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Santuarios del deporte. Estadio de Atocha, San Sebastián

atotxaSi el otro día recordábamos el estadio de San Mamés, creo que es razonable que el siguiente estadio del que os hable sea de otro santuario del deporte del País Vasco, hoy desaparecido, pero que fue todo un símbolo del fútbol español ochentero. Viajamos a la bella San Sebastián para recordar el estadio de Atocha (o Atotxa).

Nombre oficial: Campo de Fútbol Municipal de Atocha.

Ubicación: San Sebastián, Guipúzcoa.

Año de inauguración: 1913.

Año de clausura: 1993.

Capacidad: 26.700 espectadores.

Más cosas: Qué pena da cuando un viejo estadio es derribado, ¿verdad? Hace ya 20 años (y parece que fue ayer) cuando Atocha dejó de ser utilizado. Pero fue inevitable. Se quedó pequeño. Pero empecemos por el principio: En sus inicios, la Real Sociedad de Fútbol de San Sebastián (nacida en 1909 a partir del Club Ciclista de San Sebastián) jugaba en el campo de Ondarreta, en el barrio donostiarra de El Antiguo. El equipo, con motivo del inicio de lo que hoy es la Liga, se trasladó al barrio de Eguia. En los terrenos de un antiguo velódromo se construyó el estadio de Atocha.

Fue inaugurado el 5 de octubre de 1913, poco más de un mes más tarde que San Mamés. El partido, como no podía ser de otra forma, fue un derbi entre la Real y el Athletic. El resultado de 3-3. Curiosamente, os diré que el autor del primer gol en Atocha fue el mismo que el del primer partido en San Mamés: el mítico Pichichi.

En sus inicios, Atocha tenía una grada principal, construida en madera y muy ornamentada, con numerosas columnas, muy al estilo de los campos de fútbol de Inglaterra. La grada opuesta era una gran terraza, con dos pequeños graderíos en los fondos.

En los 50, el Consistorio adquirió terrenos en los fondos y se construyeron las gradas definitivas. El fondo norte pasó a concerse como La Portería de las Frutas, por su proximidad a un mercado, mientras que el sur se llamó Fondo de Mujika, por la presencia en las cercanías de una fábrica de muebles de ese nombre. Es, además, el lugar tradicional de la Peña Mujika, la más animosa de las de la Real Sociedad.

En los 70, se techó la grada secundaria y se completaron las zonas desprovistas de graderío. Pero ya a principios de los 80, el estadio se quedaba a todas luces por detrás de muchos otros campos españoles. De hecho, no entró en los campos seleccionados para el Mundial de Fútbol del 82.IF

Estas desventajas fueron aprovechadas por el propio equipo, quizá sin querer. El de Atocha era uno de los ambientes más especiales del fútbol español. La increíble proximidad de las gradas al terreno de juego hicieron de este campo un verdadero fortín, en el cual la Real cimentó sus dos victorias de Liga en 1981 y 1982. Son inolvidables las escenas de Arconada defendiendo esas curiosísimas porterías con soportes arqueados en su fondo.

Pero como os decía, el estadio se quedó pequeño y desfasado en cuanto a la normativa UEFA, por lo que el equipo se trasladó a Anoeta, un estadio más moderno, más confortable, pero muchísimo más frío que Atocha.  El último partido oficial de Atocha se disputó el día de San Antonio de 1993. Fue un Real Sociedad-Tenerife (3-1). El último gol marcado en el estadio fue obra del portugués Oceano. Ese tanto le valió al centrocampista un trofeo otorgado por el Diario Vasco. La alineación de ese día estaba formada por Alberto; Fuentes, Larrañaga, Alaba, Uria; Carlos Xavier, Oceano, Lumbreras, Imaz; Alkiza y Kodro.

Poco después, se celebró un doble partido para clausurarlo, bajo el lema «Agur, Atotxa». Se enfrentaron los equipos de veteranos de la Real y del Athletic de Bilbao y después, la Real contra la selección del País Vasco. El último gol simbólico lo marcó un niño de 5 años, el hijo del exfutbolista txuri-urdin Javier Sagarzazu, que falleció con sólo 29 años de edad.

Poco después, el estadio fue derribado y en sus terrenos se alzaron dos edificios en forma de ‘U’, de modo que entre ambos se encuentra un jardín interior, en lo que fue el terreno de juego (en la foto que tenéis un poco más arriba).

Os dejo el resumen del último partido de Liga de la historia de Atocha. ¿Sabéis lo que más me llama la atención del vídeo? Las botas negras de todos los futbolistas:

Espero que os haya gustado. Mañana más.

 

Qué fue de… Abraham Olano

Hoy que Contador vuelve a traernos una jornada gloriosa para el ciclismo español, volvemos a aquellos días en los que uno podía disfrutar del deporte de la bicicleta sin que la sombra del doping y el fraude, aunque existía, fuera tan alargada como ahora. Volvemos a los días en los que la estrella de nuestro más grande ciclista, Miguel Induráin, se iba apagando. Y llegamos al protagonista de hoy, un excelente corredor que pronto se vio con la presión añadida de ser nombrado el sucesor oficial del monstruo de Villava y que, a pesar de tener una envidiable trayectoria, no llegó a las cimas de Induráin. Es Abraham Olano.

¿Quién era?: Un ciclista español de los 90.

¿Por qué se le recuerda?: Por ser considerado el sucesor natural de Induráin como mejor ciclista español, por ganar una Vuelta a España, dos podios en el Giro y por ser campeón del mundo en carretera.

¿Qué fue de él?: Se retiró de la competición en 2002 en las filas de la ONCE. Ahora es uno de los diseñadores de la Vuelta a España, y como muchos otros ex deportistas (incluido Jalabert o Lance Armstrong), se dedica a correr maratones.

¿Sabías qué…?: Empezó su trayectoria como pistard.

– Según la web Julen Edurne de ciclismo, de pequeño se apuntó al Club ciclista de Oria sin decírselo a sus padres y se entrenaba persiguiendo a un autobús escolar de Tolosa.

– Declaró una vez: «La sombra de Induráin es inabarcable».

– Era mejor contrarrelojista que escalador.

– Se dice que el Mundial que ganó en el 95 contó con la inestimable ayuda de Induráin, que le protegió de los ataques de otros corredores (entre ellos, Pantani, que ganó el bronce).

– Al sambenito de ser el sucesor de Induráin se le unió el parecido físico entre ambos corredores.

– En su época de Banesto fue uno de los ciclistas mejor pagados del mundo.

– Su mujer, también ciclista, era su manager.

– Cuando cruzó la meta del Mundial de 1995 en primera posición, llevaba una rueda pinchada.

– Cuando llegó a su pueblo natal, Anoeta, tras logralo, su hermano pequeño le bailó un aurresku.

Biografía, palmarés, estadísticas: Abraham Olano Manzano nació el 22 de enero de 1970 en Anoeta, Guipúzcoa. Debuta como profesional en 1992 en las filas del Lotus-Festina. Al año siguiente firma con en CLAS-Cajastur, que se convertiría luego en Mapei. Allí permanece hasta 1997, cuando ficha por el Banesto. En 1999, y hasta su retirada, corre en la ONCE. Su palmarés es envidiable: Campeón del mundo en ruta y subcampeón en contrarreloj en 1995 y campeón en contrarreloj en 1998; plata en los Juegos Olímpicos de Atlanta 96; dos veces campeón de España contrarreloj y una en ruta, más dos subcampeonatos en ruta; ganador de la Vuelta a España de 1998; segundo en el Giro de Italia de 2001 y tecero en el 96; una etapa del Tour del Francia y numerosísimas vueltas menores.

Aquí os dejo un vídeo de los mundiales del 95, en el que Induráin ganó el oro en contrarreloj y Olano en ruta:

¿Sabes algo más de Olano? ¿Tienes alguna anécdota? ¿Crees que Contador sí es el verdadero relevo de Induráin? Escríbeme en los comentarios.