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¿Cercad@ por adolescentes imposibles? 6 novelas para que maduren a librazos

Mira que hay momentos turbios en la vida de cada cual, pero el paso de la juventud a la madurez es uno de los tránsitos más escarpados, confusos, aterradores, excitantes y demoledores de la existencia humana.

(Taxi Driver, 1976 / Columbia Pictures)

(Taxi Driver, 1976 / Columbia Pictures)

Y es lógico, porque si lo pensamos con frialdad el proceso en sí es escalofriante, ya que durante un tiempo cohabitan dentro de cada cual dos seres antagónicos y en pie de guerra: el infante que se va y el proyecto de adulto que viene para quedarse, aunque no sabe muy bien cómo ni por qué. A la constante lucha interna le siguen ciertos periodos de paz, treguas pactadas en los que emerge un único ser con trazas de ambos y que se muestra ante el mundo entre ridículo, melancólico y desafiante.

Vivir ese brote psicótico efímero de epidermis para adentro y capearlo entre líneas como solemos hacer los bibliófagos es una cosa, pero observar la mutación desde la barrera y convivir en mayor o menor grado con esa criatura híbrida, obtusa, a ratos dulce e infantil y a ratos libertina, irreverente y chillona es, cuanto menos, desconcertante y casi siempre desquiciante.

Por eso cuando se adentran en mis confines padres, abuelos, tíos, padrinos e incluso hermanos en busca de una lectura que apacigüe, consuele e ilumine a “su bestia casera” me tintinea hasta el último pelo de mi pelucón. Hay muchas, muchísimas novelas de iniciación, aprendizaje o paso a la madurez firmadas por titanes de las letras que pueden llegar a ser el corcho al que la criaturita se puede aferrar en episodios de naufragios emocionales.

Yo tengo mi propia receta, mi selección de títulos imprescindibles para poder llegar a ser un ser humano de pro, y siempre que la Providencia Librera tiene a bien darme la ocasión yo prescribo mis seis títulos a discreción.

Y hoy ha sido uno de esos días. Una reginaexlibrislandiana asidua llegó pidiendo socorro:

Clienta: Regina, ¿qué tal? Verás, NECESITO ayuda.

Regina ExLibris: ¿qué te pasa?

Clienta: Me quedo con mi sobrino casi un mes y no hay quien lo tosa. Su madre tuvo que irse al extranjero, y como estoy de vacaciones me ofrecí a llevármelo y así pasar tiempo con él. Pero no llevo ni dos días Y NO PUEDO MÁS. ¡ES QUE NO PUEDO MÁS, REGINA!

Regina ExLibris: Pero, veamos, calma ¿qué edad tiene? ¿tiene algún problema?

Clienta: Va a cumplir 17. Y su problema es ese, que no sabe si mata o espanta. Está insoportable, nada le parece bien, a ratos está lloroso y otros me gruñe, es todo pose y no quiere saber nada del mundo más allá de su consola o su Smartphone. Se cierra en banda, en plan Werther, ya sabes.

Regina ExLibris: ¡Uffff, eso es un adolescente en todo su desquiciante esplendor!

Clienta: Sí, hija, sí. El caso es que nos vamos unos días a un lugar al que, prepárate, no puede llevarse la consola, no hay Internet y apenas hay cobertura… Imagínate el cuadro cuando se ha enterado: decir Guernica es suavizar mucho la escenita que me ha montado. Total, que he pensado que igual tienes en el pelucón alguna prescripción para estos casos extremos.

Regina ExLibris: ¡Ja, ja, ja! Sí, claro que la tengo. De hecho son seis las novelas que recomiendo para ataques de adolescencia extrema.

Así que ahora imagináis lo que viene, reginaexlibrislandianos de pro. Me saqué del pelucón 6 novelas para madurar a librazos que mi reginaexlibrislandiana se llevó proyectando en ellos todas sus esperanzas de materializar una convivencia pacífica con su sobrino en el retiro al que se dirigen.

¿Listos? Veámoslos:

1. Retrato del Artista Adolescente. James Joyce. Alianza. Stephen Dedalus es el alter ego de James Joyce en Retrato del artista adolescente, un fascinante viaje por el laberinto de emociones, anhelos y contradicciones de un joven dublinés en lucha contra la tradición católica y las convenciones burguesas bajo las que se siente anulado. Y mientras el sensible Dedalus trata de ser él mismo, arrastra al lector en su torrente de pensamientos en pleno desfiladero por la crisis de adolescencia, basculando entre la juventud y la madurez, con un espíritu artístico en ebullición y la dolorosa búsqueda de una voz propia con la que darle forma al mundo. Brillante.

 

Retrato del Artista Adolescente

Retrato del Artista Adolescente

2. Demian. Herman Hesse. Alianza. El genio alemán H. Hesse esboza en Demian la lucha interna de Emil Sinclair, un joven que se rebela contra el entorno luminoso y armónico de su niñez, al que él sabe que ya no pertenece, para emprender la búsqueda intuitiva y dolorosa de una identidad y un destino propios en la sordidez del mundo de los adultos. Su guía y referente a lo largo del relato de su crecimiento físico y espiritual será el carismático Demian, un magnético muchacho que lleva el estigma de los capaces de ser ellos mismos. Maravillosa de principio a fin.

Demian

Demian

 

3. Canadá. Richard Ford. Anagrama. Con uno de los arranques de novela más poderosos y rotundos de las últimas décadas Ford noquea al lector con el detonante de la odisea a la madurez de un quinceañero norteamericano. Se llama Dell Parsons, a sus padres los han detenido después de que atracaran un banco y la existencia de él y de su hermana gemela ha estallado por los aires. Sin salida, Dell huye a Montana para luego cruzar la frontera canadiense, donde le aguarda un turbio americano enigmático y violento que se hará cargo de él. Y en ese nuevo entorno, Dell tratará de recoger los pedazos de sí mismo y de su inocencia perdida para tratar de recomponerlos y ver qué clase de hombre puede llegar a ser.

Canadá

Canadá

4. La Metamorfosis. Kafka. Alianza. Un anodino viajante de comercio amanece convertido en un insecto repulsivo. Pero, paradójicamente, lo que Gregorio Samsa vive como una liberación de su identidad, más que como una mutación, provocará el rechazo implacable de su familia. La Metamorfosis es una aplastante alegoría de la extrañeza del hombre ante el mundo que condensa toda la intensidad de Kafka. Es uno de esos libros que todo el mundo debería leer al menos una vez en la vida. Tiene muchos contextos, infinitos matices, una vastedad de interpretaciones única y especial, y está dotado de una carga emocional tan fuerte y tan intensa que es imposible entrar en ese viaje kafkiano y no terminar absolutamente abrumado por la transformación de Gregorio Samsa y por la simbiosis con él. Y que quien jamás se haya sentido como una cucaracha en un plato de arroz, tire la primera manzana.

La Metamorfosis

La Metamorfosis

5. El guardián entre el centeno. J.D. Salinger. Alianza. Holden Cauldfiel es un adolescente cercado por su fracaso escolar, la rigidez de su familia, la muerte de su hermano, el sexo y las dudas, que decide pasar unos días solo en Manhattan antes de regresar a su casa para enfrentarse con su familia tras su expulsión del internado en el que residía. De esta forma y en ese estado de confusión, desconcierto y ansiedad Holden recorre la gélida Manhattan del invierno de 1949 con inolvidables escalas en el Edmont Hotel, el Greenwich Village, el Radio City Music Hall, la Grand Central Station, el Rockefeller Center, Central Park, el Museo de Historia Natural… y algún que otro tugurio cargado de humo, testosterona y alcohol. El guardián entre el centeno es su confesión a quemarropa y sin tapujos, la disección de su mente y alma adolescentes destiladas con su propio lenguaje, y la radiografía de Salinger de un muchacho devorado por las contradicciones que entrañan el cambio de piel de chico a hombre.

El guardian entre el centeno

El guardian entre el centeno

6. La hoja plegada. William Maxwell. LIbros del Asteroide. En los suburbios del Chicago de los años veinte, dos chicos antagónicos inician una insólita amistad: Lymie Peters, un muchacho empollón, esmirriado y un poco patoso, y el recién llegado Spud Latham, un verdadero atleta y estudiante mediocre. Spud acepta la devoción de Lymie sin cuestionarla, pero al terminar el instituto y comenzar la universidad, aparecen las primeras tensiones entre ellos. Lymie es el primero en conocer a Sally Forbes, pero ella se enamorará de Spud; este hecho marcará el inicio del distanciamiento entre los dos amigos. Pero la ruptura es más de lo que Lymie podrá soportar. Y es con las vidas de ambos muchachos como Maxwell, legendario editor del New Yorker y uno de los gigantes de la literatura norteamericana del XX, hilvana un maravilloso, sutil, divertido y conmovedor relato sobre la amistad, la búsqueda de referentes y el paso de la juventud a la edad adulta.

La hoja plegada

La hoja plegada

  • Y vosotros, queridos, ¿leisteis alguna de estas 6 novelas para madurar a librazos? ¿qué lectura hubierais sugerido a mi reginaexlibrislandiana en este caso?
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6 comentarios

  1. Dice ser Por Supuesto

    Estos libros son para leerlos en el momento adecuado, ademas de que te tiene que gustar leer y profundizar. Pasado ese momento algunos son insoportables, como el guardián entre el centeno.

    30 agosto 2017 | 8:48

  2. Dice ser No está mal

    No está mal la lista, aunque se echa en falta alguna autora, y alguna protagonista femenina. No sé si la bloguera ha querido ajustarse al género de ese supuesto adolescente con el que convive su supuesta clienta. No obstante, en ese caso, cabría preguntarse si un hombre no puede leer libros protagonizados por mujeres, y a la inversa. ¿No hay ningún título reseñable que trate de esa transición en el caso femenino? Por otra parte, se han colado dos erratas que convendría corregir: «se cierra en manda» por «se cierra en banda» y, en el comentario de Demian, «a lo lardo del relato», en vez de «a lo largo del relato».
    Por último, una pregunta para Regina exlibris: ¿ha leído Enfermos del libro, breviario personal de bibliopatías propias y ajenas, de Miguel Albero? Con frecuencia utiliza términos presentes en ese ensayo, pero no he visto que lo cite, de ahí la duda.

    30 agosto 2017 | 11:15

  3. reginaexlibris

    Querido No está mal,

    ante todo gracias por tu comentario y, antes de entrar en materia te agradezco que me apuntes esas erratas, que ya están subsanadas. ¡Patinazos reginos al darle a la tecla!

    En cuanto a tu sugerencia de «lecturas con protagonistas femeninas» la verdad es que no me planteé mi recomendación desde la óptica del género, aunque sí es cierto que, como dices, hay matices distintos en el desarrollo de hombres y mujeres. Quizás, al ser yo mujer y ser libros que en su momento me ayudaron y a los que me aferré, parto de mi experiencia bibliófila y personal al recomendarlos y no reparé en ese aspecto. Iba más a lo que se remueve y atenaza por dentro en cierto momento vital, y por eso son mi selección. Y, sí, hay cientos de títulos reseñables que abordan la transición femenina, o ejemplos literarios de mujeres que nacen y crecen a contra corriente. Me lo apunto como sugerencia para otro pos, con tu venia, claro.

    Y, por último, sobre el volumen Enfermos del libro, breviario personal de bibliopatías propias y ajenas, de Miguel Albero la verdad es que no, no lo he leído. Sí que me hablaron otros libreros de él en alguna ocasión, pero por alguna razón no llegué a hacerme con él. Me lo apunto como deber y me hago con un ejemplar en cuanto pueda. No sé a qué términos te refieres exactamente, pero hay algunos que, aunque no son de uso frecuente fuera de librerías y bibliotecas, te aseguro que son de uso bastante común entre los enfermos terminales del libro, entre los que me encuentro.

    Gracias, de nuevo, por pasarte por reginaexlibrislandia y comentar.

    ¡Mares de letras!

    Regina ExLibris

    30 agosto 2017 | 12:19

  4. Dice ser Amanda

    Libros de este calibre, más bien para la tía, con el fin de que entienda el mundo interior de su sobrino adolescente. Al adolescente en sí le das a Kafka y se acaba de pegar un tiro.

    30 agosto 2017 | 12:20

  5. Dice ser José Miguel

    En esta lista hecho mucho en falta «El diario de Anna Frank», que bien puede valer como ejemplo de una historia vivida y relatada por una mujer y apta para todos los públicos, tanto masculino como femenino.

    30 agosto 2017 | 12:23

  6. Dice ser Sevillano

    No soy muy dado a comentar , pero como padre de hija preadolescente estoy esperando el momento oportuno para ofrecerle la lectura de ‘ La vida sale al encuentro’ de Martin Vigil , recuerdo leerla con 15 años e identificarme mucho con el protagonista.

    Me gusto tanto que nunca mas he querido leerla por miedo a la decepción.

    Quizás sea lectura mas ligera que los libros comentados no

    Muchas paciencia con esos gruñones a todos .

    30 agosto 2017 | 14:29

Los comentarios están cerrados.