A veces no nos enteramos de un fallecimiento porque la familia decide llevarlo con discreción. Otras veces coincide en el tiempo con otras noticias que causan más repercusión mediática y no se le dedica demasiado tiempo en pantalla.
Como sea, no son pocas las veces que, de pronto, un día nos encontramos por casualidad con el dato de que una conocida estrella de cine o televisión falleció hace tiempo sin que nos enteráramos en su momento. Y esto cobra un tinte especial cuando, además, esa persona era joven.
Hoy os traigo a la memoria diez jóvenes estrellas que murieron sin que apenas se enterase nadie.
Michael Keaton, que en realidad se llama Michael Douglas, pero que, al estar ya pillado ese nombre artístico, decidió ponerse de apellido el de su actriz favorita (Diane Keaton), lleva en activo desde los años ’70, pero permanecerá siempre en nuestros corazones como uno de los más grandes actores por dos de sus papeles de los años ’80, ambos (casualmente) bajo la batuta de Tim Burton.
Y tal vez hayáis visto su nombre últimamente en algunos portales. ¿Por qué? Pues porque Keaton fue nuestro primer Batman cinematográfico y, a partir de este año (y hasta nuevo aviso) será también el último. Los fans nos hemos vuelto locos, lo tengo que reconocer y lo hago orgullosamente.
De manera que he pensado que es este un buen momento para hacer un recorrido por la carrera interpretativa de uno de mis actores favoritos: os dejo aquí quince papeles para entender a Michael Keaton.
Los Caraconos, Risky Business, La zona muerta, De mendigo a millonario, Juegos de guerra, Psicosis II (sí, hubo una segunda parte, e incluso más) o Flashdance, con Alex, esa soldadora bailarina que nos enseñó lo que era poner pasión en lo que haces.
Esos son algunos de los títulos que hace cuarenta años se veían en las carteleras de los cines. Sin embargo, he querido elegir cinco para rememorar y no han sido ellas, qué le vamos a hacer.
No es fácil darte cuenta de que han pasado más años entre tu infancia y el momento presente que entre tu infancia y las pelis de Charlton Heston. Pero en esas estamos, queridos y queridas, así que vamos a ponernos las gafas de la nostalgia para quedarnos boquiabiertos al rememorar algunas de estas películas que, este año, cumplen treinta primaveras.
Si seguís este blog seguro que no os cuento ninguna novedad: Crispin Glover es uno de mis actores favoritos y creo que está lejos, lejísimos, de tener el reconocimiento que se merece. Os lo dije hace tiempo, en un post recopilatorio de «todas sus caras» (que son muchas) y lo mantengo.
Y es que, por supuesto, es muy probable que el primer papel que se nos venga a la mente de Glover fuera el de George McFly en Regreso al futuro.
Que tú ahora lo miras y piensas, ¿este tío no envejece o qué pasa? Porque basta echar un vistazo a cómo le han sentado los años a, por ejemplo, Tom Wilson (el que interpretaba a Biff Tannen) y, aunque es cierto que se conserva de lujo, pues los años se le notan, claro. Pero a Crispin no. Y creo que mucho puede tener que ver que, incluso teniendo su más que característico, personal e intransferible rostro, llega a un nivel de mimetismo en cada uno de sus personajes que, sencillamente, no ves al actor que hay detrás.
Desde sus inicios en Instinto Sádico o A quién ama Gilbert Grape, hasta los éxitos de los 2000 como Los ángeles de Charlie o Epic Movie, donde interpretó a un fantástico Wonka, y sin dejarnos los más modernos, como su papel de la sota de corazones en Alicia en el País de las Maravillas y, por supuesto, su interpretación de Mr. World en American Gods, han sido muchos y de muy distintos talantes los papeles que este actor ha sacado adelante con absoluta genialidad. Aunque yo me quedo, sin lugar a dudas, con su paso por El gabinete de curiosidades de Guillermo del Toro, en el episodio El modelo de Pickman.
