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"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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La prueba del algodón: ¡Que vuelva Garzón!

Antes de dimitir, Rajoy debería indultar al juez Garzón para que vuelva a llevar el caso Gurtel. Sería la prueba del algodón. Ya lleva 500 indultos en un año. ¿Por qué no uno más? ¿Alguien duda hoy de las razones que llevaron a ciertos jueces del Tribunal Supremo, que presidía Divar, el marbellí, a expulsar a Baltasar Garzón de la investigación de caso Gurtel? Otros jueces hicieron lo mismo que Garzón y sigen ejerciendo tan ricamente.

El juez Garzón habló en la SER

El juez Garzón habló en la SER

Hace unos días, el ex juez de la Audiencia Nacional que descubrió esta trama delictiva ligada al Partido Popular rompió su silencio y habló de los «papeles secretos de Bárcenas» .

Las palabras del juez Garzón fueron medidas de manera exquisita. Pero su mensaje fue muy claro: dijo que había indicios suficientes para que los papeles de Bárcenas los investigara un juez (capacitado para ordenar registros, pulseras, retirada del pasaporte y otras acciones) en lugar de que lo haga, como ocurre ahora, un fiscal.

El Gobierno de Mariano Rajoy acaba de indultar (nadie sabe por qué) «a un conductor kamikaze que mató a un hombre en su demencial carrera», según Javier Marías, quien se escandaliza -y con razón- de los 17.059 indultos de la Democracia.

Nuestros gobiernos democráticos han repartido sus indultos con manga ancha y sin necesidad de justificiación alguna: 410 Suárez, 878 Calvo Sotelo, 5.944 Felipe González, 5.948 Aznar, 3.378 Zapatero y 501 Rajoy. En total: 17.059 indultos. Ya me dirán si no está más justificado hoy el indulto urgente al juez Garzón -con la falta que nos hace- que al kamikaze homicida.

Sobre Baltasar Garzón, me han llamado la atención estos titulares de la columna dominical del Luis María Anson:

El Mundo, 3 de febrero de 2013, pag. 21:

 

Bárcenas: la sombra de Garzón es alargada

El Mundo, 10 de febrero de 2013:

En el entorno de Garzón se especula con los recibís

Podemos decir muchas cosas de Anson, pero, debido a su acreditada especialización, no podemos decir que esté mal informado en asuntos conspiratorios.

En Estados Unidos, por lo que vemos en las series de la tele y por mi experiencia como corresponsal allí, no es de extrañar que el acusado pueda llegar a acuerdos con el fiscal y el juez instructor, declarándose culpable y aportando pruebas incriminatorias contra terceros, a cambio de ver aliviada su condena. En España no es así. Por eso, me llama la atención este párrafo de Anson dirigido a Rajoy:

«Querido presidente: ¿Le entregó el sinuoso Bárcenas a Baltasar Garzón la documentación que El País ha hecho pública? ¿Quiso el tesorero felón ganarse el favor del juez entonces estrella, hoy estrellado? ¿Dejó en manos de Garzón además de lo ya publicado los recibís que pondrían en marcha la caravana de dimisiones?»

Garzón negó en la SER haber tenido acceso a estos papeles de Bárcenas cuando él instruía el caso Gurtel. Dijo que, de haber sido así, por los «indicios evidentes» de delito que se aprecian, los habría incorporado a la causa y habría obrado en consecuencia. «Dicen incluso que yo estoy detrás», afirmó Garzón. «Ojalá hubiera tenido la posibilidad de denunciar los hechos en su momento».

Ahora que el PP ha aprendido a rectificar, a Rajoy se le presenta otra oportunidad de oro -la prueba del algodón- para convencernos de que no tiene nada que ver con los presuntos «sobrecogedores»: Indultar al juez Garzón y dejarle seguir investigando el caso Gurtel. Así de fácil. Nos taparía la boca a todos los que sospechamos, no sin razón, de que aquí hay sobre encerrado.

Mientras tanto, recomiendo la lectura, siempre provechosa, de un articulo muy clarito (estremecedor pero edificante) del magistrado emérito del Supremo José Antonio Martín Pallín, publicado anteayer en El Pais (Pag. 29). Copio y pego:

 

El color del dinero

Lo peor de la amnistía fiscal es la catadura moral de los beneficiarios

Al ciudadano español Luis Bárcenas le han descubierto una cuenta en un banco suizo por la que se han movido a sus anchas 22 millones de euros. El dato no sería noticia si el mencionado ciudadano no hubiese desempeñado durante 20 años los cargos de gerente y de tesorero del Partido Popular. La buena nueva ha desencadenado el correspondiente escándalo, como si, a estas alturas, alguien pudiera extrañarse de cuales son las fórmulas y artificios utilizados para la financiación de algunos partidos políticos.

La Constitución proclama que los partidos políticos son instrumentos fundamentales para la participación democrática, por lo que están justificadas determinadas subvenciones con fondos públicos. Los responsables de su funcionamiento nunca quisieron encontrar una fórmula aceptable para sufragar sus gastos. Regularon la financiación desde el año 1987 pero siempre dejaron abiertos dos agujeros negros por los que se introducía el virus de la corrupción: las donaciones anónimas y el funcionamiento del Tribunal de Cuentas. Las primeras se corrigieron en el año 2007, después de muchas reticencias por parte del Partido Popular. El Tribunal de Cuentas continúa con la misma agilidad que en los tiempos del Conde Duque de Olivares.

