Hace ya algunas semanas qué con una vieja amiga y madre bloguera en escribir un post conjunto sobre el sistema educativo de nuestros hijos. En mi caso, el español, en el suyo, el alemán ya que lleva allí viviendo tantos años que he perdido la cuenta.
Aquí tenéis su post, a modo de conversación entre sus dos hijos. Un post que no pretende analizar todo el sistema educativo alemán, sino el camino que llevan sus hijos.
Seguro que os llaman la atención muchas cosas, igual que me han llamado la atención a mí. El primero ha sido el concepto de tagesmutter, una “madre de día”, una persona que cuida en un entorno familiar hasta cuatro niños un máximo de nueve horas tras recibir tres años de formación. Me queda la duda del precio que tiene respecto a un sueldo medio alemán, pero la idea me gusta mucho. También el hecho de que a los diez años ya separen a los que van a ir al instituto, para lo que se requiere un notable de media, de los que van a ir a escuelas menores. Hay otra repesca a los trece años, pero me llama la atención esa división a tan temprana edad. Lo que no llegan al instituto, acaban a los catorce años y aprenden un oficio yendo dos días a clase y el resto trabajando en una empresa. No me convence esa edad de corte tan temprana, pero sí que creo que la mejor manera de aprender un oficio es trabajando. También aquí me queda la duda de si reciben algo de dinero por su labor.
Pero no me toca a mí hablar del sistema alemán, sino del español. Creo que ahí partes con ventaja SW, tal vez si yo lo hubiera escrito en alemán podría resultarle interesante o curioso a tus amigos alemanes, pero a la gente que me lee desde España no les voy a desvelar nada nuevo si me pongo a hablar del recorrido que hay aquí, con guarderías y abuelos, infantil, primaria y secundaria… Por eso creo que voy a centrarme en un par de aspectos que he visto en común entre el sistema alemán de sus niños y el colegio de Julia.
En su colegio los niños también juegan bastante tiempo por rincones. Hay un rincón de constructores, de casita, de lectura, de ordenador, de artistas… Y también son ellos los que eligen, aunque acaban pasando por todos. Trabajan sobre proyectos, que ellos también eligen. Y tampoco hay deberes. Irán apareciendo, pero no es uno de esos centros que carga de tareas a los niños durante su tiempo libre, cosa que agradezco. De hecho tampoco hay libros de texto Es muy diferente a otros muchos centros españoles, soy consciente.
Y va feliz, que es lo más importante, acude muy motivada todos los días, que creo que es la clave para aprender y que debería cuidarse con mimo exquisito durante todo el recorrido escolar. El año que viene pasará a Primaria y todavía le queda mucho tiempo por suerte para decidir si desea estudiar una carrera, lo que sea me parecerá perfecto.
Con Jaime la cosa es muy distinta. Él empezó integrado en un colegio con aula para niños TGD, el mismo colegio al que va ahora su hermana. En el tercer año de infantil nos invitaron a abandonar ese sistema por un colegio especial. Falta de recursos, una evolución más lenta en Jaime de lo que ellos veían viable para seguir en el colegio en el que estaba y el corte del paso a Primaria influyeron. Nosotros preferimos un colegio específico para niños con autismo, más pequeño y especializado, que los grandes centros especiales en los que confluyen niños con distinto tipo de discapacidad. Más o menos a estas alturas del año, hace ya tres, Jaime comenzó en su nuevo colegio en el que está aprendiendo a jugar, comunicarse mejor, trabajar la conducta y ser autónomo. Un sistema inclusivo es el ideal al que aspirar, pero la realidad a veces es muy hija de perra.
Y ahora te lanzo un guante: contarnos cómo es allí el sistema educativo para niños con discapacidad, intelectual y motórica que no suele ser lo mismo. Tengo mucha curiosidad.
También tengo curiosidad sobre cómo es allí la enseñanza del inglés. Sabes bien que aquí sigue siendo un desastre y es una responsabilidad que recae mayoritariamente sobre los padres, por lo que no auguro una gran mejora en el nivel del inglés de los españoles a medio plazo.
De hecho voy a ampliar el lanzamiento del guante a todo aquel que quiera cogerlo. Me interesaría mucho saber cómo son los sistemas educativos de otros países, agradecería mucho que respondieséis lo que sabéis de las siguientes cuestiones. No hay que responder todas, obviamente:
– ¿A qué edad se escolarizan y cómo son atendidos antes, si sus padres trabajan?
– ¿Hay deberes? ¿Muchos? ¿Pocos? ¿A partir de qué edad arrecian?
– ¿Cómo es la enseñanza de otros idiomas?
– ¿Cómo es el sistema para niños con discapacidad?
– ¿A qué edad y cómo comienzan a separar el que probablemente hará una carrera del que se preparará para un oficio o no estudiará?
* Fotos: GTRES