Se nos ve el plumero Se nos ve el plumero

"La libertad produce monstruos, pero la falta de libertad produce infinitamente más monstruos"

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Caso Bono: Que la Prensa te pille confesado…

Este artículo de Javier Pradera, publicado en El País de hoy, ilumina el turbio «caso Bono/caso Hidalgo» y enciende la sangre a toda persona de bien, sensible contra la injusticia.

Pradera concluye con esta sentencia, muy triste para la profesión periodística:

«Si la sentencia del Supremo ha lavado el honor de los condenados, la prensa que les revolcó en el barro jamás dará un paso para reparar su linchamiento».

Ministro Bermejo:»¿Quién controla al controlador?»

El ministro de Justicia , Mariano Fernández Bermejo, no tiene pelos en la lengua. Por eso, ayer hizo unas reflexiones sobre la prensa y otos poderes fácticos que «atacan la independencia judicial» y se preguntó:

«¿Quien controla al controlador?»

Los titulares de las portadas de hoy no dejan lugar a dudas en lo que se refiere al final del juicio por el 11-M. Estos son los de El Mundo y El País, como la noche y el día.

Zapatero «elude» o Zapatero «planta cara»

Los verbos son el espejo del alma de los periódicos. Entiendo por alma lo que llaman «cultura corporativa«, la salsa que se obtiene al mezclar intereses e ideales en la proporción que suelen decidir los dueños del medio.

A menudo, basta con dar un vistazo rápido a los verbos de la portada para saber de que pie cojea el periódico. Es más fácil hacer un disgnóstico cuando, como ocurre hoy, los verbos de ambos diarios atribuyen distinta acción o intención al mismo sujeto.

Para El País, Zapatero, no cabe duda, es un valiente:

«Zapatero planta cara a Blair…»

El Mundo elige, en cambio, un verbo muy de su agrado que suele atribuir a los cobardicas:

«Zapatero elude hablar…»

Este titular va a tres columnas bajo una gran foto en la que Zapatero muestra una enorme sonrisa mientras estrecha la mano al rey-dictador de Arabía Saudí, que preside uno de los regímenes políticos más despreciables del planeta. El invitado tiene petróleo y es un gran aliado de EE.UU. Faltaría más.

Víctimas de la AVT: enreda que algo queda

Cualquier extranjero razonable que aterrice en España, y lea las portadas de nuestros dos principales diarios de pago, puede pensar que aquí estamos todos locos. Y no le faltará razón, si se dedica a leer en lugar de viajar y hablar con la gente normal.

Las portadas de hoy son de espanto en lo que se refiere a la sucia campaña de lavado de cara del trío Pinocho (Aznar-Acebes-Zaplana) por haber intentado engañar sin éxito a todos los españoles, atribuyendo (sin datos) la autoría de la masacre del 11-M a ETA para raspar unos votos espurios en el 14-M.

Sólo estudiando las encuestas en las que un alto porcentaje de norteamericanos acusan Bush, a la CIA, al FBI e incluso al Estado de Israel de estar implicados en el atentado del 11-S contra las Torres Gemelas , podemos comprender la persistencia de los conspiranoicos españoles en atribuir el atentado del 11-M a ETA sin ningún dato real que lo avale. Claro que los informes que El Mundo lanza a sus creyentes sobre ETA y 11-M sólo pueden basarse en la fe y no en la razón.

En su primera página, El Mundo premia hoy a la AVT (la «Asociación de Víctimas del Terrorismo» de Alcaraz y el PP)y le da tres columnas, arriba, de salida. En el sumario dice que:

hubo un «intento deliberado de ocultar las pruebas que apuntaban a ETA»

En El País, el jucio del 11-M de ayer no dio más que para un pequeño sumario, dentro de otras noticias, abajo, en la columnita de entrada:

Un abogado de la AVT exculpa a la trama que facilitó los explosivos y al supuesto autor material Jamal Zougam

Ni calvo ni con tres pelucas.

Ambos diarios son, hoy, como la noche y el día en lo que se refiere al juicio del 11-M. En su vano intento de exculpar a Aznar de la mentira masiva que le ha expulsado por la gatera de la historia, Pedro Jota y sus predicadores olvidan, a veces, que los mandos policiales que había en España en el 11-M y meses siguientes había sido nombrados por el Gobienro del PP y estuvieron a las órdenes del ministro Acebes hasta que el nuevo Gobierno de Zapatero tomó el mando. Pero su máxima parece ser «enreda que algo queda».

