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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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Este miércoles #SalPuntual…

…Y también el resto de los días hasta el 16 de noviembre.

Hace ya dos años que Usúe y su movimiento #mamiconcilia importaron del Reino Unido la iniciativa Go home on time day (Día de ir a casa a tiempo) y la españolizaron como #SalPuntual.

Se trata de cumplir el horario laboral pero salir a la hora convenida y dedicar el resto del día a disfrutar de actividades de ocio, a compartir el tiempo con la familia o a cualquier otra actividad no relacionada con el trabajo. Es un paso hacia la conciliación de la vida laboral y la personal.

Logotipo de la iniciativa #SALPUNTUAL

Logotipo de la iniciativa #SALPUNTUAL

El objetivo fundamental es llamar la atención sobre el presentismo: si las tareas están bien organizadas no tienen por qué llevar más tiempo que la jornada laboral. Mantenerse en el puesto de trabajo después de la hora es un error que puede tener muy diversas causas que casi siempre se resumen en no irse antes que el jefe o que los compañeros no piensen que me escaqueo.

La iniciativa ha resultado finalista este año en los Premios Corresponsables que se entregaron recientemente.

Este año el planteamiento es más ambicioso y pretende unir las dos fechas en las que se celebra en dos países anglosajones: el 5 de octubre, día en que este año corresponde en el Reino Unido y el 16 de noviembre día del GHoTD en Australia.

¿Serás capaz de lograrlo durante esas, casi, seis semanas?

Seguro que no es posible conseguirlo todos estos días pero si no te lo planteas no lo lograrás ninguno.

La conciliación es cosa de todos

Más de tres millones de personas (3.023.000) vieron el programa de ayer de Salvados en La Sexta y lo convirtieron en el más visto del día en cualquier cadena.

El título del programa El milagro de conciliar daba muchas pistas sobre el tema del que iba a tratar, un tema que los lectores habituales de este blog (si es que existe alguno) ya saben que me es muy próximo.

El programa se basaba en la comparación entre una pareja sueca (o hispano-sueca pero que vive en Suecia) y otra española. La conclusión podía ser que llevamos una generación de retraso sobre este tema, pero también que el problema pueden ser nuestros horarios, una educación que sigue siendo machista en muchos sentidos o, en definitiva, un tema cultural.

Una imagen del programa Salvados

No voy a entrar en la disección del programa porque ya lo ha hecho Madre reciente en su blog mucho mejor de lo que lo pueda hacer yo que, por circunstancias, sólo lo vi a medias.

Pero quiero insistir en que la conciliación es cosa de todos. No son las mujeres, sino la pareja, los responsables del cuidado de sus hijos. La conciliación no será posible si las empresas no ponen algo de su parte y apuestan por los resultados en lugar de por el presentismo. No será fácil solucionar el problema si no se racionalizan los horarios, entre ellos (muy relacionado con la temática habitual de este blog) el adelanto del prime time de las cadenas de televisión. Los gobiernos pueden ayudar legislando en favor de la igualdad y de la protección de la familia.

Como decía al principio del post este tema me resulta muy próximo. Desde que Usúe, mi hija, fue invitada a abandonar su trabajo al finalizar su baja maternal emprendió una cruzada en pro de la conciliación. En abril hará dos años de su primera publicación, #mamiconcilia, con ocasión del Día de la Madre. Desde entonces la conciliación ha ganado peso en las agendas y en las conversaciones. Usúe también trajo a España la iniciativa Sal Puntual, para intentar que los empleados salgan a su hora y vayan a casa a compartir las tareas con el resto de su familia.

En noviembre de aquel año publicó la primera edición de #papiconcilia, con testimonios de padres que se implican en la crianza de sus hijos. Para el Día del Padre del año pasado ya publicó una segunda edición, con más testimonios añadidos, que también se puede adquirir en papel. Para el Día de la Madre los testimonios acumulados se acercaban a cien.

El pasado septiembre publicó #miempresaconcilia donde se pone en valor un hecho que debería ser más conocido: las empresas que apoyan la conciliación atraen (y mantienen) más talento.

