Os contaba el otro día cómo había crecido Melanie Silver, una de las gemelas que interpretó a Pebbles Picapiedra en el live action del 94. Y os prometía al final que, a pesar de que su hermana Elaine mantiene, a priori, un perfil mucho más bajo, la hemos encontrado, y es sorprendente. Pero recapitulemos un poco, por si acaso no leísteis la entrada anterior:
En la cinta teníamos a Moranis en el papel de Pablo y a Rosie O’Donnell para completar el matrimonio Mármol. Nombres como Halle Berry, Elisabeth Taylor o Kyle MacLachlan redondeaban el reparto, y John Goodman y Elizabeth Perkins interpretaban al matrimonio Picapiedra. Este último tenía una chiquitina, bastante más crecida de lo que la recordábamos de los dibujos de Hannah-Barbera, pero perfectamente reconocible con su moño pelirrojo: la dulce Pebbles, interpretada por unas igualmente dulces gemelas llamadas Melanie y Elaine Silver.
Malcolm in the Middle era, y sigue siendo con el paso de los años —porque ha envejecido estupendamente bien—, una serie absolutamente completa: la madre intenta hacerlo todo superbién y al final es un desastre (cosa con la que, como madre, me siento más que identificada); el padre es un feliz de la vida que pasa de todo y, aun así, es un padrazo; el mayor no da pie con bola y dice que todo es culpa de su madre; el segundo tiene más mala idea que Patán; el tercero (el del medio) era un genio incomprendido; el cuarto, que para mí que era en realidad el más listo, se limitaba a manejarlo todo sin que nadie pareciera darse cuenta y el pequeño, bueno, no pudimos ver demasiado de él, pero tenía toda la pinta de ser el perfecto esbirro para el cuarto.
El genio incomprendido que le daba nombre a la serie (a.k.a. Malcolm) era incluido, ya en el episodio piloto, en una clase especial para jóvenes genios en su escuela, donde impartía las lecciones una profesora a medio camino entre lo erudito y lo estrafalario. Una especie de profesora Trelawney, pero con libros de mecánica cuántica y flautas traveseras. Pues a esta profesora, que se llamaba Caroline Miller en la ficción, le daba vida la actriz Catherine Lloyd Burns.
Una de las formas más crueles que tiene una de darse cuenta de lo mayor que se ha hecho es esta: ver fotos de los protagonistas de tus series favoritas, que cuando viste en su día reconocías como «gente mayor», y los ves ahora y te parecen unos críos.
Sí, creíamos que eran un señor y una señora, pero no: Duchovny tenía 33 años y Anderson 25 cuando empezó a emitirse la serie. Pues eso: unos críos.
Teníamos por un lado a la agente Dana Scully como representante formal de la ciencia y la lógica y, por otro, a Fox Mulder, abanderado de la magia y la fe. Entre el 93 y el 2002, Expediente X llenó de la luz azulada propia del misterio nuestras salas de estar, muchas de ellas, probablemente, con las luces apagadas para acompañar el ambiente. Fueron más de 200 episodios en nueve temporadas (más los especiales, entre 2015 y 2018). Podías verla o no, pero TODO EL MUNDO conoce Expediente X, y me atrevería a decir que todo el mundo, también, sabe quiénes son Mulder y Scully.
A caballo entre la aventura y la comedia, y bajo la batuta de Robert Rodríguez, en 2001 se estrenaba en salas Spy Kids, una de las películas infantiles de más tirón entre los niños de la época, pero, tal vez porque a mí me pilló en la edad perfecta para renegar de ese tipo de cine, yo me atrevería a decir que nunca llegó a cuajar del todo, aunque lo cierto es que en ninguno de los principales de cine llega al aprobado. Pero ya sabemos todos que el éxito de crítica es una cosa y el éxito de taquilla otra muy distinta: Spy Kids fue un taquillazo rotundo, y acabó por generar varias secuelas.
Por favor, no olvidemos que participaron en la película Danny Trejo (Izzy Machete Cortez), Tony Shalhoub (como Alexander Minion) y Channing Tatum como HOMBRE PULGAR.
La trama con la que arranca es simple: los Cortez (Antonio Banderas y Carla Gugino) son un matrimonio de espías retirados que son secuestrados, y sus hijos, Carmen y Juni, son los encargados de rescatarlos haciendo uso de sus habilidades particulares y unos cuantos gadgets resultones.
Esto me gusta muy poco, pero esta vez tengo que hacerlo: hablemos (un poco) de la vida sentimental de Kelly Slater.
Quienes ya sumaban unos cuantos años tal vez recuerden que hubo un día en que Pamela Anderson, mientras grababa Los vigilantes de la playa, apareció un día, DE REPENTE, casada con Tommy Lee, el batería de Mötley Crüe. Y todo el mundo se quedó alucinado porque por entonces, todo el mundo creía que tenía una relación con David Charvet o con Kelly Slater, ambos compañeros de rodaje en Los vigilantes.