Hay uno, sin embargo, del que ha confesado sentirse avergonzado. Y no os imagináis cuál.
Un día estábamos alucinando con Atrapado en el tiempo (peli que todo el mundo recuerda como El día de la marmota, que era, por cierto, su título original) y, solo cuatro años después, que en términos de cine es como decir la misma semana, nos quedábamos pegados a la butaca viendo esa joya que James Cameron regaló al mundo en forma de cinta: Titanic.
Kate Winslet y Leonardo DiCaprio. Para siempre Rose y Jack. Si existe una pareja de cine que debamos salvar de los ’90, que sea esta o que no sea ninguna.
El Titanic de James Cameron fue una obra maestra a muchos niveles: interpretativo, de producción, de dirección, de fotografía, de vestuario, de caracterización y hasta de casting. Estrellas como la ma-ra-vi-llo-sa Kathy Bates, en el papel de Molly Brown, o Bernard Hill, quien dio vida al capitán Smith, fueron elegidos a propósito por su parecido con las personas reales a quien ellos interpretaban.
El empeño de Cameron no fue barato: la superproducción, en principio aceptada por la 20th Century Fox, acabó por tener un coste de más de 200 millones de dólares que, finalmente, fueron repartidos entre tres productoras: la Fox, Paramount Pictures y Lighstorm Entertainment. La película recaudó, el año de su estreno, casi dos mil millones de dólares.
Nominada a catorce premios Óscar, acabó ganando once, incluidos mejor película y mejor director. En el tintero de las nominaciones se quedó mejor actriz principal a Kate Winslet y, aunque nos parezca mentira a veintiséis años vista, Leo DiCaprio NO ESTUVO NOMINADO por su papel de Jack. Los nominados de ese año fueron Matt Damon por El indomable Will Hunting, Peter Fonda por El oro de Ulises, Dustin Hoffman por La cortina de humo, Robert Duvall por El apóstol y, el finalmente ganador, Jack Nicholson por Mejor… Imposible. Incomprensible.
Seguro que os lo imagináis, pero esta película está llena, llenísima a más no poder de curiosidades fantásticas, que van desde lo genial de su producción hasta lo más emotivo de su historia real. Ha sido francamente difícil elegir 10 curiosidades dignas de estar en esta lista. Espero que no os decepcionen.
Llega el final de otro año y, como viene ya siendo costumbre en este blog, llega el momento de echar el ojo atrás, aunque sea unos meses. Tengo la costumbre de dedicar algún que otro período reflexivo a todas esas personas que eran importantes en mi vida y no celebrarán un nuevo año conmigo. Pero también dedico algunos minutos, en este espacio que tengo aquí, a todas esas personalidades importantes que todos conocemos, que puede que por famosas las damos por sentadas y que, humanos como son -como somos-, de pronto un día pueden no estar ya.
Como cada año, han sido muchos quienes, en el mundo del espectáculo, el entretenimiento y el saber (el cine, la televisión, la música, la literatura, la política, el periodismo, la ciencia, el activismo) nos han dejado. Algunos de manera totalmente imprevisible.
Desde aquí, hago mi pequeño homenaje a aquellos de quienes nos hemos despedido en 2022. No están todos los que son, pero mi humilde abrazo desde aquí a todos quienes, este año, hayan sentido una partida.
Pregunta típica por estas fechas: «¿Cuándo empieza para ti la Navidad?».
Para mí hay es la conjunción de tres eventos la que marca el inicio de las fiestas: el olor a castañas asadas en la calle, las luces increíbles que ponen en la casa número 23, y Love Actually. Hasta que no la pillo por la tele y la dejo puesta por enemilésima vez, no es Navidad 🙂 Les he enseñado a mis hijos el villancico del rey Wenceslao, no os digo más.