Ahora se acerca un nuevo Día del Padre. Hoy se ha publicado una nueva edición de #papiconcilia con once nuevos testimonios muy diferentes entre sí. Son tan diferentes que incluyen el de un padre que lleva cinco años esperando a su hijo/hija adoptado, hasta el de un padre antiguo (yo mismo) que cuenta en Eran otros tiempos lo diferente que podía ser esto de conciliar hace más de teinta años cuando se disponía de un horario continuado que dejaba mucho tiempo para los hijos.

La conciliación es un tema de todos y si quieres estar al día de sus múltiples aspectos debes conocer la labor que está haciendo Usúe en @mamiconcilia.

Te recomiendo que leas la nueva edición de #papiconcilia y si no lo has hecho todavía que te bajes y leas también los otros e.books gemelos.

Hoy #Salpuntual del trabajo

Hace algo más de un año les contaba aquí cómo el movimiento #mamiconcilia trajo a España una iniciativa ya veterana en países anglosajones, que aquí se tradujo como #Salpuntual. La iniciativa tuvo una fuerte repercusión en los medios y, lo que es más importante, fue apoyada por algunas empresas que ayudaron a que sus empleados cumplieran ese objetivo aparentemente tan sencillo: salir del trabajo a la hora pactada entre la empresa y el trabajador.

Habrá lectores que ni siquiera sepan de qué estoy hablando: en algunos sectores profesionales lo normal es salir a la hora, e incluso un poco antes. Pero hay otros muchos, los medios de información o las agencias de publicidad son buenos ejemplos, en los que el horario pasa a ser casi infinito; se sabe cuándo se entra pero no cuándo se sale. Muchas veces porque las tareas son inabordables, o porque el cliente llama a última hora pidiendo un trabajo para ayer, pero también a veces por mera costumbre, porque está mal visto irse antes que el jefe o porque mis compañeros me mirarán mal si yo me voy y ellos se quedan.

El presentismo es un mal que no beneficia a la empresa pero perjudica la vida personal y familiar del empleado que, si finalmente es menos feliz, trabajará peor y acabará perjudicando a la empresa.

Mañana, 18 de noviembre, se celebra el Go home on time day en Australia. Es una buena oportunidad para recordar que pasar muchas horas en el trabajo no es el objetivo del trabajador, ni debe serlo de la empresa. A lo que deben aspirar ambos es a hacer la mayor cantidad de trabajo de la mejor manera posible. Y si después sobra tiempo, mucho mejor.

Como una parte de la iniciativa se va a realizar una encuesta para valorar cuánto suponen las horas extra que se están regalando a las empresas. Puedes contestarla aquí.

Mañana, si puedes, #SalPuntual del trabajo.

Las empresas que ayudan a la conciliación atraen más talento

Hoy se publica #miempresaconcilia, un e.book colaborativo que se puede descargar gratuitamente en la dirección http://www.miempresaconcilia.es y que recoge los testimonios de 18 empleados de seis empresas diferentes.

Ya he hablado en otras ocasiones de conciliación en este blog. Quienes me siguen saben que Usúe, mi hija, fue invitada a dejar su trabajo a raíz de tener a su hijo. Desde entonces, hace casi año y medio, es una mujer cada vez más implicada, que está dispuesta a lanzar su propia empresa y que pelea porque las empresas tengan un trato más humano con sus trabajadores.

No se había cumplido el primer mes desde que se quedó sin trabajo cuando publicó #mamiconcilia, un e.book en el que 28 directivas contaban los problemas que habían tenido para compaginar su vida laboral con la familiar.

Hace ahora un año, en septiembre, lanzó la iniciativa #salpuntual para concienciar a las personas de la importancia de cumplir los horarios para así tener vida personal y familiar.

Como no sólo tienen que conciliar las madres, en noviembre publicó otro e.book, éste con testimonios de padres: #papiconcilia.

Todos han tenido una importante repercusión en medios, pero además se han constituído en un movimiento en pro de la conciliación, que ya recoge más de cien testimonios en la web.

