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Entradas etiquetadas como ‘huelga’

Si van contra AENA, perjudiquen a AENA, pero a nosotros déjennos volar

Por Carmen Blanes

Aeropuerto de Aena (Europa Press).

No somos nadie. Solo un grupo de personas que desde 2015 han destinado sus ahorros, trabajo e ilusión a un viaje del 17 al 23 de septiembre, para algunos, el primero (y probablemente último) de su vida. Ahora la huelga anunciada lo puede impedir, huelga cuyos motivos, no solo comprendemos, sino que también apoyamos.

Pues sabemos lo que son cocinas de chiringuitos a 48 grados, bares de horarios extenuantes donde las horas extra no se pagan, limpieza de hoteles y domicilios, servicios fraudulentos de “telefonía comercial”, actividades de 3 a 7 de la tarde durante los meses más duros del verano, todos en situaciones mucho más precarias que las de los trabajadores de AENA y sin la protección de un Sindicato ni convenio alguno.

Si el perjuicio económico es brutal, ya que no podremos recuperar el dinero invertido, el daño personal es incalculable, pues la impotencia y la frustración son imposibles de cuantificar, sobre todo entre la gente más joven del grupo que ve como el proyecto de su vida se hace humo.

Otros muchos viajarán por razones familiares, laborales, médicas, con problemas mucho más graves que los nuestros, ejerciendo el derecho fundamental y universal al libre movimiento. Incluso desde la empatía con la lucha obrera, no asumimos que debamos renunciar a él por un conflicto en el que nos sentimos rehenes sin tener ninguna responsabilidad.

El siglo XXI requiere métodos de reivindicación y presión acordes con unos tiempos en los que quienes trabajan y consumen, curan y enferman, sufren, disfrutan y viajan, mayoritariamente, y en distintos momentos, son, por suerte, los mismos.

Ojalá triunfe la capacidad negociadora y se reconsideren, llegado el caso, las inflexibles declaraciones sobre servicios mínimos de algunos representantes sindicales.

Y no enrarezcan el, ya muy amainado aunque aún resistente, viento social todavía favorable a los sindicatos de clase, cuyo papel en nuestra historia ha sido y es imprescindible.

Si van contra AENA, perjudiquen a AENA, pero a nosotros déjennos volar.

Pese a todo, suerte en sus reivindicaciones.

 

Metro de Madrid, cómo molestar a todos los madrileños y pedir disculpas

Por Manuel Fermoselle Bernardo

Metro de Madrid (Europa Press).

Metro de Madrid (Europa Press).

«Metro de Madrid informa: con motivo de los paros parciales los días 13, 14, 15 y 16, los servicios de trenes se verán afectados. Disculpen las molestias.»

¿Quieren que disculpemos lo que intencionadamente provocan?

Permítanme que les diga, que de ninguna manera disculparé mi molestia para perseguir un fin dirigido a una supuesta administración responsable y que se fuma un puro mientras los usuarios pagamos las consecuencias de sindicalistas iluminados.

Una huelga a la japonesa manteniendo el metro abierto las 24 horas afectaría sensiblemente a la administración sin molestar al usuario, pero es más cómodo afectar indiscriminadamente a todos los madrileños y pedir disculpas.

Por qué no secundo la huelga contra la reforma 3+2

Por Andrea

Quiero plasmar mi opinión sobre la huelga de este martes 24 de marzo en la que se ha convocado a profesores y alumnos contra la nueva reforma universitaria.

Considero que sobran las opiniones cuando hablamos del 3+2, cuyo significado se traduce en una devaluación del título de grado y un aumento abismal de las tasas universitarias por la obligación de  —si se quiere intentar tener un futuro— cursar dos años de máster. Todos sabemos de qué trata y creo que la inmensa mayoría estamos totalmente en desacuerdo con el nuevo decreto que hace, cada vez más, que la educación pública sea para los ricos.