La financiación de los partidos políticos se consigue, como es lógico, a través de las aportaciones de sus afiliados, cantidad que no alcanza cifras significativas, por lo que ha tenido que ser complementada con subvenciones públicas. Cuando los ingresos se consideraban insuficientes para el funcionamiento de las sedes de los partidos y para hacer frente a las campañas electorales, algunos decidieron acudir a la picaresca, incluso a conductas delictivas para ingresar un dinero extra. Quizá pensaron que la cuota de poder que le asignaban los ciudadanos les permitía toda clase de irregularidades.

Una vez instalados en los centros decisorios de los Ayuntamientos, Diputaciones, Comunidades Autónomas o en el aparato del Estado decidieron utilizarlos para aumentar las asignaciones. Las concesiones de obras y servicios y las licencias urbanísticas se convirtieron en una fuente inagotable de recursos ilícitos.

Los reguladores de la financiación de partidos dejaron dos agujeros negros: las donaciones y el Tribunal de Cuentas 

El tesorero de un partido político contabiliza las cantidades que entran en la caja. Si las sumas son ilícitas, negras o delictivas hay que buscarles algún refugio seguro para que no se descubra su verdadero origen. No se necesita demasiada inteligencia financiera para envolverlas bajo donaciones anónimas. Cuando se les puso un tope, el dinero ilícito comenzó a desbordar los cauces previstos y era necesario buscar otras guaridas. Suiza, especialista en ensombrecer el color del dinero, era el lugar indicado. Desde el 17 de enero del presente año los helvéticos han levantado el secreto bancario en los casos de investigaciones judiciales.

Según denuncias no desmentidas, algunos dirigentes decidieron adjudicarse remuneraciones generosas por los servicios prestados al partido. Situados ante este espejo, los señalados tienen la ineludible obligación de comparecer voluntariamente ante la opinión pública y negar tajantemente los hechos. No pueden refugiarse en evasivas y agravios. En una democracia la responsabilidad ética y política del dirigente ante los ciudadanos les obliga a responder sin ambages a las imputaciones.

El color del dinero es variopinto. Lo que importa es su procedencia. Las cantidades procedentes del pago de comisiones por concesiones de obras o servicios son beneficios generados por cohechos delictivos. Estas cantidades se consignaban como donaciones anónimas lo cual a su vez constituye un delito de falsedad contable. Esta prestidigitación contable transformaba el dinero ilícito en un en asiento aparentemente lícito.

El principal artífice de todo este entramado era incuestionablemente el tesorero Luis Bárcenas, porque sin él todas estas maniobras no se habrían materializado. Tampoco sin la cooperación o el asentimiento y, ¿por qué no?, la inducción de los dirigentes del partido político, si esto se puede llegar a demostrar. Por ello el dinero de la cuenta suiza no es un dinero opaco que se sustrae al fisco sino un dinero procedente de actividades ilícitas que al ser retornado a España a través de la amnistía fiscal se convierte no en dinero lícito, sino en una maniobra delictiva de blanqueo de capitales.

La amnistía fiscal rompe todos los principios admisibles en el campo del derecho penal para despenalizar conductas delictivas. Solo puede hacerse por vía de ley orgánica y nunca por real decreto-ley. Pero lo más grave no es el vicio legal sino la catadura moral de las personas a las que se aplica. Se trata de ciudadanos que han ocultado o evadido sus capitales sustrayéndolos al sostenimiento de los servicios públicos esenciales en tiempos de gravísimas carencias sociales. El Estado no puede tolerar ni excusar la insolidaridad y discriminar a otros delincuentes.

Nuestro país tiene muchas carencias, culturales, sociales, éticas y democráticas. Demasiados ciudadanos se han hecho partícipes y alentadores de estas conductas votando de forma abrumadora a personas implicadas en tramas de corrupción. Las multitudes padecen el síndrome de Barrabás, prefieren a los golfos en lugar de a los justos. Me resisto a caer en el desaliento y la melancolía. Estoy convencido de que la mayor parte de la sociedad española está indignada y desmoralizada. Es vital para la democracia recuperar la fuerza política de la moral pública en estos momentos difíciles.

José Antonio Martín Pallín es abogado, magistrado emérito del Tribunal Supremo y comisionado de la Comisión Internacional de Juristas (Ginebra)

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Rajoy defiende a los presuntos «sobrecogedores»

Como en tiempos de Franco, el sospechoso Rajoy ha emitido su mensaje antidemocrático contra la libertad de prensa. Da igual lo que diga. Aunque defienda a los presuntos «sobrecogedores«, ¿quién le va a creer si tanto teme a las preguntas?

Virginia Pérez, vecedirectora de 20 minutos.

Virginia Pérez, vecedirectora de 20 minutos.

Su pavor a las preguntas y repreguntas legítimas de la prensa le marca ya como culpable de un delito gravísimo contra la libertad de expresión, en un momento especialmente calamitoso para nuestra joven y frágil democracia.

Su delito principal ha sido, a mi juicio, declararse enemigo de la democracia y de uno de sus pilares fundamentales: la libertad de expresión, un derecho no solo de los periodistas sino de los todos los ciudadanos.

La puesta en escena del presidente del PP me ha dado escalofríos (solo faltaba la bandera y la música, por supuesto, militar) y me ha traído el recuerdo tenebroso de cuando yo trabajaba en la televisión del dictador Francisco Franco y no podíamos decir ni pío.

