¿Recordáis a este peque?
Madre mía, Love actually, qué chulada de película. Una vez conocí a un chico cuya primera recomendación de cine para mí fue esta peli y, cuando vi la peli, me dije: «este tipo sabe lo que hace». Doce años, llevamos casados.
Love actually, estrenada en 2003, es una de esas maravillosas tramas de vidas paralelas e historias cruzadas, que meten un reparto tan exacerbado de estrellas que te hace sentir experto porque «las conoces a todas», lo que te deja un buen sabor de boca extra y es parte del éxito de la cinta. Emma Thompson, Hugh Grant, Alan Rickman, Keira Knightley, Colin Firth o Liam Neeson son sólo algunos de los nombres que luce en sus orgullosos créditos.
Entre todo este mogollón de conocidos adultos enamorándose unos de otros, un niño protagonizaba su propia historia: Sam, hijastro de Daniel (Liam Neeson) quien, a su vez, lloraba la reciente pérdida de su esposa. Sam se enamoraba perdidamente de una compañera de clase y su estrategia para llamar la atención su atención fue aprender a tocar la batería para participar junto a ella en la actuación de Navidad del colegio, que fue el punto álgido de la película para muchas de las historias.
Pues este nenín tan resalao, que llevaba solo dos años en esto del cine y que nos enamoró a todos con su actuación de fin de curso, era Thomas Brodie-Sangster. Y hay que decir que, a pesar de que entonces tenía trece añines y ahora luce veintisiete, se le sigue reconociendo perfectamente. Y así seguirá siendo, mientras no le salga la barba, porque está idéntico a como estaba entonces. Más alto, eso sí. Mucho más alto:
Y, además, seguro que en estos años lo habéis visto en más de una ocasión. Lee el resto de la entrada »