Es habitual utilizar la expresión ‘a cal y canto’ cuando nos queremos referir a que algo está cerrado y bien cerrado; de una manera hermética e inaccesible.
Proviene de la antigua costumbre de tapiar puertas y ventanas para que no se colasen intrusos durante los periodos en los que el propietario no iba a estar en la misma. Para ello levantaba un muro a base de piedras (normalmente cantos rodados) y una pasta hecha de cal.
De ahí que se extendiera la costumbre de señalar un sitio bien cerrado como ‘a cal y canto’ o ‘calicanto’ como también permite la RAE
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Que curioso 😉
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03 octubre 2012 | 10:24
Que tonteria mas tonta,si no puede entrar nadie por el muro tampoco puedes entrar tu y si tu puedes entrar facilmente también podrá entrar otro.
03 octubre 2012 | 13:10
Yo crei Que eso venia de algún martirio chino , los cuales amenazaban a sus enemigos en meterlos en cal si no cantaban. o sea si no decian cosas de sus amigos o compatriotas.
Clica sobre mi nombre
03 octubre 2012 | 14:39
Es bonito que salgan páginas de este tipo porque hay usuarios que se leen esté periódico vía mano o como yo hago vía por internet.
03 octubre 2012 | 14:59