Mi posición ha sido no asistir a la huelga (aunque sí a la manifestación) no porque no esté del lado

Un estudiante camina delante de un cartel donde se anuncia la huelga convocada contra el 3+2 (EFE)

Un estudiante camina delante de un contenedor con un cartel de la huelga. (EFE)

de repudiar cualquier atisbo de privatización de lo que todavía se considera una educación pública, sino porque considero inoportunas las repetidas huelgas, casi semanales, de tres días consecutivos, que al fin y al cabo lo que significa es una pérdida masiva de clases —que estamos pagando—.

Cuando hace años se convocaba una huelga general en la que pocos españoles asistían a sus puestos de trabajo, me parecía increíble y muy útil. Ahora, se convocan al mes, al menos, seis huelgas estudiantiles mediocres, en vez de tratar de paralizar por un día la educación española y que ningún estudiante ni profesor que esté en contra de la privatización acuda a sus puestos.

Al llegar a la facultad y tratar de entrar me he topado con un grupo de unas treinta personas que se han interpuesto en mi camino con el siguiente argumento: «Hoy hay huelga, no puedes pasar». Esa ha sido la primera frase de algo parecido a una conversación de la cual lo único que he sacado en claro es que no hay respeto por los derechos ajenos.

Me parece vergonzoso que unos tengan que respetar que otros quieran asistir a la huelga —pues están en su absoluto derecho— pero los que hacen la huelga no respeten que otros no la hagamos —pues, igualmente, estamos en nuestro derecho—.

Se define democracia como la doctrina política favorable a la intervención del pueblo en el Gobierno, pero ¿a dónde queremos llegar si entre el pueblo no nos respetamos? Con esto trato de explicar de alguna manera el descontento y la vergüenza que siento por personas como las que me he topado esta mañana.

En esa pequeña conversación que he tenido, de alguna manera, se me quería hacer entender el porqué de la huelga —como si yo no estuviese de sobra informada— y hacerme entrar en razón. Su razón. Entre otras cosas, uno de ellos decía que no se podía pagar la universidad y por eso hacía la huelga; frente a eso, lo que a mí me parece realmente productivo es, ante todo, asistir a las manifestaciones que conciernan al tema tratado y protestar y gritar cuanto sea necesario, pero también asistir a todas y cada una de las clases mientras podamos (y no pasar las horas fumando en los pasillos de la facultad, por cierto).

Reflexiones sobre la reforma universitaria 3+2

Por Amal Meddane

Quiero estudiar, no hipotecarme

"Habemus tasas" (ARCHIVO)

«Habemus tasas» (ARCHIVO)

Somos muchos los que hemos oído hablar sobre la aprobación por decreto de la nueva reforma del sistema universitario, pero no somos tantos los que sabemos que se esconde detrás de esta. De entrada, el denominado 3+2 pretende ofertar grados más cortos de tres años con la necesidad de un máster, usando como pretexto la homogeneización de los estudios españoles con el Espacio Europeo. A pesar de todo, algunos grados permanecerán sujetos a las condiciones actuales, así que esto ocasionará la mezcla de varios planes de formación distintos en España. Cabe hacer hincapié en que todo esto se pretende realizar cuando todavía no ha acabado la adaptación al proceso Bolonia.

Por otra parte, tres años de estudios universitarios no serán valorados en el mercado laboral. Además, muchos no podemos abonar el elevado gasto que supone hacer un máster, el cual casi carece de beca y que ahora no será de un año, sino de dos. En vista de las declaraciones de Gomendio, secretaria de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades, el ministerio no tiene intención de reducir el importe de sus matrículas.

Pues bien, he aquí la profunda reforma “urgente” que anunció Wert, ministro de Educación, Cultura y Deporte, en 2012; una reforma que hará que menos españoles de clase trabajadora tengamos la oportunidad de formarnos y que, a fin de cuentas, la educación sea solo accesible a aquellos que se la puedan costear.

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Por Andrea Peral

Educación: ¿derecho o privilegio?

Por todos es sabido que la educación de hoy día en España es de todo menos económica. Y no hace falta hablar de las universidades, con esos precios tan desorbitados que sólo unos pocos pueden llegar a costearse.