Me siento como nuestra vicedirectora, Virgina Pérez, con la boca tapaba para que no podamos sacar los colores al presidente del Gobierno y del PP.

Con el espectáculo tétrico de hoy, Mariano Rajoy ha dado un golpe durísimo e insoportable a la democracia.

Peridis, en El País de hoy

Peridis, en El País de hoy

Los periodistas no deberíamos acudir jamás a ninguna conferencia de prensa o mensaje público que no admita preguntas y repreguntas.  Es una tomadura de pelo a todos los ciudadanos mayores de edad. Ya no somos súbditos aterrorizados, sino ciudadanos libres. ¿Qué se ha creído este  Rajoy?

De hecho, su vicepresidenta, Soraya Sáez de Santamaría, le ha superado en talla moral y democrática: ayer mismo dio la cara por él, y a punto estuvo de que mis colegas se la rompieran preguntando y repreguntando por las presuntas vergüenzas de su jefe. La nº 2 de Rajoy en el Gobierno aguantó el tipo sin perder la compostura, escurrió el bulto y no respondió a nada, con la hábil coartada de que ella hablaba como miembro del Gobierno y no del Partido Popular. Pero dio la cara y me pareció limpia. Para mi, la vicepresidenta del Gobierno es digna de admiración. Algo para lo que su jefe no ha tenillo agallas.

Deduzco que Rajoy desprecia la democracia: no solo ha espantado a la prensa, que tiene el deber de informar a los ciudadnos, sino que ha criticado al líder de la oposición precisamente por ejercer como líder de la oposición y por hacerle preguntas críticas.

Eneko, en 20 minutos

Eneko, en 20 minutos

Estuve tan indignado durante el trasnochado show marianista que apenas pude prestar atención a lo que decía ante su guardia pretoriana, aislado y separado de los periodistas por un nuevo muro de la vergüenza. Mañana leeré su mensaje escrito en los periódicos. Con su puesta en escena dictatorial ya he tenido bastante por hoy.

No obstante, en el telediario, creo haber oído que Rajoy (que no ha mencionado el nombre de su fiel Bárcenas) ha puesto la mano en el fuego por todos los miembros de su partido. Como si nadie fuera sospechoso de robar en el PP, como si nadie hubiera financiado al PP con donativos ilegales (a cambio de algo, digo yo) y como si todos los presuntos «sobrecogedores» (que cogían sobres en negro) pagaran todos sus impuestos.

Rajoy sigue fiel su costumbre. Ya hizo lo mismo al defender al mismísimo Luis Bárcenas, nombrado por él tesorero del PP, cuando le trincaron con las manos en la masa por el caso Gurtel y que le costó el cargo (ahora vemos por qué) al juez Garzón.

Rajoy sufrió entonces quemaduras de tercer grado. Fíjense en sus manos. Mientras ardían las manos de Rajoy, Bárcenas amasaba 22 millones de euros en su cuenta de Suiza.

Si yo fuera Bárcenas, iría con escolta, me declararía abstemio y no cogería el coche.

P.S.

Isidro López Cuadra se refiere en un escrito a «la desamortización de conejos y jabalíes» por la privatización de tierras que ha hecho la señora Cospedal (otra que tal baila en las bárcenas* de La Mancha) y termina con esta anécdota de su madre:

«Cuando a mi madre le comentaban algo así como: “¡esta persona no tiene vergüenza!”, casi siempre contestaba: “¿Vergüenza?, la tiene toda, no ves que no la gasta”.

(* Bárcenas: Terrenos en pendiente de gran amplitud)

 

 

 

“The idiots of the New York Times,” according to F.J. Losantos

Every time the extreme right remembers me, I am afraid. Jiménez Losantos, the standard bearer, did just that yesterday in his column in El Mundo. Vanity keeps me from ignoring it without refreshing his memory.


(At the petition of some “idiot” friends and colleagues of the foreign
press – from both conservative and progressive media- I copy and paste
below an English version of yesterday’s post. Aquí está es la versión de «Los bobos del NYT» de ayer en castellano)

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To attack Judge Garzon, who was supported last Sunday by one of the most prestigious newspapers of the world, Federico J. Losantos tries to discredit the New York Times as a gang of left wing idiots («bobos»). Come on! The New York Times? For Federico J. Losantos, the reporters and editorialists of the NYT are a handful of losers who know nothing about the press. The recklessness and shamelessness of FJL – products of his active ignorance- makes my hair stand on end.

I am copying and pasting the paragraph in question of his column “Liberal Comentaries” (liberal?) in the newspaper edited by Pedro Jota [Pedro J. Ramirez, Editor of El Mundo] last Monday:

“I’ve sometimes said that there is only one thing more idiotic than a progressive European and that is a progressive American. That grotesque editorial against Aznar titled A Chill in Spain (just for firing from RTVE a PSOE propagandist married to the editorial section of the NYT), the Progressive’s Bible, proved I have never been so right.”

