Archivo de marzo, 2018

El gran regreso de Fama a bailar, o en qué hospital han tratado a estos concursantes

Paula Vailázquez y dos estudiantes de Fisioterapia.

¡Ha vuelto Fama! 

Y a mi el baile/danza me encanta. Os contaré un secreto mío personal que no veas y no me refiero al lunar que tengo en la nalga derecha. Cuando apenas era un pipiolo de 14 años, heavy de los de menear melenas, iba todos los veranos al Cuartel de Conde Duque a ver los espectáculos de ballet que se hacían allí.

Me colaba un colega, porque yo no tenía ni para pagar el bonobús, que era de cartón y se metía en una troqueladora y… joder. Qué viejo soy. Me voy a falsificar el DNI para quitarme diez años.

¿OS HE DICHO QUE TENGO REDES SOCIALES? (TW: @realityblogshow / FB: Gus Superviviente Hernández / Insta: GusHernandezGH )

Y como estoy mayor, lo primero que agradecí de Fama es que las galas sean cortas. Es que no hace falta cascarse galas de cuatro horas, por el amor de Dios, que generaciones enteras nacen, viven y mueren en lo que dura una gala de otros realities.

También me gusta mucho que entre los concursantes no sólo hay cuerpazos (que también los hay) sino gente con cuerpos normales, gordos, anchos, bajos, altos… que se mueven de maravilla y que demuestran que hay que ver el movimiento, no al que lo hace. No es más bonita una danza porque quien la hace sea estardarizadamente guap@.

Como siempre que veo a gente bailar (me refiero a bailar bien, no a mi tía Enriqueta en las bodas) me flipa mucho la capacidad que tienen de acordarse de los movimientos, me flipa porque yo hasta los seis años no fui capaz de recordar de cómo se hacía eso de caminar.

Y ¿alguien sabe en qué hospital o centro experimental les extirpan las vértebras, caderas y tendones para que se puedan mover así? A mí me obligan a moverme así y a San Pedro le llega mi alma con luxaciones.

Me fijé en que la mayoría bailaban descalzos. No me quiero ni imaginar cómo tenía que oler la escuela después de eso. Como si estuvieran en Láctea, a quesear.

Paula Vázquez está genial. Tiene una especie de fijación con agarrarse las solapas de la chaqueta y tirar de ellas como si fuera Hulk Hogan rompiéndose la camiseta, pero es natural y se lo pasa bien presentando y eso se nota más que el pene de Nacho Vidal cuando se pone mallas.

Crítica: Falta un Risto Mejide porque los profes son demasiado blandos. Vale que los concursantes lo hagan bien, pero unas pocas hostias nunca van mal. No digo que empalen al que peor lo haga, pero una crítica con cara de cabreo es gratificante como los cuadros de cascada que se mueven en los restaurantes chinos. Nos llevan años de ventaja con eso, por cierto.

Bailes que vi:

Adrián y Wondi.

Raymond les dijo al acabar: «Tenéis una conexión muy bonita», que no sabías si estaban calificando a una pareja de baile o a una compañía de telefonía. «Transmitís siempre», añadió el profesor. Sí, estaba valorando una fibra óptica.

Igor Yebra, el director, le dijo a Wondi: «has empezado muy fuerte y luego te has ido diluyendo un poco», pues como la cobertura del móvil cuando te alejas de la ciudad.

Belén y Dani.

Los filipino-valencianos hicieron una coreografía que si la hace otro acaba con los brazos anudados a las canillas.

«Os hemos puesto el nivel muy alto porque la idea era retaros», les dijo Carla. Joder, que mala leche.

– La idea de que bailarais con los pies metidos en un tanque de pirañas era retaros y acabar sangrando y sin dedos os ha deslucido un poco.

Y así

Andoni y Fran

Andoni es un vasco que lo mismo te hace un baile de puta madre que te levanta una piedra de 300 kilos. Es un harrijasotbaile.

La coreo de Andoni y Fran era un poco como de haber estado oliendo pegamento en un chill out. Pero al jurado le gustó bastante.

«Tenía mis dudas sobre esta pareja, porque os veía muy diferentes«, dijo Sandra. Claro, porque el resto de parejas son todos gemelos de los de 100% de coincidencia genética.