Necesitamos un cambio más que urgente, ya que la educación un derecho humano fundamental y ahora se ha convertido en un lujo. Y lejos de mejorar, ahora nuestro ministro de Educación, el señor José Ignacio Wert, se las ha ingeniado para hacer la vida aún más fácil a nuestros universitarios. Estos se van a “ahorrar” todo un año de carrera, para posteriormente verse obligados a cursar, y pagar, un máster de dos años.

Aquí vemos varios problemas: al acortar el grado no se dará margen a una correcta formación y esa deberá ser complementada con un máster para ser “valida”. Y, por otro lado, existe el problema económico, ya que el precio de los grados seguirá siendo igual de elevado y el de los másteres incrementará. Hay que mencionar que actualmente, en el mejor de los casos, estos últimos duplican el precio de un año de grado.

En pocas palabras, los padres se endeudarán para el resto de sus días con tal de dar a sus hijos el privilegio de poder estudiar.

Limpiemos el nombre de los vigilantes de seguridad

Por José Antonio Calzado

Andén en la estación de Chamartín, Madrid. (JORGE PARÍS)

Andén en la estación de Chamartín (Madrid). Foto: JORGE PARÍS

Después de varios meses pensando si escribir esto o no, por fin decidí hacerlo. Soy vigilante de seguridad de una de las empresas más importantes de este país. Siento un terrible malestar con la situación que estamos viviendo muchos de nosotros en estos momentos. Reconozco que dentro de esta profesión habría que hacer una buena limpieza de personajes que solo saben ensuciarla, pero no todos son así.

Mi caso es el siguiente: presto servicio en la estación de Adif Madrid-Chamartín. Mis cometidos, entre otros, han sido desde patrullar la línea de alta velocidad de la zona norte (controlando el robo de cobre), hasta pasar controles de seguridad en las salidas de los trenes de alta velocidad, pasando por estar junto al responsable de equipo atendiendo cualquier incidencia que pueda surgir dentro de la estación.

En el mes de octubre del 2013, prestando servicio, recibimos el aviso de la central de un hombre con pérdida de conocimiento en el andén de la vía 10. Me encontraba solo en el vestíbulo en ese momento, había varios compañeros repartidos por la estación junto a policías nacionales y municipales porque era un día de huelga. Tras el aviso corrí hacia dicho andén y efectivamente encontré a un hombre tumbado en el suelo, estaba completamente morado, cianótico y sin constantes vitales. En primer lugar no sabía cómo reaccionar —hacemos cursos continuamente de reciclaje, pero nunca me había encontrado en esa situación—. Hubo unos segundos en los cuales me sobrepasó la situación, había muchísima gente alrededor, pero en un momento dado le giré, abrí su camisa y empecé a realizar el RCP. Conseguí reanimarle dos veces. No recuerdo cuánto tiempo estuve hasta que llegó el SAMUR pero se me hizo eterno. Me acompañaba un compañero que ni siquiera estaba de servicio y un joven que dijo ser bombero.

De todo esto he sacado una felicitación de la empresa y la amistad que me une hasta el día de hoy con ese hombre. Raro es la semana que no pasa por la estación para saludarme y darme un abrazo. Hubo felicitaciones in situ del cuerpo nacional de policía, agentes municipales y SAMUR, los cuales me tomaron datos para sus respectivos informes. Y aquí viene el tema: ¿Dónde están esos informes y esa mención que se supone que iban a darme? En ningún sitio. ¿Y esa grabación de móvil que siempre sale del ciudadano? Ah, que solo sale cuando un vigilante está pegando a alguien, el salvar una vida no sirve. Si hubiera sido un miembro de las FFCCSS ya estaría en todos los medios.

