Reflexiones de una librera Reflexiones de una librera

Reflexiones de una librera
actualizada y decidida a interactuar
con el prójimo a librazos,
ya sea entre anaqueles o travestida
en iRegina, su réplica digital

“Te haré una oferta que no podrás rechazar: lee El Padrino

En alguno de mis delirios bibliófilos me visualicé como la viuda de un capo mafioso en Nueva York.

(The Sanghai gesture, 1941 / United Artists)

(The Sanghai gesture, 1941 / United Artists)

Muerto el Don y enchironada toda mi prole me hacía cargo de los negocios de la familia y los regentaba con mano de hierro, garras de nácar y el pelucón embutido en un recogido negro azabache desde mi palacete fortificado en Staten Island.

Sería, como la legendaria Virginia Hill, una auténtica Reinona de la Mafia, nacida y criada a años luz del hampa, pero, una vez viuda, arrastrada y fagocitada a un submundo de crimen, corrupción y excesos, y cercada por fiscales, policías y bastardos traidores. Porque, como dijo Balzac, «Detrás de cada gran fortuna hay un crimen«. A lo que añado: y, tras él, esta gran Doña moviendo los hilos.

Vale, obviamente el empujoncito argumental me viene, sobre todo, de El Padrino, de Mario Puzo, obra magna del género que inauguró: el de los gánsteres. Un novelón espectacular que, incomprensiblemente, en España no siempre está en circulación ( y qué bien nos vendría con la que está cayendo). En 2008 estaba descatalogado, pero lo reeditaron poco después, al cumplirse el 40 aniversario de la primera edición. Los ejemplares volaban de los anaqueles, e incluso Ediciones B lanzó una edición especial para regalo coincidiendo con el Día del Padre.

Pues bien, ahora quedan ejemplares sueltos en contadas librerías, y el último de los míos salió hoy del stock de reginaexlibrislandia.

Así que estoy doblemente de luto (por mi Don ficticio, que la Providencia Librera lo tenga en su gloria, y por la descatalogación de El Padrino). Pero, eso sí, reconozco que el reginaexlibrislandiano que se lo llevó me hizo sonreír durante la transacción bibliófila:

Cliente: Estoo… ¡señora!

Regina ExLibris: ¿Sí?

Cliente: Mire, no sé si conoce un videojuego de El Padrino.

Regina ExLibris: ¿Perdona?

Cliente: Que me enganché a un juego de la consola de El Padrino, y mi abuelo, que es muy suyo, cuando mi madre le contó que estoy enviciado con el juego, me mandó un whatsup que decía (Aquí me lo enseña): “Te haré una oferta que no podrás rechazar: lee El Padrino y el jueguecito te parecerá de risa”. Así que así me enteré yo de que hay una novela que se llama igual, ¿sabe?

(El Padrino, 1972 / Paramount)

(El Padrino, 1972 / Paramount)

Regina ExLibris: ¡Uy, qué grande, tu abuelo! Y con respecto a la novela sí, lo sé. Y es muy buena. Te encantará.

Cliente: Pero, ¿la tiene? Porque llevo dando vuelas ya ni se sabe buscándola

Regina ExLibris: Ya, es que no es fácil de encontrar. Pero, sí, mira, me queda un ejemplar. ¡El último!

Cliente: ¿En serio?

Regina ExLibris: Si, aquí lo tienes.

Cliente: Traiga, traiga… me lo voy a leer volando, que el domingo haré con mi abuelo un maratón con las películas –que también hay, ¿sabe?- y va a flipar si ya me la he leído entera para entonces.

Regina ExLibris: ¡Ja, ja, ja! Las películas también te gustarán. Pero, oye, con este libro se inauguró el subgénero de gánsteres y mafiosos, y de ella beben tanto tu videojuego, como muchas películas y hasta series de Tv como Los Soprano. ¡Es un clasicazo!

Y él chico se fue tan contento con su ejemplar, mi último ejemplar, y me dejó desconsolada, enjugándome el llanto y poniéndole velas y cirios a la Providencia Librera para que se reedite YA. En papel o en digital, o en ambos formatos. Pero que esté en circulación.

Yo, por mi parte, hago lo único que puedo hacer: «En mi trágica desesperación me arranco, brutalmente, un pelo de mi pelucón por cada título descatalogado con el que me topo». Palabra de Regina ExLibris

NOTA DE REGINA:

El Padrino

El Padrino

No importa si has visto las películas de Coppola o no, una vez que traspasas el umbral de la primera página de El Padrino no tienes escapatoria: el libro es a ti lo que la familia, el honor y la amistad a Vito Corleone: una forma de entender el mundo. Antes de que te des cuenta estás atrapado en la historia de un emigrante siciliano en Nueva York en torno al cual no sólo se levanta un imperio político y económico a la sombra, sino toda una sociedad paralela. El Don, su hijo Michael y toda la ‘familia’ crecen a cada salto de página, con una intensidad cautivadora y una cualidad tridimensional que consiguen que tú, como lector, te codees con cada personaje. Porque cada uno de ellos está perfectamente dibujado. Cuando Mario Puzo regaló al mundo este clásico en 1969 disparó a quemarropa al bajo vientre de la sociedad estadounidense dejando al aire la verdadera naturaleza de sus intestinos. Soberbia.

1 comentario

  1. Dice ser Cide Hamete

    Pues sí. Tengo una edición de los años 70 de Círculo de Lectores que compraron mis padres.

    Lo he leído unas 5 veces, tan absorbente o más que las películas.

    07 septiembre 2017 | 22:56

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