Esther y Pablo

Dijo Paula Vázquez que les había faltado conectar. Joder con las metáforas eléctricas. Esto parece Fama, a conectar, un talent-show sobre aprendices de FP Electricidad.

«En cuanto estés relajada, me tenso, deslizo y doblo arriba«, era una de las instrucciones de la coreografía. Joder, yo me agobié sólo oyéndolo. Me he cansado que hoy ya no bajo al gimnasio. Creo que he quemé calorías sólo viéndoles bailar.

Al final de la coreo hicieron una patada voladora de la que Bruce Lee se habría sentido orgulloso. Eso lo haces en medio de un corro de bandoleros armados con navaja y les rompes el cuello a todo. Si los soldados viejos de los Tercios de Flandes hubieran sabido esa patada, ahora en Holanda el plato típico sería la paella.

Lucía y Valero.

Tenían un movimiento como de cucharita convulsionando que si uno de los dos se equivoca, acaban como los perros cuando no se pueden separar.

La coreo era muy rápida, pero rápida que me pareció ver cómo les daban un plátano y agua con sales de avituallamiento a mitad del baile.

La profesora Ruth dijo que le habían dado ganas de volverse salvaje y saltar a la pista. Mira, como a los zombis, que también se ponen salvajes y quieren saltar sobre cualquiera que se mueva con garbo.

Oriana y Shyno

Oriana se ha formado en Rusia, Francia, Ucrania. Y Shyno se ha formado… una vez estuvo en Albacete.

Su baile era urbano. Significa que si lo bailas en un pueblo te sacan del municipio a pedradas. Llevaban ropa vaquera encima como para seis temporadas de una serie de cowboys.

«Me prometiste las mallas de ballet«, le dijo el director, que le quiere ver turbopaquet y que recalcó que «no voy a decir que seas el más viejo… el más mayor».

– Shyno, qué bonito es que la tercera edad baile algo que no sean los pajaritos. Pero estás eliminado, que no ganamos para implantarte caderas de titanio, coño.

Y así.

A Saydi se le ha arrancado una uña bailando y no dudó en enseñársela a todo aquel que quiso ver su dedo sin uña. Un dedo gordo sin uña es como verle una nalga escocida a Alien. El dedo de Saydi iban a sacarlo en Saw XXV pero al final no porque pensaron que era demasiado gore.

Pudimos ver a Ana Guerra y a Aitana cantando Lo Malo. He oído ya más veces esa canción que mi nombre desde el día que nací.

La verdad es que se les oía regular, pero como bailaron detrás todos los alumnos, eso parecía West Side Story en versión 2.0.

Igor Yebra dio el veredicto final:

El mejor bailarín fue Valero. Pues vale, ro. Su compi Lucía pasa así con él a jugarse la inmunidad. «¿Tú cómo te sientes, arrastrada por tu pareja?«, le preguntó Paula Vázquez a Lucía, como si fuera una troglodita y su novio le acabara de sacar de los pelos de la cueva.

La segunda plaza para disputar la inmunidad se disputó entre Pablo y Saydi. Y al final fue… Pablo.

Y así acaba la cosa, amigas y amigos. Hoy las parejas ganadoras de la gala del domingo se juegan la inmunidad.

¿CONTENTOS CON EL REGRESO DE FAMA?

 

La concursante que hará explotar Supervivientes: Melissa Vargas y la fecha de estreno revelada

Melissa y Suso, su maromo, de espaldas. (FOTO: TELECINCO)

Lo mismo así por el nombre no os suena mucho, Melissa Vargas. Sé que parece el nombre de una actriz de telenovela de los años noventa.

– Melissa Vargas María de la Adoracioooooon, tengo que revelarte que Roberto Carlos de los Remedios es en realidad tu hermaaaano.

– ¿Y qué quieres que le hagaaaaa?

– Dejar de tirártelo ahora mismo en la mesa del saloooooooon.

Y así.

Pero no, es una expretendienta de Mujeres y Hombres y Viceversa. Pero lo interesantes es, ¿de quién era pretedienta? De Suso.

¿Y quién va a la isla? La ex de Suso, Sofía Suescun, que también va a ir a la isla.

Por si no caéis, os lo explico: eso es como tratar guardar dinamita al lado de una hoguera.