Mucha gente nos trata como basura, nos llaman policías frustrados, ‘seguratas de mierda’… No se imaginan las burradas que nos llegan a decir cuando estamos cara al público y más ahora que estamos tan de moda. Mucha de esa gente no tiene ni idea de las funciones que realizamos cada día por un sueldo que no llega a mil euros y que ahora nos quieren bajar. En definitiva, solo me queda seguir trabajando como hasta ahora y ayudar a limpiar poco a poco el nombre de los vigilantes de seguridad.

Menos reivindicaciones, más salud pública

Por Andrea Lázaro

Acumulación de basura Alcorcón. Foto: A. L.Acumulación de basura Alcorcón. Foto: A. L.

Acumulación de basura en Alcorcón. Foto: A. L.

Escribo esta carta con el propósito de quejarme ante la precaria situación de limpieza que está sufriendo la localidad madrileña de Alcorcón estos días.

Como todos sabemos, este «pequeño» pueblo de la periferia de Madrid se encuentra en una huelga de recogida de basura debido a la propuesta realizada por el Ayuntamiento de privatizar el servicio de recogida del vidrio. Debido a esto, todos los servicios correspondientes a los sectores del plástico, residuos orgánicos y papel se reunieron en contra de esta medida con la consecuente acumulación de residuos en las calles.

Como ciudadana de Alcorcón que me considero, he de reconocer que no es agradable ir a dar una vuelta y encontrarse con montañas de basura en cada esquina, algunas llegando a superar la altura de una persona adulta, ni con jardines invadidos por papeles. No creo que la acumulación de residuos sea un comportamiento propio de las zonas desarrolladas, ni mucho menos una forma de reivindicación. Todos tenemos derecho a la queja, sí, pero no tiene por qué afectar a toda la población. La presencia de grandes montañas de residuos en las calles no sólo provoca un impacto visual desagradable, sino también mal olor, infecciones y la aparición de animales transmisores de enfermedades como las ratas. Protestas sí, pero sin afectar a la salud pública.

Locura tardofranquista: está en sus genes

Por Pedro Campo Rol

Parece que vuelven los grises años de la dictadura donde no se podía opinar ni hablar de política haciendo una crítica del sistema. Con la nueva ley que seguramente aprobarán se cortan las libertades para que una élite de pijos insolidarios vivan sin recibir la crítica de los ciudadanos. Los policías sí pueden ir tapados pero tú no. Acciones que ni los jueces condenan ahora serán delito, y te pueden costar hasta 600.000 euros. Las protestas convocadas a través de internet serán delito, la libertad en este país parece que se acabó y va a instaurarse la dictadura del silencio y del Tribunal de Orden Público de siniestra memoria, en este caso un TOP económico.

En este país se puede indultar la tortura pero no puedes protestar ante el Congreso. No puedes insultar a un policía pero él te puede moler a palos, la policía tendrá un poder casi infinito, y si se pasa, como en la violenta actuación de Interior de Atocha, pues no pasa nada.

EFE

EFE

No podrás  grabarlos, así que si se exceden quedarán impunes. Las multas las pondrá el gobierno sin necesidad de que intervengan los jueces, aunque visto lo visto y salvo honrosas excepciones, la justicia no sé si será de fiar.

Los últimos acontecimientos (Prestige, Madrid Arena, la Gürtel, Camps cachondeándose del juez, etc. y nadie en la cárcel) dan que pensar. Ya conocemos a este gobierno que ha incumplido todas sus promesas, pero esto ya es demasiado, y descargan sus frustraciones en los ciudadanos, que no tienen casi para comer, con 6.200.000 parados y sin visos de que esto cambie.

Pero hacen una especie de  amnistía fiscal para que los presuntos delincuentes de guante blanco laven sus dineros de forma legal. Estas no son leyes para frenar nada, son leyes represivas para callar al pueblo con multas astronómicas. Ya hay antecedentes. El gobierno de Aznar, mediante la Delegación del Gobierno de Madrid, prohibió en 2003 a los trabajadores de Sintel el derecho a la manifestación recogido en la Constitución. Este derecho tuvo que ser restituido a los trabajadores en octubre de 2006, en sentencia del Tribunal Constitucional. ¿Es que no hay justicia en este país que pare toda esta locura tardofranquista? Alfonso Guerra se preguntaba de dónde venían éstos. Aquí tienes la respuesta Alfonso, no lo pueden ocultar, lo llevan en los genes. ¿Se tomarán algo por la mañana para hacer lo que hacen? ¿Habrán ido alguna vez al psiquiatra? ¿Se lo mandará su confesor después de misa? Misterio.

