Kocsis, con la selección húngara (WIKIPEDIA).
Vamos a cerrar la semana con una leyenda del fútbol mundial que tuvimos en nuestra Liga, y que tuvo un triste final. Formó parte de uno de los más míticos equipos de la historia, y aunque estuvo eclipsado por dos compatriotas (László Kubala y Ferenc Puskás), estamos hablando de uno de los mejores delanteros de la historia. Es Sándor Kocsis.
Nacido en Budapest, Hungría, el 21 de septiembre de 1929, Kocsis se formó en Kobanyai TC hasta su incorporación al Ferencváros en 1945. Fue a partir de su tercer año en el equipo verdiblanco cuando estalló como goleador, marcando 33 goles en 30 partidos. Tras una quinta temporada en la que promedió un gol por encuentro y ganó la Liga, se incorporó al Ejército y, con ello, tuvo que incorporarse al Honvéd, el equipo vinculado a las fuerzas armadas de su país. Fue allí donde coincidió con Ferenc Puskás, Zoltán Czibor y József Bozsik, a los que ya conocía de la selección. En el Hónved ganó tres ligas, se proclamó tres veces máximo goleador de la liga húngara y dos veces máximo goleador europeo.
Esos éxitos a nivel de club se vieron reflejados también en la selección. Con sus compañeros Puskás, Czibor, Bozsik y la leyenda del MTK Nándor Hidegkuti, Kocsis formaba un ataque demoledor de un equipo que adquirió el apelativo de los Mighty Magyars (Los Poderosos Magiares). La leyenda de este equipo radica en que lograron una racha de 32 partidos invictos desde 1949 hasta 1954. De entre todos los partidos que disputaron, destacan dos victorias sobre Inglaterra, un por 3-6 en Wembley (en la primera derrota de la historia de los Tres Leones en su casa) y otra por 7-1 en Budapest.
Poderosísimo rematador de cabeza, está considerado como el número uno de esta suerte en la historia, lo que le valió el calificativo de ‘Cabeza de Oro’. Además, destacaba por ser un experto en marcar ‘hat-tricks’ (logró nada menos que siete con su selección). Tras la mayúscula decepción del Mundial de 1954 (en el que nuestro protagonista se proclamó máximo goleador del torneo), Kocsis siguió en el Hónved. En 1956, tras una eliminatoria de Copa de Europa contra el Athletic en Bilbao, estalló la Revolución Húngara. Los jugadores pidieron jugar el partido de vuelta en otro sitio que no fuera Budapest y el partido se jugó en Bruselas. Tras quedar eliminados, muchos de los jugadores del Hónved decidieron no regresar a su país y buscarse un nuevo equipo en Europa. Kocsis se quedó en el Young Fellows de Zúrich, donde estuvo un año, hasta que su compatriota László Kubala lo convenció para que se fuera con él a España, al FC Barcelona.
En el Barça pasaría siete temporadas, también con su compatriota Czibor. En ese intervalo de tiempo, ganó dos Ligas, dos Copas y una Copa de Ferias (antecesora de la UEFA). Kocsis colgó las botas en 1966 y se quedó a vivir en Barcelona, donde abrió un restaurante llamado ‘Tête d’Or’ (‘Cabeza de Oro’, en francés). Pero no abandonaría el fútbol, porque tras pasar por el equipo técnico del Barça, entre 1972 y 1974 entrenó al Hércules de Alicante. Por desgracia, se le diagnosticó leucemia y luego cáncer de estómago. Estando en tratamiento por su enfermedad en un hospital de la ciudad condal, se tiró desde la ventana de un cuarto piso y acabó con su vida. Era el 22 de julio de 1979 (el martes se cumplen 35 años del suceso). Tenía 49 años de edad.
Hasta 2012, los restos mortales de Kocsis permanecieron en Barcelona, hasta que ese año se trasladaron a Budapest, su ciudad natal, donde reposan en la Basílica en la que también está enterrado Ferenc Puskás.
Os dejo con un vídeo de goles de Kocsis:
Saludos y buen fin de semana.
Toda una leyenda del fútbol de la que, sinceramente, hasta hoy no conocía casi nada. Gracias por la entrada.
18 julio 2014 | 11:51
Le apodaban «Cabeza de Oro» con razón, la mayoria de sus goles eran con esa parte de su cuerpo; pocos jugadores como él hay.
18 julio 2014 | 12:23
ISiempre es bueno recordar a los integrantes de aquellos «magyars» de leyenda aunque ninguno le viéramos jugar. Yo le conocía de oidas por su trayectoria en esa mítica Hungría y su paso por el Barça (también junto con Czibor además de Kubala), y leyendo el post a fe que tenía una fama bien merecida. Lo que desconocía por completo era su trágico final, a saber qué pasaría por esa cabecita para cortar por lo sano de esa forma…….
En parte me recuerda al suicidio de Luis Ocaña, se decía que también estaba muy enfermo en el momento en que se suicidó, aunque luego no ha quedado muy claro. Se llevaba mal con su mujer, iba mal de pasta, era una persona muy impulsiva, etc, etc, confluían varios factores.
18 julio 2014 | 13:10
Diossss….. fijaos en el vídeo!! con esos defensas yo todavía podría estar metiendo goles.
18 julio 2014 | 13:39
Decían que una de las razones para su éxito era que era uno de los pocos jugadores que remataba de cabeza con los ojos abiertos, por lo que podía ver con más precisión dónde poner la pelota. Parece que cerrar los ojos es un acto reflejo difícil de evitar.
18 julio 2014 | 13:47
Tuve la suerte de verlo jugar en em mítico campo de las corts, junto a Kubala y Cyborg, amis 79 años no lo olvido.
19 julio 2014 | 01:00
Grandes futbolistas, los húngaros de esa generación, eso si no tiene que ver nada con los de ahora llenos de fama, dinero, baños de masas e idolatrados hasta la saciedad, que tiempos.
toner
http://www.konver.com
19 julio 2014 | 15:07
Puskas se inscribe en la sociología de una época que la mayor parte de la población española no ha vivido.
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19 julio 2014 | 15:12
En Hungría era Puskas coronel honorario. Aquí, un castizo honorable. Su mente, devastada por el Alzheimer, se convirtió en un inmenso vacío en el que ni siquiera la pelota había dejado huella alguna. Puskas no sabía quién era Puskas. Lo había olvidado.
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19 julio 2014 | 15:14
!Gracias! por el articulo y dar a conocer a unos su vida y a algunos otros recordar personas que fueron famosos que fue de sus vidas y como vivieron y figuraron en nuestro tiempo DEP por un deportista acorralado por el infortunio en la salud y la decisión que tuvo que tomar xddddd
20 julio 2014 | 19:32
Gran futbolista el de este viernes, de lo mejor que tenía el Barça post-cinco_copas. Una de las grandes figuras de la Hungría subcampeona del mundo, como bien se puede ver en su registro goleador. Marcó uno de los dos goles del equipo blaugrana en la «final de los palos cuadrados», disputada curiosamente en el Wankdorfstadion de Berna, el mismo escenario que acogió siete años antes la final mundialista que Hungría perdió contra la RFA. Triste final el suyo, no todos tienen el suficiente ánimo para afrontar una enfermedad como la que padecía.
Dos días y no ha aparecido ningún troll a decir con insultos que la Copa de Ferias no es la Copa de la UEFA ni a dar fe de su escasa comprensión lectora. Mejora por momentos el comportamiento de la parroquia. Cierto es que se trataba como una competición oficial, pero el ser sustituida por una competición de idéntico formato con el sello UEFA lo «convierte» en su oficioso antecedente.
20 julio 2014 | 21:40