Aunque también podría pasar que como ambas acabaron de Suso más hartas que el burro de Juan Valdez de llevar café monte arriba, se alíen y se pasen el concurso poniendo a parir al maromo.

O explotan entre ellas o explotan los oídos de Suso. No es que le vayan a pitar, es que a los dos minutos se les llena la playa de delfines atraídos por el ultrasonido.

Total, que la muchacha es granaína, de 27 años y licenciada en Derecho. Dice que le dan miedo miedo la oscuridad, los bichos, los mosquitos, las arañas y las cucarachas. No pasa nada, porque en la isla de todo eso lo único que no hay son cucarachas.

De todo lo demás, hay a espuertas. Cuando en Honduras alguien se queda sin oscuridad, bichos, mosquitos o arañas, va a los Cayos Cochinos y se lleva un saco (es un paraíso casi virgen, un parque natural protegido, ¿qué esperaba que hubiera? ¿Alicatados hasta el techo?.

Pronto la veremos… ¡PRONTO! Porque Supervivientes comienza… el jueves 15 de marzo a las 22.00 h. ¡POR FIN!

Un ‘influencer’ y una ‘insoportabler’ que harán de Supervivientes un programa mejor

Sergio, cabreado no sé por qué y Lucía, con cara de estar anunciándole San Gabriel.

Han confirmado dos nuevos concursantes. Me refiero a que los han confirmado para Supervivientes, no de confirmarse de ir a la iglesia y que te den un sopapo.

Se trata de Sofía Suescun, que ganó Gran Hermano 16 y en la NASA tienen aún un equipo trabajando con ordenadores para averiguar por qué, y de Sergio Carvajal, que es modelo e «influencer». Cada vez que alguien dice influencer, un hada pierde sus alas.

Sobre Sofía Suescun, qué deciros… que cuando ella era niña y el profe pedía voluntarios siempre había alguien que decía ¡primer! y Sofía decía ¡Suescun!

Sofía es la hija de Maite Galdeano, la persona con más desquicie que haya conducido nunca un autobús. Sofía ha salido desnuda en Interviú, y en Primera Línea y en su Instagram… no sé si ha salido vestida en algún lado, la verdad. Que en su derecho está, oye, que si yo estuviera así de bueno me iba a vestir menos que Tarzán.

De Sofía ya dije en su edición:

«Tampoco voy a estar pensando qué podría haber hecho mejor», añadió Sofía. Eso, para qué hacer autocrítica. Sí, bueno, me pareció gracioso acercar el barco al iceberg y el Titanic se hundió por mi culpa, pero “tampoco voy a estar pensando qué podría haber hecho mejor”.

Dijo la muchacha de 19 años que Gran Hermano 16 le ha servido para aprender a «escuchar, recapacitar y contar hasta tres antes de decir algo». Lo que pasa es que cuenta hasta tres y luego lo dice igual. Lo de contar es para que te de tiempo a meterte unos tampones en las orejas y no oírla.

Así que ya la conocéis.

Al influencer no le conozco y eso que tiene 870.000 seguidores en Instagram. Lo que pasa es que yo no soy ninguno de esos y no tenía el gusto. Eso sí, llegó tarde, porque su cuenta es sergiocarvajal7, o sea, que hay un sergiocarvajal1, sergiocarvajal2, sergiocarvajal3, sergiocarvajal4, sergiocarvajal5 y sergiocarvajal6.

Dicen en su presentación en la web de Telecinco que ha desfilado «en las grandes pasarelas del mundo». Ojo, no en las más famosas o las más prestigiosas, no, en las más grandes. Sergio se ha hecho desfiles en los que tenía que llevar cantimplora y almuerzo para no morir antes de llegar al final y dar la vuelta. Las pasarelas de Sergio Carvajal eran como el campo de Oliver y Benji.

«Natalia y comer es lo que más voy a echar de menos en Supervivientes«, ha dicho el chaval. ¿En serio? ¿Va a echar de menos comer? ¡Qué tío más raro y original! Y mira, su novia se llama Nata-lia o sea, que también tiene que ver con comida.