 

Yo apoyo a Wert

Por Vicnuel Sánchez

143665Después de leer en la edición del pasado día 24 de octubre en ’20 Minutos’, las 24 «razones» para sumarse a la huelga «educativa» que aportan sendos huelguistas, he llegado a la conclusión de que hay que apoyar a Wert. Y es que, entre las 24 «razones» no hay ni una sola que se refiera de forma concreta a algo que no les guste de la LOMCE. Tan solo hay 2 ó 3 intervenciones que de forma etérea y general parece que descalifican a la LOMCE, pero no se refieren a ningún artículo en concreto. El resto van contra los recortes motivados por la crisis, de la que no creo que Wert sea tan responsable como Zapatero, los sindicatos, las autonomías o el posible poco acierto de otros ministros para remediarla. Cada vez está más claro que los recortes eran y son necesarios, como lo demuestra el hecho de que todos los gobiernos, sean del color que sean, de los países en crisis los están practicando. Por lo tanto, los que no quieran que se recorte en Educación, tendrían que decir dónde hay que recortar, y, luego no deberían oponerse a ello cuando el gobierno se decidiese a practicarlos, como ya ha sucedido, por ejemplo, con la reducción del número o sueldo de políticos propuesta por el PP en Madrid y en Castilla-La Mancha. ¿Por qué los convocantes de esta huelga no convocan otra pidiendo la reducción drástica del despilfarro autonómico?

Yo no les he oído nada en este sentido. Yo agradezco a Wert que quiera hacer realidad, aunque sea de manera algo tibia, algo tan lógico como que se pueda estudiar en español en España. También le agradezco lo de las pruebas externas y otros remedios para sacar a la Educación de la sima a la que la han llevado varias leyes socialistas apoyadas por los principales convocantes de esta huelga.

Cuentos del metro

Por V. M. G.

5874-620-282Metro de Madrid dijo que perdió cinco millones de euros en los dos días de huelga de 2010. El noventa por ciento de los usuarios pagan el abono transportes por adelantado, y no fueron indemnizados. Por otro lado, hay que sumar los ahorros salariales y energéticos que tuvo. Metro miente. Metro debe 17 millones de euros en facturas eléctricas y adeuda 16 millones a sus trabajadores. Metro oculta. Metro reconoce su deuda con los trabajadores, pero no nos da ninguna solución. Metro calla. La dirección ha tomado en los últimos años decisiones erróneas que han supuesto el descalabro económico de la compañía. Cuando la crisis ya estaba aquí, Metro compró trenes que ahora acumulan polvo, construyó ‘líneas fantasma’ apenas utilizadas y un nuevo sistema informático para gestionar un mayor volumen de tráfico, que nunca acabó de funcionar y que ahora es innecesario. Metro yerra. Tampoco reconoce su culpa ni su mala gestión. La dirección no asume su responsabilidad. Nadie paga ni dimite por hundir una empresa que es de todos. Lejos de eso, exige una reducción drástica de nuestras nóminas bajo amenaza de un ERE. Metro apesta.

 

Tres días de huelga, no; tres días de vacaciones

Por Carmen Romero

¿Quién se esconde detrás de esta huelga? ¿A quién favorece esta huelga? Los estudiantes de la ESO son menores de edad, ¿quién los manipula? Señores, esto es una patraña como otras Huelgatantas, dejémonos de engaños: estos 3 días son 3 días que se han tomado los niños y demás de vacaciones, eso sí remuneradas, porque a nadie le han descontado un céntimo. Tres días que han perdido de clase. Es lamentable que estas huelgas las consientan en los institutos donde el 90% sean menores de edad.