Muy probablemente, a estas alturas a nadie ya le son ajenos los memes protagonizados por gatos y las mujeres reponsables de sus cuidados. Esos en que el gato trata a la mujer como si fuera un poco boba y la llama «Karen». Hay cientos, ¿tal vez miles? de ellos circulando por la red, y en varios idiomas.
Del origen de Karen y su gato hay muchas teorías, desde la que relaciona el nombre de «Karen» con una mujer de mediana edad, de nivel socio-económico alto y tendencia egoísta y caprichosa, hasta la que la lleva directamente al personaje intepretado por Amanda Seyfried en Chicas malas, Karen Smith, por ese momento en el que hay que explicarle que «¡Por Dios, Karen! ¡No se le pregunta a la gente por qué es blanca!» (palabra arriba o abajo, perdonad que no lo recuerde literalmente).
Pero, ante la imposibilidad de saber si fue antes el huevo o la gallina (a ver, que es un decir, que fue el huevo pero ya me entendéis), yo prefiero quedarme con la teoría que nos habla de una Karen-mujer-de-mediana-edad a la que encantan los gatos de la vida real, y su maravillosa gata, Scarlett, que también es, o fue, de la vida real.
En 1996, en Nueva York, los bomberos acudieron a sofocar un incendio y se percataron de que una joven gata tricolor de, probablemente, menos de un año de edad entraba y salía del edificio, atravesando las llamas, para poner a salvo a sus cachorros, que tenían alrededor de dos o tres semanas. Uno a uno, los sacó de las llamas, quemándose más en cada uno de sus viajes, hasta que hubo rescatado a los cinco. Contaron los bomberos que, cuando consiguió reunir a los cinco, los olfateó para cerciorarse de que estaban bien y, acto seguido, se desplomó. Al terminar de aplacar el incendio, los bomberos recogieron a la gata y a sus bebés y los trasladaron a una clínica veterinaria. La historia de la heroica gata Scarlett dio la vuelta al mundo.
La clínica veterinaria donde Scarlett y cuatro de sus cinco cachorros (uno de ellos falleció) estuvieron recuperándose durante meses recibió miles de peticiones de personas interesadas en adoptar a los mininos. Scarlett, finalmente, fue adoptada (¿lo adivináis?) por una mujer llamada Karen (en la foto, a la izquierda).
Karen Wellen, que era amante de los gatos y que ya se había responsabilizado de varios a lo largo de su vida, se presentó como una mujer que estaba «interesada y dispuesta» a atender a un gato con necesidades especiales, ya que Scarlett, muy probablemente, necesitaría unos cuidados particulares durante el resto de su vida. Finalmente, Karen fue la elegida para adoptar a Scarlett. Y cumplió la promesa que hizo al adoptarla: la cuidó durante 12 años. Al final de su vida, en 2008, Scarlett sufrió soplo cardíaco, insuficiencia renal y linfoma, entre otras. Cuando los veterinarios dijeron que no podían ya curar ni paliar el sufrimiento de Scarlett, le pusieron la última inyección en los brazos de Karen, después de haberse convertido ambas en una especie de «leyenda viva» de la cultura popular de los U.S.A.
No es raro, desde que ambas se hicieran famosas, encontrar a Karen, si bien no directamente nombrada, sí en clara alusión en diferentes viñetas de medios reconocidos. Esta, por ejemplo, es del New Yorker, de un ejemplar de enero de este mismo año:
Es la escena que acostumbramos a ver en los memes de gatos con sus Karen: un gato agasajado por los cuidados de su mujer de mediana edad, aparentemente molesto pero que protesta y reclama cuando no se le dan, y una mujer que a su gato se lo perdona todo.