Muchas pueden ser las causas por las que a una persona le huela mal el aliento de forma habitual: problemas estomacales, mala higiene dental, caries, sarro, ingesta de determinados alimentos o bebidas… Esta patología es conocida como halitosis.
Pero irremediablemente, por muy sana que sea nuestra dieta y tengamos una higiene y limpieza bucal estricta, nos podemos encontrar en más de una ocasión con que nos hemos despertado con mal aliento, algo que puede resultar muy molesto, no solo a nosotros sino también a nuestra pareja.
El hecho de que nos huela el aliento al levantarnos puede tener una consecuencia directa con lo que hemos cenado la noche anterior, pero sobre todo con los microscópicos restos de alimentos que puedan haber quedado alojados entre nuestros dientes y que han fermentado durante la noche.
Mientras dormimos nuestra producción de saliva desciende vertiginosamente, haciendo favorecer a que algunas bacterias aprovechen para instalarse y solidificarse en forma de sarro.
Algunos expertos también apuntan a que ese mal olor matutino de nuestro aliento está generado desde nuestro colon. Los gases que allí se acumulan durante el día, al estar tumbados en reposo mientras dormimos, pueden llegar a hacer un retroceso hacia la boca liberándose a través de la respiración (hay que tener en cuenta que tenemos un mismo conducto que va desde la boca hasta el ano).
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