Supongo que también echará de menos el postureo, porque en Instagram exhibe cachitas, pelazo, culo, brazos y todas y cada una de las partes de su anatomía, pero no al estilo David de Miguel Ángel, si no más a lo David de Fliparse.

Me da que el muchacho va a ser de los que a las dos semanas las están pasando canutas. Creo que lo primero que va a hacer en la isla va a ser un peluche de osito con lana de coco para poder abrazarse a él por las noches.

El encargo perro que hizo Bibiana Fernández en ‘Maestros de la costura’ revienta a los concursantes

Los adorables perretes de Bibiana.

Hola amigas y amigos de la costura y las rodilleras de las que se pegan con la plancha.

Anoche vimos una nueva entrega de Maestros de la costura que estuvo marcada por la expulsión de uno de sus aprendices más repelen… representativos.

Pero no adelantemos acontecimientos que si os lo digo ya no os tragáis el post entero (seguramente ni así).

En la primera prueba de la noche no había maniquíes en el plató, así que Alicia, razonó: «va a haber niños… o personas», porque los niños no son personas, todo el mundo lo sabe. Los niños son seres del inframundo, pequeñas criaturas cuyo único fin es quebrarle la vida a los incautos que caen en la trampa de la reproducción. Es más, los niños no existen.

Pero no había personas para probarse los vestidos. Ni siquiera había niños, así que siguieron elucubrando:

«Hoy nos van a pedir un traje de astronauta», dijo Mahi, porque en la NASA de lo que más hay son modistas.

– Ey, señor director de la Nasa, ¿contratamos a más ingenieros para que no se nos vuelvan a morir los astronautas?

– No, fichad a más modistas, a ver si con un traje de pana con volantes son capaces de sobrevivir en el espacio estos tiquismiquis. No vamos a llegar a Marte hechos unos zorros.

Y así.

«Queremos al mejor y el mejor sólo puede ser uno«, advirtió Caprile, que es muy fan de Los Inmortales y de cortarle la cabeza a tu rival para después absorber su fuerza vital entre rayos y truenos.

Nota: Mahi eligió para esa prueba un color de pelo rojo. Pero rojo intenso. Rojo que cuando Mahi sale por la puerta por la mañana el sol se pone gafas de Mahi.

El caso es que la primera prueba trataba de hacer unos abrigos para Bibiana Fernández. Pero no para ella, sino para sus perros. Tócate los cojones a cuatro manos. A cuatro patas, mejor dicho.

Los perros eran… como dos ovejas encanijadas pasadas por el barro. Creo que esos perros fueron lo que salió de los primeros intentos de clonar a la oveja Dolly.

Esos perros no necesitaban un abrigo, por el amor de Dios, necesitaban un esquilador, a esos bichos con esa cantidad de pelo que llevaban encima les pones un abrigo y del sofoco se quedan más secos que la mojama. En China hay recetas de perro que empiezan poniéndole un abrigo al pobre animal.

Eso sí: eran más dóciles y obedientes que una novicia el día de la ordenación.

No sabes lo complicado que es un perro hasta que intentas vestirle. Joder, tienen más piezas que un cubo de Rubik, por el amor de Dios, que les pones un saco de cebollas y acabas antes. Es que si intentas hacer un abrigo para el transformer Optimus Prime acabas antes que con los perros.

«Mis compañeros son los más catetos… se cogen las telas más aburridas«, dijo Mahi, que había cogido una tela que le habría parecido hortera a Ágatha Ruiz de la Prada.

Caprile confesó que «una clienta especial» le pidió una vez un vestido para su perro porque se casaba su hijo y quería un traje para el chucho.

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Espero que le lloviera en la boda. Espero que le granizara y hubiera inundaciones e incendios forestales en la zona ese mismo día. Y que en la barra libre les dieran garrafón.

Como les pidieron un detalle a juego con los trajes de los perros, algo que pudiera llevar Bibiana, Mahi hizo una carterita para llevar las bolsas de recoger las mierdas. Porque no hay nada más chic, glamouroso y cool que poder recoger una mierda cuando aún humea. Del culo de tu perro al fashionismo en un complemento.

Con la tontería, Bibiana Fernández se llevó 18 trajes para los perros, que van a poder vestirse hasta 15 años después de muertos, y complementos como si hubiera pillado un happy hour en el Primark. Hasta bolsos, que mi Alicia le hizo un bolso. Y no le hizo también un ajuar para cuando se case porque no le apetecía.

