Esta expresión se aplica cuando a una persona no le damos ninguna importancia, no la tenemos en cuenta y sus opiniones nos resultan poco o nada relevantes, llegando incluso a abusar de su buena fe y bondad.
La emblemática figura del sereno apareció como tal en España durante el último cuarto del siglo XVIII y perduró a lo largo de cerca de 200 años, desapareciendo paulatinamente por el uso del despertador y la aparición del portero automático entre otros avances.
Sus cometidos eran variados, encendían las farolas, abrían las puertas de los edificios a los inquilinos que regresaban bien avanzada la noche (tenían en su poder las llaves de todos los portales), ejercían de vigilantes nocturnos, voceaban las horas e informaban del estado meteorológico. Seguro que entre los lectores de este blog se encuentra más de una persona que recuerda haber vivido la época en la que aun existían serenos nocturnos y era muy popular escuchar expresiones como el típico “¡las diez y sereno!”.
Fue precisamente función de informar del estado meteorológico la que dio origen a su nombre. El cielo solía estar, por lo común, sereno y a fuerza de repetir esta expresión una y otra vez pasó a ser el nombre con el que se los llamaba, acompañado de una palmada seca ¡Sereno!
Otra de sus obligaciones era avisar al cuerpo de bomberos si se producía un incendio, a la policía por robo u otras trifulcas y, en general, mantener el orden y la tranquilidad en las calles. Tan a pecho y concienzudamente se tomaban este último cometido que al primer indicio de alboroto o ruido en la calle hacían sonar su silbato enérgicamente, llenando la noche de continuos pitidos. Llegó un momento en que la policía hacía caso omiso de este constante uso del silbato, ya que temían que la mayoría de las veces fuera un aviso de poco interés o necesidad, una falsa alarma, y por ello los ciudadanos pasaron también a ignorarlo, desapareciendo poco después su uso por falta de efectividad.
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Basicamente la expresión viene de que nadie lo consideraba un autentico agente de la ley, o miembro de un cuerpo de seguridad, y cuando el sereno llamaba la atención a alguien, no se le hacia mucho caso, dandose a entender que el no tenia ninguna autoridad cuando hacia sonar su pito.
De ahí la famosa expresión de «que no te tomen por el pito del sereno»
23 julio 2012 | 12:06
Queridos niños:
Soy vuestra doctora, la que os ve los lunes en consulta, os toca la barriga, os escucha el pechito, revisa las resonancias y las radiografías y les dice a papá y a mamá que todo va bien, que estamos ganando la lucha, que hay que seguir peleando, que sois muy fuertes y que lo estamos consiguiendo.
Sé que a veces habéis visto llorar a los papás, porque no teníamos tan buenas noticias, y entonces todos hemos estado muy tristes, y nos hemos dado un abrazo grande para ser más fuertes.
Sé que hemos hablado muchas veces de la suerte que tenemos en Sevilla, porque gracias a todo lo que los médicos estudiamos y a los avances de la medicina y de lo bien que operan los cirujanos, y a que nuestro Hospital ha luchado mucho para tener las mejores máquinas y a los mejores médicos, gracias a todo eso, hemos conseguido que no os pongáis tan malitos cuando os tenemos que poner la quimio, que cada vez os curéis más y mejor, que crezcáis fuertes y sanos…y para que mientras estáis en la planta todo sea un poquito más alegre, intentamos siempre regalaros una sonrisa entre todos, las limpiadoras, los celadores, las auxiliares, los enfermeros, la maestra, la psicóloga, la trabajadora social, los voluntarios, los estudiantes, los residentes, y nosotros vuestros pediatras oncólogos… Gracias a todo eso conseguimos que vuestro paso por nuestra Unidad, que empieza un día pero se marca en cada uno de vosotros y nosotros para toda la vida, sea más llevadero, más parecido a no estar fuera de vuestras casas, que es donde quisierais estar, o jugando en el parque, que es donde siempre debería estar un niño.