The editorial of Sunday’s The New York Times on Garzón was reproduced entirely in this blog. You can review it here. The other editorial (“A chill in Spain”) cited by F.J.L. that the New York Times dedicated to my firing as correspondent of TVE [Spanish state controlled TV] in New York, following a televised pre-election interview that I did of Aznar in 1996, who was a candidate for the premiership of the Government was published in this blog on the 10th anniversary of Aznar’s victory (and of my firing). I copy and paste it below:

Editorial or The New York Times:

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After 16 years (what memory!), Jiménez Losantos, the columnist of El Mundo now honors me by comparing me, if only in passing, to Judge Garzón, for the support that both of us have received from editorials in the New York Times. On the other hand, I must clarify that I have never belonged to the PSOE [Socialist Party], although now that this party is completely down and out, I may even feel like joining.

In spite of his good memory, Jiménez Losantos forgot to mention that dozens of editorials similar to that of the NYT, news stories, and articles about my firing from TVE were published in the leading newspapers of the democratic world (I still have almost a hundred now yellowed clippings) to the shame of the then new Spanish Prime Minister, José María Aznar, converted into a persecutor of freedom of the press.

I copy and paste a couple of them that I have on hand in this same blog (more “idiots” FJL would say of the  Financial Times or of The International Herald Tribune, to take one conservative and another progressive newspaper)

Editorial commentary of the  Financial Times:

Front page of The International Herald Tribune:

Fortunately, Bill Kovack, Curator of the Nieman Foundation for Journalism of Harvard University (where I was a student) surprised me by sending a letter to King Juan Carlos with a copy to Aznar (and to the editor of the NYT and other Nieman Fellows) and this provoked widespread global press coverage.

Letter from the Curator of the Nieman Foundation of Harvard University to the King of Spain:

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My children referred to the payment that a judge sentenced RTVE to pay me by declaring my firing wrongful as “the Aznar Fellowship.” Part of that compensation was used to give life to the daily 20 minutos, the most widely read general information newspaper in the history of Spain (and this magnificent web, www.20minutos.es , the third most widely read Spanish language [news ] website in the world.)

In any case, my firing is water over the dam and forms a part of the risks in the journalist trade. But I sincerely hope Federico J. Losantos forgets me. As I said at the beginning, when the extreme right talks about me, I get chills. Although, by calculating probabilities, I am no longer kidnap-able or torture-able but, trust me, I know what I am talking about when I say I am afraid.

“Los bobos del New York Times”, según Jiménez Losantos

Tengo miedo cada vez que la extrema derecha se acuerda de mí. Jiménez Losantos, su abanderado, lo hizo anteayer en su columna de El Mundo. Mi vanidad me impide pasarlo por alto sin refresacar su memoria.

Federico Jiménez Losantos

Para atacar al juez Garzón, apoyado el domingo por uno de los diarios más prestigiosos del mundo, Federico J. Losantos trata de desprestigiar al New York Times como a una cuadrilla de bobos progres. ¡Vamos! ¿El New York Times? Para Federico J. Losantos los redactores y editorialistas del NYT son cuatro mataos que no saben nada de prensa. El atrevimiento y la desvergüenza de FJL – propios de una ignorancia activa- me producen escalofríos.

Copio y pego el párrafo en cuestión de su columna “Comentarios liberales” (¿liberales?) en el diario de Pedro Jota del pasado lunes:

“Alguna vez he dicho que sólo hay algo más bobo que un progre europeo y es un progre norteamericano. Desde aquel grotesco editorial contra Aznar titulado A chill in Spain (por despedir de RTVE a un propagandista del PSOE esposado a la sección editorial del NYT), la Biblia Progre no me había dado tan estrepitosamente la razón.”

El editorial del New York Times del domingo sobre Garzón quedó recogido íntegramente en este blog. Pueden revisarlo si quieren. El otro editorial (“Un escalofrío en España”) citado por F.J.L que el New York Times dedicó a mi despido como corresponsal de TVE en Nueva York, tras la entrevista preelectoral que le hice a Aznar en 1996, como candidato a la presidencia del Gobierno, quedó recogido en este blog en el décimo aniversario de la victoria de Aznar (y de mi despido). Lo copio y pego a continuación:

Editorial de The New York Times:

 

 

 

 

 

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Traducción oficial del editorial del NYT, aportada al juicio contra RTVE, que gané, por mi despido improcedente:

Un escalofrío en España

“José María Aznar ganó las elecciones como nuevo Primer Ministro de España el pasado mes de marzo, en parte por convencer a los votantes de que había modernizado completamente su partido de centro derecha, Partido Popular, limpiándolo de toda nostalgia por las prácticas anti-democráticas de la dictadura de Franco. Ahora tendrá que volver a convencerles tras el despido con mano dura del jefe de la corresponsalía de Televisión Española en Nueva York, José Martínez-Soler, y otros cuatro corresponsales.
El Gobierno Aznar dice que despidió al Sr. Martínez-Soler para ahorrar dinero. Pero más bien parece una represalia por una entrevista de la campaña en febrero en la cual el Sr. Martínez-Soler le sacó los colores al Sr. Aznar con una referencia puntual a la vieja guardia de la derecha del Partido Popular. Si la impresión de represalia perdura, tendrá un efecto escalofriante sobre otros periodistas que trabajan para la televisión estatal española.
El tema que el Sr. Martínez-Soler abordó era legítimo, por muy incómodo que fuera para el Sr. Aznar. La era de Franco pasó no hace tanto tiempo. Muchos que sirvieron al dictador mantuvieron posiciones de influencia en los mandos del partido conservador hasta bastante recientemente. Tampoco estaba el Sr. Martínez-Soler discriminando al candidato conservador dándole un tratamiento más duro que a los demás. Hizo preguntas igualmente incómodos a los rivales socialistas.
El Sr. Aznar tiene el derecho de hacer sus propios nombramientos para los más altos cargos de la política de emisión. Pero a los periodistas profesionales, si sus informes han de ser creíbles, necesitan estar libres de la presión política. Las libertades democráticas de España son demasiado preciosas, y ganadas demasiado recientemente, para ser tan pisoteadas y tan descuidadamente. El Sr. Aznar debe moverse rápidamente para deshacer el daño”.
——

