Ya va para ocho años que puse en marcha una investigación muy sencilla pero que ha acabado siendo muy valiosa.
Zenith Vigía es simplemente un panel de expertos. Comenzó como un intercambio de opiniones entre amigos, los mismos que ya nos preguntábamos por teléfono cómo iban las cosas. En aquel momento no éramos mucho más de una docena.
Visto a esta distancia, un estudio que utilizó internet (el e.mail) en febrero de 2001 para obtener la información me parece casi pionero.
Ahora las personas que componen el panel representan a casi 150 empresas relacionadas con los medios (entre ellas más de 40 canales de televisión, cerca de 20 grupos de revistas, más de 20 diarios, más de 20 empresas de internet, 9 exclusivistas de exterior, los 3 de cine y alguna incursión en territorios tan nuevos como los móviles o los blogs).
Con Vigía, que primero no se llamó así, era simplemente el panel, he vivido momentos buenos y momentos malos del sector. De hecho muy pronto nos estalló la burbuja y luego cayeron las Torres Gemelas. Pero entonces Vigía no tenía la repercusión que tiene ahora.
Esta vez ha sido diferente.
Uno tiene la sensación de que las noticias negativas alimentan las crisis, así que cuando este año han empezado a venir otra vez mal dadas lo he pasado mal a la hora de redactar mis Comentarios para los panelistas y, sobre todo, las Notas de Prensa.
No quiero decir que crea que El Vigía haya dado un empujón a la crisis. Nada más lejos. Pero en una crisis de las características de esta, tan esperada, tan cantada, pero por otro lado tan brusca, tan fulminante, es fácil ver fantasmas.
¿Qué pasó los dos primeros meses del año? ¿Nos llevó la inercia de 2007? ¿Se invirtió por si acaso, por lo que se veía venir?¿Hubo un efecto preelecciones?
Y ¿qué ocurrió a la vuelta de Semana Santa que no se hubiese podido prever antes? Se agudizó la crisis de la construcción, pero eso: se agudizó; ya estaba ahí antes. Y así podríamos seguir analizando factores.
Hay muchas cosas que no entiendo. Uno de los panelistas que más me ayudan, al que llamo mi panelista favorito, me decía: cada vez entiendo menos de publicidad. No es tan veterano como yo, de esos ya van quedando pocos en este negocio asesino, pero sí es bastante veterano en puestos de responsabilidad.
Yo estoy por decir lo mismo.
No sé si entiendo menos el magnífico año que vivieron los diarios en 2007 o la espectacular caída que están sufriendo este año. ¿Ha cambiado algo sustancial? Sí, la crisis de la construcción les afecta más que a otros medios; están perdiendo la pequeña publicidad (pero no de golpe; el año pasado ya tenían que estar viviéndolo); las ofertas de empleo (de acuerdo, pero puedo reproducir el paréntesis anterior).
No es fácil de entender.
Pero los cambios son estructurales. Este negocio ya no será el mismo, para nadie, cuando pase esta crisis.
Hay que ponerse las pilas.
Y volver a definir quienes somos y qué queremos hacer el año que viene.
A finales de julio escribí este artículo para Brandlife, una de las últimas revistas llegadas al sector de la comunicación. He visto que se ha publicado en el número de vuelta de vacaciones.