta se adultere con eslóganes como “No al golpe de Estado financiero”, en directa alusión al golpe de Tejero con motivo del 23-F. Tal paralelismo sólo conduce a la banalización de lo que ocurrió aquel 23-F, cuando el rey y los ciudadanos salvaron la democracia incipiente. Y, lo que es peor, revela que los fanáticos de hoy pueden ser tan destructivos como los fanáticos de ayer.

Recortes para discapacitados en Getafe

Por Julio Alonso Cuadrado

Piscina municipalSoy usuario de la piscina del sector III de Getafe y también soy discapacitado. Hasta hace unos días podía disfrutar de la piscina sin pagar cuota por mi condición de discapacitado. Mi sorpresa ha sido que el sábado día 20 de abril me han cobrado 2,50 euros por entrar a la instalación. No sé a qué se debe este cambio de actitud respecto a los discapacitados. Las personas mayores de 65 años siguen disfrutando de las instalaciones sin abonar nada.

Les trasmito mi más profundo malestar por lo sucedido y les pido a todos los ciudadanos de Getafe que estén en contra de estos recortes inmorales que hagan lo mismo que yo y reclamen al Ayuntamiento de Getafe que retiren este tipo de recortes por medio de interponer una reclamación escrita como he realizado yo en el registro del Consistorio de Getafe. Unidos podremos darle la vuelta a este tipo de políticas.

Así no se recibe al príncipe Felipe

Por Pedro J. Piqueras Ibáñez

El prícipe Felipe visita LleidaEl pasado miércoles, día 10 de abril, el príncipe Felipe de Borbón viajó al Pallars Jussà, comarca de la provincia de Lleida, para conmemorar el centenario de las primeras centrales hidroeléctricas de Cataluña. Como se pudo apreciar a través de la televisión, una buena parte del discurso lo hizo en catalán. También visitó el Estany Gento, emulando el viaje que ya hizo a este lago del Pirineo su bisabuelo, Alfonso XIII.

La visita oficial se desarrollaba con normalidad habiendo sido recibido por las autoridades estatales, autonómicas y provinciales hasta que un grupo de unas 50 personas pertrechadas con pancartas y una quincena de banderas estelades independentistas profirieron gritos contra la monarquía, promoviendo un claro malestar a su llegada al Ayuntamiento de Tremp, donde tuvo la recepción y comenzó su visita a la comarca leridana del Pallars Jussà.

Al ver por televisión los gritos de mal gusto contra la monarquía y las proclamas independentistas he sentido una cierta vergüenza y en esta ocasión he comprendido a muchos miles que vivimos y amamos Cataluña pero que los movimientos con modos antidemocráticos nos llevan a rechazar posturas que pueden ser válidas. Pienso que con estos métodos, a parte de dar una triste imagen de Cataluña, consiguen lo contrario de lo que se podría pretender.

¿Y tú de quién eres? Una historia de crisis

Por Paula Mateos

¿Y tú de quién eres?, cualquiera que haya tenido pueblo ha tenido que escuchar este pregunta a lo largo de su vida por lo menos una vez. –“Señora, yo soy del Tane”, debía ser mi respuesta cuando iba a Solana de Ávila, el pueblo de mi padre.

El caso es que ahora, la pregunta obligada se ha convertido en dos:

-¿De España, de dónde?

-¿Licenciado en qué?

Eso pasa si, como a mí, te han echado a patadas de tu propio país. Corrupción, desahucios, robos por parte de las cúpulas de distintos partidos políticos, defensa de ladrones, y lo más triste un continuo dar la espalda al futuro de España; sí, el futuro, los jóvenes. Porque aunque el ego de nuestros gobernantes sea mayor que su cara dura, no son los que sostienen el país. No se dan cuenta de que si ellos tienen lo que tienen es gracias a la gente que día a día saca a sus familia adelante con jornales miserables, es gracias a gente que trabaja como becarios por sueldo de mierda o incluso gratis y es gracias a cada uno de los españoles a los que cada día exprimen y oprimen más y más y más; y yo pensando que Franco había estirado la pata… ¡Ilusa!

