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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

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Los mayores también existimos

Esta semana he visto varias noticias que van en la misma línea: se empieza a tener en cuenta a los mayores.

Procter&Gamble, una de las mayores empresas multiproducto del mundo y el mayor anunciante (a nivel mundial y en muchos países, entre ellos España) redescubre al consumidor de más de 50 años. Resulta que tas muchos años pensando sólo en los jóvenes ahora se han dado cuenta de que, tras los cambios que se han producido en la sociedad, los mayores soportan (soportamos) el 70% del consumo y en muchos casos son la mayor fuente de ingresos de la familia.

Entre los mayores hay ahora grandes consumidores

Antena 3 ha hecho un cambio en su política comercial que va en esa misma línea: cambia la definición de su target comercial. Deja de considerar dentro de esta target a los más jóvenes (que ahora tienen poca capacidad de compra) e incluye a cambio un tramo de personas de más edad. El razonamiento es el mismo: tras la crisis el poder adquisitivo ya no está en los jóvenes sino en los maduros.

El jueves acudí a una jornada: Aeging y diversidad generacional: reciclando la experiencia. Se celebró en el Ministerio de Sanidad y la organizaban la empresa de ingeniería Atos, el Observatorio GT (Generación y Talento) y Wmen CEO. El tema central era la convivencia entre generaciones en las empresas y cómo organizarse para que el talento y la experiencia de los mayores no se pierda por la desconexión con las nuevas generaciones que se incorporan.

La jornada fue muy interesante y da para un post completo pero parece claro que los mayores empezamos a tener una cierta relevancia en la conversación social.

O a lo mejor es que yo ahora me fijo más porque ya soy muy mayor.

La nueva publicidad: con menos engaños ganaremos confianza

La digitalización supuso una revolución en muchos campos; también en el de la publicidad.

La mayoría de los cambios que ha introducido son buenos, pero en el paquete venían también algunos elementos negativos. Como nos advertía el pensador francés Paul Virilio

El progreso y la catástrofe son el anverso y el reverso de la misma medalla…Inventar el tren es inventar el descarrilamiento, inventar el avión es inventar el accidente…

Marc Pritchard, Director Mundial de Construcción de Marca de Procter&Gamble, el mayor anunciante del mundo, pronunció una conferencia que recoge como artículo la revista Anuncios. Los medios digitales no sólo ocupan cada vez más tiempo de las personas; también se han situado en un lugar central en sus vidas.

Todo anunciante avanzado ve esto y hace lo que ha hecho siempre: adaptar su comunicación a esos cambios que la tecnología provoca en las personas.

El potencial de creación de valor para el negocio es significativo —con una oferta infinita, precisión en el alcance de públicos objetivos, compra automática, venta y distribución, comunicación generada por el usuario, producción a bajo coste, amplificación de la publicidad no pagada (earned media)— todo dirigido a un mejor retorno de la inversión. Es a la vez más eficiente y eficaz que cualquier otro medio con el que hayamos trabajado antes. Estamos solo empezando a dominar este increíble nuevo lienzo creativo, y de la maquina mediática que hay detrás de él.
Los medios digitales, y en especial su comercialzación son muy jóvenes (menos de veinte años) y están en constante evolución. Nunca alcanzaremos a la tecnología, que siempre irá por delante, planteando nuevas propuestas.
Por el camino nos han ofrecido cientos de nuevas métricas, que amplían las que teníamos para otros medios; pero debemos centrarnos en las que influyen en los resultados reales de negocio.
Pero lo peor es que en la nueva frontera tenemos, como siempre ha ocurrido, trampas: piratas como los que abordaban  a las naves españolas que volvían de América cargadas de tesoros, o forajidos, como los que atacaban las caravanas en el Oeste.
En Internet tenemos los fraudes con robots, los visionados falsos, el exceso de publicidad, el mal uso de los datos conseguidos y unos cuantos más.
Pero las marcas trabajan para sus consumidores; le aportan valor generando confianza y seguridad. En palabras de Marc Pritchard:
Cuando hacemos esto bien, los consumidores nos premian con su confianza, su compra y su lealtad y todos prosperamos. Cuando no lo hacemos, nadie gana.
Hay que afrontar los problemas con transparencia para generar esa confianza. Sabemos que hay anunciantes que están pagando por anuncios servidos a robots, pero la misma tecnología de la que se aprovechan los piratas sirve para detectarlos: descontemos las impresiones falsas servidas a robots.
Sabemos que un cierto número de impresiones servidas nunca llegan a parecer en la pantalla del internauta, bien porque el servidor de publicidad es lento (cada vez menos) o bien porque están en una posición, casi siempre muy abajo, a la que no llega en su navegación. Tenemos criterios (muy laxos en mi opinión, pero aceptados por el mercado) para medir la visibilidad y las fuentes del mercado ya nos ofrecen el dato. ¿Por qué no se generaliza su uso?
Cada vez hay más personas, especialmente entre los jóvenes, que utilizan bloqueadores de la publicidad (jóvenes que no saben que la publicidad es quién paga los contenidos que consumen). Pero una parte de esos anuncios habrán sido servidos; si contamos las impresiones en el servidor, volveremos a estar cobrando por algo que nadie ha visto.
Todos los problemas son detectables; tenemos la tecnología para solucionarlos y no deberíamos resguardarnos tras la juventud del medio para no hacer las cosas bien.
Si somos capaces de eliminar los engaños ganaremos la confianza del consumidor…y las agencias la de sus clientes los anunciantes.
Como también dice Marc Pritchard:
Si no podemos confiar en que nuestro colaborador va a difundir nuestros anuncios de modo y en un soporte en el que sean vistos por seres humanos, y en que sea totalmente transparente acerca de sus incentivos financieros, debemos elegir un colaborador diferente.

Rosa no dice adiós

Recuerdo perfectamente cuándo conocí a Rosa Margarit. Eran buenos tiempos para la publicidad y había muchas fiestas en el sector. Como yo aún no me había pasado a este lado, era muy raro que me invitaran (después, como trabajaba en investigación, tampoco me han invitado a muchas).

Corrían los últimos años ochenta, la década prodigiosa de la publicidad española. La SER organizó una fiesta multitudinaria en el Museo del Ferrocarril en la que actuaban todos los grandes grupos españoles del momento: recuerdo a Mecano, Duncan Dhu, Los Secretos, La Frontera, Los Ronaldos,…pero estaban muchos más.

Curiosamente el evento incluía cena formal, con los invitados sentados en mesas.

Cuando Claudio Martínez, el Director de Marketing de la SER, nos sentó en la misma mesa y nos presentó, me dijo: os vais a caer bien. Claudio era un tipo fantástico, ya por entonces buen amigo y ¡claro! acertó.

Tiempo después volamos uno al lado del otro en el avión que nos llevaba a San Sebastián para el Seminario de AEDEMO de Televisión en la que fue mi primera ponencia en ese marco. Volar a San Sebastián en febrero en aquellos miniaviones de hélice podía ser toda una aventura, seguro que yo iba nervioso ante lo que me esperaba al día siguiente, pero lo recuerdo como un viaje agradable. Seguro que la Margarit tuvo mucho que ver.

Luego, cuando yo ya era publicitario, coincidimos durante muchos años en la Comisión Técnica del EGM. Rosa representaba a los anunciantes. Siempre interesada, siempre exigente, aportando siempre una visión interesante.

Empezamos a colaborar en investigaciones propias antes de que Procter&Gamble, la empresa en la que ha trabajado siempre, fuera cliente de Zenith, Rosa confiaba ya en nosotros, algo que siempre le agradeceré.

Luego, en estos doce o trece últimos años en los que ha sido cliente, la relación ha sido más intensa. Una de sus exigencias fue establecer reuniones periódicas de Investigación, en las que mi equipo le contaba al suyo todas las novedades que fueran surgiendo tanto en nuestras investigaciones como en las del mercado. Eso nos ha obligado a estar siempre al día. No conozco otro anunciante más interesado que Rosa. Gracias a ella creo que somos los que más sabemos sobre cómo se construye cobertura en Internet.

Cuando puse en marcha el panel Zenthinela conté con ella desde el primer momento:

– Eduardo: sabes que en nuestra empresa no podemos dar datos; es información confidencial.

-Pero Rosa: Sólo hay una pregunta de datos de la empresa, no la contestes y ya está, lo demás son opiniones. Y la tuya, en este mercado, importa. Y mucho.

Pese a las reticencias iniciales, nunca ha fallado. Siempre contestaba antes de la fecha que yo había puesto como tope. Tanto que, la única vez que le envié el recordatorio que suelo enviar (hasta cuatro o cinco veces) a los panelistas que se retrasan, se enfadó porque pensó que yo no estaba entendiendo su escasez de tiempo. El enfado le duró dos minutos y enseguida contestó.

Ha sido siempre una negociadora implacable. Los medios la temían, pero también la adoraban.

En el mundo del marketing y de la publicidad haber trabajado para P&G es un mérito que se valora mucho en la trayectoria profesional. Haberlo hecho teniendo como interlocutor a Rosa Margarit no sólo es un mérito, también una gran satisfacción personal.

Ayer fue el último día de trabajo de Rosa en la Procter. Se prejubila. Mandó un mail diciendo que no se despide. Yo espero que sea verdad y que nos sigamos viendo. No creo que le resulte fácil separarse siendo tan joven de lo que ha sido su vida profesional durante todos estos años.

Muchas gracias, Rosa. Somos muchos los que te queremos. Y lo sabes.

El año del móvil

Hace ya casi cinco años, el 28 de enero de 2009, escribía aquí un post con el título ¿será este el año del Marketing Móvil?

Que cinco años después sigamos haciéndonos la misma pregunta no es lo malo, lo peor es que en el texto decía que esa misma pregunta la había oído cuatro, e incluso ocho, años antes.

El Marketing Móvil sigue existiendo y crece poco a poco, demasiado poco a poco, pero sigue sin haberse producido esa gran explosión que todos estábamos seguros de que se produciría en algún momento.

Todos llevamos al menos un móvil en el bolsillo (algo que ya ocurría, casi en la misma proporción, en 2009); una gran parte de ellos son smartphones, lo que nos permite estar permanentemente conectados a Internet. Podemos ver en nuestro móvil fotos y películas con una gran calidad de reproducción. Y sin embargo no parece que la inversión publicitaria dirigida específicamente hacia el móvil crezca en la proporción esperada.

Como no escarmentamos, ahora se vuelve a decir que el año del Móvil será el 2014. De nuevo parece que se dan todas las circunstancias favorables.

Incluso un estudio de Nielsen nos dice que el Móvil superará a la Televisión tradicional en tan solo tres años. Seguro que vuelve a haber gente que se lo crea.

¿Qué nos falta? Como ya ocurrió en los primeros años de Internet, otro medio en el que se puede medir todo, nos falta conseguir métodos de medición uniformes y consensuados por el mercado. En Móviles tenemos medidas de muchas cosas, pero no siempre de los indicadores que más interesan a los anunciantes y casi nunca proceden de una fuente imparcial y que utilice los mismos criterios para una marca y para sus competidoras.

Hace unos días Rosa Almarza, la persona que coordina la inversión digital de Procter & Gamble (el primer anunciante mundial por inversión y, desde el año pasado, el primer anunciante digital en España) dio una charla sobre este tema en la OMWeek, con un título similar al de este post, en el que profundizaba en los aspectos que siguen retardando el desarrollo de la inversión publicitaria en Móviles. El vídeo de la charla está disponible aquí.

La visión de Rosa, la de un anunciante del tamaño y la influencia de P&G es muy interesante.

Va de boca en boca

El martes por la tarde estuve en el Espacio Fundación Telefónica participando en el primer WOM Day de Madrid, que organizaba trnd, la empresa líder en el sector. Ya sólo la presencia en el espacio remodelado merece la pena, pero la conferencia también estuvo muy bien.