Y es que Love Actually, que se estrenó hace ya casi 20 años (19, para ser exactos), reunía un elenco formado por estrellas y desconocidos/as para formar un crisol de historias de amor maravillosamente diferentes (eso sí: hoy podrían meterse muchas más) y nos dejó a todos dos cosas para la posteridad: un bonito recuerdo en el corazón y el All I Want For Christmas de Mariah Carey incrustado en el cráneo.
Con tantísima estrella junta, tanta criaturita y tantas localizaciones distintas seguro que os imagináis que esta producción estuvo llena de divertidas anécdotas y curiosidades. Y no os equivocáis. Pero, como no podemos contarlas todas de golpe, he elegido para compartir hoy (y para que os llevéis a la cena de Nochebuena) diez de mis favoritas. Espero que las disfrutéis 🙂
Le debemos muchas cosas al genio creador de Tim Burton, desde Eduardo Manostijeras hasta Frankenweenie, pasando por Batman y La novia cadáver (amén de unas cuantas inspiradas en obras de Roald Dahl).
El legado de Burton fue enseñar al gran público, ese ávido de material comercial y figuritas de márketing, que había vida más allá de Disney, y que el cine infantiil podía rezumar arte y denuncia social, más allá de los príncipes azules y las princesas necesariamente rosas. Y, entre ellas, yo creo que Pesadilla antes de Navidad fue la pionera, la primera ampliamente conocida y de la que aún hoy, 28 años después, todo el mundo puede hablar.
Es probable que sepáis que, a pesar de que en el imaginario popular esta película es de Tim Burton, en realidad la película no es suya. Es decir: él puso mucho, eso es innegable, pero la película la dirigió Henry Selick, otro genial cineasta responsable también de Los mundos de Coraline, James y el melocotón gigante y la recién estrenada Wendell & Wild (la tenéis desde el pasado viernes en Netflix). Burton fue productor de la cinta, pero en todo el proceso de producción de la película, que duró tres años, solo se personó en el set en cinco ocasiones, para discutir diferencias creativas.
¿Qué hizo, pues, Tim Burton?
Burton es el responsable del ideario: él escribió, en los años ’80 y mientras era animador en la Disney, un largo poema inspirado en un escaparate que vio un día, por casualidad, cuando estaban quitando la decoración de Halloween y poniendo la de Navidad y, por un breve período de tiempo, calabazas, esqueletos y brujas convivieron con elfos, regalos y Papá Noel.
Cuando Disney lanzó en 2008 la edición especial para DVD y Blu-Ray, incluyó un cortometraje de animación donde el magistral Christopher Lee narraba el poema original.
Un poema absolutamente precioso narrado por una voz inigualable. Una maravilla, un regalo de Halloween 🙂
Hoy, como curiosidad y para celebrar este día que, como sabéis, tanto me gusta, me he tomado la libertad y el tiempo de traducirlo al castellano, respetando en lo posible la métrica y la rima y conservando su contenido.
¿Estáis ya preparando maratón de pelis? Por aquí ya lo vamos teniendo: Pesadilla antes de Navidad, El alucinante mundo de Norman,Monster House… Y la que en mi casa no falta ni un solo año: El retorno de las brujas.
Bette Midler, Kathy Najimy y una joven, joven, jovencísima Sarah Jessica Parker eran las hermanas Sanderson: tres brujas de Salem ahorcadas que juraron venganza y a las que un golpe de suerte y un chaval con pocas luces dieron la oportunidad de volver a la vida para obtenerla. Por el medio, claro, un gato negro que era en realidad un chavalín al que las hermanas habían hechizado, que se autoproclamó encargado de velar porque las brujas no volvieran.
Total, que Max, que es muy guapo pero lo que se dice muy listo pues no, se las apaña para hacer que las brujas vuelvan, y él, su amiga Allison, su hermana Dani y Thachery Binx (el gato) se pasan la noche intentando arreglar el entuerto.
Como seguro que os podéis imaginar, la producción de esta película estuvo llena de divertidísimas curiosidades que son ya parte de la historia del cine. Hoy os cuento 10 de mis favoritas: