Muy probablemente, a estas alturas a nadie ya le son ajenos los memes protagonizados por gatos y las mujeres reponsables de sus cuidados. Esos en que el gato trata a la mujer como si fuera un poco boba y la llama «Karen». Hay cientos, ¿tal vez miles? de ellos circulando por la red, y en varios idiomas.
Del origen de Karen y su gato hay muchas teorías, desde la que relaciona el nombre de «Karen» con una mujer de mediana edad, de nivel socio-económico alto y tendencia egoísta y caprichosa, hasta la que la lleva directamente al personaje intepretado por Amanda Seyfried en Chicas malas, Karen Smith, por ese momento en el que hay que explicarle que «¡Por Dios, Karen! ¡No se le pregunta a la gente por qué es blanca!» (palabra arriba o abajo, perdonad que no lo recuerde literalmente).
Pero, ante la imposibilidad de saber si fue antes el huevo o la gallina (a ver, que es un decir, que fue el huevo pero ya me entendéis), yo prefiero quedarme con la teoría que nos habla de una Karen-mujer-de-mediana-edad a la que encantan los gatos de la vida real, y su maravillosa gata, Scarlett, que también es, o fue, de la vida real.