Esta mañana he pasado un rato con Martín Terzano, Country Manager de ZenithOptimedia Argentina.
Martín se acaba de incorporar al grupo y va a pasar una semana en España para conocer mejor nuestros métodos de trabajo y ver qué puede adaptar a la pequeña oficina de allí.
Le estaba contando nuestras herramientas e investigaciones y, entre otras, ha salido Zenith Vigia, de la que últimamente hablo mucho en este blog.
Cuando le he comentado cómo lo hacía y que en la última ola se ha producido un desplome de las expectativas, se ha quedado perplejo
Pero ¿qué les está pasando?¿de qué se quejan? Ustedes no tienen ni idea de lo que es una crisis. Ustedes no saben lo que vivimos nosotros hace seis años. Ustedes no saben lo que es que una ecnomía se derrumbe, no saben lo que es ver llegar la pobreza de repente.
Las frases no son literales; no tenía una grabadora. Pero imagínenselo con el mejor acento argentino.
Bien mirado, tiene razón. Seguramente no tenemos derecho a llamar crisis a esto que estamos viviendo. Una crisis es una cosa mucho más seria. Los argentinos, que vivieron su corralito lo saben bien.
También esta mañana, un poquito antes, he estado en Ipsos, donde nos presentaban el estudio Trend Observer. Muy interesante. Otro día hablaremos de él
Hoy solamente quiero dejar una frase: este es el primer año del consumo sostenible.
Como hoy has puesto un nuevo post sobre el tema de la crisis, te voy a dejar esta referencia:http://www.cmt.es/es/publicaciones/anexos/IV_T_2007.pdfHay muchos datos muy interesantes, como la comparativa de privadas vs. públicas y los excesos llevados a cabo por aquellas en connivencia con la Administración, pero para el caso que nos ocupa especialmente recomiendo la información recogida en 5.1.a)Si aceptamos que desde septiembre de 2006 hasta diciembre de 2007 no había una gran crisis (leamos las declaraciones de los políticos en la precampaña del 9M), y comprobamos que los precios de la TV de pago no se han rebajado significativamente, concluimos que llevamos ya bastante tiempo con el consumo de ciertos bienes y servicios «estancado», por ejemplo el mercado audiovisual. Es decir, que desde hace al menos un año se nos viene diciendo desde el mercado que «hasta aquí hemos llegado». Pero claro, en vísperas de una rifa de poltronas para los próximos cuatro años, es normal vender hasta a la madre de uno, ¿no?
30 noviembre -0001 | 00:00
Casi diría que para los jóvenes, los que todavía no tenemos nada en propiedad, la crisis es una bendición: por fin los pisos empiezan a bajar!
13 mayo 2008 | 08:29
El verano pasado viajé a Argentina, lo cual recomiendo por dos cosas, su moneda nos beneficia y allí reconoceremos parte de nuestra historia. El argentino es de verbo prolijo, simpático, irónico y desencantado. Recuerdo a un taxista de tono agrio y arruga prematura reflejada en el retrovisor interior de su carro. Trabajaba en un banco antes de la crisis, cuando el valor del peso argentino era igual al del dolar o al euro. Ganaba 1500 pesos mensuales, un muy buen sueldo. Ahora era taxista, cosas de la vida y las crisis, y sudaba el asiento catorce horas al día para sacar 1000 pesos al mes, devaluado con respecto al euro, aproximadamente, cuatro veces menos. Una auténtica barbaridad en un país enorme, rico en turismo y recursos naturales. Allí la gasolina es un lujo tal que los taxistas llevan mezcla de gas en su maletero. Un buen departamento en la avenida Libertador, una de las principales arterias de Buenos Aires, costaba unos 180000 euros al cambio, con todos los lujos. Sin duda aquella crisis podría citarse en los diccionarios como sinónimo de la propia palabra.Sin embargo en España, lejos todavía de una situación semejante, esperemos que nunca llegue, sí que hay, visible e inminente, una situación de freno económico. Mi sueldo es superior al de hace algunos años, pero no supero el mes con la solvencia de entonces. Las causas, múltiples, incremento en los carburantes, hipotecas, bienes de primer consumo, impuestos y servicios públicos, todo ello ha rebasado con creces a los salarios, cuyas subidas anuales provocan una sonrisa socarrona en el trabajador. A ello podemos empezar a sumar, desde ya, el frenazo inmobiliario, que mueve economías como la nuestra, y ocupa o desocupa a un importante número de empleados. Cuando el paro se dispare llegará el verdadero problema, que si bien tratan de matizarlo con sutilezas lingüísticas, el grosso de la ciudadanía sufre para limar los agónicos finales de mes.En el sector al que me dedico, la compra venta de vehículos de ocasión, se aprecian movimientos inequívocos de crisis. Hay un aluvión de personas que vienen a vender coches prácticamente nuevos para llevarse algo más económico a cambio y dinero en mano. El vehículo caro de segunda mano está arrinconado, cuesta sacarlo a la calle. Hay un retorno al utilitario que ronde los 6000 euros, algo ya difícil de encontrar en dignas condiciones, pues el mercado de V.O llevaba años viviendo de lo seminuevo. Y la guinda a todo el pastel es que los bancos echan cuentas, y cierran el grifo, y no sueltan la pasta, y aquí empieza a ser un milagro financiar un coche, a no ser que el fulano sea buen cliente, y con DNI patrio, porque los extranjeros en muchas entidades ya no los quieren ni ver, y qué decir tiene que el extranjero en V.O (vehículo de ocasión) se acercaba o superaba el 50% de las ventas anuales.Así que, estando todavía de acuerdo con el eufemismo de la desaceleración económica, el gran logro de España fue alcanzar una amplia clase media más que digna a la que le llegaba para ciertos lujos, tales como buenos coches, viajes, cenas, ropa, etc. Pero ahora se comienza a sufrir, a sentir el aliento de la crisis. En Argentina la clase media desapareció, hay ricos muy ricos, y luego están los demás, como el taxista y otros peores. No creo que aquí la cosa llegue a tanto, la fortaleza del Euro y la Unión Europeo hacen casi imposible tal descalabro, pero el asunto empieza a meter miedo. Un saludo.
13 mayo 2008 | 11:11
mmm sabemos lo que es una crisis en nuestros niveles, no es lo mismo tomar medidas para lo que pasó en Argentína que para el momento que vivimos en España.Creo que un descenso en las expectativas hace que cambie el mercado, un desplome como tal lo que hace es que se intente llegar al punto deonde estaba, pero no lleva consigo un cambio… sigue siendo una opinión.Saludos.
13 mayo 2008 | 13:03
Buenoooooooo,hace tiempo que te leo, si bien, cuando tengo tiempo. No entendía nada de tu trabajo y ahora,… creo que voy aprendiendo algo.No veía la oportunidad de escribir un comentario que viniera al caso, y acaba de aparecer la palabra mágica…»sostenible»!!!!Eso tiene que ver con mi trabajo. Casi seis millones y medio de referencias en google y otros casi 3 millones si ponemos «sustentable», que al final es lo mismo.Mi reflexión es sobre el «consumo sostenible».En fin, triste que haya que pasar necesidad para pensar en dejar a los que vengan detrás esto como mínimo tal y como nos lo encontramos, no peor. Todavía algunos creemos que la sostenibilidad es un modo de vida por decisión intrínseca, no ambiental (como es esta crisis). Pero sean bienvenidos todos!!!Respecto a la crisis Argentina vs. crisis española,…Todavía no hemos visto niños españoles desnutridos llorando amargamente, ni vacas famélicas, ni gente aporreando puertas de bancos cerrados para sacar su dinero, como vimos cuando la crisis argentina y por supuesto, espero que no los veamos y además no creo que llegue la sangre al río.
13 mayo 2008 | 13:42