Estáis acabando con los sueños de una generación entera y de sus familias, estáis acabando con nuestro país, pero sobre todo estáis acabando con nuestra paciencia, no estaremos sometidos para siempre, tendréis más dinero, pensaréis que tenéis más  poder, pero nosotros somos más y somos más fuertes, cada vez que nos dais la espalda nos hacemos más grandes y algún día eso significará vuestro fin.

Esto de vivir en el extranjero, señores, no es tan bonito como lo pintan, hemos huido, sí, pero hasta cierto punto. La mayoría de gente que conozco en Toronto no trabaja de lo suyo, y son licenciados, diplomados o formados en algún campo. Y es tremendamente demoledor escuchar cómo lloramos hasta por trabajar de lavaplatos, sí, de lavaplatos: -“Seré ingeniero de teleco pero por lo menos trabajo”, me decía un chico de 26 años hoy mismo, y no era el único caso; niñeras-abogado, camareras-geólogo, jardineros-ingeniero y un sinfín de profesiones hechas para extranjeros con titulación. Esto pesa como una losa sobre la espalda, y se me cae el alma a los pies al ver que como yo, licenciada veterinaria a 6000 km de Madrid, hay muchos. Y cada día me levanto pensando si alguna vez podré tener mi propia casa, en mi propio país, con mi propio trabajo de veterinaria y mi propio dinero o si, por contra, tendré que depender siempre de mis padres. Me pregunto si algún día se me olvidará todo lo que sé, lo que he aprendido en la carrera, por no poder ponerlo en práctica. Me pregunto si algún día un sueño será volar o conocer a Brad Pitt y no conseguir un trabajo. Me pregunto cuándo tendrá fin la angustia de tantos jóvenes, me pregunto si aún lo soy.

Protesta en toronto

Sé que hoy, “all over the world”, se juntaron personas para chillar muy muy fuerte, de corazón, que deseamos volver, que no es justo, que basta ya, que no es su país solamente, ni el de sus hijos enchufados en puestos bien remunerados, ¡que es el nuestro! Estamos cansados, y muy bien formados, la futura cura del cáncer la puede tener un médico Salmantino que trabaja de camarero en Nueva York y al que no le financian un proyecto de investigación. Y a vosotros, politicuchos, solo os importa ¿quién le regalo los trajes a Camps? ¡A mí como si quiere tener un sastre! Son ustedes los que deberían estar aquí, yo no sobro en mi país, yo no lo hundo, yo intento sacarlo adelante, ¿por qué no se van ustedes? Váyanse dejando su puesto a un buen licenciado en ciencias políticas. ¡Váyanse, yo también los echo!

Y cuando volvía a casa, tras nuestra manifestación en Toronto, se me caían las lágrimas en el metro, lloraba de pensar cuánta gente interesante y válida hay desaprovechada alrededor del mundo que solo desea trabajar de lo suyo en su hogar, en su país, ¡qué gran pecado!  Qué suerte la mía que los he conocido, qué valientes son, qué grandes, los que estuvieron, los que están, los que no han podido venir y están atrapados en España, esos son muy importantes, son los luchadores internos.

Y lloraba, lloraba, lloraba mucho; humildemente una anciana se ha sentado a mi lado, me ha sonreído y me ha dado un pañuelo, y yo mirándola a los ojos le he dicho: -“Señora,  yo soy del Tane”.

Cargas policiales el 23-F

Por José Luis Rodríguez Gómez

A las 20.45 h  del sábado 23 de febrero un buen número de personas abandonábamos por el hall principal del edificio Sabatini del Museo Reina Sofía, ya que faltaban escasos minutos para que cerrase sus puertas. Al salir a la plaza Sánchez Bustillo, empezamos a oír tiros y ver a los antidisturbios de la Policía corriendo hacia nosotros, para dispersar un grupo de alborotadores que en su huida se habían dirigido hacia la entrada del Museo.