A raíz de todo esto, la Fundación Masfamilia, que promueve el certificado efr ha llegado a un acuerdo con #mamiconcilia para publicar el e.book #miempresaconcilia que hoy ha visto la luz.

Son muchas las empresas que favorecen la conciliación familiar de sus empleados, aunque no siempre se conoce por el gran público. Aquí son los propios empleados que se benefician de esas medidas los que lo explican de una manera cercana y personal.

Las empresas que tienen un comportamiento más humano y facilitan la vida personal y familiar de sus empleados tienen una mayor fuerza para atraer a los empleados más valiosos y para retenerlos más tiempo.

 

Un año de #mamiconcilia. La lucha por la conciliación es ya un movimiento social

Si al terminar la baja maternal, los directivos de la empresa donde tenías un puesto de responsabilidad te invitan a irte tienes varias opciones:

Pelear por tus derechos y pleitear (con la seguridad de que ganarás esa batalla) para mantener un puesto para el que ya te han dicho que no te quieren.

Hundirte en el fango y quejarte de lo mal que funciona esta sociedad.

Venirte arriba, organizarte y empezar una nueva vida, complicada, difícil, pero muy estimulante.

A principios de abril de 2014, hace ahora poco más de un año, a mi hija Usúe, que había tenido un niño precioso, le invitaron a abandonar su empresa. En menos de un mes organizó #mamiconcilia que en pricipio fue un e.book que se publicó para el Día de la Madre. El mismo día de su lanzamiento, el 30 de abril, fue trending topic (uno de los temas más tratados en Twitter) en Madrid. Ese Día de la Madre  fue objeto de un reportaje en La Sexta y en los días siguientes muchos medios se hicieron eco de su iniciativa.

Desde entonces no ha parado. Como la conciliación del trabajo y la vidad familiar no es sólo cosa de mujeres, publicó en noviembre #papiconcilia, primero como e.book con 24 testimonios de padres que peleaban para compaginar el tiempo que querían dedicar a sus hijos con una vida laboral tan absorbente como nos exigen ahora las empresas. Para el reciente Día del Padre ese libro, ampliado ya hasta los 46 testimonios, se podía adquirir en papel.

Para implicar a las empresas, en septiembre importó a España el movimiento #SalPuntual que ya existía en algunos países anglosajones.

El movimiento se mantiene y crece en la red y tendrá pronto, estoy seguro, nuevas ramificaciones.

En este nuevo Día de la Madre quieren ampliar los 83 testimonios que ya tienen hasta superar los 100. Es un buen regalo para este día ¿no crees?

¿Te animas a enviar tu propio testimonio?

 

 

 

El año en que perdí la memoria

¿Ya recuerdas lo que te ha pasado?

No. No recuerdo nada.

¿Recuerdas lo que te pasó ayer?

No. La verdad es que no. Tengo como un hueco en la memoria y no recuerdo nada de ese rato.

Cada vez que entraba un médico o un enfermero eran las mismas preguntas y la misma sensación de impotencia. Por momentos pensaba que si no lo recordaba, nunca me dejarían salir del hospital.

Creo que fue al día siguiente cuando llegó la doctora Escribano y me dijo: no hagas ningún esfuerzo; no te vas a acordar nunca…y no hace ninguna falta.

Pasé ocho días en el hospital y cuatro o cinco más de baja. Luego volví al trabajo. Lo concentré en menos horas para poder hacer una vida más saludable.

Ahora como sin sal (salvo cuando lo hago fuera de casa), procuro andar un buen rato (en torno a hora y media todos los días), hago fotos de mis paseos, intento escribir, aunque no siempre lo consigo…

Mi vida ha cambiado.

Cuando perdí la memoria mi nieto tenía dos meses; ahora tiene algo más de un año; casi anda y no para de chapurrear, aunque aún no se le entiende casi nada. Paso con él mis mejores ratos.

Cuando perdí la memoria mi hija tenía trabajo; ahora es toda una experta en conciliación: ha publicado #mamiconcilia y #papiconcilia y ha lanzado la iniciativa #SalPuntual. Ha salido un montón de veces en televisión y en otros medios y espera que todo eso sea un primer paso en su nueva vida profesional.