Como en el anterior programa la acusaron de hacer cosas en su modelo después de acabarse el tiempo, cuando Raquel Sánchez Silva dijo lo de manos arriba, Alicia levantó tanto las suyas que le hizo cosquillas en los sobacos a San Pedro.

A Antonio no le valoraron el trabajo porque no lo había firmado con la bordadura. «Don Creíque y don Penseque son parientes de don Tonteque«, le dijo Caprile, poseído por el espíritu de un profesor de escuela rural del siglo XIX, algo que a Antonio le sentó como si le hubiera pisado los testículos un paquidermo.

Luisa sólo sabe hacer cosas flamencas, así que cuando acabó el perro tenía más volantes que la fábrica de Renault. Joder. Con eso puesto daban ganas de abandonar al perro en la primera gasolinera disponible. Pobre animal.

Jaime les hizo a uno de los canes un traje de camuflaje, por si el perro quería emprender misiones en la selva venezolana y al otro un traje plateado ignífugo con el que el perro podría mear dentro de un volcán.

Sergio había hecho una «sotana sado-maso». Cincuenta sombras de Toby.

Eduardo hizo a la perrita un vestido rosa con cola larga que eso va a cagar el perro y se zurrulla encima.

Anna había confeccionado dos trajecitos con jarapas. Era un look perro desarrapado. Sales con los perros así por la calle y los perroflautas te dan limosna.

Alicia le hizo al chucho una cazadora con cuello de picos que se lo pones al perro y parece un navajero de barrio malo de los ochenta y al otro un abrigo que tenía más detalles que la fachada de la Universidad de Salamanca.

A Mahi le dijeron que sus modelos eran mediocres y se puso como Bankia durante la crisis: no daba crédito. El mejor de la prueba según el jurado fue Jaime. Pero el pobre perro salió del plató intentando sacudirse el traje como si en lugar de un abriguito le hubieran puesto cal viva.

Look chandal-elegance.

Para la segunda prueba se llevaron a los aprendices al Corte Inglés, a Emidio Tucci, que en español quiere decir «Tócame Emilio». El pobre Palomo Spain venía apurado del Basic-Fit y no se había podido quitar el chándal, así que iba como recién bajado de la elíptica, pero con un pañuelo al cuello. Y a tomar por culo, ya iba mono.

Mahi confesó que su padre quería para ella que estudiara derecho para ponerle «un banquete de abogados» [sic] y que se casara «con un banquero, con el direcor de la caja rural del pueblo, que le habría comprado un piso». Eso es aspirar alto.

La prueba era arreglarle un traje a Fernando Albizu (que es el putísimo amo de la vida, un actor acojonante y un gran bailarín) y Xavier Deltell (que tampoco está mal).

A Eduardo le cayó mal Albizu, porque claro, le daba caña y Eduardo no podía ser ya el gracioso y eso no lo lleva bien. A Eduardo sólo le gustan las escenas en las que Eduardo es el protagonista. Si pudiera, rodaría una película en la que saliera él dos horas y media en plano secuencia.

Eduardo, como jefe de equipo, se dedicó a dar indicaciones de perogrullo y a criticar a Pa, que sí estaba trabajando. Luego también se enfadó con Sergio, porque le «ninguneaba». Ningunear se refiere a trabajar más y mejor que él. Eduardo llamó «tocapelotas» a Sergio porque Sergio estaba trabajando. Hay que ver, cómo se pasa Sergio.

Caprile vio el percal y se acercó a apagar los ánimos como un pirómano apagaría un incendio con una garrafa de gasolina. «¿Hasta cuando te pregunto a ti tiene que responder ella?«, le dijo porque Pa se puso a hablar. Pero cuando Eduardo puso la enésima excusa, Caprile dio en el clavo: «Aquí los problemas siempre son de los demás, menos tuyos».

Poco después aparecieron Josema Yuste y El Monaguillo para arreglarse más trajes. Luisa aplaudía con un énfasis de fan de Justin Bieber viéndole entrar en la ducha.