Me aburren. Pero no podemos perderlos de vista porque nos pueden meter en un lío.

Me ha sorprendido la foto de tantos sabios reunidos en Valencia pidiendo a la ONU acciones contra el calentamiento global.

Ahora tengo que salir a hacer un recado, pero en cuanto pueda me gustaría comentar una conversación perturbadora que, sobre este asunto del cambio climático, escuché el viernes en la cena que siguió a la boda de mis amigos en Cabo de Gata

Oí preguntas como éstas:

¿Y si el calentamiento global que parece amenazarnos fuera una maravilla para el ser humano como fue en ocasiones anteriores?

¿Acaso usaban abrigos durante el calentamiento global que ocurrió en el Imperio romano?

¿Qué tiene de malo que vuelvan a cultivar viñas en Gran Bretaña?

(Continuará…)

¿»Apoyan» contra ETA o «escenifican»? ¿En qué quedamos?

El País y El Mundo difieren un poco en el sujeto de portada de hoy («Todos los partidos…» y «Zapatero y todos los grupos…») pero difieren completamente en el verbo («apoyan» y «escenifican«) y en los complementos («con firmeza» y «sin concretar nada«).

¿En qué quedamos?

¿Apoyan todos los grupos, de verdad, a Zapatero contra ETA, como dice El País, o lo hacen de boquilla, y «sin concretar nada», como dice El Mundo?

.

Teniendo en cuenta que El Mundo y la muy católica COPE funcionan, a menudo, como correa de transmisión del Partido Popular , me echo a temblar. Si la información sobre la que se apoya Pedro Jota para meter la cuchara en su titular de portada (falsamente informativo) es de buena fuente, podemos pensar que la tregua «escenificada» por Rajoy al salir de La Moncloa y en el Congreso es una tregua trampa. Y eso no es bueno para nadie, salvo para ETA.

Ojalá los hechos desmientan, como tantas veces ocurre, a Pedro Jota y la tregua anunciada por Rajoy, para apoyar al Gobierno en su lucha contra ETA, sea sincera. No olvidemos que, aunque le deba obediencia, Rajoy no es Aznar. Que sepamos, Rajoy no mintió del 11 al 14-M, como sí lo hicieron Aznar, Acebes y Zaplana sobre ETA en el 11-M, para ganar tiempo y votos. En esa tropelía, Rajoy me parece que está limpio y algún día podría gobernar España sin que la gente legal tuviera que avergonzarse de él.

Desde luego, si Rajoy no apoya, de verdad, a Zapatero en su lucha para derrotar a ETA -y sólo «escenifica» ese apoyo como sugiere El Mundo– vamos listos.

Me gustaría que lo de El Mundo de hoy fuera, simplemente, otra mentira más…

No sería tan raro.

¿Quién les dijo que si era ETA ganaban?

LUIS ARROYO en El País

14/06/2007

Aquella mañana del 11-M alguien en Génova predijo que si la autora del atentado era ETA, el PP ganaría tres días después. Por eso las llamadas a los directores de periódico y a los embajadores para decirles que era ETA, la exigencia de una condena explícita de la ONU, programas en televisión sobre ETA, y la insistencia de Acebes en la «línea prioritaria» que, según decía, era ETA. Aún hoy sentimos los efectos de aquel error primigenio: los estrategas mediáticos siguen buscando conexiones, cada vez más pintorescas, entre ETA y los yihadistas; Acebes y los «peones negros» dicen que quieren saber «la verdad», y Rajoy les da la razón con ambigüedad. Y cuando los fiscales fulminan, como hicieron el lunes y el martes en el juicio del 11-M, la «teoría de la conspiración» derivada de aquella obsesión original con ETA, al día siguiente se les acusa de vilipendiar a la prensa y a los políticos que la promovieron. El beneficio para los promotores es que dos o tres de cada diez ciudadanos dudan y desconfían. Pero el coste de poner en solfa a la Justicia, a los fiscales, a los policías, a parte de la prensa, a parte de las víctimas, a los servicios secretos, al Gobierno…, es demasiado elevado para justificar un pecado original que quienes nos dedicamos a la comunicación detectamos hace tiempo.