Ella ha contado en Pamela Anderson: a love story, que por entonces tenía algo con Slater y que al volver de su viaje a Cancún iba a conocer a la familia de él. Pero eso nunca llegó a suceder, porque estando en Cancún se casó con Tommy Lee, a quien había conocido hacía cuatro días. Cuenta ella en el documental que «Hacer esa llamada a Kelly es de las cosas más difíciles que ha tenido que hacer en su vida».
Como lo oís. Parece que fue ayer, sí, pero hace ya más de cinco años que tomé el relevo en la gestión de este maravilloso blog que me trajo a la familia de 20 minutos, que me ha abierto puertas y dejado incluso asomar la naricilla por alguna que otra ventana, y del que me van a tener que sacar con agua caliente y espátula, porque aquí estoy como en casa y a este espacio digital lo llamo también hogar.
Nació en lo que todavía era Alemania Occidental en 1952. De padre polaco y madre rusa, Roswicha Bertasha Smid Honczar llegó a Barcelona en los años ’70 para trabajar como modelo y dio el salto al cine bajo el nombre con el que pasaría a la posteridad: Nadiuska.
Se convirtió en un mito erótico, e incluso llegó a tener un pequeño papel en la mítica Conan el Bárbaro, en el 82, junto a Arnold Schwarzenegger.
Se había estrenado en Periodistas y, entre 1998 y 2002, todos la conocimos como Tanja Mijatovic en Compañeros. Pero, a pesar de que en los años siguientes pasó por varias series de tirón, al final la recordamos como Bea Pérez Pinzón, la flamante protagonista de Yo soy Bea.
Un timbre de instituto se convirtió, así como sin querer, en uno de los sonidos de fondo de la niñez de muchos y la adolescencia de otros tantos. El Bayside de Salvados por la campana abría así sus puertas.
Han pasado más de 30 años desde entonces, y cada cierto tiempo aún encontramos la noticia de alguno de aquellos chicos y es como volver a saber de un viejo conocido. No fue poca la gente que el año pasado lamentaba la pérdida de Dustin Diamon, Screech en la serie. Pero hoy le toca el turno a Zack Morris, el protagonista, un rebelde de pelo rubísimo y teléfono móvil que parecía de ciencia ficción (ahora también lo parece, pero por motivos diferentes).
Igual que no me duelen prendas reconocer que mi favorito en Al salir de clase era Raúl, a quien interpretaba un siempre fabuloso Víctor Clavijo, pues mi favorito en Física o Química era Gorka, el carismático actor Adam Jezierski.
Que es muy cierto que yo siempre digo que a mí los personajes de malotes me dan pereza, pero empiezo a pensar que los que me dan perezona son los malotes idiotas, los «macarras de buen corazón», como Quimi en Compañeros o Dani en Al salir de clase, porque los malos con alma y cerebro de villanos me tiran. Qué le vamos a hacer.
Adam Jezierski, nacido en Varsovia (Polonia) en 1990, ya había aparecido en otras series españolas con papeles episódicos (Cuéntame cómo pasó, Hospital Central), pero fue en Física o Química donde alcanzó una gran popularidad gracias a su papel de Gorka Martínez Mora en más de 50 episodios, entre 2008 y 2011.
Es necesario parar un poco en su trabajo para cine. Gordos y Tensión sexual no resuelta, por ejemplo, son dos de las mejores comedias españolas de finales de los 2000, y sigo pensando que Verbo, de 2011 (en la que, por cierto, también sale Víctor Clavijo), aunque fue muy conocida, no lo fue tanto como merecía.
Pero es lo justo decir que, principalmente, se ha movido siempre en televisión y, además, en series de mucho tirón. A Física o Química siguieron varias series entre las que, creo, habría que destacar (aunque sea por extensión) Con el culo al aire (2012-2014) y Gym Tony (entre 2015 y 2017) donde sumó más de 200 episodios en total (entre las emisiones de Cuatro y de FDF) y La peluquería, en La 1, en la que interpretó a Andrés en más de un centenar de episodios en 2017.
Jezierski en ‘Gym Tony’
Además, ha sido Víctor en las tres tiradas de «Juan»: Vota Juan, Vamos Juan y Venga Juan, junto al magnífico Javier Cámara, producción de 100 balas, la productora de Flipy.
Pero, además, y por si no fuera suficiente, este año lo vemos en la serie de Señor, dame paciencia, junto al consagrado cómico Jordi Sánchez y, en Antena 3 y desde el año pasado, lo vemos cada tarde, así de irreconocible, en su papel de Medina en Amar es para siempre.