Suele utilizarse la expresión ‘se ha descubierto el pastel’ (o alguna de sus muchas variantes) para referirse a la acción de hacerse pública alguna cosa que se pretendía mantener oculta.
El origen de esta locución viene de un antiguo pastel de carne, muy parecido a una empanada. Por aquel entonces los pasteleros que lo cocinaban tenían fama de ser algo tramposos, en lo que se refería a los pesos y rellenos de sus pasteles, por lo que en más de una ocasión había algún cliente que no se fiaba del producto que tenía que comprar y solicitaba inspeccionarlo. El modo de realizarse era dando un pequeño corte lateral a la empanada y levantando la masa que la cubría, de esa manera se comprobaba (y por tanto, se descubría) si el pastel estaba correctamente relleno. Como es de suponer, a más de un pastelero se le descubrió el pastel al haber hecho trampas con el relleno de la empanada.
Esto propició que la expresión fuese popularmente utilizada para referirse a aquellos actos en los que se hacía trampa, ocultándose la verdad y terminaba por descubrirse el engaño. Por esta razón, la mayoría de expertos señalan que el término ‘pastel’ (además de ser un rico dulce que suele comerse a la hora del postre o merienda), fue adoptado dentro del argot de los tahúres que lo utilizaron para referirse a una fullería (engaño, trampa) durante el juego de cartas. En el Diccionario de la RAE puede encontrarse que una de las acepciones que se le da a pastel es: ‘En el juego, fullería que consiste en barajar y disponer los naipes de modo que se tome quien los reparte lo principal del juego, o se lo dé a otro su parcial’.
Lee y descubre el curioso origen de otras conocidas palabras y expresiones