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Casi enteros: un blog sobre los medios de comunicación, la publicidad, su papel en la financiación de los medios, la investigación y otros temas relacionados con todo esto

Archivo de mayo, 2013

TVE: lentamente hacia su desaparición (I)

Pronto hará cuatro años de la sorprendente decisión veraniega del Gobierno de Zapatero que, cediendo a las presiones de las cadenas privadas, eliminaba la publicidad de la televisión pública nacional. Desde entonces no han dejado de producirse noticias respecto al sistema de financiación decidido y sus resultados.

El sistema, que en teoría iba a terminar con el déficit crónico de RTVE, está muy lejos de conseguirlo. Ya hablamos de nuevo de 105 millones de euros y aún está pendiente la decisión de Bruselas sobre la tasa a las operadoras de telefonía, que podría hacer la situación aún más insostenible.

Como consecuencia de ello (y probablemente de otras decisiones) el deterioro de la audiencia es imparable. Si el primer año sin publicidad recuperó el liderazgo de audiencia gracias al mantenimiento de programaciones anteriores y a no experimentar las bajadas de audiencia de los bloques publicitarios, muy pronto se resintió, al no poder renovar los contratos más importantes.

La audiencia de los informativos, que habían sido líderes destacados durante más de tres años también atraviesa dificultades. La segunda edición de Telediario se queda casi todos los días a una distancia de más de medio millón de espectadores del informativo de Tele 5 con el que compite. Ni siquiera los días en que el Telediario precede a éxitos de audiencia como Cuéntame, Gran Reserva o Águlia Roja consigue acercarse a la audiencia del informativo de la cadena de Mediaset.

Las dificultades financieras de la Corporación ya pusieron en bandeja a Tele 5 el Campeonato Mundial de Moto GP; ahora parece que el siguiente plato que devorará la cadena de Berlusconi es el contrato de la Champions. En la situación actual la cadena pública no podrá hacer frente a la renovación del contrato.

Los anunciantes agrupados en la AEA han declarado que están dispuestos a poner sobre la mesa entre 150 y 250 millones de euros si se autoriza la vuelta de la publicidad a TVE en determinadas condiciones. El mercado publicitario se sintió muy perjudicado por la supresión al dejar fuera de su alcance a una parte considerable de la audiencia de televisión.

Mientras tanto la consultora Arthur D. Little ha publicado un informe (encargado por UTECA, la asociación de las cadenas privadas) que demuestra que si la publicidad volviera a TVE su situación económica se agravaría. Analizando los mismos datos en los que se basa la consultora yo habría llegado a la conclusión de que la eliminación de la publicidad de la cadena pública fue un error porque las cadenas privadas no supieron aprovechar la ventaja que se les regaló desde el Gobierno y siguieron bajando los precios, en un mercado con menos oferta. Pero para eso están las consultoras: ellas saben más.

Nativos táctiles

Han pasado ya mas de diez años desde que Marc Prensky dividió a la humanidad entre nativos digitales e inmigrantes digitales.

Las personas nacidas a partir de mediados de los años ochenta se encontraron muy pronto con un videojuego entre las manos, no encontraron ningún problema en programar un vídeo y abordaron los ordenadores sin el miedo de borrar alguna informacioón importante. Si encuentran un botón trastean con él sin miedo hasta que descubren para qué sirve. Son los nativos digitales, hablan su propio idioma; lo digital ha crecido con ellos y no tienen ningún problema para entender ese lenguaje.

En cambio los que tuvimos que convivir con los primeros ordenadores o los primeros aparatos digitales, que en alguna ocasión borramos un fichero importante por apretar el comando equivocado, nunca llegaremos a vivir lo digital con naturalidad. Es, más o menos, como cuando se aprende un idioma ya de mayor: por mucho que progresemos siempre se nos notará en el acento o en los giros equivocados que ese no es nuestro idioma nativo. Lo queramos o no somos inmigrantes digitales.

La llegada de las pantallas táctiles ha supuesto un nuevo corte. Los niños que han nacido en estos últimos años saben que moviendo su dedo sobre una superficie pueden interactuar con ella, ampliar la imagen de la pantalla, cambiar de imagen o desplazarse hacia unos contenidos diferentes. Todos hemos visto a niños de corta edad desconcertados al ver que desplazando su dedo por la pantalla de un teléfono antiguo (de hace tres o cuatro años) no pasa nada.

También son habituales los vídeos en los que un niño tras utilizar un iPad se desespera con su revista en papel al ver que no reacciona ante sus movimientos.

¿Acabaremo llamando a las personas nacidas a partir de 2007 nativos táctiles?