Mahi, que no conocía a Fernando Alonso ni a ningún otro, dijo «este es el de la tele».  Mahi no vive en un pueblo, vive en un sótano y sólo sale una hora al día a dar una vuelta por el patio.

Alicia, mi Alicia, me ha roto el corazón, porque le hacía carantoñas a El Monaguillo y le ponía ojitos a la par que le ponía los ojales. Odio a los famosos de la tele. Pero pensadlo, muchachas, ¿qué vais a hacer con un tipo que se llama Monaguillo? ¿Tocar la campanita en misa? He sido eclipsado por un asistente de cura.

El caso es que el traje de El Monaguillo tenía los bajos sin acabar, con todos los alfileres puestos. Pero puestos que eso te lo calzas deprisa y te desangras por los tobillos. La Inquisición usaba unos pantalones como esos para que la gente confesara. Y confesaban.

A Xavier Deltell le habían hecho los pantalones que le quedaba la huevera que cabían ahí los atributos de Xavier, los de Nacho Vidal y los de Rocco Siffredi todos juntos y sin tocarse.

El jurado le echó una bronca a Eduardo que si lo tiran al suelo y le hinchan a patadas le dan menos hostias. «No se puede tratar a tus compañeros como lo has hecho hoy«, le dijo Caprile. Eeeexacto. Caprile for president.

Me encantan las decisiones salomónicas del jurado. Cuando la cosa no está clara tiran por lo de cortar al niño en dos, pero con motosierra. Así que enviaron a la prueba de expulsión a los dos jefes de taller y a sus ayudantes, o sea, Eduardo, Pa, Jaime y Alicia.

Eduardo, con cara de pocos amigos. Pero pocos de uno o ninguno.

Eduardo pidió disculpas por el trato a sus compañeros… justo antes de la prueba de expulsión. ¿Casualidad? No lo creo.

Al pobre Palomo Spain nadie le avisó de que la prueba de expulsión era por la mañana y se quedó dormido, así que llegó con el albornoz puesto. Y menos mal que tiene albornoz, porque capaz era de llegar con la toalla anudada a la cintura y las zapatillas de andar por casa.

La prueba iba de adaptar un traje típico regional para que fuera una prenda moderna que se pudiera poner en el día a día. Buah. Eso ya lo inventó la princesa Leia, que iba siempre de fallera y hasta le iba bien para hacerle la guerra al Imperio.

Si me dieran un euro cara vez que un concursante de Maestros de la Costura dice «nadie da puntada sin hilo» ahora miraría a Amancio Ortega por encima del hombro.

Sólo hay una cosa que me gusta de Eduardo: cómo imita a Caprile. JA JA JA Lo clava el jodío.

Mientras los demás cosían Mahi nos contó que en su pueblo son cien personas, «el 95% de la tercera edad», por lo que «el traje típico regional es la mortaja», ja ja ja ja me descojono. Además de la soltera de oro de su pueblo va a ser a la que peor miren todos los viejos.

Caprile confesó que él se vestía de chulapo de niño. Olé, el gachí, gallardo y pinturero, a Caprile que no le pongan una calle, que le pongan un barrio entero.

El caso es que a mitad de prueba les dijeron a los aspirantes que no podían usar máquinas para coser. Y mientras, como los tres del jurado se aburrían, pues se pusieron también a hacer un traje. Y cuando hacen eso está claro quién corta la tela y quién corta el bacalao: Caprile. Palomo y María Escoté le miran con reverencia y le hacen caso como si Caprile les diera burundanga para desayunar.

Eduardo hizo lo que sabe hacer: buscar a alguien que le hiciera el trabajo. Así que pidió el imperdible dorado para que Antonio le ayudara. En el mundo de Eduardo ayudar es que se lo hagan. Pero en realidad lo que se hizo fue hacerse un tajo en la mano que eso parecía San Martín en un matadero de gorrinos.

Fin de la prueba:

El traje de Pa era el traje regional de Frankenstein. Estaba lleno de telas de todos los tipos cosidos como a bocaos. Eduardo había hecho un peto para ir a la feria. Para ir a freír pescaíto a la feria, creo que se refería, porque eso era como un delantal de mi abuela.