Al cabo de 16 años (¡qué memoria!), me honra ahora el columnista de El Mundo comparándome, siquiera de pasada, con el juez Garzón por el apoyo que ambos hemos recibido en sendos editoriales del New York Times. Por otra parte, le aclararé que nunca he militado en el PSOE aunque, ahora que está completamente hundido, me dan ganas de apuntarme.

Pese a su buena memoria, Jiménez Losantos olvidó mencionar que docenas de editoriales semejantes al del NYT, crónicas y articulos sobre mi despido de TVE fueron publicados en los principales diarios del mundo democrático (conservo casi un centenar de recortes ya amarillentos) para vergüenza del entonces flamante presidente del Gobierno español, José María Aznar, convertido en perseguidor de la libertad de expresión.

Copio y pego un par de ellos que tengo a mano en este mismo blog (otros «bobos» que diría FJL del Financial Times o del International Herald Tribune, por tomar uno conservador y otro progresista)

Comentario editorial del Financial Times:

 

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Traducción oficial aportada en el juicio:

Costumbres españolas

 

“El nuevo gobierno del Partido Popular de España puede estar moviéndose hacia una economía más abierta, pero no está haciendo mucho por la tolerancia política. Los cambios de plantilla en organismo estatales no se están limitando solo a los puestos mas altos. En la autoridad emisora RTVE, por ejemplo, llegan muy abajo dentro de la organización.
El Primer Ministro José María Aznar evidentemente no ha perdonado una entrevista de TVE que tuvo durante la campaña electoral en febrero.
Los partidos entonces tenían dificultades para llegar a un acuerdo sobre un entrevistador para los candidatos principales, pero finalmente acordaron quedarse con José Antonio Martínez Soler, un periodista presentador muy conocido, que acababa de ser enviado a Nueva York como corresponsal jefe en EE.UU. de la televisión estatal española.
Martínez Soler, 49 años, puede estar ahora dándose patadas por un lapsus de tacto durante la entrevista con Aznar, cuando se refirió a la vieja guardia del Partido Popular como “Parque Jurásico.”
Veterano miembro del programa prestigioso de la Fundación Nieman de Periodismo de la Universidad de Harvard, también habia chocado con la anterior administración socialista.

Antes de ello, poco después de la muerte de General Franco, como un jóven director de una revista, fue secuestrado, torturado y sujeto a una ejecución simulada, tras escribir un artículo sobre la paramilitar Guardia Civil. Esta vez solamente le han despedido de su trabajo como corresponsal.
Esto es progreso.”
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Primera página del International Herald Tribune

 

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Afortuadamente, Bill Kovack, director de la Fundación Nieman de Periodismo de la Universidad de Harvard (de la que soy antiguo alumno) me sorprendió al enviar una carta al rey Juan Carlos con copia a Aznar (y al director del NYT y a otros Nieman Fellows) y eso provocó tan amplia cobertura en la prensa a nivel mundial.

 

 

Carta del Curator de la Nieman Foundation de Harvard al Rey de España

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Traducción oficial de la carta del Curator de la Nieman Foundation for Journalism de Harvard University al Rey de España, aportada al juicio contra la RTVE de Aznar.

Al Rey Juan Carlos

Madrid, España

Su Excelencia:

Le estoy escribiendo urgentemente para llamar su atención sobre un asunto grave de interferencia con la libertad de prensa y libertad de expresión que acaba de llegar a mi conocimiento. La decisión del nuevo gobierno del Primer Ministro José María Aznar de despedir a José Martínez-Soler como corresponsal de TVE es un golpe grave a la imagen de una sociedad civil que nutre los derechos de sus ciudadanos.

Periodistas por el mundo están bien familiarizados con el coraje y la integridad de José Martínez-Soler. Sabemos el precio que tuvo que pagar una vez por su devoción a los valores de los derechos humanos. Todos quedamos anonadados (pasmados, aturdidos) al oír las noticias de la decisión de despedirle de su trabajo como corresponsal en EE.UU. En solamente ocho meses había demostrado una rara habilidad para comunicar los sucesos en Estados Unidos a su audiencia en casa. Igualmente importante, nos ha ayudado conocer una nueva y emergente España. Un seminario que dirigió con otros “Fellows” de la Fundación Nieman de Harvard, anteriormente este año, fue de los más interesantes e inspiradores que hemos tenido en todo el año. La promoción entera de los “Fellows” Nieman se une a mí al expresar nuestra consternación por el comportamiento de la nueva dirección de TVE.

Este episodio lastimoso es especialmente desalentador en un momento de una mayor esperanza engendrado por el desarrollo de una Europa más integrada y unida a favor de los principios de los derechos humanos.

Respetuosamente pido que utilice su influencia para deshacer la decisión de silenciar la voz valiosa de José A. Martínez-Soler y establecer un precedente que guiará a los que respetan el valor del derecho de un pueblo a la voz y expresión libre mientras nos acercamos a otro milenio.