El error originario fue dar más importancia a los hechos que a las percepciones y a lo racional que a lo emocional. No es el huracán Katrina lo que hace descender la aprobación de Bush, sino la torpeza de su respuesta inicial. Y a la inversa: no son los recursos desplegados por Schroeder para resolver los efectos de las inundaciones en Alemania en 2002 lo que le ayuda en la reelección, sino que calzara unas botas de lluvia, se pusiera al mando y visitara zonas afectadas. No fue la dirección de los bomberos de Nueva York -muy controvertida, por cierto- lo que convirtió a Giuliani en el «alcalde de América», sino su dominio de los símbolos del liderazgo y su valiente presencia en la Zona Cero a los pocos minutos del ataque.

La puesta en escena no es sólo marketing. Consiste en ofrecer a los ciudadanos el marco adecuado, la metáfora necesaria, como nos pide Lakoff, el pensador de moda entre los progresistas, en su librito No pienses en un elefante. En crisis exógenas los ciudadanos recurren a la narrativa de héroes y villanos. En los ataques terroristas, en principio, el villano es el terrorista y el héroe el Gobierno. La necesidad de una guía se hace apremiante, e incluso en casos como el de Beslán, cuando Putin responde brutalmente a los secuestradores y niños mueren en la «liberación», el villano es el terrorista y no el Gobierno.

Este fenómeno se llama «rally ‘round the flag»: cuando hay amenaza nacional, los ciudadanos se unen en torno a sus líderes, adoptan un «patriotismo de emergencia», aplazan las disputas ideológicas y apoyan (en principio) a quien les gobierna. El marco del padre -estricto o protector, en la descripción de Lakoff- se aplica al instante. El efecto suele generar, si se gestiona bien, un incremento en los índices de aprobación de los líderes.

El atentado del 11-M, por tanto, no tenía por qué influir por definición en el resultado electoral en una dirección negativa para el Gobierno del PP. La dirección contraria era tan probable o más que la que finalmente tomaron los acontecimientos. Lo que los ciudadanos esperaban era coraje y sensibilidad. El Gobierno de Aznar y Rajoy apareció acobardado y arrogante ante los ciudadanos. Empeñado en que si eran los islamistas los ciudadanos les castigaríamos por el apoyo a la guerra de Irak, la comunicación fue marrullera y engañosa.

Veamos qué podría haberse hecho. Primero, aprovechar el caudal de apoyo público que nace naturalmente en esas situaciones: Aznar lo despreció y estuvo solo. Rechazó reunir el Pacto Antiterrorista, cortó la comunicación con la oposición y forzó un eslogan en la manifestación que los demás tuvieron que aceptar.

Segundo, mostrar fuerza, cercanía y confianza. En la fase de eclosión de la crisis, se observa el carácter. Aznar y Rajoy resultaron débiles, lejanos y mentirosos; a la defensiva. Basta recordar aquella sorpresa en la noche de reflexión. Ese hombre que entraba a la hora del Telediario, y que al tiempo que intentaba transmitir la potencia y la solvencia de un líder («Me llamo Mariano Rajoy y soy candidato a la presidencia del Gobierno…»), denunciaba las manifestaciones «gravemente antidemocráticas» a la puerta de sus sedes. La imagen era tristemente coherente con la de sus compañeros de partido, que últimamente tenían que entrar en los auditorios por la puerta de atrás.

Tercero, al comenzar una crisis se exige buena disposición. Habría bastado algún guiño: por ejemplo, aplazar el debate sobre responsabilidades y ofrecer una comparecencia parlamentaria. Es cierto que los líderes que apoyaron la guerra de Irak cayeron en aprobación (Blair, Bush, Durão), o en elecciones (Berlusconi, Santana Lopes), pero del 11 al 14 no se dirimía una decisión política, sino una cuestión de carácter.