Alicia había hecho un traje muy mono, para qué engañarnos. Eso sí, la falda era corta. Corta que como tengas las piernas un poco largas le enseñas el mejillón barbudo a toda la región y de ahí lo regional. Al jurado fue el que más le gustó y al oírlo lo que sintió Eduardo se puede definir con una palabra: envidia cochina. Pero cochina de rebozarse en una montaña de abono.

Jaime había hecho un vestido también bastante molón, con una falda muy apropiada para el invierno, porque estaba hecha con una manta zamorana. La camisa era bonita, pero de esas prendas que o te atas las domingas o se van de paseo.

Y SE FUE A LA CALLE… ¡¡EDUARDO!!

A Caprile hasta le daba penilla decirlo. Es un cacho de pan.

Eduardo se lo tomó con mucha deportividad. Ah, no, que dijo que se tenían que haber ido otros antes que él… ¿le veremos en la repesca?

Y hala… hasta la próxima semana.

Un vidente teatrero de los de quedarse con el dinero de las señoras llamado maestro Joao irá a Supervivientes

¿Por qué el Cristo de Joao es bizco? FOTO: Youtube

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La verdad es que a mí esta gente me hace menos gracia que meter una pierna en un tanque de pirañas.

Os hablo del que se hace llamar maestro Joao, que por supuesto lo mismo se llama Paco o Manolo, pero le quedaría mal para ser vidente y se puso un nombre de fliparse mucho.

Es un tipo de los que salen en televisiones cuyos diales están del número 30 para arriba de canales de la tele y en un canal de Youtube y se dedica a afirmar que es vidente, que quita males de ojo y a recibir llamadas de señoras desesperadas que se dejan la pasta en que este hombre les monte numeritos.

Porque es experto en poner caras como si le estuviera viniendo un apretón, porque todo el mundo sabe que un retortijón de los de cagar a escape espanta a los malos espíritus. Le ves convulsionar en su programa y el mal de ojo te da a ti de la vergüenza ajena.

En serio, creo que hace su programa con dos anguilas eléctricas mordiéndole los testículos. Qué forma de menear la cabeza, qué caras de mucha intensidad, qué manera de mover las manos en espasmos como de cadáver atado a un caballo.

Joao con sus predicciones acierta menos que Clara tirándole penalties a Heidi. En serio, que es como salir a interpretar una obra en el teatro sin saber el texto.

Ojalá, OJALÁ esté en el Debate de Supervivientes Gus Hernández y… ups. Quería decir Kiko Matamoros, que ya le repartió lo suyo a Rappel en GH VIP.

En fin… será gracioso ver cómo se da hostias dobladas en la isla intentando hacer predicciones y quitando males de ojo con trozos de coco.

¿Quién es Isabel Castell de Supervivientes? Una chica Interviú con tendencia a estar desnuda

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Hoy, en  nuestro programa Cómo acomplejar a los demás por comparación, Isabel Castell.

Ya sabéis que es la última confirmada de Supervivientes y creo que por el momento es la más nisu de los presentados (nisu: ni su madre la conoce). El caso es que salió en Interviú y de ahí su fama. Bueno y de los 43.000 seguidores que tiene en Instagram. Sí, yo tengo menos, pero sólo porque no me desnudo en cada foto. Sólo en una de cada cinco.

Total, que Isabel es de los madriles, tiene 32 años y curra de directora de una sucursal del Banco Sabadell. Lo de directora le va guay, porque tiene tantos músculos que te suelta una hostia y te disloca el alma. No hay un sólo empleado que se atreva a rechistar.

También es chica fitness, de ahí que la usen en la Facultad de Medicina para estudiar anatomía, porque se le marcan los músculos y no hace falta recurrir a esquemas. Esta mujer entrena y trabaja hasta los músculos del de al lado. Su sola presencia es capaz de poner en forma a un jubilado con sobrepeso, cadera de titanio y tensión alta.

Está tan en forma que creo que va a ganar las pruebas físicas antes de que Lara Álvarez haya acabado de explicarlas. Eso sí, también tiene pinta de cuidar más la alimentación que un vegano celíaco con intolerancia a la lactosa y diabetes tipo 2.