Respetuosamente suyo,

Bill Kovach

Curator (director o presidente)

Copia: Primer Ministro José María Aznar

Jorge Sanchez Gallo, TVE

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A la indemnización que el juez obligó a RTVE a pagarme, al declarar improcedente mi despido, se refirieron mis hijos como «la beca Aznar». Una parte de ella sirvió para dar vida a 20 minutos, el diario de información general más leído en la historia de España (y a esta magnífica web, www.20minutos.es, la tercera del mundo en castellano).

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En todo caso, mi despido ya es agua pasada y son gajes del oficio. Pero, sinceramente, prefiero que Federico J.Losantos se olvide de mi. Como dije al principio, cuando la extrema derecha habla de mi me dan escalofríos.  Afortunadamente, por cálculo de probabilidades, ya no soy secuestrable ni torturable, pero se de lo que hablo cuando digo miedo.

 

«Venganzas políticas llevan a Garzón a juicio» (NYT)

«Perseguir al juez Garzón por indagar en los crímenes de la era de Franco es una ofensa a la justicia y a la historia», según el editorial del diario The New York Times que recoge hoy 20minutos.es.

Por su interés (y también para el archivo del blog) lo copio y lo pego a continuación:

OPINION   | February 05, 2012
Editorial:  Truth on Trial in Spain
Prosecuting Judge Baltasar Garz’on for digging into Franco-era crimes is an offense against justice and history.

Editorial

Truth on Trial in Spain

Published: February 4, 2012

Terrible crimes were committed during and after Spain’s 1936-39 civil war that no court has yet examined or judged. No one knows how many people were taken away, tortured and murdered. Now, one of Spain’s top investigating magistrates, Baltasar Garzón, is on trial for daring to open an inquiry into those atrocities.

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Spain is now a vibrant democracy, but Judge Garzón’s trial, which opened last week, is a disturbing echo of the Franco era’s totalitarian thinking. He faces criminal charges that could suspend him from the bench for 20 years for defying an amnesty enacted in 1977 to smooth the transition to democracy. He rightly counters that under international law, there can be no amnesty for crimes against humanity and that unsolved disappearances — thousands of mass graves are unopened — constitute a continuing crime.

In 2008, Judge Garzón briefly began an official inquiry, ordering the opening of 19 mass graves and symbolically indicting Gen. Francisco Franco and several former officials, none still alive, for the disappearance of more than 100,000 people. An appellate court shut the inquiry down. The next year, two far-right groups brought criminal charges against the judge for defying the amnesty law. The government’s prosecutor argued that no crime had been committed, but the Supreme Court accepted the case.

Separately, Judge Garzón faces criminal charges for rulings in two other politically charged cases. We cannot judge the merits of these. But criminal prosecution of magistrates for their rulings is rare in Spain, and could chill judicial independence.

Judge Garzón became famous for his prosecutions of Basque terrorists, Argentine torturers, Chile’s former dictator, Gen. Augusto Pinochet, and Spanish politicians. His powerful enemies now see a chance to end his career.

Judge Garzón is undeniably flamboyant and at times overreaches, but prosecuting him for digging into Franco-era crimes is an offense against justice and history. The Spanish Supreme Court never should have accepted this case. Now it must acquit him.

A version of this editorial appeared in print on February 5, 2012, on page SR10 of the New York edition with the headline: Truth on Trial in Spain
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También copio y pego un artículo de opinión del diario The New York Times, publicado el pasado 26 de enero, sobre el juicio contra el juez Garzón:

Op-Ed Contributor

A Judge in the Dock

By DAN KAUFMAN

Political vendettas have put a heroic Spanish jurist, Baltasar Garz’on, on trial.

IN October 1998, British police officers arrested the Chilean general Augusto Pinochet while he was recuperating from back surgery at a London hospital. They were acting on an international warrant issued by the Spanish judge Baltasar Garzón seeking General Pinochet’s extradition to stand trial in Spain on charges of torture and murder. After a 17-month legal battle, General Pinochet was released on medical grounds, but Judge Garzón’s warrant paved the way for stripping the former dictator of immunity and prosecuting him in Chile.

Since the Pinochet arrest, Judge Garzón has indicted human-rights violators around the world. His actions helped make it possible to prosecute expatriate Rwandans for their role in the 1994 genocide and Chad’s former dictator, Hissène Habré, who was indicted for crimes against humanity by a Senegalese judge.

Yet Judge Garzón is now himself under legal attack for confronting Spain’s own dark history. He is on trial this week before the Spanish Supreme Court for daring to investigate crimes committed during the Spanish Civil War and the nearly four-decade dictatorship of Gen. Francisco Franco. The case against him is fueled by domestic political vendettas rather than substantive legal arguments and it could dramatically set back international efforts to hold human-rights violators accountable for their crimes.

In October 2008, in response to a petition from victims and relatives of those killed or tortured by Franco’s forces, Judge Garzón ordered the exhumation of 19 mass graves and charged Franco and his accomplices posthumously with the murder and disappearance of more than 114,000 people.

Shortly after Judge Garzón issued his edict, Spain’s chief prosecutor, Javier Zaragoza, challenged it, partly by claiming that it violated Spain’s sweeping 1977 amnesty law. This law, which the United Nations Human Rights Committee has urged Spain to repeal, was passed after Franco’s death in 1975 with the military’s support and forbade the prosecution of any crime “of a political nature” committed during the Franco years.