Cuarto, durante una crisis se dice lo que se sabe, sin enredar. Acebes tardó nueve horas y media en informar de la aparición de la furgoneta en Alcalá, doce en hablar sobre la bolsa con el artefacto desactivado, seis para contarnos la detención de los sospechosos y cinco para la aparición del vídeo reivindicativo. Sólo dos horas tardó en llamar mentiroso a Otegi, y diez minutos en desacreditar la llamada de ETA. Y mientras Acebes se aferraba a lo inverosímil (ETA), otras fuentes avanzaban lo verosímil (los yihadistas). En ausencia de información oficial creíble, los medios desplazaron su atención hacia la propia actitud del Gobierno. Y cuanto más hablaba Acebes, peor para él, paradójicamente.

Y quinto, la arrogancia se paga. Puedes ser tenaz, pero no arrogante. No debes situarte contra las víctimas. Ni siquiera cuando te gritan en la calle o cuando se manifiestan frente a tu casa. Las maniobras de autoexculpación se penalizan y se premian la buena disposición y la humildad.

Es dudoso que con una comunicación de crisis responsable y limpia el PP hubiera ganado las elecciones (los sondeos de aquellos días indicaban empate y una mejora del PSOE durante la campaña), pero se empeñaron en demostrar lo mismo que durante años, a propósito del Prestige, del Tireless, del Yakovlev o de la guerra de Irak: arrogancia y opacidad. Los ciudadanos perdonan uno y cien errores, pero cuando hay que demostrar carácter exigen líderes fuertes, cercanos y fiables. Justo lo contrario de lo que vimos aquellos cuatro días.

Luis Arroyo es sociólogo, autor de Los cien errores de la comunicación de las organizaciones, y director del Gabinete del secretario de Estado de Comunicación.

FIN

Me entristece tanto ver lo bajo que están cayendo algunos colegas y algunos periódicos, en el tratamiento desinformativo y en sus opiniones sobre la catástrofe y el juicio del 11-M, que me cuesta hacer comentarios sobre el asunto sin enfurecerme… o sin avergonzarme de mi antigua profesión.

¡Qué lástima!

La fiscal no ataca a los periodistas. Sólo a ciertos periodistas

Aunque algunos colegas traten de aparentarlo, los periodistas no somos de piedra. Tampoco somos objetivos. Es imposible, pues somos sujetos y no objetos. Ni siquiera -menos mal- somos todos iguales. En mi vieja profesión -la segunda más vieja del mundo- hay buenos, malos y regulares, como en botica.

Por eso, debemos mantenernos en posición de alerta cuando algún mal periodista, o ex periodista, trata de meternos a todos el mismo saco miserable del corporativismo interesado para meter la cuchara a su favor.

Ni Jordi Pujol es Cataluña ni Aznar es España ni Pedro Jota y F. J. Losantos son el Periodismo.

A mi que me registren. Ni ética ni profesionalemente tengo nada que ver con esos perpetradores de la teoría de la conspiración, que tratan por todos los medios de lavar la cara al trío Pinocho del 11-M (Aznar-Acebes-Zaplana) de tan triste memoria.

No me gusta que El Mundo titule con que:

«La fiscal ataca a los periodistas…»

Pues no. Yo me dedico a esta noble y hermosa profesión, desde hace décadas, y no me siento atacado para nada por la fiscal Olga Sánchez, en el juicio dle 11-M.

La fiscal se refería expresamente a los inventores del bulo de la conspiración, que ha sido desmontado en el sumario y en el jucio oral del 11-M. O sea:

«Quien se pica, ajos come»

Basta ya de la patente de corso que reclaman para sí algunos falsos periodistas. Nadie está por encima de las leyes. La pena es que, en España, las leyes parecen simples orientaciones. Esa es la tercera pata -fundamental- que le falta a nuestra democracia: todos deberíamos ser iguales ante la ley. Incluidos -sí- los periodistas.

Juicio por el mayor atentado en España – 11-M

La vara de medir

Gómez Bermúdez censura a la fiscal en un juicio en el que se han vertido los mayores disparates

PABLO ORDAZ en El País

13/06/2007

Ella estuvo allí. Aquella mañana de hace tres años, tres meses y dos días, ella bajó por las escaleras mecánicas de la estación de Atocha, tan silenciosas ya a esa hora, y lo primero que vio fue el rostro sereno de una mujer joven y guapa, elegantemente vestida, tal vez de su misma edad, tal vez como ella madre de niños pequeños. A aquella mujer tan bella la explosión de los trenes le había arrebatado la cabeza desde la frente hacia arriba, pero le había dejado el rostro intacto, el gesto sereno, el vestido impoluto.

