La situación en Ucrania se está poniendo al límite. Después de hablar con el líder ruso, Macron dice que “lo peor está por llegar”. Leo que las tropas rusas han tomado Zaporiya, la mayor central nuclear de Europa. Aumenta mi ansiedad. Siento la presión de la situación sobre la vida en el planeta. Me siento pequeña e impotente pero no me quedo ahí, pues sé que cada uno de nosotros importa y que nuestros actos marcan la diferencia. En situaciones terribles como la actual, siempre me admira de qué forma emerge lo mejor de nosotros. Las personas nos activamos, queremos ayudar, queremos ser parte de la solución.
Podemos hacer y debemos hacer. Mandar dinero, ropa, víveres. Y también podemos hacer a través de nuestros pensamientos, de nuestro estado mental. El conflicto se ha polarizado. Ucrania son los buenos y Rusia los malos. Pero es bien sabido, que la polarización no ayuda a resolver un conflicto y que la realidad es infinitamente más compleja que una película de vaqueros.
Si tú y yo estamos en conflicto y tú crees que soy el demonio entonces vas a querer destruirme, deshacerte de mi. Así ha sido con las exterminaciones en masa a lo largo de la historia. En cambio, para hacer posible la paz es necesario humanizar al rival. Verlo de igual valía que a uno mismo. Ser capaces de ponerse en su lugar y, por muchos defectos que tenga y por muy erradas que hayan sido sus acciones, percibirlo como persona que siente, que sufre, que aspira.
En este conflicto hay un malo de la película: Vladimir Putin. Me cuesta tan poco sentir rechazo hacia él. Este rechazo, una energía invisible pero real como todas las emociones, no contribuye a nada sino más bien lo contrario. Las personas más odiadas son las más peligrosas, porque saberse odiado empuja a hacer el mal. Así que te invito a realizar un sencillo ejercicio:
- PIENSA EN ALGUIEN A QUIEN AMAS y conecta con el espacio de tu corazón. Lleva tu mano a la zona del corazón y siente el amor que emana de él. Imagina a la persona que amas en miniatura dentro de tu corazón. Quédate en este espacio durante unos segundos respirando. Luego deja que la imagen se evapore.
- Sigue conectado con el espacio de tu corazón y PIENSA EN ALGUIEN CONOCIDO, una persona neutral. Lleva a su imagen en miniatura al espacio de tu corazón. Deja que reciba la calidez que emana del mismo. Respira ahí durante unos segundos, no tengas prisa. Deja ahora que la imagen de esta persona se evapore.
- Conecta ahora con ALGUIEN A QUIEN DETESTES o con quien tengas un conflicto. Lleva su imagen en miniatura al espacio de tu corazón. Recibe la incomodidad de hacerlo e intenta relajarte. Deja que la persona reciba el amor que emana de tu corazón. Respira con calma y relájate durante unos instantes. Deja que la imagen de esta persona se evapore.
- Ahora piensa en VLADIMIR PUTIN. Lleva su imagen en miniatura a tu corazón. Si aparece, recibe la incomodidad que sientas al hacerlo. Inúndalo con amor. Respira y descansa ahí todo lo que puedas. Luego deja que la imagen se evapore.
Personalmente, este es el acto periódico con el que me comprometo mientras dure este conflicto. Te animo a hacerlo tú también. Por supuesto que también puedes hacerlo con cualquiera de tus enemigos. Tal vez sea lo más poderoso que hagas jamás.