Mi mujer y yo vivimos mome108751ntos de pánico, ya que nos acompañaban nuestros hijos, muy asustados por la situación. Mi hijo de siete años, preso de un gran nerviosismo, lloraba y no paraba de decir: «¡ Nos van a matar!», ya que nunca se había visto en una situación parecida. Un grupo de personas nos dirigimos corriendo al interior de un restaurante de la plaza (frente al conservatorio), que nos abrió las puertas generosamente y cuyos camareros tranquilizaron a mi hijo.

Pasados unos minutos, cuando la Policía perseguía a los “antisistema” calle Santa Isabel arriba hacia Lavapiés, salimos bastante asustados del restaurante y caminamos cautelosamente  bordeando el Reina Sofía, ya que debíamos bajar hacia Delicias. La glorieta de Carlos V estaba literalmente tomada por los furgones azules antidisturbios, cortando bastantes carriles de la circulación. Había bastantes contenedores de basura volcados, alguno ardiendo; tambíén pudimos ver a varios de estos furgones con las sirenas a todo trapo bajando en convoy por el Paseo de las Delicias abajo en dirección a Legazpi, donde habían huido parte de estos revienta-manifestaciones, así como el helicóptero de la Policía volando en todo momento por encima de nuestras cabezas.

Lo que había sido una tarde entretenida, enseñando a mis hijos la colección permanente del Museo, familiarizándoles con el arte contemporáneo , se convirtió en una pesadilla hasta que pudimos alejarnos de la batalla campal y llegar a casa.

La confusión de Lasquetty

Por Juan Manuel Muñoz Pérez

Lasquetty está un poco confundido sobre los motivos por los que nos manifestamos. Dice que no es por la Sanidad  sino por nuestro salario, pero yo no soy sanitario ni trabajo en un hospital ni nada.
Sr. Lasquetty, yo me manifiesto para defen107825der la Sanidad Pública y lo hago por un motivo muy simple y de puro sentido común: en la Sanidad Pública lo importante es mi salud y en la Privada lo importante es su beneficio.
Reducir, como hace usted y en general el PP, la cuestión de la Sanidad a una mera cuestión de números, por otro lado absolutamente discutibles, hace pensar que es usted el que no actúa a favor de la Sanidad sino a favor del beneficio de unos pocos, que ya son muy ricos y quieren serlo un poco más.

De modo que, aunque usted tuviera razón (que no la tiene), si tengo que elegir entre las condiciones de trabajo dignas de médicos y enfermeras, que dedican su vida a mi salud, y el beneficio de unos señores muy ricos, seguiré apoyando a los médicos.
Pero le repito, lo hago para defender la Sanidad Pública española, algo que funciona y que ustedes quieren destruir por un puñado de euros.

Guerra de cifras: pierde el ciudadano

Por Javier Portela (Escuela Universitaria de Estadística. Universidad Complutense de Madrid).

Tras la manifestación en Madrid del 14 de noviembre, la Delegación de Gobierno cifró en 35.000 los asistentes. Los organizadores, en un millón. El artículo 20, 1, d) de la constitución reconoce al ciudadano el derecho fundamental de “recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión”. Y las instituciones públicas deberían velar más que nadie por nuestros derechos. El recuento de manifestantes suele realizarse a partir de la parcelación del espacio ocupado en áreas de igual densidad y de la estimación de las densidades en número de personas por metro cuadrado. Hoy en día la información digital facilita enormemente la tarea, y la estimación de densidades en el lugar se puede realizar con tres o cuatro equipos de 2 personas, para obtener una estimación de precisión satisfactoria para el ciudadano.

En el caso del 14-N, sin muchos medios, dividiendo las áreas ocupadas, utilizando el cálculo de áreas que hoy es sencillo obtener por Internet, y estimando densidades in situ en el momento de mayor aforo se obtiene una estimación del número de asistentes entre 175.000 y 260.000.