WOM son las iniciales de Word of Mouth, que aquí algunos traducen como boca a boca y otros como boca a oreja. Yo creo, y así lo dije en mi charla, que en castellano deberíamos decir de boca en boca, que es como se han transmitido siempre los rumores.

Las estrategias WOM consisten en utilizar a nuestros propios consumidores como prescriptores; empresas como trnd han desarrollado técnicas para estimular ese tipo de comunicación y medir sus resultados.

Intervino en primer lugar Othman Bennis de La Roche Posay. Othman contó cómo se desarrolla una campaña de WOM y los resultados que obtuvieron en una de las que desarrollaron para uno de sus productos, para el cuidado de  pieles delicadas. Los cinco pasos imprescindibles son la selección (adecuada) de las persosnas que colaborarán, la extensión, la conexión, el apoyo y la medición.

Francisco Bernabé de Nielsen, explicó las posibilidades de la modelización econométrica para el cálculo del ROI (retorno de la Inversión), aunque en una charla necesariamente breve creo que quienes no la conocieran ya, se quedaron con la miel en los labios.

A continuación intervine yo; luego les cuento.

Terminó la tarde con la participación de Martin Oetting, de las oficinas centrales de trnd en Alemania. De forma divertida desmontó los siete mitos sobre el WOM. A mí el que me dejó más huella es: no se puede controlar el WOM. En opinión de Martin, el miedo a que sólo digan cosas negativas de nuestra marca es absurdo. Los que sólo hablan mal de todo, son unos cenizos, que acaban cayendo mal a todo el mundo. Preferimos a quienes hacen una crítica inteligente y saben recomendar los productos que les han gustado.

Yo también creo que es así.

En mi charla utilicé lo que alguien en Twitter denominó un anuncio vintage: el del lanzamiento de Ariel automáticas en 1981. (Gracias Luís por localizármelo). En el spot una actriz, que no estoy seguro de que sea Tina Sainz, en el papel de presentadora del Telediario, da la noticia de la blancura absoluta de la ropa que consigue la protagonista de la noticia y le pregunta ¿se lo dijiste a alguien? A mi hermana Carmen. Que a su vez se lo dijo a su amiga Ana…Al final la presentadora nos recomienda: Corra la voz.

Así que no se trata de algo nuevo que estemos inventando ahora. Está claro que Procter & Gamble ya conocía hace más de 30 años la fuerza de la comunicación de boca en boca. Algo tan antiguo como la civilización: la misma técnica ya se utilizó para propagar el Evangelio.

No existe una fuente de datos oficial que nos dé datos sobre la inversión en WOM, pero yo llevo cuatro años preguntando a los anunciantes del panel Zenthinela cuanto piensan invertir cada año. En un momento en el que la inversión en medios de masas cae con fuerza (volvemos a las cifras de hace quince años) este tipo de comunicación crece, a ritmo moderado pero crece.

Por otra parte los estudios Touch Points, que analizan todos los puntos de contacto entre las marcas y sus usuarios, nos dicen que los contactos WOM, de persona a persona, son los que tienen más influencia en la compra de productos. Está claro: si alguien en quién confío me recomienda un producto que ya conoce, es más probable que le haga caso. El grupo ZenithOptimedia ha realizado ya más de 625 estudios Touch Points en todo el mundo, de los que se pueden obtener datos comparativos por categorías, por edades, por zonas geográficas, etc.

Además trnd ha desarrollado con el instituto alemán Ifwom técnicas de medición que nos permiten analizar cómo se va desplegando el mensaje. En una campaña desarrollada para uno de nuestros clientes utilizando 3.500 participantes de primer nivel se alcanzó a más de 760.000 personas en tan sólo dos pasos.

El potencial que ha tenido siempre este tipo de comunicación se está viendo muy ampliado gracias a las redes sociales en Internet, que amplifican el efecto de las redes sociales de contacto personal con las que hemos convivido desde siempre.