A Pilar Manjón se le salta una lágrima. También la fiscal está a punto de llorar

Olga Sánchez trata de explicar de forma atropellada su trabajo de los últimos tres años

-A las cinco y media de aquella tarde, el juez Juan del Olmo y yo levantamos el último cadáver de la matanza. Fue en la estación de la calle Téllez. Desde allí nos fuimos al pabellón de Ifema, y empezamos a pensar en cómo organizaríamos el sumario.

Tres años. Tres meses. Dos días.

Y por fin, después de tanto tiempo, todo está a punto de terminar. Es la una de la tarde del 12 de junio de 2007 y ella, la fiscal Olga Sánchez, lleva casi dos horas hablando, tratando de explicar -a veces de forma atropellada- su trabajo de estos tres años, su lucha codo con codo con el juez Juan del Olmo por reunir las pruebas necesarias para condenar a los que ella considera, fuera de toda duda, autores de la matanza. Se le nota cansada, muy cansada. Su exposición es a veces farragosa, trufada de infinidad de datos, de fechas, de nombres, de números de teléfono y de matrículas de coches. Los acusados guardan silencio en el interior de la habitación de cristal blindado. Algunos, como Rafá Zouhier y Antonio Toro, incluso toman notas. Pero fuera, en la sala, el respeto no es unánime. Cada vez que la fiscal Sánchez trastabilla en algún nombre, el abogado defensor José Luis Abascal y tres militantes de la Asociación de Víctimas del Terrorismo intercambian guiños, risas y cuchufletas. Es, curiosamente, la tónica de estos tres años, de estos tres meses, de estos dos días. Un juez instructor y una fiscal que intentan construir un edificio trabajosamente, a contrarreloj, y una oposición inusitada, construida a base de esa alianza obscena entre defensores y acusadores, que se parten de risa -o de insultos- cuando a ese edificio le sale una gotera.

-Quiero acordarme ahora de Isabel Casanova, que perdió a su hijo Jorge. De Laura Vega, que quedó postrada en una silla de ruedas; de Laura, que está en coma vegetativo, de Yolanda, que perdió a su marido y a su hija Patricia, un bebé precioso de nueve meses… De Miguel Ángel López Ramos, que perdió a su hermana y a su cuñado y se hizo cargo de sus dos sobrinos, Alberto y Eduardo… De Eulogio Paz y de Pilar Manjón, que perdieron a su hijo, Daniel…

A Pilar Manjón se le salta una lágrima al final de la sala. También parece que la fiscal Sánchez está a punto de llorar, pero se sobrepone. Quiere terminar su alegato final. Cuando lo acabe, atrás habrán quedado para siempre esos tres años tan difíciles para ella. Pero no quiere irse sin decir algo.

-Tengo que poner de manifiesto que la dignidad de los afectados y la memoria de las víctimas no han sido merecedoras del tratamiento de algunos medios de comunicación, por personas que a lo mejor en su momento pudieron aprobar la carrera de periodismo pero que no tienen la altura ni la grandeza de una profesión tan importante en una sociedad democrática…

El juez Gómez Bermúdez la interrumpe en ese momento:

-Creo que ya se han excedido los límites de lo que es un informe jurídico. Reconduzca su informe.

-Con la venia de la sala. Se han publicado y hablado cosas de este ministerio fiscal y de otras partes que hemos trabajado…

Gómez Bermúdez le corta el micrófono y la vuelve a reconvenir con dureza:

-Pues podrá usted ejercer las acciones o hacer lo que le parezca más oportuno, pero entenderá que no podemos dedicar en esta sala tiempo a los reproches.

Se produce un momento de gran tensión en la sala. Hay quien no entiende que en un juicio donde algunos abogados han llegado a sostener que los suicidas no se suicidaron o que ETA está relacionado con el atentado del 11-S en Nueva York, Gómez Bermúdez le haya puesto esa mordaza preventiva a la fiscal. Pero Olga Sánchez opta por aceptar la reprimenda y terminar su informe con un recuerdo a las víctimas. El juez interrumpe la sesión y se acerca paseando al final de la sala. Se detiene junto a los abogados Emilio Murcia y José María de Pablo, dos de los patrocinadores de la conspiración. También participan en la tertulia dos de los militantes de la AVT que se intercambiaban guiños con el abogado Abascal durante la intervención de la fiscal Olga Sánchez. Todos sonríen complacidos. La fiscal se ha metido en su despacho. Dicen que iba llorando.