¿Es poco? Nuestras referencias sobre la cantidad de asistentes suelen estar sesgadas hacia valores demasiado altos, pues las cifras en eventos anteriores adolecen de la misma inexactitud que las del 14-N. Y nos acordamos vagamente de las cifras más altas, del millón, como una referencia. Pero es habitual que las cifras se inflen, aún en caso de estimaciones realizadas con cierta conciencia. Frecuentemente se utilizan densidades estándar de 3 o 4 personas por m2 cuando la densidad real es mucho menor.

La estimación de densidades in situ es más que necesaria pero no suele ser la práctica habitual. Además la construcción de áreas debe realizarse con cuidado pues los jardines, estatuas, coches, etc. reducen mucho el espacio disponible o bien la densidad. Por ejemplo, en la manifestación del 14-N el tramo de mayor densidad, la calzada central desde Colón hasta Cibeles, arrojaba una densidad promedio de poco más de 3 personas por metro cuadrado, con un mínimo de 2.5 y un máximo de 4. En los parterres y zona ajardinada de ese mismo tramo la densidad baja a 0,25-0,50 y en los laterales estaba entre 0,5 y 1 persona por metro cuadrado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hasta ahora, salvo en tres posibles excepciones (23-F, M. A. Blanco, 11-M), no se ha alcanzado el millón de asistentes en una manifestación en Madrid. Incluso habría que revisar bien esos datos: la cifra de 2 millones, consensuada en los medios, en la marcha tras el atentado del 11-M, situaría en un área limitada de Madrid al equivalente a la población conjunta de Valencia, Sevilla y Málaga. Son protestas que comparte casi toda la población y ello juega a favor de unas cifras espectaculares que a nadie le interesa cuestionar. Esto tiene un pernicioso efecto inflacionista en manifestaciones posteriores, donde los organizadores se ven obligados a proclamar cifras astronómicas.

Como consecuencia, mucha gente piensa que para que una manifestación en Madrid sea un éxito debe aproximarse a la cifra psicológica del millón. Eso es ciertamente absurdo, pero ¿cuándo se debe considerar que una manifestación es un éxito? Hay ciertos aspectos que nos pueden ayudar a evaluarlo en términos relativos, como pueden ser el colectivo representado, el motivo y el municipio. Puede tenerse en cuenta además la experiencia en el tiempo del mismo tipo de manifestaciones, y dónde se sitúa la que queremos calificar en comparación con las anteriores. Por ejemplo, en el caso del 14-N, aún a falta de estudios e información histórica fiable, salvo honrosas excepciones(1), la asistencia a esta marcha estaría por encima del 80% de las manifestaciones históricas del mismo motivo (contra la política de Gobierno), colectivo (general) y municipio (Madrid). Lo que los organizadores podrían considerar un éxito o no, dependiendo de sus expectativas a priori.

Es necesario por último hacer una reflexión sobre la frivolidad con que Gobierno, organizadores e incluso medios de comunicación abordan esta cuestión de las magnitudes estadísticas. No es ya que los ciudadanos tengamos derecho al saber, para ser más conscientes de nuestra realidad, y nos hayan escamoteado las cifras, conociéndolas. Es que posiblemente no se han permitido el esfuerzo de una estimación privada. Y entonces, ¿cómo puede el gobierno evaluar el malestar social, tenerlo en cuenta, o incluso permitirse ignorarlo, si no sabe cuantificarlo ni de manera aproximada?, ¿cómo pueden los organizadores sopesar si ha calado su discurso en la sociedad y si realmente esta es partícipe de la protesta?, ¿en qué se apoyan los medios de comunicación para presentar tantos análisis y opiniones cuando nadie ha dado ni una cifra cabal del número de manifestantes?

(1). Manifestómetro: recuento de multitudes y significados de la movilización. R. Adell. EMPIRIA. Revista de metodología de Ciencias Sociales nº 9 (2005).