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PS: 1000 gracias a los lectores que me habéis echo propuestas a raíz de mi post Querido lector, no sé cómo hacer para llegarte…¿me echas una mano? Están siendo muy valiosas e inspiradoras. Para los que queráis hacer más sugerencias, podéis seguir haciéndolas a pie de artículo. Adelante, sigo escuchando 😉
Totalmente de acuerdo, otra vez el EGO nos lleva a su juego. Ahora somos más de medio planeta polarizando con la víctima UCRANIA y así crece el VICTIMARIO. Lo que sucede es que nos dejamos llevar por los sentidos, claro mi corazón en el sueño está con UCRANIA, pero enfocarme en la energía de odio/rechazo hacia Putin lo que hace es que siga creciendo su poder. Si te das cuenta a nivel de la mente subconsciente, no a nivel de energía física, conflicto bélico, digo lo que nos pasa internamente, todos estamos asustados por el padre castigador. De alguna manera estamos reviviendo el conflicto de separación. Cuando traicionamos a Dios y nos expulsa del paraíso. Somos chicos malos y un dios perverso nos ataca. Por supuesto que todo lo que escribo es METAFISICO. Pero acaso ¿La vida no se construye desde lo no visible? PERDONAR es AMAR, no por lo que hace ahora sino porque puede mostrarnos la culpa, el enojo y la maldad que también hay en nuestros corazones. Gracias por compartir.
04 marzo 2022 | 6:29 pm
Habría que sacar a Putin de esa cultura de la que se ha alimentado durante su vida y mostrarle un mundo más sincero, limpio, normal, cotidiano entre gente libre con los problemas y alegrías de día a día.
Luego le llegaría el arrepentimiento profundo que merece su conciencia porque supone demasiado peso para salir del infierno. El arrepentimiento y el pedir perdón por haberse involucrado en un sistema deshumanizado donde sólo parece gobernar la avaricia del poder y el dinero. Así no se gana el cielo, Vladimir. Ese modo de pensar, de falta de empatía, te aleja de él más que todo el Universo.
Y no sólo Putin es el culpable necesario de esta vorágine sin sentido. Las fronteras artificiales, los nacionalismos fanáticos, el egoísmo patrio, que rechazan la idea de formar parte de un mundo unido. Vale, que sí, que las Democracias también tienen su parte de corrupción, pero a poco a poco se va limpiando el trigo, y sin violencias, sin hacer daño a quienes no lo merecen, si hay alguien en este mundo que merece sufrir los castigos que este sistema nos impone por la fuerza.
Putin es otra víctima de este putrefacto sistema de modelos económicos terrícolas.
Putin debería pedir entrar en la OTAN, o USA entrar en la alianza asiática. Todo con tal de dejar ya atrás ese modelo tan horrible de relaciones humanas y energéticas y contemplar la vida de un modo más empático con quienes sufren sin haber merecido el castigo. Las imposiciones no son buenas y suelen basarse en fuerza bruta para presuntamente hacerse valer. Pero esa es su condena, no su valía.
Ojalá Putin y todos los gobernantes de este planeta dieran un giro de timón a sus naves y acordaran unirse para luchar por el futuro que nos acecha, y que necesita del esfuerzo común de ciencia, política y conciencia, para superarlo. Si no, nada habrá valido la pena en nuestra evolución.
Cuantos muertos, cuanta gente perdiendo la Vida, algo que debería ser sagrado, milagro, que deberíamos agradecer profundamente y vivirla lo más sanamente posible… y lo convertimos en maldita pesadilla y sin apenas valor. Qué fracaso de actitud para con la Madre Natura y el milagro de la existencia.
Putin, despierta, hombre. Termina con la cobardía y alza el puño contra la violencia. Y el resto de compis de las altas esferas también. Venga, ya está bien tanta maldita violencia y sinrazón. Los humanos debemos brillar por todo lo contrario. Nuestra especie es racional y debería comportarse maravillosamente y brillar más lindo que las estrellas.
04 marzo 2022 | 10:20 pm
porque son maravilla de Creación, porque tienen razón para sobreponerse a conflictos humanos y externos. Todo puede mejorarse, los malos pasos desandarse, en base a razón y conocimiento brillante. Arte de vivir valiente, de sentir y no pisar el sentir de almas dolientes.
https://www.youtube.com/watch?v=ssjSyp-T2zE
04 marzo 2022 | 10:36 pm
Por si la senda que elijas no tenga marcha atrás.
https://www.youtube.com/watch?v=P_m2CZU9vdk
04 marzo 2022 | 10:51 pm