Cuando perdí la memoria creo que aún no se había convocado el concurso de Telefónica, un concurso que ganamos, pero que luego nos quitaron y nos dejó con un palmo de narices. Volvimos a ver que hacer el mejor trabajo no es lo más importante cuando otros manejan los hilos de más arriba.

Cuando perdí la memoria quería hacer un homenaje a los panelistas de Vigía y Zenthinela, los dos estudios que diseñé y coordino y que iban a cumplir sus primeras cien previsiones. Aunque al principio parecía que iba a ser casi imposible, ese homenaje se hizo el 26 de noviembre, cuando las previsiones llegaban a 105 y fue todo un éxito.

Cuando perdí la memoria me llegaron cientos de mensajes por Whatsapp, que ya era la aplicación por la que todos nos comunicábamos. Aún no sabíamos que valía 14.000 millones de euros, los que pagó Facebook poco después.

Cuando perdí la memoria España ya era un pozo de corrupción; luego hemos conocido más casos. Entonces aún no habíamos oído hablar de Podemos (yo al menos). Ahora parece que es una alternativa de poder y una esperanza o un revulsivo que hará cambiar las cosas.

Cuando perdí la memoria el Rey se llamaba Juan Carlos y en el PSOE mandaba Rubalcaba. Ahora el Rey es Felipe y el PSOE lo dirige Pedro Sánchez del que yo, ¡seré inculto! no había oído hablar cuando aún no había perdido la memoria.

Cuando perdí la memoria la amenaza terrorista se llamaba Al Quaeda y parecía haberse debilitado. Creo que nadie había oído hablar del Estado Islámico (yo al menos no); los malos en Siria parecían ser los que apoyaban a Al Assad, ahora ya no se sabe si hay buenos…

El año en que perdí la memoria pasaron estas y muchas otras cosas, en el plano personal, en el empresarial, en el nacional, en el internacional… espero que en el año siguiente a mi pérdida de memoria vuelvan a ocurrir muchas cosas que merezcan un hueco en mi deteriorada memoria. Espero, sobre todo, que predominen las buenas.

Eso deseo. ¡Feliz 2015!

Usúe y las dimisiones

En este país no dimite nadie. ¿Que no? Díganle a Usúe que organice algo y verán.

Usúe es mi hija, y seguro que si todavía me queda algún lector en este blog pensará que últimamente hablo mucho de ella. Pero es que desde que está en el paro no para de organizar cosas, con mayor o menor éxito (y, de momento, sin ningún retorno económico).

Tras lanzar el e.book #mamiconcilia a finales de abril, para el Día de la Madre, eligió para su presentación el día 2 de junio. Ese día abdicó el Rey. Desde la abdicación de ida y vuelta de Felipe V no se han producido en España muchas más (Isabel II, Amadeo de Saboya, Alfonso XIII…). Poco más de una por siglo.

El 24 de septiembre Usúe puso en marcha la iniciativa #SalPuntual con la que trata de concienciar a las empresas, y a los trabajadores, de que cumplir los horarios no sólo no es una mala idea, sino que incluso aumenta la productividad. Hasta ese día el Gobierno de Rajoy había permanecido «impasible el ademán» pese a los numerosos casos de corrupción que les rodeaban. Parecía imposible que dimitiera un ministro, pero ¿qué fecha eligió Ruiz Gallardón para abandonar el Gobierno? No; no me lo digan: el 24 de septiembre.

Usúe sigue insistiendo en el tema de la conciliación y hace unos días lanzó un nuevo e.book; esta vez #papiconcilia. La presentación se celebró ayer en el Centro de Innovación del BBVA (conciliar es innovador y una buena parte de los padres que participan en el libro se han visto obligados a emprender para poder atender a sus hijos como ellos quieren). Durante el acto, en una pantalla en la que se podían ver los tuits que hacían referencia el tema, pudimos leer:

Ha dimitido la ministra que hace una semana dijo que era imposible ampliar el permiso por paternidad.