An appellate court ruled against Judge Garzón in late 2008 and the case appeared to be resolved. But several months after the ruling, two tiny far-right groups sued Judge Garzón for “prevarication” — knowingly overstepping his authority — in violating the amnesty law.

As international criticism grew, and supporters staged large protests backing Judge Garzón, the Supreme Court accepted two other spurious suits brought against him, despite the state prosecutor’s opposition to pursuing them.

Although Judge Garzón’s actions have always been controversial, they have been instrumental in the global fight against impunity. His pursuit of General Pinochet relied on universal jurisdiction, a legal principle asserting that heinous crimes like torture and genocide may be prosecuted in any country, regardless of who the victims or perpetrators were. Indeed, the current case against Judge Garzón shows just how necessary universal jurisdiction is when countries are unable to confront their own pasts.

Criminally charging judges for prevarication is extremely rare in Spain, and a conviction would disbar Judge Garzón for 20 years — effectively ending his career. The Supreme Court’s zeal to try him has little legal basis; rather, it reflects Spanish elites’ widespread unease with applying international legal principles to Spain’s conflicted history and a deep-seated animosity toward Judge Garzón that is as much personal as political.

While the Supreme Court has many justices appointed by the rightist Partido Popular (founded by one of Franco’s former ministers), Judge Garzón also has made powerful enemies on the left, because in the late 1980s he investigated government-backed death squads created to battle the Basque separatist group ETA. His findings helped bring down a Socialist government in 1996.

Judge Garzón’s prosecution has already had a chilling effect on worldwide efforts to hold human-rights violators accountable, and a conviction would be interpreted as an even stronger warning sign. According to Reed Brody of Human Rights Watch, the Haitian judge Carvès Jean is following Judge Garzón’s legal travails intently as he deliberates whether to indict Jean-Claude Duvalier for crimes against humanity or to adhere to Haiti’s statute of limitations, which would place those crimes off limits.

More disturbingly, due to Judge Garzón’s legal woes, the case brought by Franco’s victims and their families is now languishing. (The only exception is in Argentina, where a prominent human-rights lawyer, using universal jurisdiction, recently filed suit charging Franco with crimes against humanity.)

In his 2005 memoir, Judge Garzón wrote, “A system built on the corpses of those who are still awaiting justice so they can rest in peace is an illegitimate system and one that is condemned to eventually suffer the same fate.”

It would send a tragic and telling message to those victims — and others like them around the world — if the one person convicted for Franco’s crimes is the judge who dared to investigate them.

Dan Kaufman is a writer and musician.

Ahí queda.

Lo dicho: a los vengadores de la derecha y la izquierda les puede salir este tiro por la culata.

Pena y escalofrío ante el «Supremo hazmerreír»

A quienes urdieron la triple persecución del juez Garzón les puede salir el tiro por la culata. Tenemos memoria y el juicio nos la refresca.

Fotos de algunas víctimas del franquismo ante la puerta del Tribunal Supremo

Los testimonios escalofriantes de las víctimas del franquismo dejan en ridículo a 4 de los 7 jueces del Tribunal Supremo que han desoído las demandas de nulidad de Garzón y la opinión del mismísimo fiscal del Supremo, Luis Navajas, que considera la instrucción del extravagante juez Luciano Varela como «insólita» e «insostenible«.

Además, la cobertura que la prensa extranjera está dando de este juicio insólito pone de nuevo los focos sobre las heridas aún abiertas de la Dictadura.

Entre los observadores internacionales que siguen esta patomima de juicio está el Presidente de la Comisión Internacional de Juristas, Pedro Nikken a quien le llama la atención «la acumulación de procesos penales contra un mismo juez».  «Nunca había visto un proceso así», afirma este observador internacional, (…) «y es paradógico que le juzguen aquí por lo que le valió el aplauso del mundo«.

Forges en El Pais

La acumulación de tres procesos penales coincidentes en el tiempo y contra un mismo juez (quien investigó la corrupción del PP en la trama Gurtel)  no sólo llama la atención del señor Nikken. Levanta sospechas de confabulación entre mucha gente de bien con sentido común.

Ya se que expertos en estas materias, como el ex ministro Federico Trillo -el héroe de Perejil– negarán cualquier matiz conspiratorio en esta triple persecución y están en su derecho. Tampoco yo creo en las brujas «pero haberlas, haylas».

No trato de defender la escrupulosidad del juez Garzón con cuestiones técnicas a la hora de investigar crímenes (todos cometemos errores) pero sí su valor, persistencia y entereza para preseguir a presuntos criminales  ya sean de ETA, de la Mafia, del narcotráfico o del franquismo.  Solo quien se arriesga a fregar platos puede romper alguno.

A veces se le critican defectos de forma en la instrucción de sus investigaciones, pero de ahí a acusarle de delitos penales hay un abismo y este es el que se están saltando algunos jueces del Supremo.

¿Por qué se ha convertido Garzón en el juez que instruye las causas más sobresalientes y peligrosas de España y parte del extranjero?

No es fruto de la casualidad.