FIN

El bulo de la conspiración. Me avergüenza mi profesión

¨

ETA NO.¿Por qué no abrazamos su cola y cortamos su cabeza?

La serpiente ataca de nuevo. Aunque ya recibimos el fin del «alto el fuego» de ETA con el bombazo de la T-4 de Barajas, el recordatorio que nos vuelve a hacer hoy la banda terrorista es descorazonador.

Y el mensaje de respuesta del presidente Zapatero me ha parecido poca cosa, bastante inconcreto, dada la gravedad de la situación. Me ha faltado oirle algo así como «se acabó» o «a por ellos».

Pero entiendo que un presidente debe medir mucho sus palabras y sus gestos, sobretodo teniendo en cuenta lo poco que la oposición del PP ayuda en la lucha contra ETA. Espero y deseo que el PP deje de ser el altavoz oportunista de ETA y se sume generosamente al Gobierno en la lucha contra el terrorismo.

Al oir esta mañana la noticia de la banda, he recordado los terribles tiempos pasados, cuando era rara la semana, o el mes, que no teníamos a uno de los nuestros asesinado cobardemente por los terroristas de ETA.

También he recordado una reflexión que el entonces vicepresidente del Gobierno de Suarez, Fernando Abril Martorell, nos solía hacer a su equipo de colaboradores, en los peores momentos: frialdad y eficacia.

Nos decía que el mundo de los radicales nacionalistas, independentistas, simpatizantes de ETA, semiterroristas, terroristas, asesinos enloquecidos, etc., no era una masa uniforme. Ni mucho menos. Y aunque parezca una obviedad, conviene recordarlo ahora, antes de vernos ante un nuevo cadaver, con todas las pasiones desatadas.

Si la serpiente del mundo que rodea y alimenta a ETA no es igual de venenosa en todas sus partes, ¿por qué no atraemos hacia la democracia y la paz a la parte más blanda (abrazamos la cola) mientras perseguimos duramente, con todo el peso de la Ley, a la parte más violenta y dura de la banda (cortamos de un tajo su cabeza)?

El comunicado de ETA abre una nueva etapa: frialdad y eficacia para acabar de una vez con los terroristas y, al vez, recibir generosamente, con los brazos abiertos, a quienes decidan abandonar para siempre la violencia. Amén

«Maniobrar» y «sonsacar»…¡qué finura de verbos!

Aznar: ¿consejero o especulador? ¿ficha o lo fichan?

Pedro Jota Ramírez sigue dedicado, en cuerpo y alma, erre que erre, a apuntalar la teoría de la conspiración, para lavar la cara de su amigo José María Aznar, el de la mentira masiva sobre ETA en el 11-M. Y lo da a cuatro columnas, arriba.

Sin embargo, del nuevo sabroso empleo de su amigo Aznar no da ni una línea en su portada. Ni siquiera para felicitarle. ¡Qué ingratitud!

Para saber de qué va este asunto de Aznar (¿consejero o especulador?) hay que leer la portada de El País que lo da arriba, a una columna, o las páginas interiores de El Mundo.

Pedro Jota manda hoy en su portada, y sólo él, como es habitual, con nuevas dudas acerca del tipo de explosivo utilizado por los terroristas de la matanza de Atocha.

Algunas de esas dudas técnicas son razonables, y pueden estar causadas quizás por las chapuzas cometidas por la policía de Aznar y Acebes. Eran gobernantes indignos, que parecían más preocupados por ganar torticeramente las elecciones del 14 de marzo de 2004 que por investigar las pistas de los verdaderos autores de la mayor masacre terrorista de la historia de España.

Y también -cómo no- causadas quizás por las posteriores chapuzas de la policía mandada, meses después de la matanza de Atocha, por el Gobierno de Zapatero.

Pero de lo que no cabe duda, pase lo que pase en el juicio del 11-M, es que, con los datos que tenían entonces, los del trío Pinocho (Aznar-Acebes-Zaplana) nos mitieron deliberadamente, durante los tres días previos a las elecciones generales, para ganar tiempo y alejar de las urnas el fantasma de la invasión ilegal de Irak. Y reconozco que, en este asunto, no puedo ser neutral, por más que lo intento.

Aún no se me ha pasado el cabreo provocado por aquellas mentiras que me obligaron a conectarme a la BBC de Londres -como en los tiempos de la dictadura de Franco– para saber lo que estaba pasando en mi país.

Como El Mundo no da nada de Aznar en su portada no podemos hacer análisis comparativo alguno de este asunto más que decir que para El País es noticia de primera página y para El Mundo , en cambio, no lo es.

La cobertura interior sí merece cierta atención gráfica y tipográfica.

Por la simple elección y el tamaño de las fotos que ilustran la información aznarí ya podemos saber, sin miedo a equivocarnos, de pie cojea cada diario.

La foto (grande, a dos columnas) de El Mundo nos muestra a un Aznar activo, convincente, con gesto decididamente parlamentario o mitinero, al vibrante estilo de don Emilio Castelar. La foto nos puede servir, incluso, de boceto modélico para una estatua de líder decimonónico.

El texto del titular va de acuerdo con la foto. No es Aznar quien ficha por el fondo sino al revés. Es el fondo de capital riesgo quien le busca y ficha a Aznar «como consejero«.

El sumario mejora el efecto de la foto:

La firma financiera londinense destaca su trayectoria política y sus «logros económicos»

En la columna de salida, escoltando la foto castelarina de Aznar, El Mundo lleva este titular:

Dow Jones estudia la oferta de Murdoch

El grupo Dow Jones es propietario del Wall Street Journal, el diario económico conservador más influyente del mundo.

Sabemos que José María Aznarya es consejero del magnate australiano Rupert Murdoch, el pretendiente de Dow Jones. Lo que no sabemos es si consiguió este influyente cargo también por sus «logros económicos» o como premio de consolación por su apoyo incondicional al presidente George Bush, amigo de Murdoch, en la invasión ilegal de Irak. Quizás también por haber perdido el poder como consecuencia de ese apoyo a Bush … y por su mala cabeza en la gestión informativa de la matanza terrrorista de Atocha.

Si el imperio de Murdoch (con Aznar en su Consejo de News Corporation) compra el Wall Street Journal , ya puede Polanco echarse a temblar.

Cuando las barbas de tu vecino veas pelar…

Y quien dice Polanco, dice Vocento (ambos están en Bolsa) o el conde de Godó…o el mismísimo Lara, que no es ni conde ni uno de los siete infantes de su mismo nombre pero tiene tele y periódicos.

Como vemos hoy, Aznar cabalga de nuevo.. y a lomos de otro Consejo que, según El País, es de armas tomar. En realidad, cabalga a lomos de un descomunal «Centaurus» que es el nombre del sospechoso fondo de capital riesgo.

En el titular a tres columnas de El País, es Aznar (como sujeto principal) quien ficha (y no al revés) por el fondo de inversiones (¡ay!) e s p e c u l a t i v a s.

¿ESPECULATIVAS?

En el texto de El País, elaborado al alimón por dos redactores de postín desde Londres y Madrid, se citan ejemplos poco edificantes de la historia reciente de Centaurus Capital , que actúa desde las Islas Caimán que tanto honor hacen a su tenebroso nombre y al recuerdo caribeño de las botellas de «ron, ron, ron, la botella de ron…» (Esto, naturalmente, sólo vale para aquellos que no soportan que les digan lo que tienen o no tienen que beber antes de conducir el coche o el barco).

En los ejemplos que cita El País aparecen pistas y rastros de los amigos y compañeros de pupitre que Aznar colocó, a nuestra costa, al frente de las grandes empresas publicas de España (Telefónica, Tabacalera, Aldeasa, Terra, etc.) y de empresas privadas españolas como Recoletos, Campofrío, FCC, etc.

Como verán, la foto pequeña, y elegida con escaso afán de neutralidad, de un Aznar de mirada perdida, entre atontado, gaznápiro e iluminado, que pone El País no tiene ni comparación con la grandeza castelarina de la que da El Mundo.

¡Dónde va a parar!

¡Tiembla Polanco!