Y claro, eso le va a pasar factura en Supervivientes, porque allí sólo se come coco o la comida hipercalórica que ganan en las pruebas. A ver de dónde saca pavo y clara de huevo en la isla…

En su cuenta de Instagram no sale vestida NI EN UNA PUÑETERA FOTO. En serio, la desnudez es lo suyo y mira, por ahí le va a ir bien en supervivientes. Yo me pongo en su piel y debe ser duro levantarse cada mañana con la presión de pensar en cómo vas a enseñar el culo hoy. Es como cuando mi madre se quejaba por tener que pensar qué poner de cenar, pero con el despelote.

 

¿Quién es Adrián Rodríguez de Supervivientes? Y ¿Quién es Saray Montoya? Y ¿Por qué la van a liar parda?

Adrián Rodríguez y Saray Montoya, a Honduras.

Las dos últimas incorporaciones a la lista de concursantes confirmados de Supervivientes son fuertes. Pero fuertes que si anuncian que a la isla van a ir un cartucho de dinamita con la mecha echando chispas y una granada sin anilla, explotan menos que estos dos.

Estamos hablando (bueno, estoy hablando yo y ni eso, porque estoy escribiendo) de Adrián Rodríguez y de Saray Montoya, que son de esas personas que te dicen el nombre y lo mismo pueden ser académicos de la RAE que primos segundos de tu padre, porque no caes.

Pero son los últimos confirmados de Supervivientes 2018, así que vamos a saber quiénes son.

Adrián Rodríguez

Adrián Rodríguez es un actor y cantante. Pero ojo: de los buenos, porque en su currículum está el haber formado parte de una de las series de más trascendencia de la historia de la televisión española, una ficción cuyo final conmocionó, es más, cuyo final traumatizó al país: Los Serrano.

Adrián Rodríguez, cuando era famoso.

Pero eso no es todo, es que además fue miembro de los Santa Justa Klan, más conocidos como SJK, que tenían letras de esas que te calan el alma, que te hacen pensar, que reivindican, himnos de los que marcan una época, como:

A toda mecha a toda mecha.

Voy a toda mecha,

A toda mecha a toda, toda mecha.

Tu no te hagas la estrecha.

Se me erizan los pelos del sobaco, qué profundidad, qué poesía. Que no plagie esa letra Sabina.

Después también salió en Física o Química y El chiringuito de Pepe y en todos los programas que se han estrenado en España, aunque ha sido más fugaz en ellos que un pedo en un huracán.

A estas alturas ya sabréis que el muchacho considera que los concursantes de realities son unos «frikis» o al menos eso dijo en 2013 en Twitter, cuando tuvo una bronca con Angy (que mola mucho) cuando ésta participaba en Splash: Famosos al agua

«He dicho que a Splash van frikis que no valen para otra cosa que saltar de un puto trampolín. Así va España con estos realities», dijo. Oh, qué mono es.

Bueno, pero está bien que ahora él vaya a Supervivientes, así verá que es muy digno participar. Más que criticar a los demás con más resquemor que mascando chiles habaneros.

Saray Montoya

La conoceréis, si es que la conocéis, por ser participante de los Gipsy Kings, el programa de Cuatro.

Saray Montoya, ella.

Es diseñadora de moda. Hace, por ejemplo, vestidos de novia con tanto brillo que son visibles a simple vista desde el espacio. Los vestidos de novia de Saray tienen tanta pedrería que los enanos de Blancanieves ya no van a la mina, ahora escarban en los diseños de esta mujer.

Dice la muchacha que en la isla se va a poner «bañador y culotes con volantes, porque soy flamenca» y todo el mundo sabe que los volantes para una flamenca son como las agallas para un pez, sin ellos no pueden respirar y se mueren.

Tiene parentela famosa, como su tío Farruco y su primo, Farruquito, que me gusta mucho. Como una colonoscopia, me gusta. En cualquier caso, no es culpa de Saray.

«Yo voy a ganar, eso que lo sepa todo el mundo, que si no, no voy«, dijo la mujer, que debe pensar que el resto de concursantes van a perder, porque les hace ilusión y lo importante es participar.

En cualquier caso los dos tienen más carácter que Donald Trump comiendo en un restaurante mexicano, como los confirmados hasta ahora, Mayte Zaldívar, Raquel Mosquera y Francisco.

Este año la isla va a ser un remanso de paz… ¡Tengo ganas de que empieceeeeeeee!