Os traigo hoy un santuario del deporte tristemente popular, si bien el cambio de nombre al que fue sometido sirvió para enterrar un poco el trágico recuerdo de uno de los estadios más emblemáticos del Viejo Continente. Viajamos a Bélgica para hablar del estadio Rey Balduino.
Nombre oficial: Stade Roi Baudouin / Koning Boudewijnstadion.
Ubicación: Barrio de Laeken, Bruselas, Bélgica.
Capacidad: 50.093 espectadores.
Año de inauguración: 1930.
Deportes: Fútbol, rugby, atletismo, ciclismo.
Propietario: Concejalía de Deportes del Ayuntamiento de Bruselas.
Más cosas: El origen del estadio se remonta a 1926, cuando el Estado belga le cedió al Ayuntamiento de Bruselas unos terrenos que eran propiedad de la corona. El consistorio quiso erigir un estadio con motivo del centenario de la independencia belga y en efecto, el 23 de agosto de 1930 fue inaugurado el Estadio del Centenario (también llamado del Jubileo). Se inauguró con el Mundial de Ciclismo en Pista (en aquella época, tenía velódromo).
Después de la II Guerra Mundial, el velódromo de madera fue retirado y el estadio fue renombrado como Estadio de Heysel (Heysel es el nombre del altiplano y a la vez parque en el que se sitúa el estadio, donde también está el Atomium). En 1958, Heysel acogió la primera de las finales de la Copa de Europa que acogió durante su historia: el Real Madrid derrotó por 3-2 al Milan (era la tercera edición). Ocho años después, en una nueva final, el Madrid derrotó por 2-1 al Partizan de Belgrado. La tercera final de la historia de Heysel fue la de 1974 (en realidad fueron dos). El Bayern de Múnich derrotó al Atlético de Madrid por 4-0. La última de las finales fue de la de 1985, entre la Juventus y el Liverpool (1-0), partido cuyos acontecimientos hicieron tristemente famoso al estadio.
El 29 de mayo de 1985, Juventus de Turín y Liverpool FC jugaban la final de la máxima competición europea. El estadio no estaba bien conservado y en aquella época, no eran obligatorios los asientos, que no existían en los fondos. Precisamente en uno de estos, aficionados de ambos equipos estaban juntos. Una hora antes del comienzo del encuentro, hinchas del Liverpool (muchos de ellos borrachos) empezaron a lanzar objetos y a increpar a los italianos, hasta que se abalanzaron sobre ellos. Los italianos comenzaron a huir, por lo que se produjo una avalancha sobre la valla, que no estaba preparada para abrirse y sobre uno de los muros de la grada. Aficionados de otras zonas del campo, viendo los hechos, saltaron al campo, armados con palos (mástiles de banderas, en su mayoría). Los cuerpos de seguridad decidieron entonces aislar la zona de la avalancha (para que nadie entrara en ella, si bien nadie tampoco podía salir).
Pasaron interminables minutos hasta que las vallas pudieron abrirse. Había gente con síntomas de aplastamiento y asfixia. Los heridos empezaron a situarse en el terreno de juego y las ambulancias llegaron a entrar al césped para poder evacuar a los heridos. La dotación médica, por cierto, era insuficiente. 39 personas (34 italianos, dos belgas, dos franceses y un británico) murieron ese día en Heysel. Y las cámaras de televisión emitiendo para todo el mundo (sólo la televisión de la Alemania Oriental decidió cortar la emisión).
Las autoridades decidieron no suspender el partido, pese a la negativa a jugar de la Juventus. Pensaban que de no jugarse, las consecuencias serían aún peores.
Con hora y media de retraso y con algunos cadáveres visibles desde las gradas (estaban situados en una zona adyacente al terreno de juego) se jugó el partido, con victoria para la Juve por 1-0 con gol de Michel Platini de penalti.
Las consecuencias fueron muy importantes: los equipos ingleses fueron apartados de las competiciones europeas durante cinco años (el Liverpool, diez, aunque la sanción se rebajó a seis). Cambió para siempre la normativa de seguridad en los estadios: se prohibieron las zonas sin asientos y las vallas debían ser abatibles desde ese momento. Se prohibió la entrada de mástiles de banderas, la venta de alcohol en los estadios y se incrementaron las medidas de seguridad en los accesos.
Para Heysel, las consecuencias fueron dramáticas: no volvió a acoger un partido de fútbol y sólo se quedó para acoger el Memorial Van Damme de atletismo.
Diez años después del desastre, el estadio fue reformado por completo, incluyendo el derribo de parte del mismo. Fue renombrado como Estadio Rey Balduino y el 23 de agosto de 1995, justo 65 años después de su inauguración, fue reabierto con un amistoso entre Bélgica y Alemania. Un año después, el fútbol europeo regresó con la final de la Recopa entre el PSG y el Rapid de Viena (1-0). Y en 2000, acogió el partido inaugural de la Eurocopa de 2000 (Bélgica 2-1 Suecia).
En la actualidad, el Rey Balduino es el estadio donde la selección belga juega sus partidos. Pero no le queda mucha vida. En primavera se decidió que Bélgica contará con un nuevo estadio nacional. Se construirá anexo al actual, cuyo destino se desconoce, así como las fechas.
Por último, comentaros como siempre algunos de los artistas que han ofrecido conciertos en el Rey Balduino: U2 (unos clásicos de los santuarios del deporte), Robbie Willims, los Rolling Stones, Madonna o Bruce Springsteen.
Os dejo un par de vídeos sobre lo que pasó aquel 29 de mayo de 1985:
Hasta mañana.