Ana Mato, que no había dimitido por el asunto del inesperado Jaguar en el garaje, ni por los kilos de confetti en las fiestas de sus niños, ni por su gestión del problema del ébola, ni por… eligió el día de ayer para dimitir.

¿Casualidad?

Yo, por si acaso, si fuera director de un periódico estaría al tanto de los nuevos movimientos de Usúe para tener en alerta a la redacción.

Sal puntual

En algunos países cumplir el horario es lo normal: se llega al puesto de trabajo a la hora, se cumple con las tareas que hay que realizar y se sale a la hora.

En España también hay sectores en los que se sale a la hora. Debería ser lo normal.

Pero hay otros sectores de actividad, el publicitario entre ellos, o el de la consultoría que, según dicen, se lleva la palma, en los que cumplir un horario parece una aberración. Se mira mal a quien se levanta de su puesto de trabajo a la hora en que debe hacerlo y se va a su casa.

Por eso se #mamiconcilia puesto en marcha la iniciativa #SalPuntual, que es la transposición a España de otra que surgió en el Reino Unido hace ya catorce años (Go Home on Time Day o #GHOTD).

Hoy 24 de septiembre es el día propuesto para que todos nos concienciemos de la importancia de cumplir los horarios de trabajo de manera que sea posible hacerlos compatibles con una vida familiar plena.

Las personas que cumplen sus horarios están más motivadas y, en consecuencia, son más productivas.

Además llevan una mejor vida familiar lo que les hace ser más felices.

Si todos los días cumples tu horario, enhorabuena. Si no sueles cumplirlo, prueba a hacerlo al menos hoy.

Y tanto si puedes hacerlo como si no, transmite la idea, en tus conversaciones, en tu blog, en Twitter, en Facebook,…como puedas.

Hoy 24 de septiembre es el día: #SalPuntual.

Sal puntual

Dicen que en España la productividad es baja.

Pero también es verdad que, al menos en algunas profesiones, pasamos muchas, muchas horas en el puesto de trabajo. A veces la disculpa es la larga pausa del mediodía para comer. Pero no siempre.

Los que trabajamos en grupos multinacionales sabemos que es inútil llamar a nuestros colegas europeos después de las cinco y media o seis de la tarde. Nadie responderá a la llamada.

Nacho, un compañero que trabajó unos años en Suecia, nos contaba que en su empresa si alguien tenía que quedarse a trabajar después de la hora oficial de salida tenía que pelearse con la persona encargada de apagar las luces. Consideraban que, no sólo no hacía bien su trabajo si tenía que dedicarle más horas de las establecidas sino que, además, estaba consumiendo de manera injustificada una energía que aumentaba los gastos de la empresa.

Pero no todo debe de ser tan bonito como lo contaba Nacho cuando en el Reino Unido pusieron en marcha en el año 2000 la iniciativa Go Home on Time Day (#GHOTD). Este año se va a celebrar el día 24 de septiembre. La plataforma Mujeres directivas y la iniciativa #mamiconcilia (de la que ya hemos hablado aquí) la apoyan desde España. Van a utilizar el hastag #salpuntual y están proponiendo a las empresas (y a las personas) diversas formas de colaboración. Una de ellas es la participación en un carnaval de blogs en el que se cuente cómo se va a apoyar la iniciativa (y después del día 24, cómo se cumplió).

Yo tuve un pequeño problema de salud hace unos meses, del que ya hablé aquí. Eso me hizo plantearme una nueva opción de vida. Ahora hago todo el año jornada de verano (de 8 a 3) algo que sólo rompo para reuniones verdaderamente importantes. Eso me permite andar todos los días hora y media. Mis paseos por Madrid, además de muchas fotos colgadas en Twitter, han hecho que me encuentre mucho mejor y no creo que mi productividad haya bajado. Es verdad que muchos días tengo que hacer algún trabajo desde casa, pero lo hago a gusto porque sé que lo compenso por otro lado.

El día 24 saldré a las 3 y no trabajaré desde casa. Al menos lo intentaré.