Hoy es 8 de marzo, día internacional de la mujer. Las noticias siguen copadas por el conflicto Ruso-Ucraniano repleto de protagonistas hombres: Putin el malo, Zelensky el héroe, hombres occidentales valedores de la paz. Pero…¿Dónde están las mujeres en el conflicto? En entornos de guerra, como lo recalca la ONG World Vision, las mujeres son las más vulnerables a ser ser violadas, sometidas, prostituidas. Por otra parte están las mujeres de Putin, su exmujer Liudmila y sus dos hijas Mariya y Katerina. Y las de Zelenski, su mujer Olena y su hija Oleksandra.
¿Qué tienen en común las mujeres de Putin y Zelensky y las que están siendo violadas, vendidas o prostituidas en el conflicto? Te lo voy a decir: nada. Las mujeres de Putin y Zelenski, tienen más en común con sus hombres que con las mujeres parias. Es necesario romper con falsas sororidades, cuando lo que prevale son los privilegios de clase. Sí clase, esa categoría social que ha desaparecido virtualmente de nuestro vocabulario, proyectando una realidad totalmente distorsionada.
Que las mujeres rompamos falsas sororidades, no solo es un deber a la verdad y algo necesario para seguir luchando contra lacras y desigualdades sociales de todo tipo. También es imprescindible para reconocer lo que nos une a la otra mitad de la humanidad: los hombres. Los hombres que son respetuosos con las mujeres. Los hombres que sí nos aman. Los hombres que están a las antípodas del poder destructor de unos pocos y que contribuyen invisiblemente a que las vidas de todos sean cada día mejores.
Un soldado ucraniano evacua a un niño en Irpin (Ucrania).EFE
A esa gran mayoría de hombres dedico estas líneas hoy. También el ocho de marzo es vuestro día. Porque luchar por una sociedad mejor mientras constantemente recae sobre vosotros presunción de culpabilidad no es tarea fácil. Porque vuestros esfuerzos son valiosos y marcan la diferencia. Porque juntos estamos pariendo una sociedad mejor y eso también es mérito vuestro. Gracias, gracias, gracias.
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Un «hombre» que viola en una guerra, o fuera de ella, no merece ser tenido, ni por hombre, ni por ser humano que se precie. La cobardía se viste de abuso de poder, de violencia, y quienes la sufren no deberían soportarla tanto. Para eso están o deberían estar las Leyes en Democracia. Y no ya es sólo por violaciones. Deberían ser mucho más contundentes con determinados comportamientos.
08 marzo 2022 | 12:33 pm
Me gusta tu artículo. Ojalá llegue el día en que los hombres amen a las mujeres y las mujeres a los hombres. Vivimos tiempos de división, provocación y luchas. Esta tensión activa el consumo y capitalismo. Como decía el otro día con mucha sabiduría Pedro Ruiz: son tiempos de ensuciar más que de limpiar. Volverán.
08 marzo 2022 | 5:13 pm
Las mujeres huyen de sus casas y los hombres que si aman a sus mujeres huyen con ellas.
11 marzo 2022 | 2:05 pm
Los hombres a la guerra y las mujeres en casa, solo igualdad para lo que interesa
11 marzo 2022 | 5:18 pm
Gracias por el comentario Duquesa. Aunque, cómo bien apuntas las mujeres todavía son minoritarias en muchos sectores, como en el ejército, la minería o la construcción, su presencia va en aumento. Existe evidencia que las mujeres que trabajan en estos sitios no solo tienen que soportar las duras condiciones de trabajo, sino el acoso de muchos hombres compañeros de trabajo que toman su presencia como una afrenta a su masculinidad https://www.nytimes.com/2018/02/08/sunday-review/sexual-harassment-masculine-jobs.html
12 marzo 2022 | 10:21 am
Gracias por tu comentario “De buena justicia tu enfoque”. La verdadera esencia, valores y calidad humana de una persona se muestra verdaderamente cuando ostenta el poder: de hacer daño, no hacerlo o hacer el bien. Este es el momento de la verdad y por desgracia es demasiado común en situaciones extremas como la guerra.
12 marzo 2022 | 10:27 am
Muchas gracias “Vicenta” por tu comentario. “Ojalá llegue el día en que los hombres amen a las mujeres y las mujeres a los hombres”. Estoy convencida que desearlo nos anima a que esta realidad cobre fuerza y es que en muchos casos ya está pasando 🙂
12 marzo 2022 | 10:30 am