Queridos niños, estoy muy, muy triste, pues a partir de ahora, tras años a vuestro lado recorriendo este camino, los que mandan (que son unos hombres y unas mujeres que no conozco, pero trabajan mucho sentados en unos despachos que están muy, muy lejos de nuestra planta) ellos, los Jefes, han decidido que ya no hace falta que yo esté con vosotros mis niños, ya no hace falta que vaya a trabajar todos los días… de momento, vamos a despedirnos poco a poco, digamos “un diez por ciento”, porque los que mandan me han dado un papelito , parecido al que yo os los lunes de la consulta, que pone que vuestra doctora va a trabajar hasta final de Julio. Eso de momento, porque pone en el papelito ese (que es muy, muy importante) que estoy ahí porque parece que el mes de Julio hay mucho trabajo, pero que a lo mejor después ya no habrá tanto, o quizás si, la verdad es que ¡ellos no lo saben tampoco!, (los pobres…como esta tan lejos, y siempre están atareadísimos) pues no se han enterado que en Agosto y en Septiembre y en Octubre, y no sólo de este año, sino del año que viene, y del otro, y del otro también, vendrá un niño, una niña…hasta 100 niños andaluces al año a vuestro Hospital, de la mano de su mamá o de su papá, como el día que tú viniste, con un bultito malo… y al igual que tú, va a necesitar que un pediatra oncólogo lo cuide, todos los días del año…. No sabemos que pasará después, a lo mejor y con suerte podemos rascar un par de meses más…o hasta tres…pero…como yo no lo sé, os lo quería contar, para que no os asustéis si un lunes, en la consulta, ya no está la oncóloga…no estoy enferma ni de vacaciones, no me he enfadado con vosotros, es simplemente que ya no hace falta que yo esté allí, o al menos, no todo el tiempo.
Claro que también tenéis que entenderlo, porque según me han contado, los Jefes no tienen dinero bastante para pagarme por mi trabajo, porque tienen otras cosas más importantes que pagar, así que han pensado que es mejor que no vaya. Es mejor que yo y otros médicos amigos vuestros que también os cuidan tan bien, nos quedemos en casa el 10 por ciento de cada mes…aunque también me han contado que a lo mejor, uno de estos meses ya no me dan el papelito, y entonces ya no compartiremos más risas, ni más lágrimas, porque los Jefes habrán decidido que ya no hacemos falta, en absoluto.
Fdo:
Dra Palma Solano Páez
Facultativo Especialista de Área
Unidad de Oncología Pediátrica
Hospital Infantil Virgen del Rocío de Sevilla
Fin de Especialidad MIR 17 Julio de 2005
Contrato como Médico Eventual en el SAS desde 17 Julio 2006 hasta la actualidad. Duración del último contrato firmado: 1 mes.
Nota: Desde Enero 2010 a Marzo 2011, coincidiendo con finalización de uno de los contratos temporales, trabajé como Oncóloga Pediatra en el Hospital Great Ormond de Londres, con contrato indefinido, al que renuncié al obtener el puesto por oposición interna, que ocupo en la actualidad.
23 julio 2012 | 12:16
Rajoy lo piensa a diario. “Nos toma por el pito del sereno” Porque no se da ni cuenta que como en una empresa ay mas políticos o jefes, que gente que aporta trabajo y dinero. Así vamos de culo y cuesta arriba. Políticos al paro y sin paga de lujo.
23 julio 2012 | 16:30
«La emblemática figura del sereno apareció como tal en España durante el último cuarto del siglo XVIII y perduró a lo largo de cerca de 300 años…». ¿Tú en qué siglo vives?, ¿en el XXII?
23 julio 2012 | 16:42
Supongo que al decir 300 años desde el siglo XVIII, quiere decir el XVIII completo (100 años) el XIX completo (ya vamos por 200 años) y el XX completo (sumando asi 300 años)
De todoso modos el Sereno desaparecio antes de terminar el siglo XX, así que los 300 años estan un poco cogidos con pinzas, pero bueno para redondear yo creo que es justo decir que el Sereno perduro a lo largo de 300 años, tampoco hay que darle más vueltas a eso, ya que estuvo presente durenta 3 siglos.
24 julio 2012 | 16:21