Peridis en El País

Conozco personalmente Baltasar Garzón desde hace muchos años y he seguido de cerca algunas de sus investigaciones. En mi opinión personal, su estrellato se debe a que, ya sea por temeridad, por valentía, por tenacidad, por sentido de la Justicia e, incluso, si quieren, por vanidad, el juez Garzón no se rinde facilmente sino que se arriesga a hacer la siguiente pregunta, esa pregunta que otros jueces (el miedo es libre) simplemente no se atreven a hacer.

Por su propia historia, Garzón tiene méritos de sobra en favor de la Justicia como para suponerle buena fe en la instrucción de los delitos que persigue.  En la única causa instruida por él que observo conflicto de intereses y sospecha de parcialidad es en la del GAL, que reabrió al dejar su puesto de secretario de Estado en el Gobierno de Felipe González.

Debió haberse apartado de ese caso por ir contra contra sus antiguos compañeros de Gobierno. Seguramente, lo que hizo contra el ex ministro Barrionuevo y otros fue legal pero a mi me pareció muy feo. En otros paises que conozco, Garzón habría sido rechazado como miembro del Jurado en un caso semejante. Y por aquello nadie en el Tribunbal Supremo afeó su conducta.

En cambio ahora, por lo que yo considero una nimiedad (ojo, no por unanimidad) se le acusa de tres graves delitos penales que, a juicio de grandes expertos, no tiene pies ni cabeza.

La mente que haya urdido los tres pleitos a la vez puede triunfar en la novela policiaca. Atacan a Garzón por tres ángulos para que no tenga escapatoria y lo basan en lo siguiente:

1.- ¿Es un mal juez instructor que no hace bien su trabajo?. Hace chapuzas como mandar grabar las conversaciones de los detenidos por la red de corrupción del caso Gurtel, ligada al PP, con sus abogados defensores. Muy discutible acusación, ya que se ha hecho en otros casos sin que se persiga al juez instructor por ello. Si Garzón hubiera cometido el error de incluir esas conversaciones en la instrucción, podría haber provocado, quizas, la anulación del caso. ¿Recuerdan lo que pasó con la corrupción política de la derecha en el caso Naseiro? Quedó anulado por fallos técnicos en la instrucción. ¿Nostalgia?

2.- ¿Su ambición y avaricia económica no tiene límites?. Se le acusa de prevaricar por pedir dinero a banqueros y empresarios para financiar una cátedra de la Universidad de Nuev York donde él daba clases. He leido varios artículos sobre lo que cobran los jueces por sus conferencias y clases… Ninguno fue jamás perseguido por ello.

3.- ¿Actúa guiado por su ideología izquierdista?. Le atacan por intentar investigar las denuncias recibidas por presuntos crímenes del franquismo.

Garzón ha declarado ante el Supremo:

«Hice lo que debía por las víctimas, por encima de ideologías».

Lo dicho: este juicio extravagante va a traer cola. Y a quienes quisieron rodear a Garzón por esos tres ángulos a la vez, sin dejarle escapatoria posible, les puede salir este último tiro por la culata.

Al tiempo.

 

 

 

Yo apoyo a Garzón

No es la primera vez que apoyo, en público y en privado, al juez Garzón. Recientemente lo hice en este mismo blog con el título:

«Acoso a Garzón: ¿venganza política y/o corporativa?»

Y acompañaba el comentario con este magnífico dibujo de nuestro Eneko.

El 22 de octubre de 2008, publiqué en estee blog una anécdota personal sobre el juez Garzón y el dictador Pinochet. El brindis que el profesor Juan Marichal hizo en mi casa en presencia de Baltasar Garzón me emocionó. ¡Vaya! Me puso la carne de gallina.

¡Qué lástima no haber grabado aquella escena y aquellas sabias palabras de mi querido maestro!

Esto fue lo que pulbiqué entonces:

«He aquí una de las imagenes más recientes que guardo de Juan Marichal, en mi casa, con el juez Baltasar Garzón y conmigo, antes de partir de España con destino aMéxico, donde ahora vive rodeado de su familia.

Recuerdo, con esta foto, el brindis inolvidable que hizo el profesor Marichal , hace unos años, con motivo de la reciente detención entonces del dictador Pinochet, gracias a la decisión y el coraje que demostró el juez Garzón a la hora de defender los derechos humanos y de perseguir los crímenes contra la Humanidad.

Las sentidas palabras de Juan Marichal nos emocionaron a todos hasta ponernos los pelos de punta. Es uno de esos personajes que nos reconcilian con lo mejor de la condición humana.

Larga vida al profesor Marichal y ¡enhorabuena! por la condecoración recibida con tanto retraso.»

El 3 de septiembre de 2008, cuando Garzón se jugó el tipo, cumpliendo sus compromisos con la Justicia universal que persigue los crímenes contra la humanidad (que nos prescriben nunca) sin atender a las amnistías políticas oportunistas, publiqué aquí otro comentario titulado:

La rentreé de Garzón: ¡Olé tus webs!

Aunque los fascistas de Falange, los demás franquistas emboscados en el Tribunal Supremo (ahí sí que lo dejó Franco «todo atado y bien atado») y algunos colegas envidiosos o resentidos de cuando compartieron ministerio con el biministro Belloch) consigan echar a Garzón de su ya histórico Juzgado nº 5 de la Audiencia Nacional, su esfuerzo descomunal por hacer avanzar la Justicia en España habrá valido la pena.

Gracias, Baltasar.

Y un fuerte abrazo.

¿Quien c…o es ese tal Varela?

No te rindas.

El País de ayer:

El País de anteayer: